Adivina adivinador quien soy, no creas que lo sabes por un par de rumores que rondan por las calles, no pienses conocerme al saber de mi lo que todo el mundo ya sabe. INSTAGRAM: jupiters_king_
70 posts
Te Odio?
¿Te odio?
Te odio, te odio, te odio, te odio.
Te odio tanto que siento el pecho arder como loco.
Te odio tanto que las náuseas no me dejan en paz cuando escucho tu nombre.
Te odio tanto, tanto, que no puedo respirar cuando pienso en tu actuar.
Te odio tanto, al grado de no poder pensar con claridad.
Te odio, te odio porque si te siguiera amando, el dolor sería insoportable.
Porque si siguiera sintiendo amor, mi corazón se enfermaría nuevamente.
Te odio porque es más fácil que amarte.
Te odio porque me hiciste creer que eras tú.
Te odio porque no cumpliste tu promesa.
Te odio porque me hiciste sentir insignificante, como si yo no valiera nada.
Te odio tanto, me odio tanto, odio el nosotras, odio estar perdida otra vez.
Odio tener que odiarte para no quebrarme.
Odio estar cansada de llorarte, de intentar arreglar el desastre que me ocasionaste.
—Michell Rosales.
- 
                                    
                                    solovivesenmimente2 liked this · 4 years ago 
More Posts from Thequeenofjupiter24
Me siento tan sola, aún amando la soledad, me siento intranquila aún cuando me encuentro hundida en la calma de la noche.
No sé que pensar ni que hacer, no puedo hablar, pero tampoco puedo callar. Todo me hace sentir mal, todo me hace querer irme y nunca regresar.
No quiero seguir adelante, pero tampoco puedo mirar atrás.
Busco y busco y nunca encuentro, ni siquiera sé que es quiero encontrar, sólo algo que me haga sentir como si fuese mi hogar.
—Michell Rosales.
Yo no sé que hice para merecerte. No recuerdo haber hecho un mal tan horrible como para salir tan jodida a causa de tus mentiras. No entiendo por qué pasó, no logro decifrar mi error. Pasa y pasa el tiempo, yo sin más no dejo el duelo. Preferiría mil veces cruzar el infierno a seguir soportando el tormento de tu constante presencia.
Un día me lamenté haberte conocido, hoy me arrepiento no haber prevenido a mi corazón, de despejar el camino directo a él. Te di incluso las armas para destrozarme y tú sin dudar las tomaste. Me cuesta mirarte, no soporto escucharte. No te quiero ver más, aléjate ya de mí, deja de buscar mi atención, entiende que sigues hiriendo a mi frágil corazón.
—Michell Rosales.
Promesa fallida.
En mi mente se repite la misma palabra una y otra vez; mentirosa, mentirosa, mentirosa.
Tus palabras duelen como si mi alma hubiese caído al mismo infierno.
Por el día a penas y noto su pena, a penas y noto lo jodida que quedó.
Pero, a penas el sol se va, el dolor llega sin piedad.
Me recrimina que volví a creer sin pensar, que volví al mismo lugar.
No me deja conectar con los buenos momentos, no me deja atesorar el recuerdo, lo está convirtiendo en una pila de odio y rencor, a este punto, parece que no quedó nada de aquel amor que un día te declaré.
Solamente viene a mi mente aborrecimiento, desdén, dolor.
Nada bueno, nada puro, todo se ve demasiado turbio.
El dolor me ciega de repente y en momentos pide verte, pide verte para sacar lo peor de sí, pide a gritos que le permita vengarse, para verte reducida a nada, para verte como se ve a sí mismo, pide justicia ante su gran agonía.
Busca romper de vuelta, busca recuperar lo que le fue arrebatado.
Lo pide con todas sus fuerzas, aún sabiendo que al tenerte en frente no podría siquiera responderte.
Porque el dolor lo ciega y lo hace estallar, pero también lo enmudece y lo paraliza al llegar.
Maldita sea, estoy atrapada, atrapada en esta asquerosa situación, te odio como te amé, pero no puedo simplemente enloquecer.
No puedo simplemente volver a caer a causa de mis sentimientos hacia ti y menos cuando a ti no te importó que estuviera a tu merced.
Y menos cuando a ti no te importó que estuviera a tu merced.
—Michell Rosales.
Sentí entonces que debía enterrar mis sentimientos, esconderlos en lo más profundo de mi ser. Dejar lo grotesco y lo malvado florecer, evitar la empatía y la bondad en mí permanecer. Tomé la decisión y la mantuve hasta destruirme nuevamente.
Michell Rosales.
Ignorante.
Te veo sonreír, me alumbras la noche, disparas energía en mi alma tan pobre, me rompes a pedazos de forma estridente, parece no importarte como eso me hiere.
Luces calmado, ignorante de mi sentir, te volviste tan ajeno y de mi mente un intruso, en mi corazón un sueño y en la realidad una meta inalcanzable.
No encuentro una forma de al sentimiento canalizar, y creo que así lo voy a dejar.
Pero, ¡ah!, mi inocente corazón y mi miserable alma necesitados de ti.
Siguen a tu disposición sin titubear, buscan siquiera una mirada, exigen por lo menos las sobras de tu amor...
...las sobras para mi corazón...
...lo que sea, pero que sea de ti.
—Michell Rosales y Luis Herrera.