Redaccion - Tumblr Posts

Y sentí, te juro que sentí con detalle como el brillo en mis ojos se apagaba, como el llanto se acumulaba, la forma en que mi corazón se destrozaba. Mi alma se aferraba a la tuya intentando mantenerte cerca de mi sin éxito alguno. Sentí también la decepción tomar cada una de mis ilusiones y la tristeza inundarme por completo. Mi cerebro de inmediato comenzó a argumentar el por qué de lo ocurrido, tratando de calmar un poco la situación diciendo que aquí el que estaba mal era otro. Mi corazón no quería razones así que sin pensar comenzó a lamentarse. Respirando tranquilamente sonreí lo mejor que pude y escapé de ahí sujetando fuertemente mi chaqueta y caminando más lento de lo normal. Iba de regreso a casa, aún tenía unos veinte minutos de camino; decidí encender un cigarrillo, puse la música en aleatorio. La lluvia apareció, Ed Sheeran comenzó a sonar y subí el volumen. Nunca le pongo atención a la letra de camino a casa por que el tiempo se me acaba pero por alguna razón hoy lo hice. La canción avanzaba y el cigarrillo se acababa. La lluvia se desató acompañada de mi llanto. De un momento a otro no podía calmarme y en lo único que pensaba era en ti. El camino terminaba y el llanto aún no cesaba. Decidí correr a la seguridad de mi habitación, por suerte la casa sola se encontraba. Al entrar a mi recámara me recargue en la puerta de esta. Sentí de un momento a otro como mi alma soltaba un grito tan desgarrador que término por escapar de mi cuerpo. Grite fuerte y dolorosamente. Le permití al dolor tomarme por completo. Golpee la pared un par de veces y luego grite de nuevo. Las fuerzas se fueron de mi ser y de rodillas al piso caí y ahí un rato me quedé. Las horas pasaron y en la cama me encontraba, abrazada a mi almohada, con el nudo aún en la garganta. Con el llanto desbordándose y las dudas aún sin aclararse. Sentí entonces como era un corazón roto. Sentí lo que el amor dejaba cuando esté se acababa. Si, así lo sentí.
Dedicado a fsmk.
—Michell Rosales

Oh majestuosa Lumbrera dame la respuesta a mis plegarias y dime por favor que es lo que tengo que hacer o aún mejor como hacerlo. Pues te digo esta noche que estoy harta de todo, cansada de la vida que me asignaste y de la mayoría de la gente que me otorgaste. Por favor dime cómo tragarme el llanto acumulado y eliminar el odio guardado. Te ruego que me ilumines esta noche porque las tinieblas me estás devorando. Mi luminiscencia se está extinguiendo a cada respiro y mi espíritu está perdiendo la vitalidad a cada segundo. Esta noche no puedo más con nada, no tengo energía ni perseverancia guardadas, siento que todo se acaba y tú sigues callada.
"Te diré que incluso en mi taza de café logro encontrarte, no era mucho de tu agrado y esa idea resuena en mi cabeza al dar el primer sorbo, lo vuelve más amargo y lo peor es que así parece gustarme más."
—Michell Rosales.
¿Cómo no voy a estar a medias sí solo quedó la mitad de mi esencia después de su partida?
—Michell Rosales.
Efímero.
El término efímero, que proviene de un vocablo griego que significa “de un día”, permite nombrar a aquello pasajero o de breve duración. Algo efímero tiene poca vida y desaparece al poco tiempo. Con anterioridad he escuchado este término, he apreciado como usan esta palabra e incluso la he utilizado en diversas ocasiones, pero, jamás me había dado cuenta de su significado real. No hasta que comprendí que yo fui algo efímero para ti, no te diré que fue el sentimiento más placentero de mi vida, porque fue algo duro, fue crudo e incluso en cierto punto; fue doloroso. Me preguntaba ¿cómo era posible aquello?, siendo tú para mí algo tan preciado en su momento, incluso hoy en día; el recuerdo de tenerte a mi lado lo sigue siendo, ¿cómo fue que ante tus ojos yo sólo era “algo de un día”? No lo comprendía, pues creí ser algo más para ti, algo realmente importante, algo trascendente. Después de analizar la situación detalladamente logré comprender que no causé el mismo impacto que causaste tú en mí, me di cuenta de que no signifiqué lo mismo ante tus ojos, que no dejé la misma marca. Entendí lo efímeras que son las cosas, todo cambia de un instante a otro sin tener razón aparente. Dejé de ser importante para ti en el mismo lapso en que el sol abandona al día y la luna a la noche. La fascinación que causé en ti no fue algo de alto impacto, cuando lograste tenerme dejaste de cautivarte con mi mirada, con mi risa, con mis chistes malos, dejó de importarte que yo te quisiera. Y entonces se acabó, no quedó más de ese sentimiento; no quedó más de la fantasía de nosotros en este mundo ordinario. Nosotros fuimos una ejemplificación misma de la palabra, nuestro amor vivió muy poco y consecuentemente desapareció casi instantáneamente, justo como la chispa se encendió asimismo se extinguió.
—Michell Rosales.
Qué tengo...
Caminando por las esquinas de un recuerdo que apenas tiene forma en mi mente, entiendo que no es cuestión de egoísmo
Sonrió al viento y lo único que llena mis pulmones es la libertad. Claro, el amor es un antídoto para la realidad, pero también es un veneno que puede exterminar tu claridad.
En mi pecho late el deseo más de lo que late el romance
¿Acaso la última vez no hubo un atisbo de lo que tanto deseaba?
Su piel y la mía se fundieron en una, sus besos eran el fuego que alimentaba mi fuego.
Pero el adiós era inevitable, y a ninguna le peso ni pensarlo.
Su seducción y sonrisa eran embriagantes, pero mi pecho no estaba preparado para caer en ello.
Recorriendo cada espacio sepia de mi mente, y trayendo al frente a esas miradas y tentaciones, entiendo que la parte de mí que estaba dormida por el dolor, hoy esta despierta y al control.
Noches frías repletas de fuego abrasador, cristales empañados por suspiros profundos.
Soy alguien diferente a esa vez.
No tengo en mis manos las respuestas de la vida, tampoco el tesoro que quiera compartir.
Nada más que miradas de soslayo y sonrisas ladeadas.
No me pidas que te tome de la mano, que te lleve al otro lado del escenario o bese tus heridas.
No tengo manera de enfocarme en ti, cuando me prometí solo pensar en mí.
No dudo de lo que tengo para ofrecer, pero sé que no es lo que voy a ofrecer.