
Adivina adivinador quien soy, no creas que lo sabes por un par de rumores que rondan por las calles, no pienses conocerme al saber de mi lo que todo el mundo ya sabe. INSTAGRAM: jupiters_king_
70 posts
El Hombre Que Teme A La Derrota Ya Ha Sido Derrotado.
El hombre que teme a la derrota ya ha sido derrotado.
Juego de Tronos.
-
cuautleflor liked this · 7 years ago
-
keylacastillo1-blog reblogged this · 7 years ago
-
keylacastillo1-blog liked this · 7 years ago
-
little-loverxx liked this · 7 years ago
-
micaelagarcia liked this · 7 years ago
More Posts from Thequeenofjupiter24

La primera vez que te vi y la última. La primera mirada que cruzamos y la última que me dedicaste. La primera vez que vi tu hermosa sonrisa y la última que me deleite con ella.

Y sentí, te juro que sentí con detalle como el brillo en mis ojos se apagaba, como el llanto se acumulaba, la forma en que mi corazón se destrozaba. Mi alma se aferraba a la tuya intentando mantenerte cerca de mi sin éxito alguno. Sentí también la decepción tomar cada una de mis ilusiones y la tristeza inundarme por completo. Mi cerebro de inmediato comenzó a argumentar el por qué de lo ocurrido, tratando de calmar un poco la situación diciendo que aquí el que estaba mal era otro. Mi corazón no quería razones así que sin pensar comenzó a lamentarse. Respirando tranquilamente sonreí lo mejor que pude y escapé de ahí sujetando fuertemente mi chaqueta y caminando más lento de lo normal. Iba de regreso a casa, aún tenía unos veinte minutos de camino; decidí encender un cigarrillo, puse la música en aleatorio. La lluvia apareció, Ed Sheeran comenzó a sonar y subí el volumen. Nunca le pongo atención a la letra de camino a casa por que el tiempo se me acaba pero por alguna razón hoy lo hice. La canción avanzaba y el cigarrillo se acababa. La lluvia se desató acompañada de mi llanto. De un momento a otro no podía calmarme y en lo único que pensaba era en ti. El camino terminaba y el llanto aún no cesaba. Decidí correr a la seguridad de mi habitación, por suerte la casa sola se encontraba. Al entrar a mi recámara me recargue en la puerta de esta. Sentí de un momento a otro como mi alma soltaba un grito tan desgarrador que término por escapar de mi cuerpo. Grite fuerte y dolorosamente. Le permití al dolor tomarme por completo. Golpee la pared un par de veces y luego grite de nuevo. Las fuerzas se fueron de mi ser y de rodillas al piso caí y ahí un rato me quedé. Las horas pasaron y en la cama me encontraba, abrazada a mi almohada, con el nudo aún en la garganta. Con el llanto desbordándose y las dudas aún sin aclararse. Sentí entonces como era un corazón roto. Sentí lo que el amor dejaba cuando esté se acababa. Si, así lo sentí.
Dedicado a fsmk.
—Michell Rosales
Solamente quiero verte una vez más. ¿Es demasiado lo que estoy pidiendo? Olvidarme de todo lo que nos separa y poder pasar un momento entre tus brazos. Probar tus labios y perderme en tu mirada. No te pido un para siempre sólo un instante. Quiero escuchar tu risa y voz en vivo no por medio del bendito aparato. Quiero memorizar cada una de tus expresiones tanto de diversión como de enojo y confusión. Que me digas que me amas y me prometas que lo harás un buen tiempo. Llorar pero de risa y discutir sobre música y películas. Decirte te amo con palabras gestos y miradas, dejar de escribirte; en cambio verte y decirte todo lo que quiero escribirte. Quiero sentir de nuevo tu calor y escuchar el sonido de tu corazón. Con un momento me conformo. Vuelve aunque sea un instante, es lo único que pido.

Holy shit.

Es una tontería, estoy aquí luchando por ti, dándolo todo de mi y parece que nada te importa. Te quiero y sé que lo sabes y tal vez por eso me tratas de esta forma. No quiero estar sin ti pero parece que lo estoy. En cierto punto lo único que hago es llorar con esto a lo que llamamos relación. No sé que quieres de mi pero te lo estoy dando todo sin pensar en las consecuencias de mis actos y te juro que parece que nada es suficiente. No puedo mas con esto, no quiero seguir así pero te amo tal vez por eso no te suelto y sigo aquí.
—Michell Rosales