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Happy Christmas, sexy girl _C1_

Anime: Yu-Gi-Oh!
Rating: M
Pareja: Joey & Mai
Sinopsis: Mai se recordaba a sí misma durmiendo en el piso, justo bajo el brillante pero solitario árbol de navidad. Más esta vez sería diferente, esta vez tendría una navidad para dos, para ella... y su amante.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 1 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
El humo del cigarro era algo que comenzaba a incomodarla y eso que el cigarro era de ella, de hecho, ella era la única que estaba fumando.
No le sorprendía, después de todo era la mayor de ese grupo; incluso, fumar, era algo que la joven no acostumbraba hacer, pero el nerviosismo, la ansiedad... sólo quiso relajarse un poco aunque a la larga sólo consiguió incomodarse todavía más a sí misma.
Entonces escuchó las risas de sus compañeros. Ya eran varias las horas que habían pasado conversando en ese café.
““De hecho, yo sólo los he escuchado; no hay mucho de lo que pueda hablar, incluso con ellos.””
Mai Valentine miró en dirección a la calle por enésima vez; la gente iba y venía con abrigadores atuendos. Entonces recordó la razón por la que se había reunido con sus viejos amigos....
~*~
~*~
~*~
Estaba desesperada, aterrada. Le surgió un problema familiar y lo que menos quería era ver a sus padres, si es que esa era la palabra correcta para referirse a un par de extraños a los que no había visto en tres años.
Y era por eso que se encontraba en la ciudad; de lo contrario estaría a kilómetros de distancia. El caso es que se le ocurrió llamar a Tea. No tuvo otra opción, necesitaba hablar con alguien y aunque la chica de castaños cabellos era más joven que ella, también era lo suficientemente madura como para entenderla... Mai sólo deseaba ser escuchada.
Jamás se esperó esto: verse rodeada por todo el grupo de sentimentales del que se suponía ella formaba parte.
Suspiró aburrida. Fueron pocos los minutos que había esperado a Tea, pero cuando ésta llegó no lo hizo sola, de paso trajo consigo a Yugi, Joey, Tristan y hasta a Duke.
““Debí aclararle que sólo necesitaba verla a ella.””
Pensó. De cualquier modo ya no importaba, pronto se iría para enterarse del “importante” motivo por el cual sus padres la llamaron. Y vaya que debía ser algo importante como para buscarla ahora. Antes vivieron juntos y jamás fue necesario hablar.
““Esperaré un poco más; al menos me siento a gusto con ellos.””
Mai pensó para sí, mientras apagaba su cigarrillo, luego miró fugazmente a cada uno de los que la acompañaban.
Por favor, ¿cómo podía llamarles amigos?. Ella no había pronunciado palabra alguna después de saludarlos, lo cual había sido hace ya bastante rato.
Toda la conversación, toda la diversión había sido sólo entre ellos, Mai no había participado en lo absoluto. Es más, a ellos tampoco los había visto en años; nunca los llamaba por teléfono o se contactaban por cualquier otro medio, de hecho, nunca antes se había reunido con ellos.
La chica se entristeció al percatarse de que ella no era parte esencial de esa amistad, más luego sonrió irónica. Ahora que necesitaba de la compañía de alguien, eran todos ellos quienes estaban a su lado.
““Ja, estos tontos siempre aparecen cuando los necesito.””
En ese instante, la presencia de sus amigos le era suficiente.
Tanto los echaba de menos que incluso escuchó atentamente la conversación de sus compañeros, y eso que su mente estaba ya muy ocupada con sus propios problemas.
Se enteró de gran parte de sus asuntos, tanto escolares como personales, todo; estuvo atenta a todo.
Se enteró de la reciente relación entre Duke y Serenity, la baraja súper mejorada de Yugi, las futuras reuniones familiares de Tristan y Tea con motivo de las festividades; e incluso de las vergonzosas calificaciones de Joey... había puesto atención a cada detalle.
Bebió un poco de su café, también era uno de tantos, el cuarto para ser exactos.
Permitió a su mente divagar por otro rato más, hasta que le echó un vistazo a su reloj... suspiró resignada, se retrasó una ahora a propósito pero sabía que de cualquier forma debía ver a sus padres.
* Nos vemos, chicos. *
* ¿Qué?, te despides así nada más. Quédate otro rato. *
La forma tan seca en que Mai se despedía provocó un leve reproche por parte de Tea.
La rubia se negó, ya había permanecido más tiempo del necesario en ese lugar.
* Lo siento, Tea, chicos... pero tengo otro compromiso. *
* Ahhh, no será que tienes una cita romántica. *
Mai sonrió irónica ante la absurda imaginación de Duke. Si ese fuera el caso se hubiese marchado desde hace mucho.
La frase “cita romántica” hizo eco en la mente de cierto joven rubio, aquel que había permanecido tranquilo durante toda la tarde.
Intentó conversar con ella, pero la notó tan distante que no se atrevió. Ahora la curiosidad se apoderaba de él.
Al final todos decidieron retirarse, cada quien por su lado.
Mai mantuvo su distancia del grupo, caminando ligeramente de tras de sus amigos. Él se percató de su distancia, le hizo compañía aun cuando ella ni cuenta se había dado... la curiosidad permanecía presente junto con otra sensación, algo le venía incomodando ya de minutos atrás, pero no estaba seguro de qué.
* Oye, Mai... de verdad, tu?. * _Joey quiso interrogarla, pero esos lindos ojos violeta clavados en él no se lo permitieron._ * No, nada.*
Sin prestarle más atención, poco después se despidió nuevamente.
Comenzando a caminar en dirección contraria a los demás, no fueron más de cuatro pasos los que alcanzó a dar cuando Tristan le preguntó sobre su auto, ese bellísimo convertible de violáceo color.
* Lo deje en casa... quiero caminar. *
Ni siquiera volteó a verlos, ni tampoco se volvió a despedir; simplemente reinició el paso con dirección a su casa, mejor dicho, la de sus padres.
Tranquila, no tenía la menor prisa, después de todo, conociéndolos, llegarían mucho más tarde que ella misma.
Tan inmersa en sus pensamientos.
Se reprendía a sí misma por haber aceptado la “invitación” de sus padres. Ellos sólo la llamaron, así como así, diciéndole que deseaban verla y conversar largamente con ella... seguramente no era nada bueno, al menos no para ella.
No recordaba un sólo detalle cálido de parte de sus padres; vivió con ellos hasta que se hartó y nunca hubo necesidad de hablar... Mai sabía que el ser su hija no fue, es, ni será razón suficiente para que sus padres se preocupen por ella.
Además, seguramente querían que...
* Oye, Mai... *
De pronto, cierta voz masculina interrumpió sus profundos y desagradables pensamientos. Era Joey quien la llamaba a poca distancia.
Apenas lo tuvo en frente, Mai lo interrogó insistente. Si a cada diez minutos el rubio y sus amigos la distraían, tardaría dos horas en llegar a casa.
* Qué haces Wheeler?; ¿no te habías ido con Yugi y los otros?. *
Eso se suponía, pero la curiosidad y una extraña incomodidad debido a las sospechas, no lo dejaron en paz. Por ello dio media vuelta y sin esperar a ver la reacción de sus amigos corrió para alcanzar a la rubia, mientras se despedía con un sonoro “los veo mañana”. Eso fue todo, sólo quería alcanzarla.
Y ahora que la tenía cerca tan sólo podía mirarla. No quería verla tan fijamente, en verdad no quería, pero sus lindos ojos... ahhh, maldición, ¿cómo es que lograban paralizarlo de esa manera?.
¡Kami!, ¿ésta era Mai?!. Se veía tan distinta, tanto emocional como físicamente.
Ella vestía pantalones negros y plataformas del mismo color; y claro, como olvidar el diminuto corsé violeta?.
Sin embargo, el atuendo de la duelista era algo que casi no inquietaba a Wheeler, era más bien su comportamiento.
La notó tan distante e indiferente, incluso la encontró nerviosa y... tan callada; su silencio era lo que más le preocupaba.
* ¿Quién es él?. *
* Perdón??. *
* Vamos, Mai. El tipo con el que te verás... no hablaste en toda la tarde con nosotros, pero te urge ver a un hombre al que ni siquiera mencionaste!. *
El chico soltó las palabras sin más preámbulos, sólo quería respuestas y las quería ya.
Entre tanto, la miraba... siendo ahora más alto tenía que bajar la mirada para hacerlo. Eso era algo que por alguna razón le agradaba.
* Deberías tenerme más confianza, somos amigos, lo sabes; creí que eso había quedado bien claro. *
Mai lo miró con ligera sorpresa, incluso parpadeó algunas veces. No entendió las palabras de su compañero; a excepción de “el tipo con el que te verás”, nada había sido claro.
Guardó silencio unos segundos tratando de procesar todo aquello, entonces comenzó a reír con inmensa diversión.
* Mai !. *
Joey sólo pudo quejarse. Que se burlase así de él no parecía serle divertido, y sin embargo tuvo que esperar unos minutos para que su amiga recuperara la compostura.
Al menos verla así valía la pena, tan contenta; su rostro se tornaba más bello cuando la felicidad lo inundaba, y él fue testigo de cómo el aire de tristeza que la rodeaba se iba esfumando.
* Ay, tú crees que?... NO !!. *
* No, que??. *
* No tengo una cita romántica, esas son sólo absurdas suposiciones tuyas y de los demás. *
* Entonces... ¿por qué esa aprisa por irte?... y tu silencio. Mai, tú eres alguien que no puede guardar silencio por más de cinco minutos, y sin embargo, hoy no... *
La chica había dejado de reír por completo. No era agradable recordar nuevamente la razón de que estuviese en la ciudad.
Suspiró profundamente; se sentía tan frustrada.
* Es a mis padres... a ellos debo ver. *
Su voz se oía triste, resignada quizás; entonces Joey se dio cuenta de que había metido la pata en serio.
En ese momento, justo para compensar la triste voz de la joven, el clima cambió ligeramente, comenzando a caer pequeños copos de nieve.
Mai recibió uno en su mano mientras otros más caían sobre sus desnudos hombros; fue un contacto que la hizo temblar ligeramente, y sin embargo... se sentía bien.
* Deberías cubrirte un poco más, al menos en invierno. *
Inesperadamente, la chica se vio envuelta con la chamarra de Joey. El frío que sintiera se desvaneció de inmediato.
Era mucho más que la protección de la prenda a su cuerpo... era el calor humano, el calor de Joey que aún permanecía impregnado en la chamarra; eso, y el agradable aroma de su joven amigo.
Un leve rojo tiñó sus mejillas, sin poder todavía asimilar ese extraño detalle. Lo disfrutaba, no cabía duda, pero era algo tan pequeño e insignificante... y tan nuevo para ella.
* Que dices si nos vemos mañana?. *
* Lo siento, no creo soportar mi estadía por mucho tiempo, lo que me recuerda que no puedo aceptar tu chamarra, y es que yo... *
* Shu... quédatela, ahora es tuya. *
Posando suavemente el dedo índice sobre los labios de Mai, Wheeler evitó una negativa por parte de la testaruda duelista. Y para fortuna del rubio, ese bonito tono rojizo se volvió aún más intenso.
No podía creer que el simple rubor aumentase increíblemente la belleza de Mai.
* Te veo en el parque, frente al lago. A las 11:00 a.m. *
* Pero... *
Eso fue todo, así como había llegado, el joven duelista se marchó sin esperar una respuesta por parte de la joven. Iba tan apresurado que Mai tardó más tiempo en salir del asombro que él en alejarse de su vista.
La chica suspiró nuevamente, ¿es que acaso nadie iba a pedirle su opinión?. Primero sus padres, ahora el terco de Joseph.
Se abrazó a sí misma sintiendo el calor que Wheeler le había dejado; su calor y ese exquisito aroma que aún no dejaba a sus mejillas recuperar su color normal... sonrió.
* Debo aceptarlo, él... tiene una forma muy linda de pedir las cosas, por eso... no puedo negarle algo. *
Por fin, Mai reinició el regreso a la que alguna vez fue su casa, una de tantas.
Y se preguntaba por qué las ansias habían desaparecido. La incomodidad y el nerviosismo ante sus padres se esfumaron, y ella ni cuenta se dio.
Habiendo superado su propio récord, Mai Valentine no pudo evitar sonreír de nuevo en una sola noche.
* Quizá deba agradecerle a mis padres el que pueda verlo... otra vez. *
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por fin volví a escribir sobre esta linda pareja.
Estoy tan obsesionada con ellos, que seguramente este será un fanfic largo, y aunque los primeros capítulos no contendrán lemon, los demás sí 7w7 .
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 13 de Julio de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 2 ||
Happy Christmas, sexy girl _C2_

Anime: Yu-Gi-Oh!
Rating: M
Pareja: Joey & Mai
Sinopsis: Mai se recordaba a sí misma durmiendo en el piso, justo bajo el brillante pero solitario árbol de navidad. Más esta vez sería diferente, esta vez tendría una navidad para dos, para ella... y su amante.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 2 ::.
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Lo único que intentaba brillar en la habitación eran los ojos miel del muchacho.
Un par de horas mirándola y ni siquiera supo si había parpadeado o no. La miró con mucha atención, tanta... que ya había memorizado perfectamente todos los hermosos rasgos que la hacían ser ella.
Joey sonrió ligeramente; incluso disfrutó de las distintas posiciones que la chica, sin saber, adoptó para dormir.
Primero de forma sensual... kami !!, lo disfrutó mucho y eso que solo la estaba observando; luego una pose un tanto graciosa, si la chica se enteraba de lo que el rubio había visto seguro lo mataba.
Por último, ella adoptó una forma muy tierna para dormir... esa imagen fue la que más le agradó a Wheeler; el corazón se le derritió por completo y tuvo enfermizos deseos de subir a la cama y dormir a su lado... abrazarla, solo abrazarla.
Entonces, aun sentado en la pequeña silla, recordó cómo fue que Mai Valentine había terminado durmiendo en su habitación, en su cama...
~*~
~*~
~*~
Había llegado a casa después de “pedirle” una cita a la duelista; el resto de la noche la pasó viendo televisión hasta muy altas horas y cuando el sueño por fin iba a vencerlo, el timbre de la casa sonó insistente, quiso ignorarlo... pero era tan fastidioso y molesto.
* Maldición, mataré al bromista que no me deja dormir. *
Joey estaba molesto, tanto así que no le importó salir con nada más que sus pantalones, descalzo y nada que le cubriera su pecho varonil.
Abrió de mala gana la puerta, y de solo ver a la persona que “destrozó” el timbre, la furia abandonó sus ojos dando paso a la sorpresa y curiosidad.
* ¿Puedo pasar?. *
Su fina voz conoció el aire frío de la noche, y aun cuando sus palabras parecieron una súplica, la joven entró así como así sin esperar respuesta alguna por parte del joven duelista.
Joey cerró la puerta mientras veía a su amiga dejarse caer sobre el sofá de la sala.
Se acercó a ella y la miró con paciencia; seguro iba a escuchar algo no muy bueno. Sin embargo ella solo permanecía allí, con los ojos cerrados.
* Oye, Mai... *
* ¿Tendrás algo de beber?... sake, vino, cerveza, que sé yo. *
Joey dejó escapar un resignado suspiro.
No quería discutir con ella y el sueño se le había escapado de solo verla, así que prefirió complacerla.
La dejó sola un momento, tan solo un momento; cuando regresó lo hizo con seis latas de cerveza. Eran de su padre, aunque no podía negar que él probaba una de vez en cuando.
El rubio se sentó frente a ella y entonces la miró... la tristeza había vuelto a cubrir sus hermosos ojos. Quiso preguntarle la razón de su visita, pero solo miró atónito como la chica se bebía el contenido de una lata en menos de veinte segundos; una vez terminada ésta, abrió una segunda cerveza sin esperar tiempo para bebérsela de igual manera.
Wheeler prefirió tomar una antes de que la chica acabara con todas.
Mai ya iba con la tercera, esta vez con más calma; comenzó a hablar, más con ella misma que con su amigo... esperó a sus padres por horas tal y como había pensado, cuando los vio lo primero que hicieron fue juzgarla, que si su ropa, el maquillaje o si seguía jugando con las estúpidas cartitas...
“Por dios, Mai... ya no eres una niña.”
Eso le dijeron, como si el duelo de monstruos fuese un juego exclusivo para niños.
* ¿Puedes creerlo?... y pensar que los mejores duelistas pasan de los diecinueve. *
Sonrió, después de todo no era aquello lo que le molestaba, fue lo que vino después... le exigieron, sí, le exigieron que volviera a la casa y no precisamente para convivir con la familia, no !!.
Ya habían hecho planes para arreglarle la vida, hasta le habían buscado pareja; de entre los candidatos eligieron a un hombre al que la palabra “millonario” le quedaba corta.
* Y... es eso tan grave?. *
Por fin, después de un rato, Joey se atrevió a participar en la “conversación”.
Sabía que ese hombre le daría a Mai todo cuanto ella quisiera... ¡todo!.
* Por favor, Joseph, podría ser mi padre... o mi abuelo, que sé yo. *
El chico sonrió.
Se le había olvidado que esa rubia era demasiado especial y exigente como para aceptar a cualquier hombre así como así. Más luego la triste voz de la joven disolvió su anterior sonrisa.
* Me siento tan mal... *
Wheeler la miró incrédulo; sus bellas pupilas violáceas se deformaban al retener tantas lágrimas. ¿Esa era Mai Valentine?, la única mujer a la que nunca había visto llorar y ahora...
* Que tonta soy !. *
La joven duelista se reprendió.
La culpa era suya por creer que sus padres en verdad querían verla y nada más. Ella sí deseaba verlos, después de todo eran sus padres, los quería aun sabiendo que ese cariño nunca fue reciproco.
Por eso se comportó así durante la tarde, porque en el fondo deseaba que por fin, después de tanto tiempo, ellos la quisieran.
* ¿Cómo pude pensar que en verdad querían verme?. *
El dolor se convirtió en decepción, y la decepción trajo consigo el coraje. Mai estaba tan furiosa consigo misma que oprimió fuertemente la lata de cerveza que tenía en las manos.
El poco líquido escurrió por las fisuras del envase y la joven se quejó levemente, una punta de aluminio había rasgado ligeramente la piel de su mano y un pequeño dolor le provocó un gesto de incomodidad.
No fueron ni dos segundos los que pasaron y Joey ya estaba sentado a su lado, observando la pequeñísima herida de la chica. No era nada grave, algo poco más que un rasguño; dejó de sangrar en cuestión de segundos.
Mai se sonrojó, él estaba ahí a pocos centímetros, estrechando su fría mano. Podía sentir el calor humano, percibir la fragancia del muchacho, dios !!... no importaba como lo mirase, él era una ternura hecha hombre.
Luego pasó algo que no hubiese imaginado ni en el más loco sueño... Joey le había besado la palma de la mano y no una sino dos veces.
* ¿Q-qué, qué haces?. *
No hubo respuesta, ésta no existía pues ni el mismo chico comprendía muy bien su propio comportamiento.
No le gustaba verla así, deseaba verla sonreír pero no sabía cómo podía lograrlo. No se había dado cuenta de cuando lo hizo, solo sabía que había depositado un beso en la suave mano de la chica, y poco después otro más.
Sus bellos ojos violeta brillaban intensamente.
Fue como magnetismo, no podía dejar de mirarlo; sus ojos, su rubio cabello, esas lindas mejillas... dios !!, sus labios tan irresistiblemente tentadores.
De pronto Joey comenzó a actuar de una forma poco común en él, se atrevió a delinear con su dedo índice los labios de Mai. Quería hacerlo... sentirlos, probarlos, embriagarse de ellos y hundirse en el mar de sensaciones que le prometían, sin embargo no pudo moverse un centímetro más, simplemente no pudo... pero ella sí...
Mai tomó con ambas manos el rostro del joven; su mirada se había vuelto incitadora, tan sexy, tan irresistible.
Wheeler solo supo que sus ojos se estaban cerrando, esperando ansioso lo que sucedería; la unión de sus labios era algo que de pronto deseó desesperadamente.
Lo último que vio fue el hermoso rostro de la rubia acercarse al suyo. Aguardó impaciente a que el contacto se diera, pero este no llegó...
Tan solo pudo sentir un ligero peso sobre su hombro derecho; abrió los ojos, no lo podía creer...
Mai se había quedado dormida repentinamente, era obvio que la chica eligió el peor momento para rendirse ante el sueño.
Suspiró, ¿que más le quedaba?. Pero sonrió con ironía... con todo y la decepcionante situación, tenerla tan cerca era muy agradable; le resultaba increíble percatarse de ello hasta ahora.
Mientras la miraba dormir, acarició suave y tiernamente la rubia cabellera de la joven.
* No dormirás sobre mi hombro toda la noche, Mai. *
Dicho esto, Wheeler se puso de pie con sumo cuidado de no despertarla aunque, con el licor y el cansancio, dudaba mucho que abriese los ojos; así que entre sus brazos la llevó hasta su desordenada habitación.
Depositándola cuidadosamente sobre la cama, como pudo le quitó los zapatos y la chamarra que hasta hace unas horas fuera suya. Luego la cubrió cariñosamente con un cobertor que seguramente la protegería del implacable frío.
Iba a salir de la habitación para que ella descansara, pero era tan difícil dejar de contemplar su fino y hermoso rostro, por lo que prefirió permanecer un rato más a su lado.
Así fue como había terminado sentado en una silla, observando tranquilamente a la mujer que sobre su cama dormía.
De cualquier forma se encontraba cansado, prueba de ello fueron los últimos cinco bostezos continuos.
Se levantó, dispuesto a dormir en el sofá de la sala, no sin antes besar suavemente la mejilla de la rubia; su boca se posó cerca de la comisura de los labios femeninos.
*¡Maldición, Mai!... me dejaste con deseos de sentir tus labios...*
Con una frustración como esa, Joey terminó saliendo de la habitación, permitiéndole a la joven duelista descansar por el resto de la fría y oscura noche.
Sin finalizar.
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Segundo capítulo y nada de lemon hasta ahora ¬¬’ .
Este fic es una gran ambición; crear un ambiente para la relación de los personajes y después... el amor, o la parte interesante, se podría decir ^^.
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 13 de Julio de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 3 ||
Happy Christmas, sexy girl _C6_

Anime: Yu-Gi-Oh!
Rating: M
Pareja: Joey & Mai
Sinopsis: Mai se recordaba a sí misma durmiendo en el piso, justo bajo el brillante pero solitario árbol de navidad. Más esta vez sería diferente, esta vez tendría una navidad para dos, para ella... y su amante.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 6 ::.
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Entraron al apartamento con un montón de cajas que, por supuesto, Joey cargaba.
* Vamos de compras, Joey, y te dejó conducir el auto. *
Le había dicho ella.
Pero jamás le mencionó que lo haría caminar por horas, cargando quien sabe cuántas cajas y bolsas repletas de ropa.
* Creías que la pasaría vestida con tu ropa, ¡estás loco!. *
La escuchó decir apenas logró llegar a la sala y dejarse caer rendido sobre el sofá.
* Pues yo creo que te ves muy bien con mi camisa, mostrando tus largas y preciosas piernas. . . muy sexy. *
Una picara sonrisa apareció en el rostro del rubio, haciendo sonrojar a la chica.
La verdad, en el último par de días, no había tenido la necesidad de cubrirse mucho, y es que ellos. . . se la pasaban haciendo el amor cada vez que a alguno de los dos les surgía el deseo.
* Baka. * _Le dijo._ * Pero no es solo ropa lo que compré. *
Mai se acercó al montón de cajas en el suelo de la sala, abriendo una en especial.
* Adornos navideños?. *
Preguntó Wheeler, un tanto confundido de porque su chica se había tomado la molestia de comprar los objetos.
Ella sonrió divertida, girando el rostro a un rincón en específico de la casa, donde descansaba, casi triste, un pino artificial que resaltaba por el verde de sus ramas, pero solo verde.
* Noté que a tu árbol le hacen falta unas cuantas esferas y color. *
Nótese el sarcasmo en las palabras de la joven, pues el bendito árbol carecía totalmente de adornos de la época.
* Ah, eso. Nunca termino de adornarlo, ¿sabes?. Se supone que mi padre debía ayudarme, pero siempre está ocupado, así que, ¿para qué un árbol para una sola persona?, no tiene caso, por eso siempre dejo el trabajo a la mitad. *
Mai sonrió con tristeza y comprensión.
Recordaba su niñez. . .
Un árbol navideño lucía en la estancia de la mansión, pero era un árbol solo para ella.
Navidad era una fecha que sus padres nunca pasaban en casa. Y se recordaba a sí misma durmiendo en el piso, justo bajo el brillante, pero solitario pino.
* Ahhh, bueno, esta vez será para dos personas. *
Fueron las palabras de la rubia, quien inmediatamente se dedicó a decorar el vendito árbol, ante la sorprendida mirada de Joey.
Que distinta se veía Mai ahora, al parecer, la soledad que la envolvía se había desvanecido, aunque no sabría si fue por el paso del tiempo o por estar con él.
Una gran sonrisa adornaba el rostro del duelista, mientras comenzaba a ayudar a su compañera.
En ese momento, no hicieron falta las palabras.
~*~
~*~
~*~
Pizza y refrescos ciertamente no eran la mejor cena de navidad que se puede tener, pero estaba bien para ambos jóvenes. Era más de lo que habían tenido en años anteriores.
El calor del apartamento, la televisión encendida y la compañía que podían darse el uno al otro.
Llevaban buen rato sobre el sofá, mirando en la tele los lugares concurridos por la fecha.
Abrazados, un beso tranquilo y suave cada que tenían la necesidad de sentirse mutuamente. ¿Qué más podían pedir?.
““Jamás olvidaré esto.””
Pensaba Wheeler, agradecido de que Mai haya regresado a su vida, y solo para hacerlo feliz.
Que lejos veía los duelos en que cada uno perdió su alma, que lejos veía su rechazo inexistente y que lejos veía la soledad, no solo la de ella, sino la propia, pues por mucho que estimara a sus amigos, ellos simplemente nunca llenaron, ni llenarían el espacio vacío en su corazón.
““Me hacía falta el amor, el amor de ella, de mi Mai.””
Los pensamientos que el joven duelista tenía por su chica se volvían cada vez más profundos y constantes, poniéndolo ansioso.
* O, oye, Mai. * _Su voz rompió el silencio que los había acompañado hasta ahora, atrayendo toda la atención de la duelista._ * Bu-bueno, tú ya me diste un regalo, así que pensé en algo para ti, y. . . *
* Baka. *
Las mejillas de la mujer estaban levemente coloreadas en rojo; al recordar su “regalo” para Joey. . . la primera vez que hizo el amor con él.
* Te tengo otro regalo y esta vez podrás usarlo cuando quieras. *
Sin decir más, la chica le dio una caja perfectamente envuelta, esperando ver su reacción al saber que era.
* Una chaqueta nueva. *
Valentine desvió la mirada, recordando la otra que él le había ofrecido para protegerse de la fría noche.
* Vamos, pontéla. *
Joey no tardó en hacer lo que la rubia le pedía.
Le quedaba muy bien, no podía negarlo, además, estaba sorprendido de que ella hubiese pensando en algo para él. Pero su mayor sorpresa se la llevó al meter las manos en los bolsillos, encontrando algo más.
* La dama águila, pero es tu carta fa. . . *
* Sí, es mi favorita y quiero que la tengas. . . para que no me olvides. *
Un aire de tristeza invadió al chico al escuchar a Mai hablar así.
Había estado pensando en eso todo este tiempo, que en pocos días volverían a separarse y no sabía cuándo la volvería a ver.
Pensó en algo para que se quedara con él, cuando encontró la forma, encontró también su regalo.
* Dame tu mano. *
Le pidió él.
Nervioso, deslizó una pequeña pero linda sortija en su dedo anular, besándole la mano poco después.
* Mai, ¿quisieras. . . *
La joven lo abrazó con fuerza y Joey no pudo continuar.
No, no, no. . . no tenía que hacer esto. Sabía lo que intentaba decirle y no quería escuchar.
Matrimonio, ¡NO!. No es que no quisiera, es que simplemente no podían.
* Sé que soy solo un muchacho y que no tengo nada que darte, pero. . . *
* Podemos esperar, disfrutar de lo que tenemos ahora. *
* Un noviazgo a larga distancia me va a matar, Mai. *
Ella sonrió, plantándole un suave y corto beso.
Si se comportaba así solo porque habían tenido relaciones, pues era tiempo de quitarle esas ideas de la cabeza.
* No tienes ninguna obligación conmigo. *
* Es que no es obligación, Mai, es amor, solo amor. *
La rubia se acomodó entre los brazos de su hombre.
* Entonces te digo “sí”, pero no ahora. *
Resignado, Joseph suspiró hondamente.
Se sentía atado de manos. Como quería él darle los lujos que ella quería y se merecía. Seguramente el candidato que sus padres habían elegido para ella podría darle una vida de reina sin el mínimo problema, tan solo moviendo un dedo.
* Debe ser. . . muy difícil tener un novio que aun depende de su padre y no ha terminado siquiera la escuela. *
* Tiene sus ventajas. *
Una sonrisa traviesa atravesó el lindo rostro de la mujer.
Quizás Wheeler no podía darle muchas cosas materiales, pero a cambio, su juventud lo hacía un amante incansable y dedicado, capaz de complacerla en la cama.
* Podría vivir de tus besos y caricias, del placer que me provocas, sin pedirte nada más. *
Joey la abrazó fuertemente.
Sus palabras le hacían mucho bien y hacían más ligera su frustración.
Porque él le daría cuanto placer pudiera en cada entrega, y también. . . todo su amor.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Salen lágrimas de mis ojos, creo que ahora sí derramé miel.
He decidido que el siguiente capítulo sea lemon, pero igual, el último. Lo cierto es que he demorado mucho en esta historia y ya me aburrí ¬¬’, lo siento.
Un detalle, en realidad Mai le regaló su dama águila a Varon, pero que importa, déjenme soñar ^^’.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 13 de Julio de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 7 ||