Dedicatoria - Tumblr Posts
Realidad
Es raro, como nunca vas a poder saber cómo eres en realidad, podrás ver tu reflejo en un espejo, o verte en fotografías, pero jamás podrás verte como los demás te ven.
Carmesí y recuerdos
Ella nació en carmesí. Con su lustra piel y el cabello de frenesí.
Enredada en nubes, sus ojos brillaron hacia mí. Desesperada y enamorada con suspiros, su voz se perdía por fragmentos en el aire acalorado.
Desde aquella noche se desvaneció de mi corazón el vacío, y como un ritual silencioso, sus suspiros se volvieron míos.
Hoy, mi corazón late estacionado en el vehículo de esa noche en que con el de ella estuvo acompasado. Romper las reglas nos había juntado, y aunque hoy mi piel ya no sostenga sus manos, las memorias del deseo pasado se llenan de refulgencia en mi mente y mis labios.
Concentrada en el silencio resonante de la figura ronroneante del auto a mi lado, las palabras cantan su nombre al evocar el dulce aroma de su cuello y el frescor de sus besos.
¡Oh Añorada compañera! He aprendido a vivir sin ti a mi lado. He encontrado en otras, otros susurros exaltados y mimados, pero contigo conocí el frenesí del amor inocente y desbordado.
¿Quién te quita de mis recuerdos bien preciados?
Entre nuevos horizontes aterciopelados, firmes y cálidos, navegaré con pasión y sin desdén, pero ten presente que tú siempre serás quien me enseñó a amar con locura y sin parangón.
Cada amor es único y el primero de mi pecho, lo robaste y acunaste tú. Con sonrisa efervescente y besos sin precedentes. Con pasión y locuras inocentes.
Con silencios adornados de ilusiones y retos. De desafíos y descontentos.
De pugna y dulces estruendos.
De pensamientos y dulces recuerdos.
Lo difícil
Lo difícil es entender que no todas las personas son iguales, y que hay quiénes valen el esfuerzo.
Lo difícil es mantenerte libre de rencores a pesar de cuántas veces te hayan roto
Lo difícil es ver que el amor no tiene la culpa del sufrimiento, que la culpa la tenemos las personas que no saben cultivar al amor
Lo difícil es sentir, con todos sus matices, una y otra vez, sin perder la capcidad de asombro ni hacer a un lado a nuestra humanidad.
Te quise, pero...
Te quise, pero no quiero saber de tus amores.
Te ofrecí mi apoyo pese a todo, pero eso no quiere decir que quiera ver tus fotos en brazos de otros.
Te di todo lo que tenía, no lo apreciaste, y ahora dices que nunca te han querido.
¿Acaso mis sentimientos no significaron nada para ti?
Te quise, pero prefiero no verte tan seguido. Prefiero guardar los recuerdos que construimos y solo saber que estás bien sin mí.
Añoranzas...
Todos tenemos esos años en los que sentimos que nuestras vidas eran mejores, eran las vidas que merecemos.
Esos años que sientes que quieres volver a vivir, pero que lastimosamente, no podemos volver a ellos.
Toca ir colina abajo sin freno, por esto que es la vida. Sin poder acariciar esos años aunque sea una vez más.
A veces me pregunto si soy diferente a ellos, o ellos son diferentes a mí.
Es increíble que no sienta que encajo totalmente en ningún lado.
Es como si por más que lo intentara dejar ver claramente, nadie logra entenderme a plenitud.
¿Es esto la vida, ser incomprendido por todos y sobrellevado por varios?
Desde que te vi
Cuando tu sonrisa se coló entre las persianas de mi soledad, arrancaste los suspiros que guardaba para mis ilusiones.
Como un torbellino incesante, alborotaste tantas emociones que me di cuenta de cuan dormida había estado.
Increíble como con un beso le subiste la nitidez a los colores y el aroma de las flores ya era poético en mis sentidos.
Tus largas pestañas se volvieron las palmas que proyectaban una suave brisa que me llenaba los pulmones de oxígeno.
Tu cabello se volvió la periferia de mis mejores panoramas.
Tus besos se volvieron gotitas de amor que bosquejaron el camino de mi destino.
¿Y si sí podía tenerte conmigo?
¿Y si sí podía sostener tu mano mientras el viento me golpeaba tan incontrolable?
De repente te veía hasta cuando cerraba los ojos. Te sentía cuando bebía un sorbo de chocolate en medio de una tarde helada.
Te podía escuchar cuando sonaban dos acordes de guitarra y mil historias se desarrollaron en mis sueños.
De repente, aun entre miles de personas, tú eras el único foco de luz en mi visión.
El aroma de tu piel era más hipnotizante que el de las rosas al amanecer.
El calor de tu pecho era lo único que podía desear cuando la soledad me ahogaba entre las sábanas.
Sin darme cuenta, eras la razón por la que sonreía en las mañanas y por la que suspiraba las noches antes de dormir.
Sin entenderlo ni darme cuenta, te amé. Y amé verte arrasar con los vestigios de mi soledad.
Amé verte alborotar cada una de las emociones en mi interior.
Amé cada una de nuestras conversaciones y cada uno de nuestros besos.
Sin entenderlo ni darme cuenta, te amé hasta cuando dormías.
Amé cuando el maquillaje no tocaba tu rostro y tu sonrisa era lo único que necesitabas para opacar al mismo sol.
Te amé desde que te vi.
Te entregué mi corazón en un suspiro, y tú me dejaste caer en el olvido
Angélica Barreno
Había una vez, el frío me hacía tambalear.
Me acerqué a su calor, y resultó hacer erupción hasta arrasar con cada atisbo de cordura y humanidad en mi interior.
Su piel estaba hecha de lava pura y mis manos se fundieron en el magma de su sonrisa.
Y llovió
Y llovió.
Te pensé mientras chapoteaba con prisa sobre los restos de lágrimas divinas que se empozaron en el pavimento.
Te pensé cuando vi a una chica de cabello castaño escondiéndose bajo las sombras de una tienda, porque tú nunca huías de la lluvia.
Te pensé cuando mis manos temblaron al sentir la primera gota gélida rodar por mi nuca. Tu evaporabas la soledad de la lluvia.
Te pensé cuando me detuve bajo una esquina junto a otras dos personas. Contigo nos mofábamos de quienes se quejaban del calor, porque proseguían a quejarse también de la lluvia.
Te pensé cuando vi que llovió, y te pensé cuando escampó.
No saliste de mi mente cuando el viento se alzó, ni cuando el sol se burló.
Te tuve presente cuando volví a caminar sin temor por las mismas calles que recorríamos cada día a la misma hora.
Estabas en el reflejo de las gotas y en las ventanas mojadas. Sonreías entre la multitud confundida y apresurada, y junto a los compungidos que se abstraían con las manos dentro de sus gabardinas oscuras.
La lluvia no cesaba en mi interior.
Pero la lluvia contigo tenía un dulce aroma a libertad acompañada de un sabor maravilloso de pureza.
La lluvia ahora era solo un borrón molesto.
Un molesto recuerdo de la soledad que había ocupado mi alma desde que te habías marchado.
Me sacudí el cabello y entendí que nunca más la vería igual.
Y llovió.
Y enmudecí.
Y llovió.
Y de hombros me encogí.
Y llovió.
Y una vez más, pensé en tí.

Te regalo un atardecer atípico, con una belleza tan subjetiva como la vida misma, pero con una fuerza tan real que es capaz de abrazarte sin que te des cuenta.
Te confieso
Te confieso que sueño con tus besos y recuerdo tu sonrisa
Te confieso que mi almohada llora en silencio al pensar en tu calor
Te confieso que aunque hoy mi habitación se sienta más grande, en mi pecho tu presencia sigue latiendo
Te confieso que me sigue gustando el aroma del café al amanecer, pues casi puedo creer que al salir de la cama, te encontraré en camisón sonriendo en la sala
Te confieso que la soledad me ha quitado el temor, pero ha mantenido mi esperanza.
Y no sé si algún día volverás a tomar mi mano, pero te confieso, que aún hoy, te sigo esperando.
Once you learn to love yourself, there's not coming back.
Every time it rains, I picture you between my sheets. A cup of hot chocolate and us talking and laughing while listening to the rain outside of the window ⏳

Ser libre, comienza por amarte a ti, antes que a otros
No es egoísmo, es la forma más altruista de acercarte a los demás
Qué tengo...
Caminando por las esquinas de un recuerdo que apenas tiene forma en mi mente, entiendo que no es cuestión de egoísmo
Sonrió al viento y lo único que llena mis pulmones es la libertad. Claro, el amor es un antídoto para la realidad, pero también es un veneno que puede exterminar tu claridad.
En mi pecho late el deseo más de lo que late el romance
¿Acaso la última vez no hubo un atisbo de lo que tanto deseaba?
Su piel y la mía se fundieron en una, sus besos eran el fuego que alimentaba mi fuego.
Pero el adiós era inevitable, y a ninguna le peso ni pensarlo.
Su seducción y sonrisa eran embriagantes, pero mi pecho no estaba preparado para caer en ello.
Recorriendo cada espacio sepia de mi mente, y trayendo al frente a esas miradas y tentaciones, entiendo que la parte de mí que estaba dormida por el dolor, hoy esta despierta y al control.
Noches frías repletas de fuego abrasador, cristales empañados por suspiros profundos.
Soy alguien diferente a esa vez.
No tengo en mis manos las respuestas de la vida, tampoco el tesoro que quiera compartir.
Nada más que miradas de soslayo y sonrisas ladeadas.
No me pidas que te tome de la mano, que te lleve al otro lado del escenario o bese tus heridas.
No tengo manera de enfocarme en ti, cuando me prometí solo pensar en mí.
No dudo de lo que tengo para ofrecer, pero sé que no es lo que voy a ofrecer.
So many social media, and we haven't crossed our ways yet
Angélica Barreno
I used to think that I would never forget you, and now I barely think of you...