Hao X Anna X Yoh - Tumblr Posts
Esposa de los Asakura _C1_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: ¿Podría ella escoger la dulzura de Yoh y renunciar a la pasión desmedida de Hao?. No, eso era imposible. ¿No podían simplemente estar los tres juntos, los dos herederos y la mujer de ambos?.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 1 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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La itako retorció la tela de su vestido; una de sus cejas tembló sutilmente al recibir la noticia.
Los abuelos los habían reunido para informarles algo importante. Los interesados, por supuesto, la misma Anna, Yoh y. . . Hao.
Kyouyama se mordió el labio inferior. Odiaba a Hao, todo esto era por él. ¿Por qué tenía que estar vivo?, ¿por qué tuvo que regresar con los Asakura?.
““¿Por qué arruina mi vida de esta manera?.””
Se preguntaba la joven mujer mientras salía de la habitación al no haber nada más que decir.
Le dedicó una mirada llena de rencor al shaman de fuego cuando pasó a su lado.
““¿Por qué regresaste?.””
Fue lo que él leyó en su mente.
Que lo hiciera, eso es lo que la sacerdotisa quería. Ese hombre le estaba arruinando la vida, maldita sea !!.
* Mi vida… *
Susurró la itako, mirando el atardecer desde el balcón de su recamara.
La verdad es que no quería ver a nadie, ni que la viesen. Anna estaba. . . confundida, preocupada. De solo recordar la decisión de los ancianos, sentía que el mundo caía sobre ella.
* Anna, eres libre de elegir a tu esposo: Yoh o Hao. Tienes un mes para decidir. *
* Genial, ahora solo me queda ese tiempo para decidir mi futuro. *
Se dijo fastidiada, sin saber porque estaba tan molesta. No, sí lo sabía. . .
Estaba molesta porque todos sus planes para futuro se habían venido abajo. Su matrimonio, su vida tranquila, todas esas decisiones que no había tomado pero que eran parte de su destino y que para ella estaban bien así.
Pero ahora todo era tan incierto. ¿Qué ella decidiera?. Nunca había tomado una decisión en toda su vida.
Más que furiosa, debía admitir que estaba asustada. ¿Qué se suponía que debía hacer?, sería tan fácil elegir a Yoh, después de todo él fue su prometido desde el principio. . . pero algo la detenía y ese algo era la tremenda atracción que Hao ejercía sobre ella.
Sin darse cuenta, la itako se encontraba pensando en cada uno de los puntos buenos de los gemelos Asakura.
Yoh, por ejemplo, era amable, tranquilo; le cumpliría todos sus caprichos sin rezongar, sería el responsable de todos los quehaceres de la casa, se sometería ante ella. En pocas palabras, todo sería como hasta ahora, además. . .
* Lo quiero tanto. *
Murmuró, cerrando los ojos. No quería renunciar a Yoh.
Pero estaba Hao, él era tan. . . irresistible. ¿Qué otra palabra habría para describirlo?. Cada vez que ese hombre la mirada, Anna sentía un escalofrío recorrerla. Sabía lo que le esperaba si se casaba con él: loca pasión por el resto de su vida y eso era algo que ella ansiaba, ¿para qué negarlo?.
Ese hombre era tan tremendamente apuesto, fuerte e indomable.
* Lo mejor sería quedarme con ambos. *
Una triste sonrisa adornó el rostro de la rubia. Pensaba en tonterías, solo eso.
Siguió mirando al cielo, sin saber que los dos motivos de su indecisión, la miraban de cerca.
Yoh estaba preocupado, por supuesto, el más afectado era él. Anna iba a ser suya y de pronto se la quitaban de las manos para ofrecérsela a su hermano. Bueno, más o menos.
Por otro lado, con expresión lúgubre, el mayor de los Asakura no le quitaba los ojos de encima a la mujer. Hao la quería para él, sí, pero tampoco quería obligarla. Podía hacerlo, someterla a sus deseos, de hecho ella era la razón por la que él estaba aquí.
Hao sonrió travieso, siempre quedaba el método largo y tradicional: la seducción, el cortejo y que mejor que compartir el reto con su hermanito.
* ¿Qué dices, Yoh?, ¿crees poder vencerme?. *
* Estás demente. *
* Ella es el premio. *
Yoh frunció el ceño. Anna no era un trofeo y sin embargo, sin embargo. . .
* Te arrepentirás cuando ella me elija. *
Yoh suspiró resignado. Tenía que seguir el juego al que el shaman de fuego lo invitaba, era la única forma.
* Bien dicho, esa es la actitud. *
El joven de largos cabellos impactó su mano en la espalda de su gemelo, como si quisiera darle ánimos. Más Yoh terminó en el suelo por la tremenda fuerza del shaman.
* Te odio. *
Decía el más joven; una de sus cejas temblando, tratando de contener el coraje.
Yoh no podía creer que hubiese aceptado la propuesta de su hermano.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Tenía tremendas ganas de escribir esto.
Y estoy muy contenta con este primer capítulo, me gustó mucho ^^’.
Siempre es HAOxANNA o YOHxANNA, pero quería poner a los tres juntos 7w7 .
Esto es un HAOxANNAxYOH.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 19 de Enero de 2008.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 2 ||
Esposa de los Asakura _C2_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: ¿Podría ella escoger la dulzura de Yoh y renunciar a la pasión desmedida de Hao?. No, eso era imposible. ¿No podían simplemente estar los tres juntos, los dos herederos y la mujer de ambos?.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 2 ::.
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Anna, embelesada, admiraba el paisaje, aunque también le dedicaba una mirada al Asakura de vez en cuando.
Bueno, era muy sospechoso. De pronto Hao la invitó a salir de forma tan amable, tratándola con delicadeza.
No, así no era Hao Asakura. Pero todo había sido muy divertido; la itako se había olvidado, al menos por un momento, de que tenía una obligación que cumplir como futura esposa de los Asakura.
Él, el demonio de fuego, la había invitado a salir. Y se negó, por supuesto, pero no sabía que el castaño de largos cabellos podía ser tan insistente. . . y aceptó.
Fue agradable viajar sobre el espíritu de fuego; ver el hermoso paisaje debajo de ellos, el aire acariciándole la cara.
* Fue relajante. *
Susurró la joven, mostrando una sutil y amarga sonrisa.
* Vamos, Anna. *
La rubia alzó la mirada; estaba tan distraída, sin darse cuenta, habían descendido a un lindo lugar apartado del resto de la civilización.
Y Hao le invitaba a disfrutar de dicho lugar. Hermoso, no habría otra palabra para describirlo.
La sacerdotisa pareció hipnotizada con el inmenso verde, manchado por uno que otro color de las flores y un estanque bajo una pequeña cascada que les regalaba agua pura.
* ¿Te gusta?. *
Preguntó el moreno, mientras veía como su compañera se quitaba los zapatos y se permitía relajarse en el agua.
* Es… hermoso !. *
* Así como tú. *
Kyouyama dobló las cejas, enojada. Ya sabía por dónde iba el asunto, así que no pudo evitar preguntarle al shaman la razón por la que la había llevado hasta allí, haciéndolo sonreír complacido. Esa mujer simplemente no se dejaba engañar. . . eso le gustaba.
* No me culpes por querer ganar algunos puntos. Si has de elegir, que sea al mejor. *
* Ya, y ese eres tú, supongo. *
La expresión del muchacho se tornó seria mientras se acercaba a la joven de ojos negros, compartiendo con ella la fría agua bajo sus pies.
* También quiero presentarte mis disculpas. *
Le decía a la rubia, acariciándole una de las mejillas, obligándola a mirarlo.
Kyouyama se perdió en los oscuros ojos del shaman de fuego. Tan sombríos, expresaban tantas cosas, su infinita sabiduría, la experiencia de tres vidas. . . la soledad. Esos ojos eran tan tristes y tan hermosos al mismo tiempo.
Anna simplemente se dejó envolver por el demonio y se perdió en el profundo y apasionado beso que este le dio.
Embriagante, ¿le estaba robando la fuerza?; insaciable, ¿hacia tanto que no besaba a una chica?. Imposible, él era tremendamente irresistible. ¿Por qué le estaba correspondiendo con la misma intensidad, con desesperación?.
La itako comprendió que había caído en el hechizo de aquel hombre. ¡No le importó!. Era hermoso lo que sentía y se abandonó de tal forma a aquel beso, que la sacerdotisa no supo en qué momento Hao la tomó entre sus brazos para llevarla a la orilla del estanque, recostándola sobre el césped.
Para cuando se dio cuenta, el shaman yacía encima suyo, aprisionándola bajo su ancho tórax, llenándola de besos mientras sus manos ansiosas la recorrían con lujuria. Cada curva, cada línea sutil y delicada, quería memorizarla. La figura de Anna era, era. . .
* ¡ Exquisita !. *
Le susurró al oído, haciéndola estremecer.
Detenerse, detenerlo, lo pensó por un instante, más Kyouyama no tuvo ni la fuerza ni el deseo de hacerlo. ¿Cómo desistir de algo tan hermoso?.
* Ahh, espera, mmm !!. *
Un pequeño gemido escapó de los dulces labios de la rubia. Hao la había despojado de su vestido, haciéndole sentir el contacto piel con piel.
Con increíble sutileza, el moreno se deshizo del sostén, palpando los pequeños senos cuyos rosados pezones se erguían ante él.
El Asakura se tomó un momento para contemplarla con total atención; sus negros ojos brillando intensamente producto de la pasión y el deseo. Sus mejillas teñidas en carmín, su boquita entreabierta, invitándolo a saciarse de ella.
Sus senos pequeños, pero firmes, suaves. . . perfectos; la suave curva de su cintura, las pantaletas cubriendo la promesa de placer que le brindaría su intima flor y las frágiles piernas que se le antojaba acariciar. Y mil ochenta y su bandada roja enredados en su cuerpo y sus manos, la hacían ver irreal.
Hao se había dado cuenta de la pequeña y frágil que se veía la itako, a su lado. Y tan irresistible, al grado de orillarlo a la locura por poseerla.
* Eres… realmente bella, hermosa. *
Le dijo él, delineando los labios cubiertos por tenue rosa, casi imperceptible.
La besó con hambre, despojándola de la última prenda, sin poder esperar ya más.
Hao acarició la intimidad de la joven, buscando el hinchado clítoris, frotándolo casi desquiciado al encontrarlo, regalándole un fuerte orgasmo a la rubia mujer.
* Ha-Hao… *
La agitada respiración de la sacerdotisa, la humedad que se desprendía de su vagina. . . ella estaba lista. Así que el shaman la besó nuevamente al tiempo en que tomaba lugar entre las piernas de Kyouyama, frotando su hombría contra los pliegues íntimos que se abrían para recibirlo.
Anna estaba tan mojada y era tan cálida y suave, su respiración acariciaba su cuello y su oreja; el moreno se volvió loco de amor y empujó fuerte y profundo, penetrándola completamente de una sola vez.
* Imbécil !!… *
Chilló la joven, cerrando los ojos; lágrimas resbalando por sus mejillas.
““No te das cuenta que es mi primera vez.””
Él leyó en su mente poco antes de llenarle de besos el rostro, diciéndole una y otra vez lo mucho que lo sentía.
* Baka !. *
Susurró más calmada.
Anna alzó la vista para encontrarse con los ojos tristes del shaman.
* Gomen na. *
Lo escuchó decir mientras le acariciaba una de las mejillas.
Se mantuvieron así por unos momentos, mirándose, acariciándose y besándose. Cuando el dolor disminuyó, la misma Anna comenzó a ondular las caderas, buscando el contacto de aquel hombre, sentirlo dentro suyo, frotando su blanca piel contra la piel canela del Asakura.
Kyouyama cruzó las piernas alrededor de su amante, gimiendo sonoramente al tiempo en que cerraba los ojos y rasguñaba la espalda del moreno.
La mujer se arqueaba a cada embestida que le daba el demonio de fuego, clavando las uñas en su ancha espalda con cada delicioso vaivén. Y gemía, pidiéndole más cada vez que el parecía alejarse de ella, tan solo para impulsarse y volver a penetrarla con fuerza.
Continuaron con esta danza por un rato. Segundos, minutos, ¿qué importaba?.
Era el fuego más hermoso, insofocable, a pesar de que sus cuerpos se buscaban mutuamente, tratando de calmar las llamas.
* Hao, n-no pares, no… *
La rubia itako se aferró al muchacho cuando sintió venir el orgasmo.
La excitación se liberó en deliciosas pulsaciones en su vagina, estimulando el pene del shaman. Y ella no dejaba de besarlo, mientras su vagina le regalaba la caricia más hermosa al Asakura.
El moreno fue vencido por las contracciones del sexo de la chica, apretando con fuerza ojos y dientes al tiempo en que liberaba su esencia en el cansado cuerpo de la mujer.
Hao se colapsó sobre ella, llenándola de él y su semilla.
Con las respiraciones agitadas, Hao buscó la pequeña mano de su compañera y entrelazó sus dedos mientras la besaba con cansada pasión. Anna le permitió probar las mieles de su boca.
* Fu, fue… intenso… *
La escuchó confesarle, mientras él liberaba sus labios y bajaba hasta aprisionar su pezón derecho, lamiéndolo, succionando con ternura.
* Hermoso !. *
Anna cerró los ojos; una sutil sonrisa adornando su linda cara.
Estaba. . . satisfecha y disfrutaba del suave y cansado baile que Hao se empeñaba mantener, aun dentro de ella.
* Estoy aquí por ti, Anna… para ti. *
* ¡ Hao !. *
La itako besó la frente del demonio de fuego para luego abrazarlo, él se acomodó sobre sus suaves pechos, escuchando el latir del corazón de la dama. Así se mantuvieron por largo rato, Kyouyama acariciando los largos cabellos de aquel hombre que se había entregado a ella, a la orilla de una cascada.
Cansados, satisfechos. Anna era de él y Hao era de ella. Todo habría sido perfecto de no haber sido por Yoh. . .
““Yoh, ¿qué voy a hacer?.””
Aquel pensamiento fue el que evitó que la sacerdotisa disfrutara de su reciente entrega, atormentándose en cambio.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
LEMON.
¿Por qué dejé que Hao fuese el primero?.
Bueno, Hao es guapísimo e irresistible, ¡lo adoro!. Por supuesto, sigue Yoh.
Pero después, los dos 7w7 . . .
Esto es un HAOxANNAxYOH.
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 19 de Enero de 2008.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 3 ||
Esposa de los Asakura _C3_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: ¿Podría ella escoger la dulzura de Yoh y renunciar a la pasión desmedida de Hao?. No, eso era imposible. ¿No podían simplemente estar los tres juntos, los dos herederos y la mujer de ambos?.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
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.:: Capítulo 3 ::.
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* ¡ Maldito seas, Hao !. Eso no es lo que habíamos acordado. *
Gritó el menor de los Asakura, furioso, molesto en verdad.
Y miraba a su hermano con tanta rabia, que pareciera querer matarlo y de hecho, sí. . . sí quería matarlo.
Más Hao se mantenía tranquilo, mirando al horizonte. Un simple “lo siento” escapó de sus labios, pero fue mero acto reflejo, ni siquiera estaba prestando atención a su gemelo, lo que enfureció a más a Yoh.
* Maldición, ¿por qué?!. * _Finalmente el menor explotó, sujetando a Hao por el cuello de la camisa._ * ¿Por qué le hiciste el amor?, dime. *
El shaman de fuego torció la boca, desafiando a su hermano con la mirada.
Necio, eso es lo que era Yoh, un necio.
* ¿Te habrías resistido tu?. *
El más joven desvió la mirada, diciéndolo todo con su silencio. Apretó los dientes y soltó de mala manera al otro shaman.
* Yo quería ser el primero en tenerla. *
La voz de Yoh sonó triste, decepcionada. Ese era un pequeño capricho que, como prometido de la rubia, quería tener. Él había esperado ese momento por mucho tiempo y ahora, Hao. . . ¡maldición!.
* Si de algo sirve. * _Escuchó al pelilargo._ * Lo eché a perder. *
* Ahhh?. *
* Fui un estúpido desesperado y la… lastimé. *
* ¡ Te voy a matar !. *
El joven de largos cabellos giró el rostro, evitando los furiosos ojos de su gemelo.
El simple hecho de recordar las lágrimas que Anna derramó, le dolía.
Yoh se le fue encima, dispuesto a estrangular a su propio hermano. Si no fue capaz de borrarlo del mapa por su intento de exterminar la humanidad, si lo haría por lastimar a la rubia itako.
* Ya cálmate, ella terminó disfrutándolo. *
No había burla ni presunción en las palabras del Asakura. Era sincero, más el menor lo veía de otra manera. Sus pupilas se tornaron descoloridas, ahora si lo iba a matar.
El shaman de fuego se zafó de las garras de su hermano, dispuesto a salir de la habitación, no sin antes, decir. . .
* Ahora es tu turno, podrías hacerlo mejor, no desperdicies esa oportunidad. *
Tras dichas palabras, Hao se perdió en los pasillos de la pensión, dejando a Yoh tirado en el suelo y mirando atentamente el techo, pensando en cómo sería tener a la sacerdotisa entre sus brazos, y si no lo echaría a perder.
~*~
~*~
~*~
La rubia deslizó la puerta para encontrarse con su ex-prometido.
Desvió la mirada, no podía verlo a los ojos. De cierta forma se sentía avergonzada, incluso sentía que le había sido infiel, aun cuando no era así.
* ¿Podemos hablar?. *
La itako no respondió, tan solo permitió al moreno entrar a su habitación, aunque lo que Anna menos quería fuese hablar.
Solo silencio era lo que los rodeaba; incomodo, pesado y sofocante. ¿Hablar?. Lo que menos quería ella era enfrentarse a Yoh en ese instante.
Tampoco podía dormir, no cuando apenas cerraba los ojos y recordaba a Hao haciéndole el amor.
* ¿Lo quieres?. * _Preguntó el moreno, logrando que la joven por fin lo mirase, obteniendo toda su atención._ *Si tu lo quieres, yo… me haré a un lado y… *
El shaman no pudo continuar. Pensaba que debía estar loco, pues solo estaba diciendo tonterías. Se la estaba entregando en bandeja de plata, por Kami.
El hombre se sentía estúpido en ese momento. Se suponía que estaba ahí para tratar de ganar puntos con Kyouyama, convencerla de que él era el hombre indicado para ella, pero estaba desperdiciando su única oportunidad, la misma que tuvo Hao y que él bien supo aprovechar.
““Soy un idiota.””
El menor de los Asakura bajó la mirada. Ya había metido la pata y no sabía cómo arreglar esto.
Pero entonces, cuando todo lo creyó perdido, la sacerdotisa se acercó a él.
* ¿Tu no me quieres?. ¿Quieres librarte de mí?. *
Preguntó ella; su voz suave y sus negros ojos envueltos en tristeza.
* No, no… Anna, yo te amo, yo… ¡ te amo !. *
Decía el Asakura. Tantos años juntos y esta era la primera vez que le dedicaba aquellas palabras.
Yoh la abrazó con fuerza, escondiendo el rostro entre el cuello y el hombro de la mujer que, a pesar de todo, aun quería.
Kyouyama estaba confundida; tristeza y felicidad mezcladas en su pobre corazón.
¿Qué estaba pasando?, poco a poco fueron cayendo sobre el futon.
Tenían toda una noche para preguntárselo el uno al otro y entenderlo. . . juntos.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Les decía que era el turno de Yoh, pero el lemon viene después.
Por supuesto el menor de los gemelos tenía que ser más tierno y sutil.
Ya describí la pasión de Hao, ahora voy con la pasión de Yoh. . . ¿pasión?.
Esto es un HAOxANNAxYOH.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 19 de Enero de 2008.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 4 ||
Esposa de los Asakura _C4_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: ¿Podría ella escoger la dulzura de Yoh y renunciar a la pasión desmedida de Hao?. No, eso era imposible. ¿No podían simplemente estar los tres juntos, los dos herederos y la mujer de ambos?.
Advertencia: Lemon (NSFW)
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Por: Maeda Ai.
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.:: Capítulo 4 ::.
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La mano temblorosa de Yoh, recorría el exquisito cuerpo de la itako, aun por encima de las ropas. Su pequeña cintura, la fina curva que le daba forma de mujer, parecía ser el lugar que más le gustaba al shaman, pues se aferraba a ella y la acariciaba insistente, sin pretender soltarla.
Pero toda Anna le parecía hermosa y perfecta. Su rostro fino y estilizado, esos lindos ojos negros e inexpresivos, pero que brillaban con intensidad ahora mismo por culpa de la pasión. Su boquita entreabierta, como esperando ser besada; sus pechos, pequeños, suaves y firmes, y sus manos aterciopeladas que lo hacían estremecer.
* Te amo. *
Le susurró al oído el shaman al tiempo en que su mano derecha se colaba bajo la blusa de la itako, palpando y oprimiendo los pechos de la joven.
Una corriente eléctrica los impactó a ambos. Era delicioso, en verdad era hermoso el poder tocar a Anna de esa manera, como profanar el paraíso.
* Ahh, Yoh… *
Un gemido se escapó de los labios de la sacerdotisa.
Entrecerró los ojos, no, esto era irreal. No podía, no debía. Ya se había entregado a Hao, tan solo una noche atrás. ¿Cómo podía tener tanto descaro para meterse con el hermano ahora?. Y si bien era más lógico que hiciera esto con el menor de los gemelos, aun así se sentía como una cualquiera.
* Ya, yamete, Yoh… *
* No me lo pidas, Annita, no puedo… *
Un nuevo beso surgió entre la pareja, y la rubia de ojos negros ya no pudo resistirse más.
Sus frágiles brazos se aferraron al cuello del shaman, entregándose sin importarle nada más. Las manos de la itako se recrearon en el atractivo rostro de su ex–prometido.
Su mirar era tan distinto al de Hao. Los ojos de Yoh desbordaban amor, por supuesto pudo hallar la lujuria y el deseo, pero el sentimiento que imperaba era aquel de cuatro letras, ese que el shaman king le profesaba.
Kyouyama bajó la mirada, confundida al no saber que sentir ahora; no podía sacarse a Hao de la cabeza, pero Yoh igual estaba invadiendo sus pensamientos.
Aun distraída, la rubia deslizó las manos por el pecho del moreno, causándole escalofríos.
En silencio, el Asakura la despojó tranquilamente de cada prenda. Al contemplar a su Annita tan solo en ropa interior, le temblaron las manos y le costó en verdad no hacerle el amor sin estar ella completamente desnuda.
Si la mente del castaño no funcionaba muy bien que digamos, al quitarse Anna la poca ropa que aún le quedaba, definitivamente el shaman perdió la facultad de pensar.
Besaba, acariciaba y amaba, nada era claro, solo que la chica de ojos negros se hallaba bajo su cuerpo en espera de ser tomada. Y a diferencia de lo que hizo con ella, el muchacho se desnudó rápidamente, ansioso por reunirse con la hermosa rubia y formar uno con sus cuerpos.
Yoh no supo donde se le olvidó la timidez, pues sostenía a la sacerdotisa por la cintura mientras su boca se negaba a soltar aquel pezón que succionaba con frenesí.
La chica cerró los ojos y gimió con sutileza ante el delicioso cosquilleo que el moreno le hacía sentir.
Sofocada, así se sentía, quería alejarlo y no a la vez. Al final, Anna terminó entregándose, aferrando las manos a los alborotados cabellos del chico y lanzando contra él sus caderas, en busca de fricción con aquel miembro viril que se le antojaba sobremanera.
* Yoh… ¡ya!. *
El moreno dobló las cejas, casi asustado. Temía tantas cosas, lastimarla, aunque dado que Hao la tuvo primero, quizá ya no debía preocuparse por eso, y hablando de Hao. . . no quería ni pensar que la rubia lo comparase con su hermano mayor, aunque era casi seguro que así fuese, pero lo que más asustaba al Asakura y lo ponía nervioso, era no hacer las cosas bien. No hacerle sentir placer. . . lo aterraba.
Afortunadamente para él, la itako siguió ondulando las caderas en busca de él, provocándolo y desesperándose ella aun más, para al fin encontrar su objetivo.
El shaman se acomodó torpemente entre las piernas de la sacerdotisa; temblando, tomó su pene y lo guio a la entrada de la vagina que se le ofrecía.
Yoh se mordió los labios y la penetró. . . la mujer lanzó un grito y una maldición.
* Baka, aun me duele. *
El moreno se detuvo en seco. Vaya, así que después de todo sí la había lastimado.
Lo sentía tanto, había sido tan efusivo y brusco al penetrarla casi completamente de una sola embestida.
* Gomen nasai. *
Se disculpó mientras la joven respiraba agitada, tratando de olvidarse del dolor.
Definitivamente le faltaba la experiencia que Hao derrochaba, pero en ese momento ya no importaba.
Anna comenzó a empujar las caderas al encuentro del pene del shaman, ansiando que la llenase lo más hondo posible.
El castaño tan solo se aferró a la cintura de la rubia, permitiéndole a esta complacerse y saciarse con su pene.
* Anna, Annita !!. *
Yoh se mordió el labio inferior, embelesado con los gestos y sonidos de placer que ella le regalaba.
La itako se arqueó al tiempo en que lanzaba un profundo gemido; su vagina se contraía ante el orgasmo que la recorría.
* Y-Yoh, aahhh… *
Y al escucharla gritando su placer, el Asakura ya no pudo contenerse más.
Dominado por el placer, el moreno refregó desesperadamente sus caderas contra la vulva de la rubia mujer, penetrándola fuerte y profundamente, deleitando a ambos con el más exquisito roce entre sus sexos.
Delicioso, desesperado. Con las pupilas desteñidas y contraídas, el shaman comenzó a gemir con su ronca voz para terminar arqueándose igual que su amada y derramar su semen dentro de ella. Al sentir esto, la sacerdotisa tuvo un nuevo clímax, justo cuando el pene del Asakura se hinchaba dentro suyo para llenarla con su esencia.
Loco, fuerte, irreal... así había sido su primera entrega.
Respirando agitado, el castaño se colapsó sobre el delicado cuerpo de la rubia de ojos negros, negándose a abandonar el cálido vacío entre las piernas de la mujer.
* Gomen na. *
Se disculpó él, confundiendo a la itako, quien no sabía ni entendía el motivo de esas palabras.
* No soy así, desesperado, brusco… ese no fui yo. *
Anna se permitió una sonrisa mientras acariciaba los cabellos del shaman King.
Pues a ella le había gustado, así que sus disculpas salían sobrando.
Mantuvieron el agradable silencio que los acompañó hasta que ambos se percataron que la virilidad del muchacho mantenía la deliciosa dureza. Se miraron fijamente, compartiendo una traviesa sonrisa. Debían aprovechar esa erección.
Yoh volvió a mecer las caderas, en una danza al compás de los dulces gemidos de su amada.
Iba a vengarse de su hermano, oh sí, pues si bien Hao fue el primero en hacerle el amor a la rubia, Yoh se jactaría de no haberla soltado en toda la noche.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Eso, Yoh, así se hace ^0^.
Por supuesto tenía que surgir la comparación entre ambos shamanes. Hao el salvaje apasionado; Yoh el cuidadoso y amoroso.
Es buena la comparación, pero definitivamente será mejor juntar esas personalidades en una misma entrega, ¿verdad? 7w7 .
Esto es un HAOxANNAxYOH.
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 19 de Enero de 2008.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 5 ||
Esposa de los Asakura _C5_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: ¿Podría ella escoger la dulzura de Yoh y renunciar a la pasión desmedida de Hao?. No, eso era imposible. ¿No podían simplemente estar los tres juntos, los dos herederos y la mujer de ambos?.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 5 ::.
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Anna bajó la mirada hasta sus manos que oprimían fuertemente la tela de su vestido.
Sus labios temblaban ligeramente. No había una respuesta, los abuelos se la estaban pidiendo, impacientes, pero ella no la tenía. Maldición, esto era tan difícil. ¿Por qué no la dejaron elegir desde el principio?, habría escogido a Yoh y asunto arreglado.
Pero no, la obligaron a esperar determinado tiempo, el necesario para que ese par de gemelos la sedujeran, cada uno a su manera.
¿Y de que sirvió el vendito plazo?. . .
““Si los quiero a los dos.””
Pensaba la rubia, desesperada pues su vida estaba más turbia que nunca.
¿Por qué?, ¿por qué tuvo que acostarse con ellos?. Esos dos la habían hecho sentir emociones que jamás llegó a imaginar y quería sentirlas nuevamente. . . con ambos.
Si, estaba loca, eso pensaba de sí misma, pero no era su culpa. A fin de cuentas Hao e Yoh eran un solo al principio, así que si le gustaban tantas cosas de ambos, no eran más que aquellas que se complementaban, las que formaban un solo individuo.
¿Cómo le pedían elegir entre los dos Asakura?. ¿Podría Kyouyama escoger la dulzura de Yoh y renunciar a la pasión desmedida de Hao?. No, eso era simplemente imposible.
““Los quiero a los dos para mi… solo para mí.””
Se decía la rubia mentalmente, sabiendo que deseaba algo imposible.
Era una egoísta locura que ninguno de los shamanes aceptaría.
La itako suspiró hondo, alzó la cara y habló por fin. . .
* Lo siento mucho, yo… no puedo elegir. *
Ambos ancianos miraron reprobatoriamente a la joven.
Esto no era un juego, se necesitaban herederos que mantuviesen vivo al clan. Definitivamente la sacerdotisa había escogido el peor momento para comportarse como una niña.
* Anna, tu conducta es inaceptable. Comprenderás que tendremos que decidir por ti. *
* Sí. *
Para ese momento, la rubia se mordía fuertemente el labio inferior, tratando inútilmente de retener las lágrimas, pues estas ya habían mojado su lindo rostro.
* Será con Yoh, yo me encargaré de los preparativos… no hay más que decir. *
Tras las palabras de Kino, ella y su esposo abandonaron la pensión EN y Funbari, apresurados por casar a uno de sus nietos y preservar la familia.
Anna no pudo más y se desmoronó en llanto. Si esa decisión hubiese sido tomada mucho antes, ella no estaría sufriendo ahora.
Se giró pues, dispuesta a refugiarse en su alcoba antes de que cualquiera de los gemelos la viese en ese estado. . .
Demasiado tarde. Hao e Yoh estaban justo en la entrada, contemplándola en silencio.
* Annita, lo siento, yo… *
El menor quería decirle algo. . . que ella no debía casarse con él si no quería. Más la itako salió apresurada de allí, negándose a enfrentarlos.
El shaman de fuego torció los labios. La mente de la rubia era tan nítida en esos momentos, que él pudo leerla y conocer sus deseos, así como la causa de su desesperante dolor.
Hao estaba furioso y no por la decisión de los viejos, no por el hecho de que sería el estúpido de su hermano, y no él, quien desposara a la belleza de ojos negros.
La última vez esa hubiese sido la razón de su coraje, pero no ahora. Eran las lágrimas de Anna lo que le molestaba.
* ¿Qué haremos?. *
Escuchó, a sus espaldas, la patética voz de su gemelo, esa voz que denotaba que Yoh tenía los ánimos por los suelos.
Entonces el castaño de largos cabellos sonrió. Si Kyouyama no podía escoger, si los quería a los dos, entonces él no veía ningún problema.
* Oye, Yoh… ¿sabes el por qué del llanto de Anna?. *
* Claro, porque te quiere a ti. *
El menor susurró con marcada molestia, desviando la mirada casi instantáneamente.
*No so baka. Ella está triste porque quiere estar con ambos.*
Yoh alzó el rostro; sus mejillas se colorearon rojas, sorprendido ante la afirmación de su hermano.
““¿Annita quería eso?.””
Yoh sacudió la cabeza mientras Hao soltaba tremenda carcajada al descubrir los no puros pensamientos de su reflejo.
* Así es, a ti y a mí al mismo tiempo. *
* Pero eso no se puede, Hao. *
* ¿Ah no?, ¿por qué?. *
El menor se rascó la cabeza. Pues porque para empezar los abuelos se escandalizarían y jamás lo permitirían, y por supuesto, porque él no quería compartir a la itako.
* ¿Quieres verla llorar?. Siendo ella solo para ti, pero sin ser plenamente feliz. *
La expresión del shaman de fuego era seria, haciendo que su hermano se diese cuenta de que ver llorar a la rubia mujer por su culpa, era lo que él menos deseaba.
* Pero, ¿y los abuelos?. *
* Si meten sus narices en esto, ¡ los matamos y ya !. *
* Pero, Hao… *
* Entiende, Yoh, nosotros seremos los líderes de la familia. Y solo Anna importa; hacerla feliz, solo eso. *
El segundo de los gemelos suspiró al escuchar atentamente al mayor.
Hao tenía razón y si él era capaz de hacer a un lado su orgullo y sus celos, él también. La felicidad de la itako era lo único, además por fin le darían verdadero significado a eso de “la esposa de los Asakura”.
* Pues bien, ya está decidido. *
Dicho esto, el shaman de fuego le dio la espalda a su hermano, dispuesto a echar a andar esta locura.
* ¡¿Ahora?!, digo… ¿q-qué vamos a hacer exactamente?. *
El joven de largos cabellos sonrió, entre travieso y burlón, disfrutando de la inocencia de su gemelo.
* Hacerle el amor, ¿qué más?. *
* ¿Lo, los dos al mismo tiempo?. *
* Esa es la idea. *
El mayor de los Asakura se encaminó a la recamara de la rubia, dejando a su reflejo con la palabra en la boca.
Hao. . . ese sinvergüenza le estaba proponiendo hacer un trío, maldita sea. Esto era demasiado inmoral.
Yoh siguió a su gemelo, no estando muy seguro de lo que iba a pasar.
Estaba temblando, no de miedo sino de nervios. Sabía que Anna lo iba a matar por esta locura.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Ahh, ¡qué emoción!.
Me gustó este capítulo, que si bien no tiene lemon, adelanta bastante de lo que se viene.
Sinceramente siento que los siguientes capítulos son más fuertes, así que si quieren dejar de leer el fic. . . este es el momento 7w7 .
Ya lo había mencionado: Hao e Yoh al mismo tiempo. . . ¡me encanta la idea! ^¬^.
Esto es un HAOxANNAxYOH.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 19 de Enero de 2008.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 6 ||
Esposa de los Asakura _C6_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: ¿Podría ella escoger la dulzura de Yoh y renunciar a la pasión desmedida de Hao?. No, eso era imposible. ¿No podían simplemente estar los tres juntos, los dos herederos y la mujer de ambos?.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
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.:: Capítulo 6 ::.
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La lámpara del buro voló hasta impactarse con uno de los muros de la recamara.
* Largo, no se me acerquen. *
Gritó la rubia, asustada y escandalizada.
Ese par de desquiciados querían compartirla en la cama, ella lo leyó en la mente de Yoh. Anna apretó los dientes, le desesperaba ver la sonrisa triunfante de Hao y la risita estúpida de Yoh.
““¿Acaso creen que soy un objeto para su mero gozo, que pueden decidir por mi?.””
Con esto en mente y la furia en su punto más alto, Kyouyama apretó con fuerza su mil ochenta, dispuesta a hacer de su recamara un campo de batalla, pero no contó con la velocidad del amo del fuego, quien la sujetó bruscamente, inmovilizándola por completo.
* Suéltame, imbécil, ni se te ocurra tocarm… *
Un beso silenció a la joven, quien aun se hallaba incrédula ante lo que estaba pasando.
La sacerdotisa era consciente absolutamente de todo, las cosas se sucedían tan rápido y sin embargo ella lo sentía en cámara lenta.
La itako se maldijo por qué toda su voluntad y esfuerzos eran nulos contra la fuerza física del shaman de fuego, cuyas toscas manos terminaron desgarrando ese vestido negro que a ella tanto le gustaba; la ropa íntima no tuvo mejor suerte.
Anna se sentía ultrajada y sin embargo, se sacudió violentamente cuando el joven de largos cabellos prácticamente la arrojó sobre el futon para luego acomodarse encima suyo, dejando caer todo su peso sobre la espalda de la itako, inmovilizándola.
La piel canela de ese hombre la estaba quemando y la rubia bien sabía que deseaba a ese demonio, pero no así, cuando Hao prácticamente la estaba violando.
Lo que esos hermanos le proponían era una locura y sin embargo, sin embargo. . . No pudo evitar el gemido que escapó de sus labios cuando el mayor de los gemelos hundió un par de sus dedos en la vagina de la chica, encontrándola cálida y dispuesta.
* Estás húmeda !. *
Le susurró al oído el shaman; su voz tan ronca, casi un suspiro, la hizo temblar y olvidarse de todo, dejando hacer al moreno lo que le plazca con ella.
El castaño de largos cabellos reclamó los labios de la hermosa mujer, besándola, penetrando en su boca e incluso mordiéndola un par de veces.
Las cartas estaban echadas y no había vuelta atrás. Anna renunció a su voluntad en el momento en que el mayor de los Asakura la besó y se entregó a esta locura cuando el placer comenzó a recorrer su delicado cuerpo.
La sacerdotisa alzó la mirada y se encontró con Yoh, que si bien se había mantenido al margen de todo esto, ya se había despojado de sus ropas y se encontraba acariciando su erguido pene, ansiando unirse al juego entre su hermano y su novia. . . la de ambos.
La rubia lo miró suplicante, sus negros ojos opacos de lujuria, fue suficiente invitación para el shaman king, quien se reunió con la pareja.
El menor estaba nervioso. ¿Qué se suponía que tenía que hacer ahora?. Estaba allí, de frente a la bella itako quien gemía llena de gozo y llena de Hao, pues el amo del fuego perdió la batalla contra la tentación y sin más, había clavado su duro miembro en la suave intimidad de la sacerdotisa.
* Ahh, Hao… *
La joven se arqueó al sentir a ese hombre penetrándola de forma brusca, casi salvaje, llevándola al límite del placer una y otra vez.
Kyouyama alzó la mirada, gritando su placer, entonces puso atención en el hombre frente suyo. El menor de los gemelos parecía inmóvil, disfrutando del pecaminoso espectáculo que le brindaban su hermano y su ex–prometida.
* Ven aquí, Yoh... *
La itako lo miró con ojitos brillantes, tomando entre sus suaves y pequeñas manos el pene del moreno, acariciándolo con lenta ternura, manteniendo sus negros ojos fijos en aquel pedazo de carne caliente.
Anna se mojó los labios, ansiando, saboreando para luego simplemente entreabrir aquellos y dejar a su lengua jugar con la virilidad del Asakura, haciéndolo estremecer. Pero no era suficiente, la mujer necesitaba mucho más, así que de pronto se hallaba succionando la cabeza de aquel pene. . . grande, duro. Cerró los ojos, estaba sumida en un trance erótico del que no quería salir.
La rubia alejó sus labios del miembro masculino y alzó la mirada, encontrándose con la de Yoh.
““No lo hagas.””
Pensó el shaman, consciente de lo que la chica quería hacer ahora.
La sacerdotisa volvió a inclinarse, esta vez dejando que su lengua recorriese las blandas esferas que sostenían el miembro del castaño. Anna simplemente se entretuvo succionando los testículos del shaman, delineándolos un par de veces con la lengua.
Yoh apretó ojos y dientes, soportando el placer que le recorría. Kyouyama había protagonizado este acto en sus sueños menos puros y ahora. . .
* A-Anna !!. *
El menor de los gemelos suspiró agotado, pero más que nada sorprendido, pues la mujer había dejado de deleitarlo con sus atrevidos labios. Yoh abrió los ojos y su corazón se detuvo. . . Hao había sacado su miembro de la intimidad de la joven, obligándola a sentarse sobre sus caderas mientras él acariciaba las blancas piernas de la itako para luego separarlas totalmente.
* Anda, Yoh, es tu turno. *
Decía el demonio de fuego, invitando a su hermano a unirse a esta locura.
El Asakura no pudo resistir tal escena en la que Hao exponía el sexo de la sacerdotisa y esta sonreía sutilmente, ansiosa de sentir a Yoh ahora.
Y así fue, el menor de los hermanos poco tardó en reunirse con la rubia.
* Annita… * _Susurró, poco antes de acomodarse entre las piernas de la sacerdotisa y empujar hondo, clavando completamente su pene._ * Ahhh, amor… *
El shaman masajeó los senos de la mujer mientras iniciaba un lento baile en el que sus caderas iban y venían, chocando contra las de Kyouyama, penetrándola una y otra vez.
* Yoh, ohhh, Yoh !!… *
Anna gimió agradada para luego asaltar los labios de su Yoh, respondiendo con locura a los embates de este hombre.
Hao sonrió al ver la escena. Se sentía complacido de que su hermano hiciese a un lado su timidez y se concentrase en la maravillosa mujer que tenía por prometida. Pero el pelilargo no se mantuvo como simple espectador del frenesí de esos dos, por el contrario, si le cedió su lugar a Yoh no fue por compartir a su amada. Hao no abandonaría la cálida intimidad de la itako si no fuese por una buena razón, y es ano era otra más que esta. . .
El demonio de posó de tras de la rubia de ojos negros, separando los dibujos que sostenían la frágil espalda, apuntando su pene al pequeño objetivo.
Presionó un poco, clavando la punta de su grueso miembro.
* Ahh, matteee !!. . . *
Susurró la joven, quien se separó de los labios de Yoh, recargándose en el pecho del hermano.
Anna giró el rostro, buscando a su otro amante, rogándole por no seguir, era doloroso. Más el shaman le sonrió travieso para luego besarla y sin más, clavar totalmente su grueso y duro pene. Kyouyama gimió dolida al sentirse llena de tal manera. Algunas lágrimas escaparon de sus negros ojos, mojándole las mejillas.
* Hao, detente, ¡ la estás lastimando !. *
Más lo único que consiguió Yoh con sus palabras, fue una sonrisa burlona de parte de su hermano, cuyas grandes manos se hallaban palpando los senos de la rubia, disfrutando de su suavidad y redondez.
* Mejor disfrútalo mientras puedas, hermanito. *
Fueron las palabras del mayor de los gemelos, quien comenzó a mecer las caderas con pasión brusca, casi salvaje, disfrutando del estrecho espacio anal de la itako, sintiendo a su hombría en verdad aprisionada.
Hao se mordió el labio inferior al tiempo en que sus ojos se desteñían por la excitación.
En ese momento Anna se olvidó del dolor y se concentró en el placer de aquella doble penetración. Yoh también agitaba las caderas, inspirado por la expresión y los gemidos de su querida Annita.
Ambos Asakura se pegaron completamente al pequeño cuerpo de la sacerdotisa, quien no podía moverse, aprisionada entre los shamanes, totalmente entregada a esta locura.
* Ahh, motto, motto… *
Anna terminó gritando en medio de su placer, rendida, sintió perfectamente como su orgasmo desencadenaba fuertes pulsaciones en su vagina, esa fuerte caricia que los gemelos no pudieron resistir y que los obligó a derramar su semen dentro de la joven.
Los morenos siguieron moviéndose, pero Kyouyama en verdad no podía más. Así que simplemente y contra su voluntad, los gemelos abandonaron el cuerpo de la mujer que ambos amaban, tendiéndose cada uno al lado de la rubia, durmiendo por primera veza con ella protegida por los dos shamanes más poderosos que hayan pisado el planeta.
Era un alma que se había partido en dos, dando vida a dos hombres que profesaban el mismo sentimiento por la única mujer que podía ser parte de los Asakura.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
MAi está sonrojada ^//^.
¿Cómo me atreví a escribir esto?. Creo que es de lo más fuerte que he escrito, aunque algo corto.
No me odien T-T. ¿Acaso creen que no sufrí cuando mi habitación pasó de fría caliente? ¬¬’.
Esto es un HAOxANNAxYOH.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 19 de Enero de 2008.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 7 ||
Esposa de los Asakura _C7_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: ¿Podría ella escoger la dulzura de Yoh y renunciar a la pasión desmedida de Hao?. No, eso era imposible. ¿No podían simplemente estar los tres juntos, los dos herederos y la mujer de ambos?.
Advertencia: Lemon (NSFW)
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Por: Maeda Ai.
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.:: Capítulo 7 ::.
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* Que quede bien claro que todo esto es culpa de ustedes. *
Decía la itako con expresión indiferente, como si nada importante pasara en su vida.
No obstante, apenas hacía unos minutos se habían ido los abuelos, líderes de la familia Asakura, escandalizados y sin embargo, interesados por la decisión de la joven, quien elegía a ambos hermanos como prometidos y futuros esposos.
La rubia no sabía qué pensar sobre esto, pero al menos Hao se guardó su promesa de deshacerse de los ancianos.
* Yo creo que en realidad es tu culpa, Annita. *
La sacerdotisa giró el rostro y con una ceja en alto, miraba incrédula y confundida al shaman de fuego.
* ¿Yo?. *
* Por supuesto, es culpa tuya por no tener una hermana gemela. *
Kyouyama rio ligeramente, divertida con las incoherencias que este hombre recitaba, llamándolo idiota mientras una linda sonrisa iluminaba su rostro, cautivando al moreno, quien la tomó entre sus brazos, arrebatándole ansioso y brusco cuantos besos quiso.
Sus manos traviesas se colaron descaradas bajo la camisa escolar de la rubia, palpando sus pechos.
““Si tuviese una hermana, no soportaría los celos de que te tuviese a ti o a Yoh.””
Pensaba la itako. Y por cierto. . .
* ¿Dónde está Yoh?. *
El castaño de largos cabellos se llevó la mano a la cabeza, fingiendo amnesia.
* Quizás haya acompañado a los viejos a la estación. Sería bueno que los llevara hasta Izumo, ¿no crees?. *
* Hao, ¡eres un tramposo!. *
La rubia curveó los labios, ligeramente enojada con la sucia jugada del mayor de los gemelos. Aunque no podía negar que le gustaba y hasta le divertía este juego.
Hao e Yoh parecían un par de chiquillos compitiendo por ver quién pasaba más momentos a solas con la joven de ojos negros.
““Pero yo prefiero tenerlos a los dos para mi solita.””
Pensó Kyouyama, más que complacida de tener toda la atención de ese par de apuestos hombres.
* Annita… eres insaciable… *
El Asakura rio al tiempo en que tomaba nuevamente entre sus brazos a la rubia mujer.
La había leído la mente y pretendía sacar provecho de ello. ¿Cómo?, simplemente estimulando toda esa pasión que la joven tenía. . . para él solo.
Sin más, el moreno de largos cabellos deslizó sus manos hasta la abundante carne bajo la espalda de la sacerdotisa, palpando, estrujando, acomodándose para después alzarla ligeramente y llevarla hasta el futon.
Anna rodeó la cintura del shaman con sus piernas, encendida y ansiosa. Fue un deleite sentir, aun sobre sus pantaletas, la virilidad del muchacho que adquiría dureza y tamaño al frotarse contra su vulva.
* Hao !… *
El nombre del moreno escapó de los labios de la rubia, apasionada, suplicante, así era la voz de la chica, quien una vez sobre el lecho, se negó a soltar a su amante y en cambio sus manos iban y venían desesperadas, tocando, acariciando, sintiendo a ese hombre tan excitante.
En su pasión, la itako terminó por desordenar los cabellos del Asakura; adoraba eso. Físicamente, esos largos cabellos eran lo que diferenciaba a esos dos hombres, quizá por ello adoraba enredar estos en sus manos o simplemente enterrar estas en aquellos, encendiendo al muchacho.
La excitación que recorría al shaman no lo dejó realizar más ceremonias, terminando por arrancar las bragas a la rubia e inmediatamente después le mandó dos dedos en su mojada vagina, penetrándola con rapidez y brusquedad.
Lejos de protestar por el trato, la sacerdotisa se arqueó agradada, susurrando el nombre del moreno tras un fuerte gemido.
* ¿Te gusta, preciosa?. *
La pregunta estaba de más y Hao lo sabía, pues la chica ondulaba sus caderas, deseosa de más de aquel contacto.
El Asakura seguía susurrándole palabras a la mujer, insistente en que le respondiera si esto era de su agrado, tan solo por el mero placer de escucharla rogar por más y más.
* Ha-Hao…no me tortures más, lo necesito… ¡hazlo!… *
* ¿Qué quieres, preciosa?. *
La joven respiraba agitada, furiosa por el juego del shaman y sin embargo, insistiendo.
* Tu sabes… *
* No, no lo sé, dímelo. *
* Métemelo, maldita sea!!… *
* ¿Perdón?. *
Hao rio entre divertido y sorprendido por las palabras, casi gritos, de la chica rubia, mismas que delataban su desesperación.
Como le gustaba al shaman esa boquita suya.
Los ojos de Kyouyama se tornaron opacos por el insoportable deseo y ya un poco más dócil, se abrazó al moreno, pegando su cuerpo al suyo e incluso frotándose contra él.
* Onegai… hazme el amor… *
La sonrisa se borró del rostro del shaman de fuego, siendo reemplazada por la seriedad; se moría de ganas por hacer suya a esa mujer tan sexy.
Lentamente, deslizó el zipper, dejando a su pene salir del encierro de sus pantalones, clamando por la mujer que yacía atrapada bajo su cuerpo. Sin más, el Asakura la hizo girarse bruscamente, guiando la punta de su pene al pequeño espacio trasero.
* No, Hao, por ahí no !!. *
Decía la mujer, moviéndose agitada entre los brazos del shaman, pues recordaba el dolor de tener al amo del fuego en su trasero.
* Pero Annita, esto es muy excitante. *
Pero Kyouyama parecía no compartir los deseos del moreno y seguía intranquila bajo su abrazo, por lo que el castaño dejó que sus traviesos dedos jugasen un rato con las zonas más intimas de la mujer, penetrando suavemente en ambos lugares, acariciando de forma tan sublime los pliegues vaginales e incluso el ano.
* N-no, Hao… eres un tramposo. *
El muchacho sonrió triunfante. Claro, no importaba como, él quería tener a la mujer y experimentar de todo con ella, aunque algunas veces tuviese que jugar sucio, justo como ahora.
Al poco rato, Anna se hallaba completamente rendida ante los deseos de ese hombre, gimiendo sin importarle nada y en espera de que Hao enterrase su duro y grueso miembro donde fuera que él quisiera.
Y su punto trasero fue la elección.
Kyouyama estrujó las sábanas y apretó los dientes al sentir como entraba en ella el pene del moreno. Ahora recordaba el dolor de la primera vez que lo hizo.
¡ Kami !, en verdad él era demasiado grande para ella y sin embargo. . . sin embargo los gemidos y jadeos no tardaron en escapar de su dulce boca, pidiendo más y más. Cada vez más duro, cada vez más fuerte; solo quería que Hao siguiese así, clavándose dentro suyo. . . toda la noche.
* ¿Qué creen que están haciendo?. *
Los amantes detuvieron por un instante su loca pasión ante la voz de un tercero.
Yoh Asakura estaba de pie justo en la puerta de la recamara, visiblemente molesto por no haber sido invitado a pecar.
* Hao, acordamos que tendríamos a Anna al mismo tiempo. *
* Lo siento, hermanito. Tardaste demasiado y nos cansamos de esperar, pero ven, no he tocado tu lugar… *
El mayor de los gemelos sonrió, separando los pliegues vaginales de una Anna que ni siquiera se molestó en cubrir su desnudez o al menos cerrar las piernas, de hecho, exponía su sexo mojado que clamaba por tener la virilidad de un hombre en su interior.
El shaman de fuego introdujo un dedo en la vagina de la itako, haciéndola jadear e invitando a su hermano a compartir la bella mujer que estaba allí para los dos Asakura.
La visión que la rubia mujer le regalaba al recién llegado simplemente era irresistible, por lo que el castaño pronto se hallaba junto con los amantes, frotándose el pene que se endureció en cuestión de segundos, ansioso por penetrar a Kyouyama.
* Yoh… ven, te necesito. *
Pareciera que las palabras de la sacerdotisa no hacían sino encender aun más al muchacho, quien clavó su duro miembro en la suave intimidad de la rubia. Anna se arqueó y gimió el delicioso gozo de sentirse complemente penetrada por dos hombres simplemente divinos.
Los vaivenes de cada cual eran inigualables, mientras Yoh salía de la chica, Hao se clavaba en ella, manteniéndola al borde de un frenesí constante del que la itako ya era adicta.
Recitando incoherencias, Kyouyama no podía ya siquiera moverse, aprisionada entre los shamanes que se habían pegado cuanto podían a su divino cuerpo, manteniendo sus miembros completamente clavados en la fértil mujer.
Fue el simple hecho de sentirse llena y amoldada a los gemelos lo que desencadenó el éxtasis en la rubia de ojos negros; su vagina pulsaba fuertemente, obligando a Yoh a derramarse en ella, poco después, Hao siguió a sus compañeros y dejó su semilla en el adolorido ano de la chica.
Se mantuvieron entrelazados de aquella manera; los hermanos aferrados completamente a aquella mujer que habían aceptado compartir antes que perderla.
Permanecieron en silencio tranquilo y agradable. Solo Yoh rompió la quietud, reclamando algo que creía justo. . .
* Me debes una noche para mí solo… Annita. *
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Sí, eso era todo lo que ANNA necesitaba.
Es cierto, le estoy dando preferencia a Hao para estar con la itako T-T. Lo siento, Hao es irresistible.
De ahí que Yoh llegase casi al final.
Esto es un HAOxANNAxYOH.
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 19 de Enero de 2008.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
|| Capítulo 8 ||
Esposa de los Asakura _C8_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: ¿Podría ella escoger la dulzura de Yoh y renunciar a la pasión desmedida de Hao?. No, eso era imposible. ¿No podían simplemente estar los tres juntos, los dos herederos y la mujer de ambos?.
Advertencia: Lemon (NSFW)
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Por: Maeda Ai.
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.:: Capítulo 8 ::.
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La rubia sonrió con dulzura, manteniendo cerca suyo a sus dos pequeños bebés.
Así es, hace una semana que Anna había dado a luz a un par de gemelos. Un poco de cabello rubio delataba a quien se parecerían a simple vista, aunque ella estaba segura que se parecerían a sus padres. Sí, sus padres. . . porque esos pequeñines eran tan afortunados que tenían dos papás para darles cariño.
Aunque no sabían cuál era el padre biológico, igual se parecerían entre sí y además. . .
* Es lo que menos importa. *
Susurró la sacerdotisa, acariciando la mejilla de uno de sus hijos.
La itako recordaba el dolor al dar a luz, dolor doble que la hizo gritar y creer que no soportaría y sin embargo, las lágrimas abandonaron sus negros ojos solo cuando tuvo entre sus brazos a esos pedacitos de cielo.
* Mis niños… *
Ella suspiró, sonriendo ante la felicidad que se desbordaba.
Pensó un poco en su vida en los últimos años. Anna pasó de ser una chica huérfana sin nadie en el mundo que la quisiera, a sentirse la mujer más feliz del mundo, con su propia familia, tan grande en menos de un año. Y lo primero que la sacerdotisa se propuso apenas amamantó a los bebés, era tener muchos más.
““Solo espero ser una buena madre.””
Pensaba la itako.
Entonces, una dolorosa idea llegó a su mente, torturándola. ¿Qué pensarían sus hijos de ella al crecer?, al darse cuenta que era mal visto tener más de una pareja, peor aun, ¿rechazarían a sus padres?. Querrían saber cuál de los shamanes era el verdadero progenitor.
Kyouyama sacudió la cabeza, queriendo deshacerse de todos esos pensamientos. ¿Para qué torturarse?, ella era feliz y lo sería en el futuro, con sus hijos. . . y con sus esposos.
* ¿Todo bien?. *
La rubia se giró un poco sobre el futon, contemplando a Yoh, quien entró tratando de no despertar a los niños.
* Mejor que nunca. *
Tras aquel susurro, la rubia le regaló al shaman una sonrisa tan cálida y llena de ternura, que el moreno se sonrojó y se preguntó: ¿acaso esa era su Annita?, pues no lo parecía. No, no era la mujer amargada y mandona de siempre.
Desde que se embarazó, la forma de ser de la sacerdotisa era más suave y él la veía tan frágil. Y todo esto aumentó con el nacimiento de los niños. Al parecer, la maternidad si le había pegado fuerte a la rubia de ojos negros.
En silencio, el castaño se recostó en el otro extremo del futon, contemplando a los retoños de la familia Asakura.
* ¿Verdad que son lindos?; se parecen a mí. *
* Y a Hao !. *
Anna recalcó su frase, logrando que el moreno la mirase mientras sus labios formaban un puchero. Maldición, que lo dejase ilusionarse al menos un rato, ¿era mucho pedir?.
Yoh estaba celoso, quería a Anna y a los bebés para él solo, pero tenía que conformarse con compartirlos, era eso o perderla o peor aún, verla triste. Pero bueno, tan solo un poco, unos cuantos momentos como este, ella y sus hijos para él solo, era suficiente para hacer feliz al menor de los hermanos.
Más dicha felicidad duró muy poco, pues su hermano entró en la habitación sigilosamente y se recostó junto a la rubia, aferrándose a ella y pegando sus cuerpos.
* No hagas eso, ¡me duele!… * _Pidió la rubia cuando el moreno de largos cabellos apretó uno de sus senos._ * Tengo mucha leche. *
* ¿En serio?. *
El Asakura sonrió travieso y malvado.
No tardó en poner a la itako a su merced, prisionera bajo su cuerpo.
* ¿Qué crees que haces?. *
* Voy a calmar tu dolor, pequeña. *
* ¡¿Qué?!. *
El shaman de fuego abrió el kimono de la itako, ante él, los pechos de la rubia, rellenos un poco más por la leche materna. Y sin más, el castaño atrapó el pecho izquierdo entre sus labios, lamiendo primero, succionando después, degustando el alimento de sus hijos.
* De… detente!!… *
Anna cerró los ojos y arqueó la espalda. Ese hombre era un maldito atrevido que succionaba, lamia y mordía, lastimándola pues tenía los pechos muy sensibles y le dolía, y sin embargo. . .
““Dios, lo amo tanto.””
Pensaba la joven, rindiéndose ante el demonio de fuego y acariciándole los cabellos mientras que él seguía bebiendo la leche directamente de su seno, amamantando.
* ¿Pero qué creen que hacen?. *
Preguntaba Yoh, entre incrédulo y sorprendido, obteniendo una sonrisa traviesa por parte de su hermano.
El menor de los gemelos hizo un puchero. ¿Era este un reto?. ¿Creía Hao que él no se atrevería a seguirle el juego y hacerle a la itako lo que él le hacía justo en ese instante?. Pues el mayor estaba muy equivocado.
Yoh ya se había cansado de ser bueno y pasivo.
Decidido, el shaman king se reunió con la mujer y el otro Asakura y sin más, su boca se apoderó del otro pecho de la itako, bebiendo la leche.
Yoh se estremeció, mitad asustado por descubrir los alcances de su eterna competencia con Hao, y mitad por el gozo que esto le producía, consciente de que de cierta forma esto no era correcto.
* E-escuchen ustedes dos, le, le están quitando el alimento a, a sus hijos… *
Más ambos hombres no prestaron atención a los reclamos de la rubia mujer, quien poco tardó en comenzar a gemir, primero de dolor pues sus pechos estaban saturados de leche, luego de placer ya que los labios de esos gemelos eran expertos en esto.
Y Anna se preguntaba: ¿tendría que verse sometida a esta “tortura” los siguientes días?.
Kyouyama abrió los ojos, sus pupilas desteñidas por la sorpresa, pues un par de dedos se habían colado en su intimidad.
* ¿Qué crees que haces?, acabo de dar a luz hace una semana, a-aun me duele!. *
* Pero, Annita… *
La itako dobló las cejas, enfadada.
Pensó que era Hao el atrevido, pero al escuchar el pequeño reproche. . . definitivamente Yoh era muy impredecible. Hao alejó a la rubia del desesperado de su hermano, olvidándose, por ahora, de mamar la leche de la mujer.
* Sabe bien… ¡toda tu eres deliciosa!. *
La itako se sonrojó ante las palabras del shaman de fuego, aceptando los labios de este poco después.
Tan cómoda se sentía entre esos dos hombres, que Anna poco tardó en caer en un profundo sueño. Estaba. . . tan cansada.
* ¿Cómo están los niños?. *
Preguntó el moreno de largos cabellos mientras miraba fijamente a la rubia entre sus brazos.
* Igual que la madre, nada los despertará. *
* Bien. *
El mayor de los Asakura sonrió sutilmente, aun mirando a la sacerdotisa.
Yoh pronto se reunió con ellos, posándose tras la sacerdotisa y abrazándola, aspirando su exquisito aroma.
La felicidad que ahora tenía, aunque la estuviese compartiendo. . . no la cambiaría por nada.
Sin finalizar.
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Maeda gira el rostro, sonrojada.
¿De dónde saqué la idea para este capítulo?. Espero no haber hecho sentir mal a nadie con lo de. . . la leche. Pero se me ocurrió y me gustó como quedó el capítulo T-T.
Ahora, los gemelos. . . ahh, que lindos ^o^. El verdadero padre: ¿acaso importa?.
Esto es un HAOxANNAxYOH.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 19 de Enero de 2008.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 9 ||
Esposa de los Asakura _C9_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: ¿Podría ella escoger la dulzura de Yoh y renunciar a la pasión desmedida de Hao?. No, eso era imposible. ¿No podían simplemente estar los tres juntos, los dos herederos y la mujer de ambos?.
Advertencia: Lemon (NSFW)
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Por: Maeda Ai.
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.:: Capítulo 9 ::.
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Tres figuras se mecían sincronizadas en medio del silencio que reinaba en la pensión, claro, a excepción de ellos.
* Oh sí !!, esperé tanto por esto, lo extrañaba. *
Era la agitada voz de la rubia, quien se derretía atrapada entre los perfectos y excitantes cuerpos de sus dos compañeros. Sí, atrapada entre los dos Asakura, pues era realmente extraño y difícil que Anna hiciera el amor solo con uno de ellos.
¿Cómo decirlo?: ninguno de los dos quería perder ventaja sobre la bella mujer.
Sí, esa mujercita que al haberse convertido en madre había incrementado su belleza.
Sus caderas eran ligeramente más anchas y sus pechos sutilmente más grandes. Nada que se notase a simple vista, pero esos dos shamanes la tenían desnuda casi todo el tiempo, y al hacerle el amor, nada de ella pasaba desapercibido para los hermanos.
Como sea, apenas cuatro meses que la itako había dado a luz y en verdad fue duro esperar a que ella estuviese de ánimos para tener relaciones otra vez, quizá por ello esta era la segunda vuelta en la noche y ninguno de los tres parecía estar cansado.
Posado tras la itako, Hao mantenía clavado su pene en el ano de la rubia, penetrándola fuerte y profundo, haciéndola jadear mientras que Yoh se mantenía dulce y suavemente en la vagina de su amada, moviéndose lento, así era él y de cualquier forma no necesitaba moverse mucho, pues su hermano se movía por los dos y eso que la misma Anna ondulaba las caderas, reteniendo ambos miembros viriles dentro suyo, brindándoles placer.
La sacerdotisa giró el rostro, buscando los labios del shaman de fuego, embriagándose con la pasión que el hombre por ella tenía, luego rompió el beso, tan solo para unir su boca a la de Yoh, abrazándose a él, disfrutando de la dulzura de ese hombre.
La mujer jadeaba agitada al tiempo en que sentía que no podría soportar más aquella situación. Y así fue, Anna se arqueó, entregándose por completo a la locura del éxtasis. Un gemido entonando el nombre de cada uno de sus amantes, dejando que hicieran de ella lo que quisieran mientras ella disfrutaba su orgasmo.
Hao estrujaba los pechos de la chica, jadeando cerca del oído de la joven mientras que el menor empujaba sus caderas con suavidad, frotando frenético el clítoris de la rubia, logrando prolongar el clímax que la invadía.
La sacerdotisa se sintió flotar cuando su cuerpo se liberó de la presión, llenándose de languidez aun a pesar de que los gemelos seguían haciendo su trabajo.
Sus penes aun duros, clavados totalmente en ella. Inmóviles, permitiendo que la itako disfrutara de esto.
Los hermanos compartieron miradas cómplices, hablando en susurros que Kyouyama parecía no escuchar. Peleaban por querer estar a solas con la mujer. Y sinceramente no notaron el rumbo que estaba tomando su infantil pelea.
Los hermanos estaban tan cerca y el cuerpo de la rubia les infundía tanto gozo, que en dado momento, la excitación los hizo rozar sus labios, fugaz al principio, bruscamente al final.
* ¡¿Qué hacen?!. *
Fue hasta que escucharon la voz de su amante, que los Asakura rompieron el beso, entre asustados y sorprendidos por lo que acababan de hacer.
La itako en cambio los miraba curiosa, sorprendida quizá; tan solo una sutil sonrisa irónica adornó su lindo rostro; Anna cerró los ojos, poco antes de advertirles que se pondría celosa.
* Si hacen eso muy seguido, temo ser desatendida. *
* No, no, preciosa, ¡eso jamás!. *
Le decía Hao, besándola para luego tomar una nueva posición, obligando a la mujer a ponerse de rodillas sobre el futon.
Yoh, quien momentos antes había sacado su pene de la vagina de la joven, mostraba su miembro aun duro, justo frente a los ojos de Kyouyama, cuyos ojos se clavaban en aquel pedazo de carne.
Anna cerró los ojos al tiempo en que se llevaba a la boca el pene de Yoh, lamiéndolo, succionándolo después para finalmente simular una penetración en su boca.
Mientras tanto el joven de largos cabellos se posaba tras la chica, sujetando su pene, frotaba este a lo lago de la línea vágil de la itako, estimulándola.
La rubia estaba realmente mojada, su intimidad ansiosa por recibir a Hao dentro suyo. Finalmente, el shaman de fuego presionó suave pero firme, penetrando a la mujer. Tres embestidas fueron suficientes para clavar su hombría completamente en la intimidad de la sacerdotisa, quien gimió agradada al sentirse invadida de aquella manera.
Y con el constante y salvaje vaivén de las caderas del shaman, fue mejor.
Kyouyama estaba tan excitada que sus labios abandonaron el pene del menor de los gemelos, tan solo para degustar las esferas que sostenían su virilidad, delineándolas con su lengua, succionando con desesperación.
Anna entró en tal estado de excitación, que se perdió ante tal gozo. Disfrutando del entrar y salir del miembro de Hao, degustando el pene de Yoh y además brindándose ella un poco de placer extra, pues sus dedos se habían perdido más allá de su monte de venus, frotándose el clítoris con fuerza, con desesperación.
Anna sentía el orgasmo llegar y no era para menos, pues tenía para ella sola a dos hombres sexys haciéndole el amor.
El amo de fuego la penetraba cada vez más fuerte y rápido, lo que la hizo aferrarse a las caderas del menor de los gemelos, cuyo miembro se había perdido en la cálida boca de Kyouyama.
* Mmm, motto, motto !!. *
Rogaba la itako. Hao no dudó en complacerla y darle duro.
El roce entre sus sexos, el toque de esos hombres. La mujer no pudo más y gimió con fuerza al tiempo en que el éxtasis la recorría con fuerza. La chica tembló y su vagina comenzó a contraerse fuertemente, forzando al shaman de fuego a tener su propio clímax.
* Iku, iku… ahhh… *
La rubia se arqueó gozosa. Hao no pudo contra las fuertes pulsaciones del sexo de Kyouyama y terminó refregando su pene contra la intimidad de la mujer.
El pelilargo arqueó la espalda al tiempo que un ronco gemido se escapaba de sus labios, derramando su semen en la mojada vagina de la sacerdotisa.
Aun con la respiración agitada, Anna seguía atendiendo a su otro amante, succionándole el pene, inspirada por su reciente orgasmo. Yoh tampoco pudo contenerse ante los hambrientos labios de su mujer y eyaculó en la boca de la rubia de ojos negros.
* A-Annita !!… *
La chica degustó complacida el blanquizco liquido que Yoh le daba a beber, desperdiciando lo menos posible.
Hao siguió frotando su pene en la vagina de la itako y esta seguía lamiendo el pene del otro gemelo. El erotismo del momento era tal que los hermanos volvieron a besarse; la lengua de Hao penetró en la boca de su gemelo, compartiendo el calor y el cansado gozo del momento.
Kyouyama se puso de pie, obligando a Hao a salir de ella. En silencio, caminó hasta sentarse en el pequeño sofá, admirando la escena que sucedía ante ella. Era tan excitante, no lo pudo evitar, un par de sus pequeños dedos volvieron a su vulva, frotando el hinchado clítoris, gimiendo en seguida.
Hao giró donde Anna, rompiendo el beso con su hermano.
Ambos Asakura no demoraron ni un segundo en reunirse con su esposa. Y fue Yoh quien pareció adjudicarse la invitación de la bella mujer, quien con las piernas completamente separadas, esperaba a su hombre.
Yoh la besó y tomó posición entre las piernas de la itako, penetrándola de una sola vez. ¡Kami!, ella estaba tan mojada. Enseguida comenzaron un baile, buscándose mutuamente.
El shaman de fuego sonrió complacido ante la imagen de esos dos copulando, aunque no había mucho espacio para reunirse con Anna.
““Pero no voy a quedarme aquí mirando, ¡oh no!.””
Pensaba el shaman para luego posarse justo detrás de su hermano, colocando la punta de su pene en el espacio trasero del otro Asakura, presionando poco a poco hasta penetrarlo completamente, moviéndose con la pareja poco después.
Al parecer la noche iba a ser bastante larga.
Para ellos estaba bien, pues lo que más querían era estar juntos, los tres. Los dos herederos y la mujer de ambos. . . la esposa de los Asakura.
Finalizado.
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Pues no, no soy amante del yaoi precisamente, aunque últimamente me intriga un poco. Como que la temperatura en mi habitación aumentó de pronto al escribir este capítulo ^//^.
Cuando planeé esta parte del fic, solo contemplaba los besos entre los Asakura, pero al final se me ocurrió lo que leyeron y. . . bueno. . . no sé que me pasó.
Sé que a lo largo de la historia le di más beneficios a Hao en cuanto a Anna se refiere: fue el primero, pasaba más tiempo con ella y al final terminó sodomizando a Yoh.
Creo que ese es el Hao que yo imagino ^¬^.
Tenía MUCHAS ganas de escribir un trío con los personajes principales de SK y me gusta como quedó este a fin de cuentas.
No sé, quizá más adelante escriba otro fanfic con estos tres.
Esto es un HAOxANNAxYOH.
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA AI y es material de Fallen Angel.
Totalizado el 19 de Enero de 2008.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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Una para todos _C13_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Todos x Anna
Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.
Advertencia: Lemon (NSFW)
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Por: Maeda Ai
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.:: Capítulo 13 ::.
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Las cosas no andaban muy bien que digamos, de hecho estaban pésimas.
La pensión EN se había convertido en un infierno en el que la que más sufría era la rubia itako, aunque cada uno de los shamanes juraba y perjuraba que era el más afectado, que había sido engañado y traicionado por Anna.
Quizás de cierta forma tenían razón.
Hao brillaba por su ausencia, sinceramente no quería volver a su vida de asesino e iniciar una masacre con los otros shamanes. Yoh tenía el ánimo por los suelos; sus palabras se habían reducido a monosílabos y de su risita estúpida solo quedaba el recuerdo. En cuanto a los demás, si acaso abrían la boca, era solo para discutir.
Y Anna, ahh. . . ella se había encerrado y nadie la había vuelto a ver desde la gran discusión en que todos habían dicho que mantenían un romance con la sacerdotisa de dorados cabellos.
La mujer no había comido desde entonces, ya no le gritaba a medio mundo para que la dejasen en paz y eso era algo que comenzaba a preocupar al shaman de hielo, quien arrepentido, se desquitó contra el piso de madera, golpeándolo insistente con los puños para ver si así se le quitaba lo impulsivo y la mala costumbre de decir lo primero que se le venía a la mente, sin detenerse a pensar las cosas.
*¡Maldita sea!, ¿por qué tuve que abrir la boca y decirle esas cosas?.*
La insultó, la humilló, le dijo que era una. . .
El ainu volvió a precipitar su puño contra el suelo, con más fuerza que antes, sangrando.
Quería disculparse con Anna, pero cada vez que llamaba a su puerta, ella le gritaba que la dejase en paz. Horo Horo aun estaba molesto por la forma en que se enteró de que ella ya había estado con los gemelos Asakura antes que con él.
* Pero la quiero tanto, que lo único que deseo es que estemos juntos otra vez. *
Susurró para si el peliazul, además la rubia le había jurado que no tenía nada que ver con el resto de sus amigos.
Y él le creía. Lastima que estaba ciego de celos y no se lo pudo decir, en cambio le dijo cosas horribles. . .
* Soy un maldito imbécil !. *
Dicho esto, Usui estuvo a punto de reemplazar su puño por su cabeza e impactarla contra el piso. Más simplemente se recostó nuevamente en el futon, tratando de dormir.
Cerró los ojos, esperando que los malos recuerdos lo dejasen tranquilo al menos por un rato. Tan cansado estaba de pensar y pensar que no tardó en quedarse dormido. . .
Pero al cabo de un rato, un ruido cuyo volumen había venido aumentando, terminó por despertarlo. Eran risas, jadeos, gemidos, la cabeza del peliazul comenzó a trabajar a increíble velocidad, así que no tardó en armar locas ideas. Eran los celos que le hacían imaginar que Kyouyama le había mentido y que en ese instante estaba con alguno de sus amigos.
Horo Horo corrió a la habitación de la itako de donde precisamente provenían los sonidos que lo torturaban.
Deslizó cuidadosamente la puerta, ante él, una imagen que sinceramente nunca creyó posible. Ahí la bella rubia sin duda le regalaba su cuerpo a alguien que no era él, más no era otro hombre, eran dos. . .
Los gemelos Asakura aprisionaban a la sacerdotisa; cuatro manos iban y venían acariciando y besando con desesperación, aferrándose y apretando continuamente los firmes y redondos senos de la rubia.
En tanto un vaivén de caderas perfectamente sincronizado los envolvía en un profundo y loco placer al que no pretendían renunciar.
Hao abrazaba desde atrás a la itako y por lo que Horo pudo ver, el demonio de fuego le susurraba algo a la mujer, porque Anna sonreía, no sabía si de diversión o de burla, pero sonreía.
Y aunque Yoh estaba con ellos e igual gozaba de la chica, alojado en la vagina de su amada, era muy claro que el shaman de fuego era el preferido de Anna.
Y Horo Horo ahí de pie, contemplando la escena, muriéndose de celos y dolor, con fuerza apretaba las manos mientras escuchaba los sonoros gemidos de la que él amaba.
No podía creer que esa mujer en verdad era Anna Kyouyama, la honorable e intachable. No, la mujer que allí estaba, disfrutaba llena de lujuria y deseo, aprisionada entre sus dos amantes. Se movía con desesperación, buscando ser penetrada con fuerza y hasta el fondo de su ser.
Esa mujer estaba enloquecida por los dos penes que se incrustaban en su hermoso cuerpo, regalándole un gozo prohibido y atroz. Pero era feliz y llamaba ansiosa de más y más a sus dos hombres, quienes no paraban de entrar y salir de ella.
Esos tres estaban hundidos en la lujuria. Bueno, quizás era mejor así, después de todo Anna era de los Asakura, así que de cierta forma, esto...
Horokeu se mordió el labio inferior. Anna había comenzado a gritar, temblando entre los dos shamanes, sintió el orgasmo nacer de su sexo y sacudir su frágil cuerpo.
Gustosa, recibió el semen de ambos hermanos al mismo tiempo mientras gritaba sus nombres sin importarle nada más. Decía que esto era lo mejor, que lo amaba más que nada en el mundo.
Yoh y Hao eran maravillosos de por sí por separado, pero juntos la hacían enloquecer.
Algo en el pecho del ainu pareció romperse al escuchar semejantes palabras, lentamente deslizó la puerta hasta cerrarla. No necesitaba ver más, estaba muy claro que la itako nunca lo quiso.
* Tardaste en darte cuenta. *
El peliazul alzó la mirada, buscando aquella voz que le dedicó aquellas palabras. Sus pupilas se contrajeron y sus ojos perdieron el color.
* N-no puede ser!!. * _Susurró incrédulo, pues ante él, Anna lo miraba con burla._ * P-pero si tu estabas !!. . .*
Horo Horo deslizó una vez más la puerta y para su sorpresa no había nadie.
““¿Qué demonios pasa aquí?.""
Se preguntó, más ninguna idea razonable cruzaba por su cabeza; estaba confundido, ¿qué era todo esto?.
El ainu volvió a mirar a la mujer frente a él; una sonrisa burlona adornando su bello rostro.
* ¿Por qué me haces esto?. *
* ¿Qué cosa?. *
El shaman de hielo apretó los dientes, esa chica no hacía más que burlarse de él y aun así. . .
* Te ríes, te diviertes a costa mía, de mis sentimientos. . . *
* ¡Por favor!, no seas dramático, a tus amigos no pareció importarles, ellos solo quieren tenerme y yo a ellos. . . no es tan complicado, ¿ves?. *
* ¿Quieres decir que no te importa repartir tus besos y caricias?. . . eso no es amor !. *
La sacerdotisa rio a carcajadas al escuchar al peliazul.
¿Amor?, ¿quién había hablado de amor?. Todo era mero placer.
* ¿Qué no lo ves?, no le interesas, no eres más que un mero instrumento para el sexo y nada más. *
* No es cierto !!. *
* Nunca te amó, solo jugaba contigo, de hecho, de todos ustedes, eres el que menos le interesa. ¿O te has preguntado por qué fuiste el último?, por cierto, Hao fue el primero, eso debe darte una idea de cuán lejos estás de siquiera inquietarla. *
* No, no, no !. . . *
El shaman de hielo golpeó fuertemente la pared, un par de lágrimas resbalaron por sus mejillas, de dolor o de humillación. . . no importaba.
De pronto todo a su alrededor se tornó negro y a lo lejos la voz de la itako le decía una y otra vez que no lo amaba y que solo estuvo jugando con él.
La cabeza le daba vueltas, entonces ya no pudo más. . . y despertó pronunciando el nombre de Anna. Su garganta estaba seca y sudaba mucho; sus pupilas desteñidas por tantas emociones encontradas.
* Una pesadilla. *
Susurró para sí, cómo queriendo convencerse de ello lo más rápido posible y deshacerse de las desagradables imágenes que aun fluían en su cabeza.
Respirando agitado, miró en todas direcciones, comprobando que estaba en su habitación. Cuando se tranquilizó, Horo pudo escuchar ruidos que venían de la planta baja.
““Maldición, no otra vez.""
Pensaba al tiempo en que abandonaba el futon y salía de la habitación, resignado a la posibilidad de descubrir si ese mal sueño iba a hacerse realidad.
Sin finalizar.
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Ah, yo quería que este capítulo fuese muy fuerte; ya saben, un trío de los personajes más importantes. Pero quedó muy suavecito T-T.
Cómo sea, estoy escribiendo un fic por capítulos, con esta base, HxAxY.
Por cierto, en el siguiente capítulo todo se aclara ^v^ .
__Nada es lo que parece.__
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 15 de Marzo de 2007.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 14 ||
Las cosas que me haces hacer... _C1_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: Las necesidades carnales pueden traer consecuencias graves... sobre todo si es con el chico equivocado.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai & Lua Xan
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.:: Capítulo 1 ::.
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Se hallaba sentada junto a la ventana de su habitación, con la mirada fija en el oscuro manto de la noche, fija... pero no atenta.
El deseo de estar entre sus fuertes brazos, que sus labios no pudiesen escapar de los suyos y respirar su mismo aliento, ese deseo la estaba matando... ¡cómo anhelaba ser suya!, ¡cómo quería hacer el amor con él!.
No había minuto que no pensara en él, en su prometido... Yoh Asakura.
Ambos ya con veinte años, y su relación seguía estancada; lo que había cambiado, lo que se había dicho, se resumía a una simple palabra...
* Nada. *
Tan simple y frío como las palabras de la rubia.
El joven de cabellos marrones seguía temiéndole, y ella... ella aun mantenía distancia con su actitud seria, fría, seca.
Más la itako lo amaba profundamente, un amor que fue creciendo conforme pasaban los años, un amor que la desesperaba y la entristecía porque, porque...
* Porque me estoy cansando de esperar al lento de Yoh. *
Fue una queja, un suspiro que se perdió en el silencio de la noche.
Yoh ya estaba tranquilamente dormido, sin ninguna preocupación. ¿Cómo podía ser tan ciego?, ¿es que acaso ella no le parecía atractiva?, ¿no la deseaba con desesperación?. En tanto Anna... moría por dormir a su lado.
Esto ya se estaba convirtiendo en una obsesión, en una locura. Pero la sacerdotisa ya era toda una mujer, una mujer enamorada, con deseos y necesidades, una mujer que estaba dispuesta a cometer más de una locura con tal de estar con el shaman.
Incluso llegó a pensarlo, lo intentó varias veces...
* Ir a su habitación y ofrecerme a él. *
Pero el orgullo y la dignidad pudieron más que su deseo.
Parecía tan fácil, deslizarse entre las sábanas y despertarlo con besos y caricias que desbordaran pasión, sorprenderlo con su piel desnuda sobre su cálido cuerpo, incitarlo a probarla, a tocarla e iniciar una noche llena de locura y amor, de excitación y placer. Parecía tan fácil...
* Pero no lo es. *
No, no lo era. Quizá era la incertidumbre de no saber cuáles eran los sentimientos de Yoh hacia ella; temor al rechazo, a alejarlo de ella.
Enfadada consigo misma, la itako arqueó una ceja.
““Paciencia, Anna... paciencia””.
Se decía así misma; estaban comprometidos, algún día simplemente se casarían y entonces podría disfrutar de una relación más íntima con ese shaman de dulce sonrisa. Solo había que esperar, pero...
* Eso es precisamente de lo que ya me cansé... de esperar. *
Con voz frustrada, la sacerdotisa se rindió finalmente a la idea de que sus pensamientos no eran más que un ciclo interminable de deseos que hasta ahora, por falta de iniciativa propia, no había podido cumplir.
Era muy sencillo quejarse de la situación y echarle toda la culpa al joven de morena piel, pero era injusto hacerlo, sobre todo si ella misma no pretendía mover un solo dedo para hacer que las cosas avanzaran.
Claro que, Anna siempre ha sido injusta.
* Supongo que... ésta noche tampoco pasará nada. *
Convencida de sus propias palabras casi como un profeta, Kyouyama suspiró cansada, abandonando su lugar junto a la ventana y caminando hasta su futon, dejándose caer sobre este.
No quería dormir, porque seguramente tendría uno de esos sueños que solo aumentaban su frustración, sueños donde Yoh le hacía el amor, a veces tierno, a veces desesperado... pero enredando sus cuerpos a fin de cuentas.
Sus ojos se cerraban paulatinamente, mientras relajaba su cuerpo aun cubierto por sus ropas.
Y poco antes de que sus párpados protegieran por completo a sus gemas negras, notó como una figura humana comenzaba a sobresalir de entre las sombras, y la sintió...
Una presencia fuera de la norma, era más pesada, más inestable. Dudó un segundo en adivinar de quien era, pero al ver el rostro varonil adornado con el brillo de la luna que se asomaba por la ventana, fue suficiente para convencerla... Hao Asakura estaba en su habitación.
La sorpresa le arrebató bruscamente el sueño, haciendo que se incorporara hasta sentarse sobre el futon y mirar incrédula al shaman de fuego frente a sus ojos.
Parecía absurdo, pero Anna sintió como si la desnudara con su desquiciada mirada.
Él sonreía cínicamente y con aires de superioridad, sus ojos reflejaban un loco deseo, como invitándola a pecar con él... y aunque la itako permaneció fría y serena, un escalofrío la recorrió entera, haciéndola imaginar cosas que prefería ignorar.
* Creí que estabas en el infierno. *
* Que tal Annita !!, ¿cómo has estado?. *
Ignorándola por completo, el shaman mostró una amigable, aunque sospechosa, sonrisa. Acercándose a la sacerdotisa mientras ésta se preguntaba por qué no podía apartar la mirada de aquel joven tan irresistiblemente apuesto.
Sin finalizar.
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Estoy muy emocionada con este fic; la idea nació de la infinita inspiración de mi amiga Lua, espero que la historia sea de su agrado, les prometemos mucho, mucho lemon, amor, mmmm infidelidad, un poco de violencia y haber que más se nos ocurre.
Bueno, no es común que yo escriba fics a dueto (el tiempo, ya saben), pero es que Lua Xan tiene muchísima imaginación y las ideas que me propuso me dejaron sencillamente maravillada 0¬0, así que no les sorprenda si este no es el único fic que escribo junto con ella ^^.
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 27 de Noviembre de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 2 ||
Las cosas que me haces hacer... _C2_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: Las necesidades carnales pueden traer consecuencias graves... sobre todo si es con el chico equivocado.
Advertencia: Lemon (NFSW)
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Por: Maeda Ai & Lua Xan
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.:: Capítulo 2 ::.
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* Que tal Annita !!, ¿cómo has estado?. *
La saludó con una maliciosa sonrisa en el rostro... su sonrisa no había cambiado en nada a pesar de los años.
* Tú?!... se supone que estabas en el infierno. *
La sacerdotisa no podía dar crédito a lo que veía. Sentía cierto temor, pues él, a pesar de no ser el Shaman King, era un hombre muy poderoso... incluso más que Yoh, pero eso no era todo.
Estaba de pie frente a ella y, con suerte, a un metro de distancia de su futon. Su mirada y las sensaciones que le producía eran extrañas... sin duda no venía con buenas intenciones.
* Mmm, debería ser así para un shaman ordinario, pero yo no lo soy. *
Contestó igual de arrogante que cuando no era más que un muchacho. Su personalidad tampoco había cambiado, al menos no para bien.
* Pues bien por ti. * _Anna no se preocupó por ocultar el sarcasmo en su voz._ *Pero, ¿por qué diablos estás aquí?. Está bien que quieras acabar con Yoh, pero no en mi habitación.*
Sin duda estaba molesta y temerosa... no presentía nada bueno y trataba de que el inesperado visitante se marchara.
Él sonrió ampliamente. Le encantaba esa frialdad de ella, le atraía demasiado.
* No me estás entendiendo, pensé que era obvio. *
Le dijo una vez que estuvo muy cerca de ella.
* No juegues, dime qué diablos quieres, estoy cansada y quiero dormir sin que nadie me moleste. *
Anna trató de sonar lo más fría y molesta que pudo, pero no podía evitar admirar al chico.
Él estaba tan cerca que hasta incluso podía sentir como una suave brisa, causada por su respiración, le abanicaba el rostro. Estaba nerviosa, Hao la ponía así y no era para menos; el chico tenía un cuerpo bien formado con marcados músculos, su rostro perfecto y su sensual mirada... bastaban para hacerla sonrojar.
* Pues lo lamento por ti. * _Sonó casi tan frío como ella, mientras le sonreía seductoramente._ * Necesitamos hablar. *
* ¿Necesitamos?, sí que estás loco. ¿Qué te hace pensar que necesito hablar contigo?, ¿de qué?. *
Se vio molesta, no le gustaba que hubiera alguien más odioso que ella. Más antes de que la itako pudiese hacer algo al respecto, Hao se había acomodado junto a ella en el futon.
* Pues, sí. . . ambos tenemos un problema que podemos solucionar con ayuda del otro. *
Esa era la gota que resbaló del vaso.
Presa de la ira, Anna se levantó dispuesta a demostrarle a ese atrevido quien era ella, pero antes de que pudiera dar un paso, se vio fuertemente abrazada por la cintura.
* No hemos hablado aun. *
Le dijo mientras la acomodaba en el futon junto a él. Hecho esto, la aferró a su cuerpo, ignorando todos los golpes que le proporcionaba la chica.
* Tienes que ayudarme... *
Le dijo el moreno, con voz extremadamente sensual, acariciante y excitante.
* Suéltame ahora. *
Anna estaba tan nerviosa que ni siquiera sonó molesta. Su voz no mostraba ninguna emoción clara.
* Se ve que necesitas sentirte amada, ¿no?. *
Le dijo él, acariciando su mejilla.
* ¡¿Me has estado espiando?!. *
* No, lo supe porque se nota en tus ojos... *
Hao estaba demasiado entretenido. Hacer enojar a la chica se estaba haciendo demasiado placentero.
* Por lo que veo... el idiota de mi hermano no se ha dado cuenta de lo hermosa y sexy que eres. *
Sus manos se deslizaron por las suaves y firmes piernas femeninas hasta llegar a su entrepierna.
Las mejillas de la rubia se tiñeron de matices rojos por aquel atrevimiento del shaman. Nunca nadie la había tocado de esa manera y esa extraña sensación se sentía muy bien.
Hao, sin borrársele la sonrisa, comenzó a proporcionarle suaves caricias en su vulva por sobre las bragas.
Anna cerró los ojos y se mordió el labio inferior. Eso que sentía gracias a Hao, era delicioso.
* Te gusta, ¿verdad?... yo puedo darte todo lo que necesitas, todo el placer que quieras, todo el placer que mi hermano nunca te dará. *
Parecía un sueño.
Lo que estaba sintiendo le encantaba y haría cualquier cosa para obtener más, pero sabía que no era algo que se conseguía así nada más y mucho menos con un hombre del calibre de Hao Asakura, y era él precisamente quien se lo estaba ofreciendo.
* ¿Y qué dices?. * _Preguntó sin dejar de acariciar su clítoris._ * ¿Aceptas?. *
Parecía demasiado bueno para ser verdad. Le encantaba la idea y sobre todo porque sería con un chico tan apuesto y sexy como Hao, pero... estaba Yoh. Ella lo amaba con todo su corazón, pero el menor de los Asakura parecía no haberse dado cuenta de ello, siendo así...
¿Qué habría de malo en ello?.
Olvidando todo su orgullo y perdiendo completamente la cordura, Anna simplemente. . . aceptó.
* Sí, sí quiero. Quiero sentir más, pero... *
* ¿Pero?. *
* No aquí... *
* Está bien, iremos a un lugar donde nadie nos moleste. *
Sonriendo triunfal, se detuvo y se puso de pie levantando a la chica también.
* ¡¡ No !!. * _Dijo molesta._ * ¡ No quiero que te detengas !. * _Reclamó._
* Tranquila, te daré tanto placer y estarás tan cansada que no podrás ni siquiera abrir los ojos. *
El espíritu de fuego los esperaba fuera de la casa; sin perder tiempo, subieron en él.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Segundo capitulo, que por cierto me encantó. Con un Hao tan adorablemente atrevido, y Anna quién, como no queriendo, aceptó la propuesta.
Bueno, no la culpo, si Hao llegase a mi habitación y me hiciera propuestas indecorosas. . . lo amordazaría y lo tendría para mi solita, jamás lo dejaría ir ^¬^.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 27 de Noviembre de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 3 ||
Las cosas que me haces hacer... _C3_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: Las necesidades carnales pueden traer consecuencias graves... sobre todo si es con el chico equivocado.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 3 ::.
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El recorrido fue realmente corto, aunque la sacerdotisa no lo sintió así; los minutos le parecieron horas, estaba tan impaciente, tan excitada... deseaba tener sexo con ese hombre, ¡ya!.
Apenas llegaron, Hao la tomó entre sus brazos para ayudarla a bajar del espíritu de fuego. Se hallaban en una residencia en medio de uno de los tantos bosques del Japón y que, al juzgar por las apariencias, no había sido pisada en varios años.
Ansioso, el joven de largos cabellos la llevó en brazos hasta la habitación donde desataría todos sus deseos y pasiones, donde la haría suya de las formas que se le antojasen.
Por fin solos y alejados de las modernidades humanas; cerró la puerta tras de sí, estrechándola entre sus brazos con desesperación, evitando dar más rodeos, no hacían falta... ambos sabían muy bien cómo iba a terminar la noche.
* ¿Quieres placer, Annita?... yo te lo daré... *
Le dijo Hao, e inmediatamente después presionó sus labios sobre los de la rubia, quien se estremeció al sentir la profundidad del beso.
Su primer beso. Yoh jamás se hubiese atrevido a tomarla de esa manera, no... él hubiese sido más tierno, cuidadoso y hasta tímido, en cambio su gemelo era apasionado, agresivo y tan, tan excitante que pronto el menor de los Asakura desapareció de su mente, era Hao quien ocupaba sus pensamientos, sus deseos, él... quien deslizó sus manos intrusas bajo su vestido negro.
Recostándola sobre la cama, su pesado cuerpo yacía sobre el de ella, impidiéndole moverse con libertad; no le hacía falta, no iría a ningún lado, no estaba loca para hacerlo. Estaba quieta, quería saber, aprender, nunca imaginó estar con él, pero resultaría absurdo decir que ese hombre no despertaba lujuriosos deseos en ella.
El shaman no esperó un solo instante y tal como lo había prometido, el ansiado placer llegó al cuerpo femenino; choques eléctricos la hicieron sentir deliciosos escalofríos.
Su traviesa mano se hallaba entre las piernas de Anna, explorando hábilmente su vulva, primero por encima de las bragas y luego haciendo estas a un lado para que el contacto fuese directo.
Los dedos de Hao hacían magia con sus caricias, se deslizaban de arriba hacia abajo, frotando el clítoris y excitándola más. No pasó mucho tiempo para que el sexo de la rubia se humedeciera.
* Hao, oh... Hao !. *
Gemidos que delataban gozo escaparon con dificultad de sus labios, él prácticamente no la dejaba ni hablar, ni respirar; la ahogaba con besos apasionados queriendo devorarla, sofocándola, pero deleitándola y contagiándole su lujuria.
Un par de los dedos de Hao seguían acariciando su clítoris, mientras otro más ya había sido introducido en la intimidad de la itako, excitándola todavía más y obligándola a gemir con mayor fuerza.
Mantenía los ojos cerrados, no quería abrirlos, no podía. Kyouyama solo sentía como el recién conocido placer alcanzaba niveles casi insoportables.
Lo que tanto esperó, las sensaciones que siempre quiso experimentar; estaba ahí a la disposición de los impuros deseos del shaman de fuego, impuros... como los de ella.
La respiración de la joven rubia se había vuelto agitada, entrecortada por los sonoros gemidos de exquisito placer que inundaban la oscura habitación; los traviesos dedos del shaman se volvieron más rápidos y frotaban insistentes el pequeño botón femenino.
Anna mantenía fuertemente cerrados los ojos y se mordía el labio inferior para tratar de soportar el placer y con ello prolongar este un poco más.
Lo estaba sintiendo y estaba segura que iba a gritar sin control gracias a las profundas sensaciones... más no fue así.
* Qué?, ¿qué haces?... no te detengas.*
Era la voz suplicante de una sacerdotisa totalmente frustrada.
El amo del fuego se detuvo así nada más, negándole un delicioso orgasmo, negándole el placer que le había prometido. Una sonrisa llena de satisfacción adornó su apuesto rostro, el fuego de la pasión ardía en sus ojos al contemplar a la hermosa mujer que estaba con él.
Tan ansiosa, con el mismo deseo que él, le costaba creer que Anna Kyouyama había dejado que las hormonas la dominaran por encima de la razón... pero eso a él le convenía y mucho.
No podía dejar de contemplar su lindo rostro; esos bellos ojos negros lo miraban con suplica, con deseo y lujuria.
* Paciencia, Anna, te daré tanto placer que rogarás que me detenga. *
¿Le pedía paciencia?, por no tener paciencia es que estaba aquí, con el shaman más desquiciado del planeta, pero eso no importaba, no ahora.
Con tranquilidad poco común en él, Hao la despojó del vestido que, por sus descaradas caricias, ya poco le cubría a la itako. Así, la tuvo entre sus brazos con solo la ropa interior que intentaba simular las partes más excitantes del cuerpo de la mujer; las prendas ligeramente transparentes dejaban ver sus suaves pechos, transluciendo los pezones que se tornaron duros por el deseo.
Y quizás esa escena fue la que lo desesperó; que irónico que hace poco le pedía paciencia.
El shaman hizo grandes esfuerzos para no terminar desgarrando las ropas de su compañera, aunque al final las prendas interiores no tuvieron la misma suerte. Ciego de lujuria, Asakura arrancó la ropa interior femenina; estaba decidido a hacerla suya.
Desnuda, al natural... esa silueta femenina era digna de ser admirada con suma atención.
La pálida y fina piel perfectamente ajustada, esos senos de apetecible tamaño que no exageraban de proporción y que subían y bajaban en una alucinante danza producida por la agitada respiración, sus suaves cabellos dorados como rayitos de sol adheridos a sus sonrojadas mejillas y su linda boquita entreabierta que lo incitaba a posarse sobre ella y degustarla hasta el cansancio.
“Esta mujer es una diosa”.
Pensó el joven shaman. Ningún hombre podría culparlo, era la chica más hermosa con la que hubiese estado; ninguna se le comparaba.
Acarició con suavidad los senos de la rubia, tranquilamente, tomándose su tiempo para sentir como los pezones se endurecían bajo el contacto de sus ásperas manos.
La sintió temblar cuando se lanzó a recorrer la piel de su cuello, bajando paulatinamente sin detenerse y dejando un camino de besos, hasta que se encontró frente a esas dos maravillas que la itako tenía por pechos.
Anna no pudo evitar gemir sonoramente; ese chico lamía, mordía y succionaba sus senos, enredando la lengua en los pequeños pezones, la volvía loca, ni siquiera pudo abrir los ojos, los escalofríos la recorrían entera haciéndola gemir sin cansancio y resignarse a oprimir con fuerza las sábanas mientras Hao se deleitaba con ella.
Pronto, el muchacho abandonó los adoloridos pechos de Kyouyama, siguiendo con el recorrido que sus labios pretendían dar por aquel cuerpo lleno de curvas.
Cuando llegó a la intimidad de la mujer, le separó las piernas mientras se saboreaba los labios... estaba a punto de darse un festín...
Lanzándose de inmediato a probar las mieles de la mujer, hundió la cara entre las piernas de la rubia, devorando su sexo e introduciendo la lengua de forma casi desquiciada.
Ella intentó reprimirse, pero no pudo...
* Aaahh, Ha-Hao !, esto, esto es maravillosooo !!... *
Sus palabras no podían describir mejor lo que sentía, el contacto de la lengua del aquel hombre en la parte más sensible de su cuerpo hizo que los escalofríos la recorrían sin control.
Arqueó la espalda, sus piernas temblaron y los gemidos se volvieron gritos; la rubia había sido sacudida por el primer orgasmo de la noche, el primero de su vida y que llegó cuando Hao succionó el hinchado clítoris de una Anna que se aferró a los largos cabellos del shaman, no deseaba que él se alejara de su sexo... lo necesitaba.
El moreno se recostó al lado de la sacerdotisa, siendo recibido en un débil abrazo mientras su rostro se llenaba de cortos besos de una chica que parecía no haber tenido suficiente.
* Annita, eres insaciable. *
Asakura mostró una lujuriosa sonrisa.
Claro que no había sido suficiente, Anna también tenía noches de inquietud, y a pesar de las intensas y lujuriosas atenciones del amo del fuego, ella aun no estaba totalmente satisfecha.
* ¿Estás lista, Anna?. *
Preguntó Hao, delineando los húmedos labios de la rubia, despojándose tranquilamente de cada una de sus ropas, mostrando su perfecto cuerpo y sobre todo... el grueso pene que erecto se alzaba, ansioso por penetrar a la mujer.
Anna mantenía la mirada sobre aquel miembro varonil; le atraía y deseaba enormemente tenerlo dentro suyo.
* Y-yo. . . yo nunca he estado con un hombre. *
Las palabras de la sacerdotisa no parecían ser una respuesta clara, aunque delataban perfectamente lo temerosa que estaba. Hao la observó con satisfacción, imaginaba que la rubia era virgen y escucharlo de ella misma hacía que la deseara aún más. La sintió temblar entre sus brazos cuando la sostuvo, acomodándose para penetrarla.
Con su mano, Hao tomó el miembro ya erecto, guiándolo a la cavidad femenina, moviendo circularmente la punta en la entrada, excitando y torturando a una chica que estaba desesperada por sentirlo dentro suyo.
Y lo hizo, la penetró lenta y suavemente...
* Aaahhh... Hao !... *
Anna suspiraba de placer, se sentía invadida, pero feliz.
El avance era lento y delicioso; el shaman estaba disfrutando de cada segundo, de cada centímetro que lograba adentrarse; en tanto la rubia sentía como las paredes vaginales se amoldaban al tamaño del miembro del shaman.
El joven de largos cabellos se adentraba sin problema, hasta que sintió una frágil y delgada barrera que le impedía llegar a una promesa de placer. Empezó a moverse despacio, sacaba completamente su pene y lo volvía a meter.
Sin esperar más, sin detenerse por Anna, se hundió en la vagina de la itako, rompiendo el himen y haciéndola sangrar ligeramente.
Las gemas negras de la rubia se tornaron blancas por la sorpresa. . .
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Sí, somos malas, decidimos cortar este capítulo y dividirlo en dos partes, por lo que este queda totalmente en, mmm suspenso.
Y Anna no se hizo rogar, ¿no?, bueno, siempre pensé que tarde o temprano tenía que sucumbir ante los encantos de Hao; yo lo hubiese hecho desde hace mucho 7w7 .
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 27 de Noviembre de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
|| Capítulo 4 ||
Las cosas que me haces hacer _C4_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: Las necesidades carnales pueden traer consecuencias graves... sobre todo si es con el chico equivocado.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 4 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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Se sentía incómoda y ligeramente adolorida; tenía dentro toda la hombría del shaman de fuego, un miembro que podía jurar de tamaño y fuerza mayor a lo que debía ser lo normal.
¿Quién sabe?, era su primera experiencia, pero de Hao podía esperarse todo... todo.
El joven de largos cabellos no dejaba de penetrarla con fuerza, con intensidad; entraba en el suave cuerpo de la sacerdotisa; era lento pero profundo.
Quería cumplir hasta el más mínimo deseo de la itako... él, en un principio solo quería satisfacer sus deseos con ella, solo usarla, disfrutar de su cuerpo y ya, pero ahora era distinto... Anna le importaba demasiado, ella y lo que sintiera por ser su primera vez.
La rubia era pura, digna de él... le había ofrecido su pureza y se le estaba entregando por completo.
* Ahh... Hao... *
Nunca había sentido aquello que sentía ahora, algo grande, ancho y duro estaba entrando por su vagina... Mantenía los ojos fuertemente cerrados, tratando de prolongar lo más posible la intensa sensación de placer, una sensación que era simplemente fantástica.
* ¿Te gusta?. *
Le preguntó curioso, mientras se adentraba más en el sexo de la itako.
Ésta vez no era lento, ni suave, sino brusco y desesperado, rápido y más profundo que en el comienzo... sus embestidas eran realmente desquiciadas, cómo solo él podía serlo.
La sacerdotisa ya no sentía ni el más mínimo dolor y esto facilitaba las cosas.
* Oh, sí... ¡ me encanta !. *
No podía sentirse mejor. Esto era lo que buscaba, lo que quería sentir... lo que quería que Yoh le diera, no Hao pero... no podía ser mejor.
* Pues... que bueno. *
Apenas dijo esto, con ambas manos tomó a la chica de las caderas.
* Prepárate Annita... prepárate para sentir... te daré todo el placer que querías y más. *
No se dijo más, con un brusco movimiento la penetró completamente, de nuevo hasta el fondo.
* Ahhh... HAO !!! *
Tal fue la potencia de la embestida que la chica se aferró al cuerpo de su amante y él, con una sonrisa de satisfacción en el rostro, siguió penetrándola con fuerza, arrancando gritos de placer de la excitada mujer, esos gritos que lo volvían loco y que lo incitaban a embestirla casi con brusquedad.
* Eso es solo una muestra, lo mejor aún no comienza. *
El joven de largos cabellos castaños sacó su gran y erecto pene de la vagina de la itako tan solo para volver a introducirlo fuertemente hasta el final, repitiendo esta acción tres veces, pocas pero bastaron para que la chica gimiera descontrolada a causa de los choques eléctricos que le provocaban las embestidas de ese hombre.
* Ahhh... esto es... ahhh, mmm !!. *
Un segundo orgasmo sacudió su fino cuerpo de mujer... era el segundo que le proporcionaba el candente muchacho. Sin duda estaba agotada y saciada, pero Hao, ese desquiciado shaman, aun no estaba satisfecho, aun no la disfrutaba como solo él podía hacerlo.
* ¿Ya te cansaste?, pero si esto apenas comienza. *
* No, espera... ahhh, eso... *
El joven comenzó con un rítmico mete y saca... entraba y salía brutalmente de la chica mientras ella gemía y se retorcía; era demasiado para ella.
Ese hombre tenía una resistencia increíble; Hao realmente no tenía intenciones de soltarla en toda la noche, sus movimientos eran bruscos y salvajes, más Anna, aun cansada, seguía disfrutando de un placer que Yoh seguramente nunca le daría.
* Ahhh... no te detengas, no lo hagas... ahhh !!. *
Eran las palabras de la rubia, casi gritos de ruego en medio de otro orgasmo.
* No lo haré... no hasta que... esté satisfecho. *
* Ahhhh, Hao... ya no puedo, ya no puedo más... ahhh !. *
* Claro que no... no te voy a soltar... además, aun no estás exhausta. *
* Nooo, espera... aaahhh !!. *
El muchacho seguía embistiéndola, ignorando que la joven mujer realmente no podía resistir debido al cansancio, mientras gotitas de blanco liquido escurrían por el pene del shaman que no dejaba su labor.
A estas alturas, con Anna agotada y al borde de perder el conocimiento gracias a tanto placer, el orgasmo para Hao parecía no llegar nunca, pero...
Anna decidió cooperar... empujándolo para quedar ella sobre él, una vez en posición, comenzó a mover sus caderas de arriba a abajo, siendo ayudada por su compañero porque ella ya estaba realmente cansada.
* Oh, Anna... eres temible, me encantas !... *
A pesar de haber perdido la virginidad hace escasos minutos, esa rubia mujer era muy buena, quizá no una maestra, pero era lo suficientemente diestra como para hacer que Hao gimiera a unos altos niveles de locura.
* Aahhh... *
Finalmente, Kyouyama fue atacada por otro orgasmo mucho más intenso que los anteriores, que la sacudió hasta hacerla caer rendida sobre el pecho desnudo de su amante, el cual seguía penetrándola un poco más hasta sentir que ya estaba a punto de sucumbir ante el placer y la excitación, y así fue... un orgasmo tan intenso que Hao tuvo que apretar los dientes con fuerza mientras dejaba que su semen llenara la vagina de la sacerdotisa.
La agitada respiración de esos amantes improvisados se fue normalizando poco a poco. Quedaron inmóviles por un momento, agotados, bañados en sudor.
Hao la abrazaba con fuerza en señal de propiedad, esa mujer era suya por derecho, ahora más que nunca, le pertenecía...
* Cumpliste tu promesa. *
Fue lo último que Anna pudo decir, estaba agotadísima y el sueño terminó por vencerla.
~*~
~*~
~*~
La luz del sol azotaba cruelmente sus negros ojos... la rubia había perdido la noción del tiempo. Ya había despertado, pero le costó mucho reconocer el lugar en donde estaba... ¿su cuarto?, no cabía duda de ello. Está acostada en su futon... desnuda, completamente desnuda.
A duras penas se sentó, estaba totalmente adolorida y sentía el cuerpo pesado... no tenía ni la menor idea de lo que había pasado.
A pesar de que le costaba ver, pudo distinguir que sobre una silla estaba su ropa muy bien doblada salvo su ropa interior que estaba hecha añicos.
Entonces, por fin recordó lo que había hecho aquella noche... de inmediato se sonrojó e imágenes de lo ocurrido atacaron su cabeza.
Recordaba todo, hasta el más mínimo detalle... todo el placer que había sentido.
Casi inconscientemente deslizó sus manos por su silueta desnuda, pasando por sus pechos hasta llegar a su vagina y, sin pensarlo siquiera, comenzó a acariciarse el clítoris.
Mientras lo hacía, suspiraba y hasta podía sentir al shaman de fuego tocándola nuevamente, con la misma intensidad de hace tan solo unas horas.
Sin finalizar.
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Creo que esta sería la personalidad sexual de Hao, vamos, el hombre es un sádico asesino, sexy perfeccionista que no perdió el tiempo en decirle a Anna que le gustaba. Y sin embargo no la trata con suavidad.
Definitivamente, la ternura no es lo suyo, pero igual me gustaría, después de todo, es Hao, y se vale soñar, ¿no? 7w7 .
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 27 de Noviembre de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 5 ||
Las cosas que me haces hacer... _C5_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: Las necesidades carnales pueden traer consecuencias graves... sobre todo si es con el chico equivocado.
Advertencia: Lemon (NFSW)
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Por: Maeda Ai
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.:: Capítulo 5 ::.
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Mantenía su vista fija en las manecillas del reloj... esperando.
Hace más de cuatro horas que la itako debió haberlo despertado para que cumpliera con sus obligaciones, sin embargo... Anna brillaba por su ausencia.
Se le hacía demasiado extraño; la curiosidad y la preocupación le carcomían el alma... tenía que averiguar la razón de la “ausencia” de su prometida, más el miedo y la vergüenza lo vencieron.
No se atrevía a ir en busca de Anna... SU Anna. Así que simplemente siguió contemplando el aparato colgado en la pared.
* Si se pasa de las dos, iré por ella. *
Yoh decía para sí, aunque no estaba muy seguro de poder hacerlo.
Sin importar nada, esperó e inconscientemente trató de encontrar alguna explicación... definitivamente no era normal que la itako se levantara a estas horas.
* Anoche todo estaba muy bien... no me explico. Pero, ahora que lo pienso, últimamente ha lucido algo tensa... ¿acaso es por mi culpa?. *
El joven Asakura estaba en lo correcto y es que la frustración de la rubia ya no la dejaba vivir... ni su dura máscara de hielo pudo ocultar su ansiedad, su loco deseo de pertenecerle a su inocente y hasta a veces estúpido prometido.
Iba bien encaminado... lo sentía, por ello comenzó a analizar hasta el más mínimo detalle.
* Anoche se comportaba mucho más dócil que de costumbre... ¡¡Anna!!. Es que el solo hecho de pensar en ti... *
Dejó su lugar junto a la mesa del comedor para acomodarse en el jardín.
El tiempo estaba perfecto, ni mucho calor ni mucho frío... todo era perfecto para que el joven shaman pudiera pensar con libertad y sin interrupciones.
Recordó su mirada... esos fríos ojos negros, que la noche anterior estaban nublados por las ansias, por el deseo... por lo nerviosa que estaba con tan solo tenerlo cerca.
Al pensar en su mirada y en todo lo que transmitía, el menor de los Asakura no pudo evitar que su imaginación volara...
Anna se había desarrollado mucho con el paso de los años; ahora era toda una mujer... una muy hermosa y atractiva por cierto.
Anchas caderas, perfectos pechos, estrecha cintura, suave y tersa piel, pequeños e incitadores labios... deseaba poder probar sus apetecibles labios así como la miel que derrochaban; deseaba poder tocarla, sentir cada una de sus curvas.
Los ojos de Yoh se cerraron mientras pequeños escalofríos recorrían su cuerpo. La deseaba y mucho... tenerla tan cerca pero tan lejos a la vez.
La imagen de SU Anna... con sus cortos y ajustados vestidos que mostraban gran parte de sus perfectas y firmes piernas. Maldecía a los vestidos... lo único que hacían era aumentar su deseo por ella.
Lo único que podía superar su deseo era todo lo que la amaba... un amor loco que lo torturaba, que lo mataba día a día, haciendo de sus días una deliciosa agonía.
Tal vez si tuviera el valor de confesarle sus sentimientos a la itako, no sufriría ahora, pero es que el miedo que le tenía lo hacía desistir de cualquier posible intento. Le aterraba la idea de que ella fuera más cruel y se cerrara aún más.
Y es que la vida al lado de la rubia era una dulce y dolorosa condena... ver pero no poder tocar, desear pero no poder satisfacer...
* Anna... te amo. *
Murmuró, tan sumergido en sus pensamientos que ni siquiera notó la hora que indicaba el reloj.
~*~
~*~
~*~
No sabía cuántas horas habían pasado después de que el amo del fuego la dejó en su habitación... no lo sabía aunque eso era lo que menos le importaba; tenía infinidad de cosas en su mente, momentos que necesitaba recordar... revivir.
¿Cómo había llegado a tanto?. Jamás pensó que su gran necesidad de sentirse amada llegase a tanto como para ser saciada con él... no lo comprendía, pero de lo que sí estaba segura era de que no se arrepentía de nada, al contrario. Estaba más que satisfecha con su decisión.
Habían pasado varias horas, aun así, lo recordaba todo a la perfección. Cada caricia, cada beso, cada orgasmo que él le dio... todo. Suspiraba incansablemente y de pronto, la necesidad de estar con el mayor de los Asakura se hizo presente.
¿Cómo era posible que comenzara a necesitarlo a tan solo pocas horas de haberle dejado?.
Eran tantos sentimientos y emociones que atacaban su corazón que olvidó por completo su responsabilidad y obligaciones con cierto shaman.
Dirigió su negra mirada a un reloj que descansaba tranquilamente en el tocador...
* Las dos... rayos. *
Murmuró y por fuerza mayor tuvo que abandonar su suave y cálido lecho, junto con todos su recuerdos. De mala gana se dirigió a su armario en busca de algo con que vestirse, pasando inevitablemente frente al espejo.
Se observó complacida en él. Nunca antes le había agradado su reflejo y esta vez le encantó.
Por primera vez pudo sentirse conforme con su cuerpo. ¿Acaso se sentía así por la increíble noche con Hao?.
Deslizó sus suaves manos a por todo su cuerpo, notando horrorizada unas pequeñas, pero intensas, marcas rojas adornando su piel.
* ¡¿Cómo pudo...?!. *
Murmuró molesta aunque bastante orgullosa al saberse la mujer de Hao Asakura.
Con algo de trabajo encontró las prendas que ocultarían las “horrorosas” marcas de su cuerpo; un sweater negro de cuello alto sin mangas y una falda del mismo color para completar su atuendo.
Se peinó con cuidado y ató su largo cabello dorado en una coleta. Era tan suave... ¿por qué nunca lo había notado?.
Se echó un último vistazo al espejo; todo estaba en su lugar, las marcas no se veían... nadie notaría nada.
Una vez segura de que no levantaría sospechas, salió de su cuarto dispuesta a todo y por supuesto... a enfrentar a su prometido.
Bajó las escaleras y silenciosamente entró en el comedor.
Allí estaba él... le vio sentado en una silla y apoyado en la mesa, ya había terminado sus labores sin la necesidad de que ella tuviese que regañarlo. Había cumplido correctamente con todas sus obligaciones pero... algo llamó su atención: ¿por qué el shaman no notó su presencia?.
Se veía más pensativo de lo normal... ¿qué le estaba pasando?.
* Yoh?. * _Le llamó desde su lugar en el umbral de la puerta pero no tuvo respuesta, es más, él ni siquiera la había escuchado._ * ¡Yoh!. *
Elevó el tono de voz lo suficiente para sacar al moreno de sus reflexiones y para hacerlo caer por el susto que la sacerdotisa le dio. Cayó pesadamente en el suelo, dándose un fuerte golpe.
* Buenas tardes, Annita. *
Saludó al momento que se sobaba el lugar que se golpeó.
* Buenas tardes... me muero de hambre. *
* Te serviré de inmediato. *
Dicho esto, Yoh corrió seguida a la cocina para servirle los alimentos a su prometida. Algo no le gustaba, tenía un mal presentimiento.
* Aquí tienes. *
El moreno puso la comida frente a la itako, luego, y sin importarle mucho el ser recriminado, se sentó frente a la rubia para contemplarla, para admirar su enorme belleza mientras comía.
Ella, ante esa mirada no pudo evitar sonrojarse, le ponía muy nerviosa que su prometido le mirase así.
* ¿Qué?. *
Preguntó fríamente, como si le molestase de sobremanera el sentirse observada.
* No es nada. *
* Si es así... deja de mirarme como un idiota. *
Antes de que pudiese pensar en algo que decir ya lo había insultado... tal como ya muchas veces había ocurrido. Se maldijo un par de veces antes de volver a comer, sintiéndose incluso un poco culpable de la distancia de su amado Yoh. Pero él, seguía con sus ojos clavados en ella.
* ¿Qué tanto me ves?. *
Insistió. Esto ya la estaba hartando, no solo era el hecho de que le ponía nerviosa, sabía que estaba sonrojada... si no también porque odiaba que la miraran tan fijamente... no lo soportaba. Pero por alguna razón esto último ya no importaba.
* Eres muy hermosa, ¿sabes?. *
El shaman habló espontáneamente, sin siquiera darse cuenta de lo que decía.
* ¿Qué?. *
Yoh pareció salir de su trance y fue ahí cuando notó que ese pequeño comentario no lo había pensado, sino que lo había dicho en voz alta y peor aún... en presencia de Anna.
* Oh !, lo siento, Annita, yo. . . *
El moreno trató de disculparse, más terminó por salir apresuradamente del comedor.
Estaba tan embobado admirando a la rubia que ya no tenía control sobre sus propias palabras. Debía retirase o terminaría diciendo cualquier estupidez.
La itako palideció. Ese día, Yoh no se comportaba como de costumbre, tal vez estaba enfermo o algo.
O quizás era ella, que estaba tan feliz por todas las cosas nuevas que sintió la noche anterior, que todo lo veía con otros ojos.
* Estás enloqueciendo... *
Se dijo a sí misma en un murmullo y se concentró en terminar su comida... tenía varias cosas más que hacer.
Por otro lado, un joven moreno de castaños cabellos golpeaba con una profunda ira el muro del jardín. Era algo inusual en él pero que no quería decir que no tuviera... esto se le escapaba de las manos.
* Soy un idiota. * _Se reclamaba a sí mismo mientas azotaba sus puños contra el duro concreto._ * Le dije que era hermosa. *
Se quedó estático. El último golpe le había dolido.
* Podría haberme matado de inmediato pero... no lo hizo. *
Paró en seco. A la rubia no le hubiese costado nada golpearlo o aventarle algo en la cara porque lo había escuchado claramente... entonces, ¿por qué no lo hizo?.
* Quizás... *
Tal vez tendría una oportunidad... debía decírselo, tarde o temprano lo haría de todas formas, pero ahora que sabía que tenía una pequeñísima oportunidad... si era rechazado, tal vez no recibiría un fuerte golpe de respuesta.
* Lo haré, se lo diré. *
Decidió aunque más que nada sonaba a reto. Estaba decidido a hacerlo... si no lo hacía ya... algo en su corazón le decía que la perdería para siempre.
* Yoh. *
El moreno sintió que una femenina y familiar voz le llamaba. Volteó para ver a su prometida, quien lucía algo preocupada... preocupada por él.
* Anna !. *
Murmuró y se volteó completamente para verla.
* ¿Qué es lo que te pasa?, estás demasiado extraño... más que de costumbre. *
Acusó. Ella sí que lo conocía bien, detectaba hasta el más mínimo cambio en el comportamiento de su prometido, del hombre a quien amaba.
* Es que...Anna, yo... *
Sin finalizar.
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En este capítulo no hubo lemon, pero era una situación necesaria para avanzar en la historia; pretendo que el siguiente capitulo sí tenga lemon 7w7 .
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 27 de Noviembre de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 6 ||
Las cosas que me haces hacer... _C6_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: Las necesidades carnales pueden traer consecuencias graves... sobre todo si es con el chico equivocado.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
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.:: Capítulo 6 ::.
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* Yoh. *
Sintió que una femenina voz le llamaba. Volteó para ver a Anna... lucía algo preocupada, preocupada por él.
Él murmuró su nombre y se volteó completamente para verla.
* ¿Qué es lo que te pasa?, estás demasiado extraño... más que de costumbre. *
Ella sí que lo conocía bien, detectaba hasta el más mínimo cambio en el comportamiento de su prometido, del hombre a quien amaba.
* Es que, Anna, yo... *
El shaman no pudo seguir, su prometida se lo había impedido.
Así nada más, se acercó rápidamente a él, eliminando la distancia que había entre ellos. Los negros ojos de la itako brillaban intensamente, una mezcla de emociones y sentimientos que a Yoh le costaba descifrar... amor, deseo, lujuria, pasión, eran muchas emociones las que Anna experimentaba en ese momento.
Y no entendió muy bien porque, solo lo besó; un impulso que la hizo unir sus labios a los del joven de castaños cabellos, quien todavía no se recuperaba de la tremenda sorpresa que se llevó al sentir los cálidos y húmedos labios de la rubia presionando contra los suyos, invitándolo a beber de ellos.
Se separaron lentamente después de unos cuantos segundos, justo cuando Asakura comenzaba a reaccionar y disfrutar de esto, devolviendo la caricia. Y se miraron...
Anna se sorprendió de sí misma al ver hasta donde había llegado.
“Pensar que no estaba dispuesta a ser yo quien diese el primer paso, y ahora...”
Meditaba, intentando encontrar una razón para lo que acaba de hacer.
¿Sería acaso la reciente experiencia con Hao?; el sentirse y saberse una mujer tremendamente atractiva, tenía tanta seguridad, sabía que si Hao no se había resistido a ella, mucho menos Yoh.
Además, estaba completamente segura de que con el menor de los gemelos tendría que esperar años y ya no podía esperar más.
Se desconocía a sí misma, cuando despertó, deseaba con ansiedad volver a estar con Hao, CON HAO, lo necesitaba, a él, al amo del fuego... creía que Yoh había quedado atrás y ahora lo está seduciendo.
Seguramente era el despertar de sus ardientes deseos por un hombre... ¿era eso?, ¿solo quería estar con un hombre?, ¿el que fuera?… Anna se aterró, de pronto en su consciencia se sentía como una cualquiera que solo ansía tener un macho dentro de ella. O quizás, simplemente, el hecho de saber que Yoh la considera “hermosa” le dio valor, eso y el amor que quizás aún tiene por él.
“No lo sé, no lo sé, no lo sé. Yo solo... quiero estar con él, ahora.”
Entonces, en ese momento, Anna dejó de buscar una razón para desear estar con Yoh, solo tenía claro que “quería” y ya.
Así, volvió a probar los labios del shaman, que aunque lento y hasta un poco torpe, le correspondió lleno de felicidad.
El corazón del muchacho latía descontrolado; la amaba y si Anna hacía esto entonces... ella también debía amarlo.
Entonces, la sacerdotisa tomó la mano de su prometido y comenzó a caminar en dirección a su recamara; él, que aún no comprendía la actitud de la itako, se sorprendió cuando ella deslizó la puerta de su habitación y lo invitó a entrar; una vez dentro, ella volvió a deslizar la puerta.
Se miraron por unos segundos; los rayitos de sol que entraban por la ventana hacían brillar su dorado cabello, esa hermosa imagen solo podía ser la de una diosa.
Y así como así, sin mediar más palabras entre ellos, Anna comenzó a despojarse de sus ropas, luciendo un lindo sostén negro de finos encajes y unas pequeñas bragas del mismo color.
* Annita!!, ¿q-qué, qué haces?. *
* ¿Qué?, ¿no es obvio?. . . quiero estar contigo. *
Yoh se quedó boquiabierto, tanto por la respuesta de la itako, como por lo que sus sorprendidos ojos podían ver.
El cuerpo de esa mujer era un montón de finas y bien marcadas curvas; Yoh no supo porque, pero le pareció que la temperatura en la habitación de pronto había aumentado.
El shaman no fue capaz de mover un solo músculo, estaba allí, de pie, admirando el perfecto cuerpo de una hermosa Anna que para entonces lo había atrapado entre sus brazos, besándolo con tremenda pasión mientras sus ansiosas manos intentaban deshacerse de la camisa del shaman.
Cuando la lujuria y el instinto pudieron vencer la tranquilidad de Asakura, este deslizó sus temblorosas manos por la figura femenina, delineando las finas curvas que ya lo estaban volviendo loco de amor y deseo.
Quizá las cosas sucedieron demasiado rápido y esto lo confundía, pero...
* Al diablo... *
Susurró entre dientes, aferrándose a su bella prometida.
No quería pensar, no quería esperar, la amaba y ésta era la oportunidad para demostrarle cuanto y también liberar todas esas ansias que de ella tenía.
Así, Yoh dejó que su instinto se encargase de la situación, después de todo, él nunca había estado con una chica; su único temor era no poder satisfacerla, o peor aun, lastimarla.
“Después de todo, también es la primera vez para ella...”
Pensó el shaman, sin saber cuán equivocado estaba.
Se dejaron caer sobre el futon, ella sobre él, cómo si quisiera dominarlo, y de hecho así era. Seguramente era su carácter el que la hacía buscar el control, pero más fuerte que su carácter, eran la excitación y la lujuria que recorrían su cuerpo, sus venas.
Por su parte, el castaño deslizaba sus manos más allá de la espalda de la itako, en aquel par de dibujos bien proporcionados, acariciándolos circularmente.
Yoh jadeó al sentir la cálida mano de la itako desaparecer dentro de sus pantalones, buscando su miembro... encontrándolo.
La verga del shaman se irguió al instante, bastando una sola caricia de su prometida para que se excitara a tal grado.
* ¿Te gusta?. Yo sé que esto te va a gustar aún más... *
Apenas dijo esto, Anna se desabrochó el sostén, dejando que este cayera, mostrando aquel par de senos desnudos adornados por dos sonrosados pezones, ya duros por la propia excitación de la mujer. Aquella era una escena realmente bella y sobre todo excitante, tal como dijo la itako, era una visión que al shaman simplemente le encantó.
* Eres... tan hermosa !. *
Confesó el moreno, completamente embelesado con la figura de la chica.
Yoh alzó una de sus manos, alcanzando el pecho izquierdo de su prometida, rozándolo apenas levemente al principio y cubriéndolo completamente poco después.
Pronto la excitación lo empujó a aventurarse a palpar aquellas esferas que a él simplemente le parecían verdaderas obras de arte de la naturaleza.
Más no le bastó con estrujarlos una y otra vez; hundió el rostro entre los suaves pechos, besándolos, permitiendo que su lengua los lamiese tranquila y cariñosamente.
Y tan solo un par de suaves mordidas fueron suficientes para hacer gemir sonoramente a la sacerdotisa, quien se entretenía con enredar sus inquietas manos en el castaño cabello del Shaman King.
* Ahh, Yoh, Yoh !... *
Anna arqueó la espalda mientras liberaba suaves gemidos que entonaban el nombre de su nuevo amante, el cual se aferraba del pezón derecho, succionándolo, sin pretender liberarlo por un buen rato.
Todo esto era un sueño hermoso para Asakura, que ya totalmente desesperado por tener el cuerpo de su prometida, la despojó de la última prenda que cubría su hermoso cuerpo, admirando la total belleza que representaba la desnudez de su itako.
Por su parte, Yoh poco tardó en deshacerse de sus ropas, que quedaron olvidadas en algún lugar sobre el piso. . .
Se miraban atentamente, recorriéndose mutuamente los cuerpos.
Para Anna, que no era la primera vez que veía a un hombre desnudo, simplemente no pudo evitar comparar a Yoh con su amante anterior, con Hao... no había mucha diferencia, en especial por el hecho de que ambos son gemelos; los músculos de Yoh también estaban marcados.
“Y todo gracias a mí.”
Pensó la rubia con satisfacción; sus ojos aun sobre el shaman, clavándose en aquel pene que se erguía triunfante, mostrándose fuerte, delatando su impaciencia, ya totalmente listo para entrar en ella. Anna se saboreó los labios, deseosa de sentirlo en su interior.
En tanto Yoh, ahh. . .
El la veía excitado, sí, pero con sus ojos desbordando amor por ella. Su bella figura solo podía ser comparada con la de un ángel, o una diosa. Tan linda, tan perfecta... cuanto la amaba.
“Y se me está entregando por completo.”
Su mente y corazón no conocían la realidad de que aquella hermosa mujer, a pesar de ser su prometida, ya había estado entre los brazos de alguien más, que ella misma se le había entregado a otro hombre, a Hao Asakura, su propio hermano, su gemelo... un demonio.
Poco a poco, las manos del shaman comenzaron a moverse sobre los hombros de la mujer, formando delicadas caricias.
“Que cálida es la piel de Annita... me encanta.”
Los pensamientos de Yoh se concentraban solo en la rubia itako, que suspiraba agradada con la forma tan cuidadosa y delicada con que su prometido la tocaba.
“Se comporta conmigo como si estuviese hecha de cristal.”
Este pensamiento le divertía a la chica, aunque, debía admitir, que también la enternecía. La hacía sentirse especial, importante y querida.
El castaño llenó de besos el bello rostro de la rubia; deslizando sus labios por su cuello, poco tardó en llegar hasta los firmes senos de Anna, que jadeó complacida al sentir como su compañero paseaba libremente su boca de un pecho al otro, oprimiendo suavemente con la mano uno de los sonrosados pezones, mientras, con cierta dulzura, lamía y succionaba el otro.
* Oh, Yoh, Yoh !!... *
A Anna se le iba la voz, llamando a su nuevo amante.
No podía creer que Yoh, con tanta tranquilidad, además de sus besos y caricias que más allá de la lujuria, venían cargados de ternura y amor, la estuviese llenando de placer.
Era tan distinto al salvajismo de Hao, pero le gustaba, le gustaba mucho.
A estas alturas, el menor de los Asakura recorría a su entero gusto las suaves piernas de la itako, comprobando que el calor de su cuerpo quemaba al tacto. El moreno sonrió, la verdad es que él mismo ya no soportaba la temperatura de su propio cuerpo, que le exigía cada vez más de aquella hermosa criatura que él tenía por prometida, cuyo cuerpo yacía bajo el propio, dispuesta a entregarse, por fin, a aquel hombre que tantas noches añoró.
Llegó un momento en que la excitación llevó al shaman a deslizar sus manos entre las piernas de la sacerdotisa, buscando la entrada de su sexo.
* Mmm, Yoh !. *
Suaves gemidos escaparon de la dulce boca de Anna, quien cerró los ojos y arqueó la espalda al sentir los dedos traviesos e intrusos de su prometido, masajeando su vulva.
Era agradable, sí, pero para Kyouyama simplemente ya no era suficiente la forma tan lenta en que Yoh la hacía gozar, no es que no lo disfrutara, es solo que para ella, que soñó por tanto tiempo con esto, le parecía una tortura lenta y cruel que todo sucediese tan pausadamente.
La itako no pudo más y empujó al castaño, que cayó de espaldas sobre el futon, mirándola confundido. Y la rubia, que pretendía llevar a cabo la excitante idea que cruzó su “perversa” mentecilla, le sonrió traviesamente al shaman.
* Ahora me toca a mí. *
Murmuró muy suave antes de besar sus labios con furor, recorriendo aquel cuerpo varonil marcado por fuertes músculos, donde ella posaba sus labios, lamiéndolo y hasta mordiéndolo suavemente. Ese hombre era suyo y de nadie más.
Bajó poco a poco por el cuerpo del castaño, deleitándose con los roncos gemidos que él le regalaba, hasta que...
* Mmm, Yoh, no sabía que fueras tan... potente. *
Le dijo ella, mirando de cerca el erecto pene del moreno.
Le parecía tan grande, grueso y las venas que se marcaban en toda su longitud, llenándolo de fuerza y vigor, era una visión que excitaba todavía más a Anna, que no reparó en saborearse los labios. Y el simple hecho de pensar que ella era y es el motivo por el cual aquel pedazo de carne se levantaba al aire, la hacía gozar.
Le hubiese gustado torturar un poco al castaño, pero la verdad es que ella misma ya no podía soportarlo.
Así, lamió lentamente la totalidad de aquel instrumento de placer, causando verdaderos estragos en el rey shaman, cuyas pupilas se habían tornado descoloridas y apretaba con fuerza los dientes, pues el placer que su Annita le hacía sentir era tal, que pegó su espalda totalmente al futon, entregado a la deliciosa estimulación de la rubia.
Y hubiese eyaculando en ese mismo instante y con la simple caricia de la lengua de la sacerdotisa, pero él quería más, mucho más.
Luego, Yoh pudo sentir como una de las manos de la joven rubia acariciaba y estrujaba suavemente sus testículos, en un ritmo que cada vez se volvía más brusco y rápido que solo lo excitaba más y más.
Anna masajeaba el miembro, desde la base hasta la punta, consciente de que el moreno estaba disfrutando como nunca en su vida, pues se retorcía con los toques que ella le daba.
La sintió detenerse y creyó que aquel juego había terminado, más aquel pensamiento se desvaneció cuando sintió nuevamente los labios de la chica besar la punta de su pene para luego llevárselo a la boca, como si quisiese devorarlo, más lamiéndolo y succionándolo, disfrutando de los entrecortados gemidos de su amante, que acariciaba los dorados cabellos de la itako, despeinándola aún más.
Pero aquella delicia poco duró, porque el mismo Yoh empujó levemente a Kyouyama, alejándola de su pene y recostándola sobre el futon.
* Lo siento, Annita... * _La estrechaba con fuerza mientras le hablaba con agitación._ * Pero ya no puedo más. *
* Vaya, Yoh, al parecer eres mucho más apasionado de lo que imaginaba... ¡ hazlo !. *
Anna, totalmente de acuerdo con su prometido, le sonrió de forma traviesa antes de que volviesen a besarse con hambre de ellos mismos.
Más algo parecía detener al shaman, que entre los tantos besos, le dijo...
* Anna, es que yo... *
* ¿Qué pasa?, ¿qué te detiene?. *
* N-no quiero lastimarte. *
Las pupilas de la sacerdotisa se destiñeron al escucharlo decir aquello. Comenzó a temblar ligeramente; sus recuerdos y pensamientos se mezclaron formando un verdadero caos en su mente.
Se sentía ligeramente culpable, pero sabía que no debía decírselo a Yoh, no...
“Me odiaría, además...”
No tiene mucha importancia, fue solamente una noche, solo una...
* Descuida, no lo harás. *
Con estas palabras, la itako besó apasionadamente al shaman mientras separaba sus largas piernas y las cruzaba alrededor de la espalda de su compañero, acomodándose para que el pene apuntara directo a la entrada de su vagina.
Así, Anna comenzó a moverse suavemente, creando fricción entre ambos sexos, un exquisito roce que terminó por desquiciar al muchacho.
Loco de amor y deseo, Yoh empujó suavemente su miembro, entrando poco a poco en el sexo de la rubia, que jadeaba y formaba un arco con la espalda según se iba deslizando la hombría de su amante en ella.
* Anna, Anna !... *
Murmuraba el shaman, mientras la besaba con verdadera pasión.
Gimiendo su nombre, porque para él, ahora no había nada más que la mujer entre sus brazos.
Las manos de la sacerdotisa se aferraban a la fuerte figura del moreno, acariciando con toques de suavidad y ternura la espalda de este.
Y lo que al principio fue un lento y cuidadoso avance al interior del sexo de la mujer, poco a poco se volvió un ir y venir desesperado de las caderas de ambos, en especial de Yoh, que gozaba casi desquiciadamente de la forma en que la piel interna de la itako abrazaba su miembro cada vez que entraba y salía.
De esta forma, el muchacho no tardó mucho en lograr que su verga estuviese totalmente clavada en la vagina de Anna, incluso sus testículos se pegaban constantemente a la línea que separaba las piernas de la rubia mujer.
* Yoh, Yoh !... *
Para ese entonces, la chica lanzó un gemido cuyo tono, a pesar de denotar el placer que la recorría, también traía consigo un dejo de dolor ante el nuevo intruso en su cuerpo.
No era para menos, apenas la noche anterior había recibido dentro suyo a la imponente verga de Hao Asakura, y ahora Yoh la penetraba con una fuerza similar a la de aquel demonio. Y su cuerpo, que aún no se acostumbraba por completo a las delicias del sexo, comenzaba a amoldarse al tamaño y grosor del pene del shaman.
Yoh notó la incomodidad que reflejaba el lindo rostro de su prometida, y no dudó en detenerse, preocupado por ella.
* ¿Te lastimé?, lo s-sien... *
* Shuu, está bien, no te detengas. *
La itako acariciaba suavemente la mejilla derecha del moreno, mientras le regalaba una tierna sonrisa, e Yoh, que adoraba las sensaciones que experimentaba al unir su cuerpo al de Anna, no esperó para reiniciar con aquellas embestidas, aunque ahora con mucha más delicadeza que antes. Por eso, ahora que volvía a penetrarla, lo hacía con cuidado, como si ella fuese de cristal.
* Te amo, te amo !... *
Lo escuchó decir varias veces, en medio del delirio de amor que vivían.
Ella lo abrazó con fuerza; en su corazón, sabía que esto no era justo para Yoh, pero ahora no podía pensar en otro que no fuera él, en nadie.
Las caricias y besos parecían no terminarse.
Sus manos se entrelazaron, apretándolas con fuerza; esto era maravillosamente intenso, ambos haciéndose el amor hasta el cansancio.
Para Yoh sería el recuerdo más hermoso que pudiese tener y lo mejor de todo es que esto aun no terminaba.
La respiración de ambos se tornó más agitada, mientras las caderas de los amantes se movían de abajo hacia arriba, llevándolos hasta el mismísimo cielo, perdidos en su mundo de placer.
Después, Yoh aumentó la fuerza y velocidad de su penetración y Anna ya no pudo más. Comenzó a sentir como su vagina comenzaba a apretar deliciosamente el pene del castaño, reteniéndolo ahí, como si lo estuviese exprimiendo.
* Y-Yoh, aaahh !... aaahhh !!. *
Anna gimió sin reserva, retorciéndose sobre el futon al sentir como su cuerpo era invadido por una electricidad y un placer que la habían complacido completa y agotadoramente.
Poco después, el shaman lanzó un profundo gemido placentero, mucho mayor que los anteriores y que seguramente se escuchó por toda la pensión.
Sus piernas temblaron ante una especie de descarga eléctrica que se deslizó por todo el cuerpo de Asakura, al sentir como los músculos internos de su chica se contraían, abrazándole con fuerza el pene.
Un líquido perleado salió del miembro del muchacho, alojándose en el cuerpo de la sacerdotisa. Al sentir esto, ambos jóvenes, con los ojos cerrados, dieron un largo suspiro que delataba cuan intensamente se habían amado.
Con sus cuerpos aun unidos, volvieron a abrazarse y a besarse con verdadero cariño, mientras se recuperaban de su orgasmo. Unos minutos después, su respiración se había normalizado ya.
Yoh la miraba detalladamente, sonriéndole con cariño y ternura, como solo él sabía hacerlo. Ella, no pudo evitar contagiarse de la felicidad del shaman e igual le sonrió sutilmente antes de darle un pequeño beso y refugiarse en sus brazos.
* Anna... *
* Mmm... *
* Te amo muchísimo !. *
La itako guardó silencio.
No hace mucho, ella le hubiese respondido que igual lo amaba, o incluso, ella misma le hubiera hecho aquella confesión sin necesidad de escucharlo primero del Shaman King, pero ahora...
“No estoy segura, ya ni sé lo que siento... creo que algo en mi cambió y no sé qué es...”
* Y-yo también. *
Le dijo ella finalmente, no muy convencida de sus palabras. No quería pensar más en ese asunto.
Así, se abrazó con fuerza al castaño, el cual deslizaba suavemente sus manos por toda su blanca piel, quedando dormida al poco rato, sobre el cuerpo del que fuera su amante de esta noche, mientras su propio cuerpo, desnudo, era cobijado por los brazos del segundo Asakura de esta generación.
Una sonrisa de felicidad adornaba el rostro del moreno, quien en su mente, agradecía infinitamente que Anna lo hubiese escogido a él y a ningún otro.
“Mañana se lo diré a Annita.”
Fue el último pensamiento del shaman, antes de quedar profundamente dormido entre los brazos de la mujer que tanto amaba.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Mucha pasión, mucho amor, y por supuesto... confusión.
Anna no puede evitar compararlos, yo no la culpo, ambos tienen algo que la hace desearlos; no te preocupes, Anna, quédate con los dos. ^¬^.
Por cierto, este capítulo tenía unos cuantos párrafos más, pero los incluí en el siguiente, creo que así queda mejor ^0^ '.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 27 de Noviembre de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
|| Capítulo 7 ||
Las cosas que me haces hacer... _C7_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: Las necesidades carnales pueden traer consecuencias graves... sobre todo si es con el chico equivocado.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 7 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
En algún lugar del inmenso mundo, recostado sobre el frío césped, Hao Asakura mantenía sus provocativos ojos fijos sobre el cielo aun entintado en azul.
Su sonrisa tranquila y traviesa adornándole el rostro, esa expresión que hizo y hacía estremecer a más de una chica... y era precisamente una mujer la que ocupaba sus pensamientos.
* Itako no Anna. *
Tan peligrosamente bella, irresistiblemente hermosa, así era Anna Kyouyama.
Más hermosa que los ángeles, fría y cruel como el peor de los demonios... como él.
De belleza simple y sencilla, era una mujer al natural. Ningún color artificial cubría la pálida piel de su rostro; brillantes gemas negras tenía por ojos, fríos y calculadores, sí, pero capaces de arder bajo las llamas de la pasión, su pasión, su fuego.
Dorados eran sus cabellos, cabellos que se mecían sensualmente con el viento...
* Dorados como el sol. *
Finas y sutiles curvas daban forma a su frágil silueta femenina; blanca era su piel, tan blanca como la nieve, pero no fría, no... era cálida, lo más suave y sublime que sus manos hayan tocado, lo más cálido, lo más delicado.
Sus dos pequeños senos eran coronados por un par de aureolas de un tentador color rosa; blandos, de tamaño adecuado como para ser cubiertos por cada uno de sus puños, simplemente perfectos.
Un sutil aroma superficial cubría su cuerpo, más por debajo de éste se escondía la fragancia exquisita de su desnudez, incitadora, deliciosa... el shaman de fuego podría perderse por completo, dejarse envolver por su aroma y permanecer así por la eternidad.
Y finalmente, la virtud más extraña que poseía esa mujer, poseía, porque Hao Asakura se encargó de robársela... Anna era pura como pocas, como ninguna que hubiese yacido entre sus brazos.
* La única realmente digna de estar a mi lado... la única. *
Un profundo suspiro inundó el ambiente, las palabras de Hao no eran más que producto del recuerdo de la noche en que hizo suya a la única mujer que realmente merecía serlo, y la única que en verdad lo era en toda la extensión de la palabra.
¡Suya!, porque no había sido tocada por ningún otro; suya, porque ella misma se le había entregado completamente; suya, porque la deseaba, estaba loco por ella y no permitiría que Yoh o cualquier otro hombre se atreviese a tocarla; suya, porque gracias a esa mujer, por primera vez experimentaba la sensación de los celos; suya porque haberle hecho el amor le daba ese derecho... suya, solo suya.
Entonces, de forma inesperada, el shaman de fuego se percató de la excitación en su cuerpo, excitación que surgió tan solo por pensar en esa mujer... un ángel caído del cielo, o tal vez, el demonio más hermoso.
* Anna... no lo entiendo, ninguna mujer me había hecho disfrutar tanto del sexo, como tú lo hiciste. *
Tenía enfermizos deseos de sentir la suavidad de su piel, besar sus lindos labios hasta saciarse con su dulce sabor; verse a sí mismo envuelto entre los brazos de la rubia; escuchar sus gemidos de placer, sus gritos que le pedían más y más; ser retenido por sus piernas al rededor de su cintura, hundir su pene en aquel cuerpo femenino, tan frágil, tan fuerte... que irónico.
* Esa mujer... la deseo !. *
Hao se saboreó los labios.
El calor invadía su cuerpo y no podía sacarse a la rubia itako de la cabeza, no podía, no quería.
Cerró los ojos, aun pensando en ella, recordaba la noche en que prometió darle placer, esa noche Anna no fue la única en deleitarse con sensaciones nuevas para su cuerpo, el shaman de fuego disfrutó como nunca, como si fuese la última noche de su vida.
Cada caricia, cada beso, cada suspiro... recordarlos lo hacían vibrar y no era para menos, sentir la calidez de su cuerpo...
* ¡ Ahh, qué sensación tan maravillosa !. *
El éxtasis fue tan intenso, que creyó haberse elevado hasta el cielo tan solo para caer de golpe y descubrirse aun en la tierra.
Solo quería divertirse, satisfacer sus deseos y necesidades carnales, que, como todo hombre, él también poseía; disfrutar de su cuerpo, placer físico era lo que buscaba, nada más...
* ¡ Nada más !... *
Pero el destino es tan impredecible.
Como hombre, él pretendía utilizarla, jugar con su cuerpo, saciarse y desecharla como a todas las demás mujeres que poseyó... ¡ qué estúpido !. Todas las mujeres con las que estuvo terminaron enamoradas de él, decían no poder vivir sin Hao, pero ella no.
* Y ahora estoy aquí, tratando de sacarte de mi cabeza, ¡ maldita mujer !. *
¿Quién iba a pensar que el amo del fuego estaría obsesionado con el recuerdo de una noche, obsesionado con ese frágil cuerpo femenino, con su exquisito aroma, y no poder deshacerse del recuerdo de una simple mujer?.
Pero la itako no era cualquier chica, ninguna podría compararse con esa rubia, jamás. Y es que ella es diferente, es especial... es Anna.
* Es una diosa vestida de mujer. *
No podía más, ya no tenía caso negarlo... la necesitaba, a Anna, necesitaba besarla hasta cansar sus labios; tocarla hasta que sus manos no le respondieran más; penetrarla con demencia hasta hacerla llorar y gritar de infinito placer... necesitaba tenerla, sentirla, hacerla suya, pero más importante que eso. . .
* Refugiarme en su pecho mientras me abraza, escuchando el latir de su corazón; que sus suaves y dulces caricias tranquilicen a mi alma llena de maldad. *
Una cálida sensación quemaba su pecho desde el interior, obligando a su corazón a latir desesperado, agitado. Una palabra se formó en su mente, pero aceptarla equivaldría a rendirse, a resignarse y ponerse a los pies de esa perversa mujer.
La necesitaba, lo había comprendido; que la deseaba, ya no podía ocultarlo; que le obsesionaba su recuerdo y que estaba loco por ella, no tenía caso negarlo...
* Pero que la amo... ¡ es una estupidez !. *
Y sin embargo, Hao no pudo ganar la batalla interna que tenía consigo mismo.
Sin detenerse a meditarlo un poco más, invocó al espíritu de fuego y de un solo salto se posó sobre su mano. Si seguía analizando las emociones nuevas que lo invadían, podría arrepentirse y tratar inútilmente de olvidarla.
Quería verla, necesitaba estar con ella, retenerla entre sus brazos y enredarse en su cuerpo de nuevo.
El hombre que pretendía que su relación con la sacerdotisa fuese solo de una noche, ahora iba en su busca... porque no podía estar sin ella, sin su mujer...
* Sin mi Anna. *
~*~
~*~
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El shaman permanecía de pie entre las sombras, contemplando la escena.
Frunció el ceño; ella yacía, desnuda, sobre el cuerpo de aquel estúpido shaman que sonreía lleno de felicidad y, por supuesto, de satisfacción, después de hacer el amor con la mujer más hermosa y perfecta de la tierra, nada menos que la tremendamente bella, Anna Kyouyama.
Y sintió rabia, celos y aquella maldad que hacía arder a su alma.
* ¿Cómo pudiste hacerme esto, Anna?. *
Hao susurró entre dientes, poco antes de perder la cordura.
Estaba loco de celos y más que dispuesto a matar al maldito de Yoh Asakura, que se había atrevido a disfrutar de la mujer que le pertenecía a él y a nadie más. . .
La mujer de Hao Asakura.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Desde hacía mucho tiempo tenía la ambición de escribir acerca de como Hao se obsesiona con la rubia itako, y sinceramente el resultado no está tan mal ^^ '.
Para mi, ningún chico de ‘mankin’ puede resistirse a Anna Kyouyama, ni siquiera el propio Hao, después de todo, en el manga él mismo dijo que Anna sería su esposa y que sus intenciones... eran muy serias ^¬^.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 27 de Noviembre de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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|| Capítulo 8 ||
Las cosas que me haces hacer... _C8_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: Las necesidades carnales pueden traer consecuencias graves... sobre todo si es con el chico equivocado.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 8 ::.
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Un amplia sonrisa cruzaba el rostro del Shaman King, la mas fresca y radiante que pudiese expresar.
Estaba contento, no!, ¡increíblemente feliz!, pues apenas la noche anterior su prometida, su querida Annita por fin había sido suya. Habían hecho el amor de forma tal, que ya pasaba del medio día y él recién había despertado. Había quedado agotado, pero feliz y satisfecho.
Despertar y tenerla a ella entre sus brazos. . . Kami, no podía pedir nada más, la tenía a ella y eso significaba tenerlo todo, todo !.
Contemplándola mientras dormía, tuvo fuertes deseos de hacerla suya de nuevo, despertarla con sus besos, acariciarla con suavidad y ternura, y perder la razón amándola.
Pero ahí estaba él. . . preparando el desayuno mientras la rubia seguía atrapada en sus sueños.
No quiso despertarla.
““Sería mejor si la sorprendo con el desayuno en la cama””.
Pensó. Sí, eso y que ella lo mataría si él se atrevía a olvidarse de todos sus deberes tan solo por el hecho de haber pasado la noche juntos.
Pequeñas cascadas de lágrimas se deslizaban por las mejillas del shaman, al imaginar las torturas de su amada compañera. La conocía bastante bien, ¿quién podía conocerla mejor?, ¿quién?. . .
Y como si el destino lo hubiese escuchado, le mandó la respuesta. . .
Un poder espiritual se sintió de pronto, no !, simplemente aumentó para dejarse sentir de golpe. Era una presencia inconfundible, penetrante, fría y aterradora.
* ¡ Hao !. *
Yoh apenas fue capaz de pronunciar aquel nombre; sus pupilas desteñidas por la sorpresa. Se quedó inmóvil.
No, no podía ser. . . ¿es que acaso no había muerto?.
Pero lo que realmente lo aterró, fue que el poder del shaman de fuego provenía de la habitación donde estaba Anna. . .
* ¡ Maldición, no !. *
Desesperado, Yoh subió corriendo por las escaleras, oprimiendo con fuerza su Harusame.
No le gustó nada lo que vio al abrir la puerta. . .
* ¿Qué tal, hermanito?, tanto tiempo. . . *
El castaño de largos cabellos lo saludaba como si se tratase de una simple visita de cortesía.
Lo miraba con superioridad y una sonrisa burlona plasmada en el rostro, mientras sostenía a la rubia entre sus brazos.
* Suéltala !. *
Gritó el menor de los gemelos, desenvainando su espada; estaba asustado, pero iba a protegerla.
* No, no lo haré. Asakura. . . tienes algo que es mío. *
* Maldita sea, ¿aun quieres mi alma?. *
Hao sonrió divertido ante lo ciego que resultó ser su otra mitad.
¿Qué no era bastante claro?, o tenía que explicárselo con manzanitas?.
* Tu alma ya no me interesa... he venido por ella, por mi mujer... Anna es mía, la tuve entre mis brazos una noche antes que tu, hermanito. Fui su primer hombre, ¿no sabías?. *
* ¿Qué... qué dices?. *
Toda la ira que sintiese el Shaman King se vino abajo, siendo reemplazada por la confusión e incertidumbre.
Posó sus ojos en Anna. No, no, Hao no podía estar hablando en serio, quería provocarlo, solo eso. Pero al buscar la mirada de la itako, ésta seguía fija sobre el piso, incapaz de mantener el semblante en alto.
* Anna, ¿es eso verdad?, dime que no. *
Preguntó Yoh, más fue el silencio de la chica su única respuesta, mientras ella ocultaba sus ojos con los dorados cabellos que caían sobre su rostro.
* No puede ser. . . ¿por qué?. *
Hao lo miraba triunfante. Lo disfrutaba, oh sí, disfrutaba hacer sufrir a su hermano y más aun viéndolo derrotado.
* Bueno, ahora que todo está aclarado, Annita y yo nos tenemos que ir. *
* No te lo permitiré. * _El moreno de largos cabellos arqueó una ceja al escuchar las palabras del menor._ * No dejaré que te la lleves, Anna es mi prometida. *
* Lo siento mucho, pero no te estoy pidiendo permiso. *
Yoh apretó fuertemente los dientes, empuñando su espada.
No dejaría que él le hiciera daño a la sacerdotisa. Por ahora solo importaba que estuviese a salvo y a su lado, ya después vendrían las explicaciones.
Más apenas dio el grito de batalla, Hao desapareció en una estela de fuego, entre risas de victoria, llevándose a Anna con él.
Yoh cayó de rodillas sobre el piso.
Estaba confundido, todo su ser era una mezcla volátil de sentimientos encontrados. . . decepción, rabia, dolor y tristeza. Y por primera vez en su vida, no sabía que hacer.
~*~
~*~
~*~
* Eres un maldito bastardo !!. *
Fueron las palabras, casi gritos, que la rubia le dedicó al shaman de fuego, poco antes de impactar su mano en la mejilla izquierda del moreno.
Toda su ira y su dolor iban en ese golpe que para Hao no significó nada.
* ¿Ya te sientes mejor?. *
Preguntó él, curioso por saber si su compañera creía estar logrando algo con su comportamiento.
* ¿Por qué lo hiciste?. *
La voz de la itako sonó más tranquila, aunque su mirar seguía lleno de ira.
* ¿Por qué lo hice?, ¿por qué lo hice?. . . ¡¿por qué lo hiciste tu?!. *
Esta vez fue Hao el que perdió el control.
¿Cómo se atrevía a cuestionarlo en su proceder?. Ella no tenía ningún derecho a reclamar, no cuando el único afectado era él.
* Tu eres mía, Anna. ¿Por qué te entregaste a otro?. *
El moreno la sujetó fuertemente por los brazos, clavando sus oscuros ojos en los de ella, mirándola lleno de furia, decepción. . . dolor. En cambio, el semblante de la rubia era de sorpresa, mezclado con un inexplicable sentimiento de culpa.
* E-él es mi prometido, estábamos en nuestro derecho. *
Anna giró el rostro a un costado, como si su propia justificación no fuese suficiente, aun para ella.
* Tu eres mía !. . . y eso vale mas que un maldito compromiso. *
Hao la tomó por los cabellos, obligándola a mirarlo.
Había tristeza en los negros ojos de la sacerdotisa. Jamás quiso que las cosas llegaran a este punto. ¿Cómo hacerle entender a Hao?. . . que lo que tuvieron juntos, por muy intenso y hasta especial que haya sido, solo fue por un momento, solo eso.
No creyó que él fuese a encapricharse con ella.
* No es un capricho, no lo es. *
La voz del moreno sonó suave, un poco mas tranquilo por haber divagado en los pensamientos de la rubia mujer.
* ¿Qué, qué haces?. *
Anna se estremeció al sentir cómo los labios del shaman recorrían su cuello, mordiéndolo suavemente.
* Voy a borrarlo de tu cuerpo. *
* ¿Qué dices?. *
* Serás mía, ésta vez para siempre. *
Y la itako no supo si el estremecer de su cuerpo era por miedo o por emoción.
Cerró los ojos. . . no importaba.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
AAHHH !!. Después de años he vuelto. Pensé que abandonaría este proyecto.
Para que les miento, a mi me daba flojera continuarlo y sin embargo escribí unos cuantos capítulos, todo gracias a Asumi Asakura, quien revivió en mí la inspiración.
ARIGATOU, ASUMI-CHAN, SIN TI, ESTOS CAPÍTULOS NO SERÍAN POSIBLES.
Por cierto que este capítulo en especial fue inspiración de ella, pues me escribió sus ideas y yo dije. . . wow, es perfecto !.
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 27 de Noviembre de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 9 ||
Las cosas que me haces hacer... _C9_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: Las necesidades carnales pueden traer consecuencias graves... sobre todo si es con el chico equivocado.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
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.:: Capítulo 9 ::.
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* Ha-Hao, ¡ detente !. *
Le pedía la chica en un vano intento por no rendirse ante la ardiente pasión que este hombre despertaba en ella.
Pero el shaman de fuego no se detendría, oh no !, jamás. . . la necesitaba con locura y estaba realmente desesperado tanto así que no pudo esperar para colar sus ansiosas manos bajo el vestido de la joven itako.
* Ahhh, Hao. . . ¡ Hao !. *
Un gemido o un suspiro; Anna no hubiese podido diferenciar que fue lo que sus labios liberaron. Lo cierto es que el moreno la estaba llenando de placer.
En cuanto a las ropas de ambos, simplemente habían quedado olvidadas en el piso inerte; ¡no las necesitaban!, la cama ardía en llamas. . . de deseo, de gozo y pasión.
Asakura palpaba los senos perfectos de la rubia, cuyos pequeños pezones, ahora rígidos, lo invitaban al pecado.
Inclinándose sobre la joven, mientras la sujetaba posesiva y firmemente por la cintura, el castaño rodeó el pezón izquierdo con sus labios, quemando la delicada piel de la rubia. La llenaba de placer con cada beso, cada vez que su cálida lengua acariciaba la piel de su pecho y un poco más. . . succionando su duro pezón, cual niño buscando su alimento, encontrándolo. . .
Pues la lujuria y la excitación comenzaban a desbordarse de aquel shaman que no podía dejar de disfrutar del adorable cuerpo de la bella mujer atrapada bajo su pesado cuerpo.
Guiado por la incontrolable lujuria, Hao llenó de besos la suave y blanca piel de la itako, viajando por la totalidad de su figura, cada curva, cada pequeño rincón.
La recorrió con paciencia, tomándose todo el tiempo necesario para disfrutar de aquel cuerpo. Y precisamente sus labios terminaron en el sexo de la joven.
* No, Hao, ¡ no me hagas esto !. *
La desesperada voz de Anna se apagó apenas sintió como la lengua del moreno se deslizaba por sus pliegues íntimos, separándolos y lamiendo el clítoris que, hinchado, aceptaba esta pequeña travesura.
Kyouyama gimió complacida con el estremecimiento de placer que recorrió su columna, obligándola a arquearse y buscar un poco más de contacto con la lengua y los labios del shaman.
Todo el coraje, la ira que él le hizo sentir al entrometerse entre ella e Yoh. . . se había desvanecido, se le había olvidado.
Anna jadeaba, agitados suspiros escapaban de sus dulces labios. Este gozo era demasiado para resistirse y estaba segura de que disfrutaría del éxtasis, cuando la lengua del mayor de los Asakura se había alojado en su vagina, pero no !. . . el muy perverso abandonó su tarea justo antes de que la chica tocase la cima del placer.
Esto era frustrante.
* Tus lindos ojos me ruegan por continuar. . . creí que querías que me detuviera. *
* Canalla !. *
Hao rio ligeramente al escuchar los insultos de su joven amante.
Ésta era su “pequeña venganza” por haberle sido infiel.
Quería que le rogara por hacerla suya, que se arrepintiera, pero más que nada, demostrarle que él era mejor hombre, mucho mejor amante que su hermano.
Pero el mismo Hao no pudo resistir ya más.
““Es irónico. Quería que Anna terminase rendida ante mi, y soy yo el que doblega su voluntad, entregándome completamente a ella. . . pero la deseo con locura, la quiero para mi, la quiero. . .””
Hao sonrió poco antes de buscar los labios de la sacerdotisa y ahogarse en su dulce aliento, el placer que un simple beso de esta mujer le regalaba.
Y en verdad, no pudiendo resistir más, Hao tomó su lugar entre las piernas de Anna, un lugar que era solo suyo y de ningún otro. Y juró calcinar a aquel que se atreviese a aventurarse en el cuerpo de la itako.
El contacto piel con piel los quemaba, pero les gustaba a los dos, lo disfrutaban, lo deseaban.
Así, Hao guio su duro pene a la entrada de la vagina de su hermosa compañera, frotando su pene en aquella delgada línea que se abría para él, recibiéndolo cálida y dispuesta.
* Oh, Haooo !!. . . *
Un suave suspiro se escapó de los labios de Anna, mientras entrecerraba los ojos.
Solo había sido un leve empujón de las caderas del moreno, suficiente para introducir la gruesa punta de su miembro en la intimidad de la mujer.
El avance fue lento y hasta suave; Hao quería disfrutar al máximo de esto. Cada segundo, cada rincón de la sacerdotisa, cada suspiro suyo y, por supuesto, todas y cada una de las veces en que, entre gemidos, decía su nombre, pidiéndole que no se detuviera, pidiéndole más.
El ir y venir de sus caderas era delicioso y la sincronía entre sus cuerpos era simplemente perfecta.
““Por eso sé que ella es la única para mi””.
Pensó el shaman, para luego mecer las caderas de forma casi salvaje, fuerte y rápido, haciendo gritar a la itako por la mezcla de intenso dolor y placer que esto le provocaba.
Con una expresión llena de satisfacción y una sonrisa casi sádica, el shaman de fuego siguió penetrando a su bella amante, incansable e insaciable.
Entre jadeos le preguntó a la joven: ¿quién era el mejor haciéndole el amor, Yoh o él?.
Anna, llena de placer, no dudó en responder sincera. . .
* Tu, Hao. . . me llenas, me vuelves loca !. *
Complacido, el castaño suavizó sus embestidas, tan solo para besar incansable a su mujer.
La adoraba, y así tuviese que encerrarla, tenerla prisionera, sería suya.
La lujuria y la excitación los sofocaron, frotando fuertemente sus sexos para sentirse mutuamente.
Tan insaciable o más que antes, Hao penetró con fuerza a la rubia, haciéndola alcanzar el clímax que solo un delicioso orgasmo te puede regalar; un placer tan intenso y agotador que solo un hombre como Hao Asakura puede darle a una mujer.
La piel interna de Anna se estremeció para luego contraerse con fuerza, reteniendo al pene del moreno dentro suyo. Esa era una caricia que Hao adoraba y, sin poder ya más, gimió con voz ronca mientras liberaba su esencia en la cálida intimidad de la joven.
A Kyouyama le encantaba sentir el semen del shaman llenando su interior y escurrir entre sus piernas, mientras aun se mecían ligeramente y se besaban con pasión cansada.
Débiles murmullos se escucharon en la habitación.
Insultos, reclamos y por supuesto reproches, de los cuales, uno en especial que dejó a la itako sin palabras. . .
* Te amo, Anna !... en verdad es lo que siento por ti. *
La sacerdotisa lo miró confundida y un tanto incrédula. ¿Qué tan ciertas podían ser sus palabras?. No, no, ella estaba segura que lo que Hao decía sentir no era más que un capricho, una fuerte obsesión que él confundió con amor.
* Hao, yo no sé. . . *
Anna quiso hacerle ver su error, más de inmediato fue silenciada con un desesperado beso que ella correspondió de forma inconsciente.
Y totalmente entregada a los labios del demonio de fuego, se preguntó si no sería ella la que estaba confundida respecto a sus sentimientos por Hao Asakura.
Sin finalizar.
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Wow, me encanta este capítulo.
La situación es fácil de describir cuando se trata de una pareja que me gusta, y esta, después de HORO*ANNA, es de las que más me gustan ^//^.
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 27 de Noviembre de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 10 ||
Las cosas que me haces hacer _C10_
Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Hao x Anna x Yoh
Sinopsis: Las necesidades carnales pueden traer consecuencias graves... sobre todo si es con el chico equivocado.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 10 ::.
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* Así que después de todo, sí somos iguales. *
Escuchó a sus espaldas, esa voz sarcástica y desagradable llegando a sus oídos, llenándolo de rabia.
Pero él tenía la culpa, ¿no?. ¿A qué se había quedado?, ¿por qué estaba frente al jardín?. ¿Acaso aguardaba a que la pareja se percatase de su presencia?, creía que esto se resolvería hablando?.
““Las palabras no resolverán nada.””
Pensó el castaño, empuñando a Harusame.
* Tu y yo no somos iguales. *
Dijo Yoh entre dientes mientras se ponía de pie y enfrentaba a su hermano mayor.
¿Qué no eran iguales?. El shaman de fuego no opinaba lo mismo, después de todo, no hace mucho que él estuvo en la misma situación de su gemelo.
Traicionado, humillado al ver que su mujer se acostaba con otro y luego, esperó el amanecer para actuar. ¿Acaso no es exactamente lo mismo que Yoh estaba haciendo?.
* Tu también eres voyeur. *
* Maldito, imbécil !. *
El menor de los Asakura podía sentir como le hervía la sangre; Hao se estaba burlando de él y sinceramente era ya demasiado cómo para soportarlo.
Había venido aquí, guiado por la presencia del amo de fuego. ¿Y para qué?... ¿para salvar a la mujer que amaba?, pues por lo que pudo ver, Anna no estuvo en peligro en ningún momento, por el contrario, se veía muy feliz en brazos de Hao.
Pero Yoh no se había quedado a ver todo el espectáculo, oh no!, vino afuera para ahogarse en su dolor, convencido de que Anna tan solo había jugado con él.
* Esa linda rubia jugó con los dos. . . también en eso somos iguales. * _El mayor hizo una pausa mientras sonreía con una mezcla de ironía, nostalgia y hasta felicidad._ * Y los dos estamos enamorados de la misma mujer. *
* Ja. . . ¿tú que sabes del amor?. *
Algo en las palabras de Yoh no le gustó a su hermano.
Entonces, con el semblante lleno de ira, Hao invocó al espíritu de fuego y lo convirtió en espada.
* Pelea !. *
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Despertó de golpe, asustada.
El choque entre dos fuerzas espirituales la sacó de los sueños.
* No puede ser. *
Susurró al tiempo en que abandonaba la cama y se vestía, completamente consciente de lo que estaba pasando sin la necesidad de verlo con sus propios ojos.
Al salir, fue testigo de cómo los hermanos peleaban con toda su fuerza.
En sus rostros idénticos pudo notar la ira, la rabia que los controlaba; ambos fueron cegados por los celos.
* ¡¡Deténganse!!. *
Les gritó con voz autoritaria, cómo la mujer indomable que era, más ninguno de los shamanes parecía haberse percatado de que ella estaba ahí y seguían agitando sus espadas con fuerza y rencor.
En Hao era común ver la expresión sádica y sanguinaria durante las batallas, pero con Yoh. . . la itako en verdad desconocía a su prometido, cuyos ojos desteñidos por la ira lo hacían parecerse todavía más a su hermano mayor.
¿Pero como quería ella que se detuviese?. La palabra “furioso” no alcanzaba a describirlo.
Humillado, traicionado, dolido. . . su corazón estaba roto en pedazos y lo único que quería era borrar a Hao del mapa por el simple hecho de haberle quitado a su amada Annita.
““De él puedo entenderlo.”” _Pensaba la rubia mujer, consciente y avergonzada de su infidelidad al Shaman King._ ““Pero de Hao. . .””
Si bien el shaman de fuego siempre tenía esa temible y desquiciada mirada cuando peleaba, la rubia pudo notar un brillo inusual en los ojos oscuros del muchacho.
* Yoh debió decirle algo que lo hizo enfurecer. *
Susurró la mujer, sin imaginar que sus palabras estaban rayando la realidad.
El menor de los Asakura había puesto entredicho los sentimientos de su hermano. ¿Qué sabía él de su sentir por la bella sacerdotisa?.
Anna era la mujer que Hao quería tener a su lado y sencillamente jamás se la entregaría al estúpido de su hermano. . . jamás !.
La pelea parecía muy reñida, pero el mayor de los gemelos desbordaba una ira nunca vista.
Con un hábil movimiento que solo la experiencia puede otorgar, Hao venció a su hermano cuya espada había volado lejos.
* Prepárate. *
Le dijo el shaman de fuego; una sonrisa victoriosa cruzándole el rostro.
Y justo iba a darle el golpe final a su débil reflejo, cuando la escuchó a ella, a Anna. . .
* Yamete !. . . onegai. . . Hao, no sigas. . . *
La itako lo miraba suplicante, sus lindos ojos negros desesperados porque esta absurda pelea se detuviese.
Todo esto era su culpa pero no podía soportar ver cómo esos dos hombres, a los que tanto quería, luchaban con todas sus fuerzas con el único propósito de hacerse pedazos el uno al otro.
* N-no... necesito... tu lastima. * _Le decía Yoh a Kyouyama mientras trataba con dificultades en ponerse de pie._ * Mucho menos... que finjas preocuparte po-por mi cuando tan solo te has reído de mis senti... mientos hacia ti. No puedo creer que... me dejé envolver por una mujerzuela... porque eso es lo que eres... una chica fácil, una. . . *
Pero el shaman no pudo continuar, pues el demonio de fuego le había pateado justo en la cara, lanzándolo a varios metros de distancia.
* No permitiré que le hables así a mi mujer !. *
Gritó el mayor mientras, posando la mirada sobre su hombro, veía como la sacerdotisa lloraba llena de tristeza.
Anna se llevó las manos a la boca, tratando de impedir que los sollozos escapasen. Le dolían las palabras de su prometido y sin embargo, muy en el fondo de su corazón, sentía que no tenía derecho a reclamarle nada o sentirse indignada.
Era su conciencia que nunca la dejó tranquila, pero que ahora le oprimía el pecho sin piedad.
Más con todo y eso no se sentía del todo culpable, tampoco se arrepentía, es cierto que al principio solo buscaba y ansiaba el placer de la carne, ese placer que Hao le ofreció y que Yoh le regaló también, pero ahora. . .
““Es diferente. . . simplemente me enamoré de él.””
Este pensamiento cruzó la mente de la sacerdotisa, más no tuvo mucho tiempo para seguir divagando en recuerdos. . . los hermanos Asakura habían vuelto a la pelea.
Hao estaba ganando, si sería la ira que desbordaban sus oscuros ojos lo que al mayor le estaba dando la victoria, o quizás fue esa ira que Yoh compartía lo que lo estaba hundiendo en la derrota.
No estaba segura, no lo sabía, lo único seguro en ese momento era que de continuar así, Hao mataría a su hermano. Después de todo, para nadie era secreto que el shaman de fuego era inimaginablemente fuerte. Y eso era justo lo que estaba ocurriendo frente a sus ojos.
Yoh nuevamente tirado en el suelo, había agotado su poder espiritual y no era capaz de mover siquiera un dedo.
En cambio Hao sonreía con burla y satisfacción, iba a darle el golpe definitivo a su gemelo.
Eso, Anna pudo leerlo en su mente.
* No, Hao, detente !!. . . no lo lastimes. *
Le gritó la itako, desesperada, pero el demonio de fuego, loco de ira, no la escuchó, blandió su espada carmesí y se abalanzó contra su hermano. . . pero no pudo siquiera tocarlo. . .
* An. . . ¡¿Anna?!. *
La voz del shaman sonó entrecortada.
Sus pupilas habían perdido el color a causa de la sorpresa y temblaba ligeramente mientras veía como la hermosa mujer caía lentamente.
El rojo de su sangre había manchado su vestido blanco.
Sus dorados cabellos se esparcieron sin remedio en el suelo mientras los Asakura veían asombrados, incrédulos y asustados la escalofriante escena.
Anna se había interpuesto entre los gemelos y Hao terminó por herirla, cosa que nunca, jamás quiso hacer, pero no fue consciente de Anna hasta que la travesó con la espada.
Ambos muchachos respiraban agitados sin decir palabra alguna y Anna no se movía, Anna. . . no despertaba.
Sin finalizar.
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Precioso!!. Por lo regular quedo muy inconforme con mis fics, pero este capítulo, vaya. . . sí que estaba inspirada.
Si Anna muere. . . tal vez no era para ninguno de los dos >.< .
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 27 de Noviembre de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 11 ||