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Del Padre Y Del Hijo _C6_
Del padre y del hijo _C6_

Anime: Bleach
Rating: M
Pareja: Ichigo x Rukia x Kaien
Sinopsis: Desde la muerte de su esposo, la mujer comenzó a odiar el parecido entre padre e hijo, pues la hacía creer que de cierta forma, él seguía allí con ella.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 6 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Le costó mucho abrir los ojos; no había sido bueno volver a tomar esas pastillas.
Como sea, tuvo un sueño extraño, por no decir erótico, así que la pelinegra supuso que estaba mojada a causa de dicho sueño.
Pero escuchó esa voz. . .
* ¿Dormiste bien?. *
Entonces el cansancio pareció desparecer. Rukia se sentó en la cama, sorprendida de que Ichigo estuviese, otra vez, allí con ella.
Enfadada, la ojivioleta dobló las cejas, y no esperó un instante para reclamarle al pelinaranja por su comportamiento.
* Tu !!, ¿qué crees que?. . . *
Pero su voz fue ahogada en un violento beso, casi salvaje. Era la primera vez que el pelinaranja la besaba de esa manera.
Kuchiki se agitó bajo el cuerpo de Kurosaki, tratando inútilmente de librarse de él, pues Ichigo la aferraba a su cuerpo, mostrándole a la mujer cuán agresivo él podía ser. Y precisamente lo que él quería demostrarle era que el que mandaba aquí no era otro sino él.
Fue amable con ella y no resultó, ya iba siendo hora de enseñarle a esa mujer que el mundo no gira a su alrededor.
Esa noche, Ichigo realmente estaba siendo dominado por la furia, lo estaba desde que la pelinegra lo humilló y rechazó, por eso estaba tan brusco con ella, así como apasionado y encendido al sentir la cálida y suave piel de Rukia, a quien le mordió el labio en medio del beso, haciéndola sangrar.
* Auch !. . . ¡ imbécil !, ¿qué haces?. *
La chica se separó, dolida y asustada; ese hombre se estaba comportando muy extraño, pero la culpa era suya por no ponerle fin a sus jueguitos.
* Lo siento, me dejé llevar. *
Le decía Kurosaki al tiempo que se acercaba a ella nuevamente y buscaba sus labios, tratando de aliviar su herida, más el pelinaranja apenas pudo lamer el labio y un poco de la dulce sangre de la mujer, cuando Rukia le soltó tremenda bofetada, volteándole el rostro.
Estaba. . . tan molesta y creía que con eso bastaría para hacer reaccionar a Ichigo, más en cambio lo hizo enfurecer.
* ¡ Maldita perra !. *
Las pupilas de Kurosaki lucían desteñidas, desbordando furia. Estaba harto de esa mujer, harto de ser paciente, de esperar y de ser amable. Ahora él le enseñaría que ninguna chica provoca a Ichigo Kurosaki y escapa intacta.
Así, el pelinaranja le sujetó las muñecas, inmovilizándola. Rukia se retorció desesperada bajo el pesado y musculoso cuerpo del muchacho, maldiciéndolo a él y a su mala suerte.
La chica estaba furiosa al ver como Kurosaki la dominaba con una sola mano mientras con la otra la despojaba de su pequeño camisón de dormir, admirándola semidesnuda.
* Debo admitir que eres preciosa !. *
Rukia apretó los dientes y jadeó con frustración e impotencia.
Entonces alzó el rostro y su mirada se cruzó con la de Ichigo.
* ¡ Te odio !. *
Dichas palabras en combinación con la colérica mirada de la mujer, hicieron enfadar al pelinaranja, pero igual lo excitaron.
Y con fuego renovado, Ichigo destrozó las bragas de la pelinegra de tan solo un leve tirón.
Él permaneció inmóvil, con la mirada fija en el sexo de la mujer prisionera bajo su cuerpo.
* Imbécil !, deja de mirarme. Suéltame !!. *
Le gritaba la joven de ojos violeta, avergonzada y desesperada, más Kurosaki parecía absorto en la belleza de la joven y no la escuchaba.
Ichigo se inclinó, robándole un beso, para luego concentrarse completamente en los pequeños senos de la mujer, succionando los sonrosados pezones, lamiendo a placer. Cuando el pelinaranja deslizó los labios hasta la vulva de la chica, ésta estaba completamente mojada.
Él sonrió complacido; Rukia decía "no!", pero su cuerpo parecía no reaccionar de la misma manera.
Ichigo no esperó e introdujo un par de sus dedos en el sexo de la joven, haciéndola gritar. . .
* Nooo !!. . . *
Rukia estaba aterrada y juntó las piernas, negándole a Kurosaki lo que para él era la visión más excitante y bella del mundo.
* ¡ Ábrelas !. *
Le ordenó él, con voz ronca y mirar serio, más la chica estaba en verdad desesperada por alejarse de ese hombre.
Sin embrago y contrario a sus deseos, Ichigo le separó las piernas bruscamente, de inmediato metiéndole nuevamente los dedos, los mismos que entraban secos y salían muy mojados con los fluidos de la vagina de la pelinegra.
El pelinaranja estaba tan excitado que pronto reemplazó sus dedos por sus labios y su lengua.
Rukia arqueó la espalda al sentir la lengua de Ichigo sobre su vulva, lamiendo frenéticamente.
* Yametee !!, de-detentee !. . . *
* Olvídalo. *
Le dijo Kurosaki, sin dejar de penetrar la intimidad de la mujer con su lengua.
Los ojos violeta de Kuchiki se llenaron de lágrimas, humillada y sometida a la voluntad de ese hombre, pero más que nada, porque su cuerpo no le respondía y se llenaba de placer ante las succiones de Ichigo sobre su clítoris y su lengua experta entrando y saliendo de su cálido sexo.
La pelinegra ni siquiera se dio cuenta en qué momento el muchacho dejó de forzarla a mantener las piernas abiertas. De pronto el gozo que la inundaba hizo que Rukia mantuviese las piernas totalmente separadas, permitiéndole a Ichigo lamer y succionar su vulva mojada.
Kuchiki se aferró a las sábanas y cerró los ojos ante el placer que la recorría.
* Nooo !!. . . *
De rodillas sobre la cama, Ichigo se alejó ligeramente de la chica para mirar el espectáculo, como los fluidos vaginales escurrían del sexo de la mujer, acompañados con los gemidos de una Rukia que no pudo evitar ser estremecida por un fuerte orgasmo.
Ella intentó cerrar las piernas para contenerse, pero el pelinaranja le sujetó aquellas, manteniéndolas completamente separadas, extasiado con la escena. Ella era. . . tan ardiente y sexy.
Cuando la pelinegra terminó de venirse, Kurosaki aún le sostenía las piernas; su pene estaba tan duro que le dolía. . . esa mujercita lo había puesto así.
Ichigo se moría de ganas por penetrar a la chica, pero soportó el enfermizo deseo.
""Debo ser fuerte y esperar.""
Pensaba el muchacho, perfectamente consciente de que entre más esperase, más disfrutaría del momento en que por fin hiciese suya a la chica de ojos violeta.
Ichigo se inclinó, besando el cuello de Kuchiki, antes de advertir. . .
* De ahora en adelante éste será nuestro juego. *
Le susurró al oído para luego deslizar su lengua por el cuello de la joven.
Ichigo abandonó la cama y poco después la habitación, dejando a Rukia con los ojos llenos de lágrimas, el corazón latiéndole alocado, la vagina pulsando más lentamente que al principio y con las piernas completamente separadas.
El pelinaranja suspiró profundo al salir de la recamara de Rukia.
Su erección era total, temblaba de excitación y en verdad le fue muy difícil no terminar lo que había empezado, pero estaba ansioso por jugar con la pequeña pelinegra.
Sí. . . iba a torturarla con sus besos y caricias hasta hacerla rogar por hacerla suya, mientras tanto debía ser paciente y soportar esta espera que también lo torturaba.
Ahora lo que más necesitaba era un baño de agua bien fría. . . helada.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Como que hace calor, ¿no? 7w7 .
Inspirada. Lo cierto es que, contrario a Ichigo y Rukia, yo sí quedé muy satisfecha con este capítulo 0v0 .
_I LOVE ICHIRUKI_
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 10 de Enero de 2019.
Versión SK: Totalizado el 23 de Febrero de 2009.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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|| Capítulo 7 ||
-
sayurishirayuki7ichiruki liked this · 3 years ago
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Costumbre _C4_

Anime: Candy, Candy
Rating: M
Pareja: Neal & Candy
Sinopsis: Ella bien sabía que su matrimonio no era más que rutina con tenues tintes de pasión y arrebato. Algo que debía desbordar amor, no era otra cosa más que papeles, costumbre... y deseo.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
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.:: Capítulo 4 ::.
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Apenas llegó a casa, Neal se dejó caer sobre el cómodo sofá. ¡Dios!, estaba agotado.
Los negocios estaban mejorando, pero aun había muchas cosas por hacer. Ser un hombre responsable y exitoso era muy pesado, realmente. Pero por ella, por ser digno de su esposa, por Candy. . .
* Lo hago con gusto. *
Susurró para sí, buscando con la mirada a su rubia mujer.
““Habrá tenido guardia nocturna.””
Leagan torció la boca ante tal pensamiento.
Odiaba esas guardias pues no podía estar con ella, dormir juntos. . . hacerle el amor.
Convencido de que no compartiría el lecho con su esposa esa noche, grande fue su sorpresa al entrar a su habitación y encontrar a Candy sobre la cama. . . desnuda. Sus blancos dedos hundidos en su cálido sexo, profiriendo sutiles gemidos mientras su mano izquierda oprimía con frenesí uno de sus senos.
Sus mejillas sonrojadas, sus pezones duros por la excitación y sus rubios cabellos ligeramente alborotados, pero sueltos, cayendo sobre sus frágiles hombros. Toda su linda figura estaba bañada en sudor.
* ¡¿Can, Candy?!. *
El moreno la miraba sorprendido. Nunca, jamás la había visto así.
La rubia notó la presencia de su esposo; una linda sonrisa le adornó el rostro mientras dejaba de darse placer y se arrodillaba sobre la cama, mostrando su exquisito cuerpo, carente de toda prenda. Neal se relamió los labios y comenzó a sudar.
* Te esperaba!. * _Le dijo ella, dedicándole una de esas hermosas sonrisas que lo reconfortaban, pero la imagen frente suyo le quitaba el aliento._ * ¡Ven!. *
La voz de la rubia, más sutil y tierna, emergió en un susurro mientras le extendía una de sus delicadas manos.
* Te necesito !. *
Aquella fue casi una orden para el moreno, pues, presuroso, deshizo el nudo de su corbata, despojándose de ésta y de la camisa, mostrando su torso.
Bastaron un par de pasos para estar junto a la mujer, estrechándola con ansiedad, aprisionándola entre sus brazos y besándola casi con desesperación, necesidad.
Las manos de ambos recorrieron el cuerpo del otro, reconociéndose, rememorando la textura de la piel. Pero las pequeñas manos de la rubia fueron más allá; se posaron sobre los pantalones del muchacho, palpando sin más el bulto que ya se marcaba bajo estos.
* Candy, ¿qué?!!. . . *
Neal rompió uno de los tantos besos que compartían ante la fuerte sorpresa de que su esposa tomase la iniciativa y lo tocase de esa manera.
* Shuu, tranquilo. * _Le decía ella, mirándolo fijamente y acariciándole la mejilla izquierda._ * Esta vez deja que sea yo quien te brinde placer. *
Apenas dijo esto, Candy reinició su tarea de deshacerse de los pantalones de su marido. Lo hizo con tal tranquilidad que el hombre se mordía el labio inferior y se moría de ansiedad.
A ella parecía gustarle torturarlo, pues lentamente, deslizó el zipper e introdujo una de sus suaves manos, acariciando el duro y erecto pene de su compañero, haciéndolo gemir roncamente. Candy lo besó mientras seguía haciendo magia con su mano.
Sus lenguas pronto comenzaron un juego propio, aumentando lujuria a la situación. Pero ambos necesitaban más, especialmente el moreno. Candy lo sabía bien, lo entendió al sentir como la virilidad de su marido crecía y se endurecía más ante su toque.
““Debe estar sufriendo.””
Pensaba ella, ligeramente divertida por la tortura que, sin querer, le estaba infringiendo a su compañero. Así que, decidida, la mujer tomó el borde de los pantalones, bajándolos junto con la ropa interior, hasta las rodillas de su dueño.
Arrodillada, admirando frente a ella la erguida espina del muchacho. Candy nunca supo explicar la atracción que aquel miembro viril ejercía sobre ella, pero igual ahora ya no importaba. Candy solo hizo lo que más deseaba en ese momento; acarició suavemente aquel pedazo de carne y luego lo llevó a su boca, succionando con placer.
* Ahh, Candy. . . Candy !!. . . *
Neal no podía reprimir los gemidos de gozo. No era muy común que su esposa le hiciera ese tipo de “trabajos”, quizá por ello adoraba cada vez que lo hacía.
La rubia pronto consiguió un ritmo enloquecedor en el que lamía la punta del pene y luego lo introducía cuanto podía en su boca, succionando, mientras sus manos amasaban los testículos que sostenían el dulce que en ese momento ella disfrutaba.
El chico la miraba fijamente, apretando los dientes para soportar el placer cada vez que ella succionaba la punta de su miembro, mientras él le acariciaba y le desordenaba el cabello, disfrutando la imagen de su linda esposa, atendiéndolo de aquella manera tan. . . dedicada y deliciosa.
Pero el moreno no pudo más contra aquel tortuoso deleite, así que, sin más, alejó su hombría de los desesperados labios de su compañera.
““¡Un poco más!.””
Pensaba la rubia, mientras estiraba los brazos, tratando de alcanzar el dulce que le estaban negando. Sin embargo, el muchacho ya tenía en mente algo más intenso y placentero.
Con la desesperación que le otorgaba la excitación a tope, Neal sujetó a la mujer con cierta brusquedad, recostándola sobre el lecho.
* Neal?!!. *
* No puedo más, Candy. ¡Te necesito ahora, te necesito ya!. *
La voz del joven emergió ronca, delatando todo el deseo que de ella tenía.
Sin poder esperar más, el muchacho tomó su pene y comenzó a frotar la punta de este contra la delicada línea vaginal, como delineando el camino de amor que estaba por tomar.
* ¡ Neal !. *
La voz de su esposa le sonó tan dulce y ansiosa, que el heredero Leagan no pudo resistir más y de un solo empujón, clavó en ella la mitad de su pene.
* Aahh, Ssííí !!. . . *
Candy se arqueó al sentirlo dentro suyo. Sentirse amoldada a él, tan llena de ese pedazo de carne viva. . .
““Caliente y grueso. . . duro !!.””
¡ Dios !, de solo pensarlo la rubia se mojaba más, facilitando que la verga de su esposo se deslizara dentro de ella.
El joven permaneció quieto por un rato, pero la lujuria fue insoportable al sentir la humedad de la mujer. Así que pocos instantes después, el moreno comenzó a agitar las caderas, adelante y atrás, embistiendo a la chica casi con demencia; retirando su virilidad sin sacarla por completo del mojado sexo, para luego, clavarse totalmente en ella con fuerza.
* Delicioso !!. . . *
Susurró el muchacho, apretando los dientes en un intento por retener los roncos gemidos. Y es que la imagen de su esposa bajo su cuerpo era todo un deleite.
Sus redondos senos rebotando cada vez que él golpeaba su pelvis contra la de ella, su rostro matizado en rojo y lo mejor. . . el tenerla atrapada bajo su cuerpo, con las piernas totalmente separadas, entregándose a él sin condiciones y restregando su sexo contra el suyo, ya sin ningún tipo de vergüenza, sino todo lo contrario.
Candy estaba deseosa, necesitada realmente y rogando por más de aquel contacto; más del pene masculino que se zambullía en su interior para llenarla y calmar un poco todo el fuego de la pasión que la quemaba. . . o tal vez, el ser embestida una y otra vez solo incrementaba la excitación de la mujer.
* Ohh, Neal. . . más !. . . más !!. . . *
La rubia se aferró a su esposo, cruzando sus brazos detrás del cuello del muchacho, y sus piernas alrededor de su cadera, impidiéndole sacar más de un tercio de esa deliciosa barra de carne. Aquello fue demasiado intenso para ambos.
La rubia no pudo más, el cosquilleo en su sexo le advertía que esto no duraría más. . . y así fue. . .
* Ahh, Ne, Neal !!. . . aahhh !!. . . *
La mujer no podía dejar de jadear ante el deliciosamente insoportable orgasmo resultado de las continuas embestidas de su marido.
Las contracciones del sexo femenino fueron intensas y por ello el moreno no pudo hacer nada para resistirlas. Leagan tan solo pudo penetrar un par de veces más a su mujer antes de arquearse y terminar rendido al éxtasis, llenando con abundante esperma la vagina de la rubia.
~*~
~*~
~*~
Jadeos y dos respiraciones agitadas llenaron la habitación.
Tendidos en la cama, dos amantes con los cuerpos entrelazados se negaban a deshacer su unión. Se miraban fijamente, sonriéndose mientras compartían cortos besos.
* Eso fue. . . ¡maravilloso!. . . ya lo extrañaba. *
Decía Neal, acariciando la mejilla de su esposa.
* L-lo siento, yo. . . debí ser más comprensiva. . . por favor, ¡no peleemos más!. *
El joven sonrió al escucharla. Le había robado las palabras.
Salió lentamente de ella, disfrutando del roce entre sus sexos. La estrechó con suavidad, pero la mantuvo tan pegada a él, lo más que podía.
* ¡Te amo!. *
Le susurró, mirándola fijamente. Ella le sonrió con dulzura.
* Y yo a ti !. *
Neal sonrió lleno de felicidad. Era la primera vez que ella correspondía a sus palabras y le decía que lo amaba.
La llenó de cortos y efusivos besos, incapaz de ocultar su alegría.
Candy rio ante las caricias y los besos de su compañero, divertida con su reacción, pero igual feliz.
Ella quería a Neal, y mucho. Sabía muy bien que ya no podría vivir sin él, no importaba que no sintiera amor por él. Con tal de verlo feliz, una mentirita blanca. . . estaba bien.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Este capítulo estuvo muy. . . intenso.
Sé que algunos consideran que es cruel que Candy le mienta a Neal, pero, hey. . . al menos no está sola ¬¬’. Y ni se imaginan lo que se viene. . . ja, ja, ja –risa maléfica- 0v0 .
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 08 de Noviembre de 2010.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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|| Capítulo 5 ||
Del padre y del hijo _C5_

Anime: Bleach
Rating: M
Pareja: Ichigo x Rukia x Kaien
Sinopsis: Desde la muerte de su esposo, la mujer comenzó a odiar el parecido entre padre e hijo, pues la hacía creer que de cierta forma, él seguía allí con ella.
Advertencia: Lemon (NFSW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
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.:: Capítulo 5 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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La pelinegra dobló las cejas con enojo. ¿No había sido suficientemente clara?.
Le había dicho que se largara, pero el muy descarado la ignoró y se quedó a vivir ahí, peor aún, se comportaba como si fuese el señor de la casa.
Rukia intentó tolerarlo porque él es el hijo de su difunto esposo, pero eso no le quitaba lo sin vergüenza.
* Llegas tarde, enana. No deberías hacerme esperar, no me gusta cenar solo !. *
La mujer dobló la boca y apretó fuertemente los puños.
* ¿Sí?. ¡ Pues a mí no me gusta cenar contigo !. *
Una traviesa sonrisa se dibujó en el rostro del pelinaranja. Como le gustaba esa actitud altanera en esa mujercita. Siendo sincero, esa era la razón por la cual constantemente molestaba a "su madrastra", por el mero placer de encender la ira en ella, y el ego en sí mismo.
Así pues, Kuchiki comenzó a comer aun a pesar de que la comida parecía atorársele en la garganta. No soportaba a ese hombre y sin embargo, que ese sin vergüenza estuviese allí con ella, le hacía la vida un poquito más pasable, pues le bastaba con contemplar su rostro por unos cuantos segundos, para recordar a su esposo y sonreír ante las dulces memorias.
En realidad, esa había sido la verdadera razón por la cual la ojivioleta pasó por alto el mal comportamiento de Ichigo. No planeaba seguirle el juego a ese hombre, ni mucho menos corresponderle de alguna forma.
""Mi único hombre fue y será Kaien. . . jamás volveré a caer en el amor.""
Pensaba Rukia, sin saber que Ichigo Kurosaki no tenía los mismos planes para con ella.
~*~
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Corrieron un par de meses antes de que el pelinaranja se atreviera a propasarse.
Por mucho tiempo, Ichigo se conformó solo con molestar a la mujer, más poco a poco, de la diaria convivencia, se desató una necesidad para él, la necesidad de estar cerca de ella o cuando menos verla.
Kurosaki era malo fingiendo que su humor mejoraba cuando estaba con esa mujercita.
Un cortejo hubiese sido lo más adecuado, o al menos lo que un hombre decente o cuando menos cuerdo, hubiese llevado a cabo, pero no Kurosaki Ichigo, y mucho menos estando bajo el hechizo de esa hermosa mujer.
El pelinaranja comenzó por entrar a la habitación de la pelinegra sin molestarse en llamar antes de hacerlo. La primera vez, Rukia puso el grito en el cielo, primero sorprendida y hasta asustada, luego eufórica.
Ichigo había tenido la buena suerte de encontrarla en ropa interior, pero esto no colmaba su deseo, por el contrario, lo encendía aún más.
* ¡ Te odio !. Eres un maldito pervertido !!. *
Y ni aquellas crueles palabras o la bofetada que le prosiguió, fueron suficientes para hacer desistir a Kurosaki.
Fue tan persistente, fue tan descarado, que con el tiempo Rukia ya ni se sorprendía de que el muy sin vergüenza no tocase la puerta antes de entrar. Como sea, este jueguito la hacía vibrar. Ella lo sabía y por ello había dejado al pelinaranja llegar tan lejos.
Esa sensación de sentirse y saberse deseada era un tanto nueva para ella, quien estaba sumida en un ambiente de erotismo que por supuesto le agradaba.
Quiso echarle la culpa a la pobre vida sexual con su esposo en los últimos años de su matrimonio, pero Rukia prefirió autocriticarse al considerarse a sí misma igual a Ichigo en ese aspecto, como una pervertida sexual.
Ella amó tanto a su esposo. . . aun lo amaba y prefería mil veces reprocharse a sí misma, que culpar a su difunto marido por las locuras que ahora estaba cometiendo, pues bien sabía que al no ponerle un alto a Ichigo, ella estaba estimulando que él se propasara con ella.
* Está bien, mientras no pase a mayores. *
Susurró la mujer, tratando de imponerse un límite, más se le olvidó que el juego de Ichigo. . . iba muy en serio.
~*~
~*~
~*~
Yacía dormida, pero una sensación húmeda sobre sus labios la hizo despertar. Esta vez no cometió el error de confundir al muchacho.
* ¿Qué haces?. *
Ichigo frenó sus besos ante el irritado semblante de su musa.
* Besarte. *
La pelinegra dobló las cejas con enfado. Eso ya lo sabía, lo que ella quería saber era el motivo.
¿Cómo podía ser tan descarado?, la culpa era suya por no detenerlo cuando debía. Pues bien, lo haría ahora.
Con toda la tranquilidad del mundo le ordenó al muchacho salir de su habitación, más en cambio, Rukia sintió esas toscas manos masculinas deslizarse por los contornos de su silueta, deteniéndose en sus senos, estrujándolos sin la más mínima delicadeza.
De hecho, la chica podía sentir el deseo y la lujuria en el toque de ese hombre.
Una corriente eléctrica la recorrió por escasos instantes, encendiéndola, pero al mismo tiempo advirtiéndole que ya había sido suficiente de esto.
* Suéltame !!. . . ¡ largo de aquí !. *
Kuchiki agitó los brazos, escapando de la prisión que ejercía el excitante cuerpo del pelinaranja, abandonando la cama envuelta en una sábana.
* ¿Qué esperas?. *
Ichigo torció la boca. Creía que esta noche sería la indicada, pero en cambio había terminado frustrado y humillado.
Tranquilo, caminó hasta la puerta, dispuesto a complacer a la chica de ojos violeta, pero no sin antes dedicarle una iracunda mirada.
* Esto no se quedará así. . . ¡ ésta me la pagas, Rukia !. *
Kuchiki terminó empujando al pelinaranja y cerrándole la puerta en las narices, sin tomar en cuenta sus tontas amenazas.
Para ella, ya era más que suficiente tener que lidiar con su propia conciencia.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Sí Rukia, hazte la difícil, que le cueste al hombre. . . aunque está buenísimo ^¬^ .
Y he aquí lo bueno, y lo complicado, de esta trama. Ichigo obsesionado con la viuda de su padre y ésta que aun ama al padre, pero no puede evitar sentirse atraída por el hijo, ya que le recuerda a su esposo. . . sin mencionar que él la enciende 0//0 .
_I LOVE ICHIRUKI_
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 10 de Enero de 2019.
Versión SK: Totalizado el 23 de Febrero de 2009.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 6 ||
Delicioso día en Khaki-Boutique

Series: 6teen
Rating: M
Pareja: Jonesy & Nikki
Sinopsis: En uno de los vestidores de Khaki-Boutique, un par de jóvenes se demostraban lo mucho que se querían... de una forma que no habían hecho antes.
Advertencia: (NSFW) Lemon.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai.
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Niki suspiró ante la caricia que su novio le infringía. Giró el rostro, rompiendo el beso que mantenían; estuvo a punto de empujar a Jonesy García lejos de ella, como muchas veces antes lo hubo hecho, pero esta vez sus fuerzas parecieron haber sido absorbidas por el calor.
* ¿Qué pasa?. *
Le preguntó él en susurros, justo en la oreja, haciéndola estremecer con su cálido aliento mientras sus manos oprimían con cariño cada uno de los pechos por debajo de la playera.
* E-espera, no !!, amm, ¡ aahhh !... *
La chica se mordió el labio inferior al sentir el ligero apretón que su novio daba a sus “lolas” para luego juguetear un poco con los sonrosados pezones, pellizcando y tironeándolos con deseo.
Nikki volvió a buscar los labios del moreno, ahora más animada por las oleadas de placer que él le provocaba, además de la lujuria que, aunque negase, ahí estaba.
Sus lenguas se enfrascaron en un jugueteo sensual en el que se enredaban con necesidad; los pantalones de ambos se deslizaron de sus cinturas hasta el suelo, amontonándose alrededor de sus pies. Primero los de ella, luego los de Jonesy, quien, sin pensarlo mucho, pegó su cuerpo totalmente al de su novia, frotándose contra ella por encima de la ropa interior.
La joven abrió los ojos con sorpresa, insegura y asustada, aun cuando su expresión era dura. Más al verse reflejada en los ojos de su chico, supo que no quería detenerse. Entonces, se fundió con él en un abrazo y luego en un beso tierno y pausado. . . lo que vino después rebasó la barrera del amor inocente.
Las manos ansiosas del joven hicieron a un lado las coquetas bragas de su novia, dejándolo sentir la suavidad y calor de la blanca piel femenina.
Jonesy deslizó su dedo medio en la intimidad de la pelivioleta, sintiéndola temblar entre sus brazos. Pero los gemidos entrecortados y débiles que ella le regalaba le demostraban que lo estaba disfrutando.
““Lo sé. . . lo siento !.””
Pensaba. Y dicha idea le dio valor para mover su dedo de adentro hacia afuera, simulando el acto sexual.
* Oh, Jonesy, es. . . ¡ me gusta !. *
La confesión de la chica provocó que su compañero introdujera un dedo más en ella, intensificando la sensación.
Todo era extraño, eran sensaciones nuevas que les gustaban a los dos. Esta era la primera vez de ambos, por mucho que el moreno presumiera de su amplia experiencia con las chicas, lo cierto es que nunca había llegado tan lejos como ahora.
““Porque a Nikki la quiero. . . mucho !!.””
Con esto en mente, estaba decidido a complacer a esa mujercita en todo. Y ahora precisamente, ella necesitaba que la complaciera con esos dedos traviesos que hacían magia en su sexo, ya tan mojado que con unos cuantos movimientos la chica se halló aferrándose a su novio, mientras echaba la cabeza hacia atrás lo más que el vestidor le permitía. Una intensa oleada de gozo la recorrió cuando el ritmo de los dedos del moreno se tornó demasiado rápido; Nikki había tenido un orgasmo; el primero, y quería más.
Con respiración agitada, el cabello revuelto y las mejillas sonrojadas, Jonesy supo que nunca la había visto tan linda como en ese momento. Retiró los dedos del sexo femenino, empapados, estuvo a punto de pedirle a su novia que estimulase su miembro con su dulce boca, pero bien sabía que él no podría soportarlo.
Así que, sin más, dejó a sus boxers caer junto a sus pantalones, tomó su pene erecto, muy duro, para finalmente acomodarse entre las piernas de la linda chica frente a él. Sabía que ella no iba a resistirse en absoluto en ese momento.
Con impaciencia, sujetó a Nikki por los muslos, recargándola sobre el frio muro de uno de los vestidores de Khaki-Boutique y rozó su pene contra la sentible y mojada vulva de su acompañante, quien gimió en gozo ante aquella caricia.
Ninguno tuvo inconveniente en rozar sus sexos de aquella manera tan íntima, sin ninguna prenda de por medio. Sintiéndose, conociendo esta faceta sensual que ambos poseían, pero comprendiendo, un par de minutos después, que no podían conformarse con ese toque externo, necesitaban sentirse profundamente.
Así, que, con una tranquilidad fingida, Jonesy presionó su miembro, clavando apenas la punta en la intimidad de su novia, quien gimió agradada, cerrando los ojos y dejándose llevar. Pero al sentir como de una sola embestida él la penetraba completamente, Nikki tuvo que reprimir un quejido de dolor.
Al ver la respiración agitada y como se mordía el labio para aguantar, el moreno se detuvo para que su chica se acostumbrase a tenerlo dentro, además, él mismo necesitaba recuperarse de la avasalladora sensación de por fin estar en ella.
Cuando la pelivioleta comenzó a mecer las caderas, Jonesy supo que lo mejor venía ahora. Con la energía de los dieciséis, la curiosidad y temeridad de su edad, ambos chicos se vieron envueltos en una desenfrenada entrega en la que el ir y venir de sus caderas era lo único importante en el mundo.
Allí, en uno de los vestidores del odioso empleo de Nikki, se estaban entregando, demostrándose lo mucho que se querían. Las sensaciones eran tan intensas que les costaba no alzar la voz ante el placer que los doblegaba, en especial la joven, pues su novio parecía no saciarse con la simple entrada y salida de su sexo, sino que además le alzó la playera, con lo que su boca ya se había apoderado de su pecho izquierdo, succionando el pezón con ansias mientras le estrujaba con fuerza las nalgas.
Y ella, con las piernas totalmente abiertas para él, solo podía rogarle por más de aquel delicioso roce entre sus sexos.
El gozo duró poco, pues el placer de Nikki se transformó en un orgasmo que provocó que su vagina se deshiciera en espasmos que torturaban la hombría del moreno, quien tras un par de embestidas más, sacó su pene de la intimidad de su novia, justo a tiempo para venirse sobre la pared del vestidor.
En su gozo, la pareja no pudo reprimir un gemido que llegó a oídos de Chrissy.
* ¿Está todo bien allí, Nikki?. *
Preguntó la rubia, sin sospechar lo que acababa de ocurrir en ese vestidor.
* S-sí, no… ¡ no me quedan estos jeans !. *
La pelivioleta apenas pudo responder, aun agitada por el delicioso sexo que recién había tenido, y además Jonesy le mordía la oreja, impidiéndole coordinar bien sus ideas.
* Ok, no olvides que hoy estás a cargo del inventario. *
* Cla-claro, tu… vete tranquila, yo me encargo en, en cuando me deshaga d-de estos… ¡ jeans !... *
* Muy bien. *
Chrissy se fue muy confiada, sin imaginar que Nikki no tenía unos jeans, ni siquiera bragas, y que apenas dejó de oír su voz, tenía nuevamente entre sus piernas el duro pene de su novio, entrando y saliendo de su vagina.
La rubia tampoco sospechaba que el próximo par de horas, Nikki Wong iba a estar demasiado ocupada como para hacer el inventario.
Totalizado.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
“Lolas”: en la serie, es la palabra que usan para referirse a los senos, aunque en mi país no les llaman así ^0^ .
La serie es muy cómica y nada sexual, así que me costó trabajo pensar en cosas fuertes. Incluso las palabras suenan más suaves.
Pero la pareja me gusta mucho, a pesar de que al final de la serie, la relación se vuelve muy monótona, casi sin pasión.
Me fue difícil elegir un título para este fic, antes del que elegí, estas fueron mis primeras opciones:
Un buen día en el trabajo.
El mejor día en el trabajo.
Un día maravilloso en Khaki-Boutique.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de “Paradise”.
Totalizado el 27 de Julio de 2011.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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Por y para él

Anime: The Lengend of Korra
Rating: M
Pareja: Mako & Korra
Sinopsis: Hacía mucho que Korra había dejado de pertenecerle al mundo y velar por el equilibrio de este. . . porque necesitaba de alguien con locura.
Advertencia: Lemon (NFSW)
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Por: Maeda Ai
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Recorrió sigiloso los pasillos del templo aire, cuidadoso de que nadie lo viese a esas horas de la noche, dirigiéndose a donde no le era permitido.
Cuando por fin Mako estuvo frente a la puerta tras la que descansaba la joven Avatar, se permitió unos segundos para meditar su siguiente movimiento. Finalmente, abrió la puerta y la cerró tras de sí tan silenciosamente como pudo.
Entre las penumbras, su mirada buscaba a la dueña de sus pensamientos, encontrándola en una silueta bajo las cobijas que cubrían su desnudez. El joven sonrió con orgullo, al ver que su novia lo esperaba ya lista para él, aunque vencida por el sueño.
Saboreando el momento, se acercó con tranquilidad hasta detenerse junto al lecho y contemplar la linda y sensual imagen de la morena envuelta entre las suaves sábanas que la cubrían casi celosamente, aunque no por ello no le permitía ver un poco de la delicada piel de la chica.
Mako podía contemplar la espalda de su compañera, así como un torneado muslo que sobresalía entre las sábanas. El joven maestro fuego pronto sintió un tirón en la entrepierna, producto del deseo y la provocativa imagen que en ese momento tenía de Korra.
Sin poder resistir un instante más el deseo y la excitación, el chico se desnudó complemente, subió a la cama y se acomodó justo de tras de la joven, estrechándola entre sus fuertes brazos mientras escondía el rostro en el cuello de la morena, aspirando la deliciosa y sutil fragancia que a él tanto le gustaba y que lo encendía.
* Mako, mmm !. *
* Shuu, no hables, ¡ solo siénteme !. *
Le dijo él mientras le oprimía uno de los generosos pechos, jugando con el oscuro pezón, pellizcándolo entre sus dedos. La joven suspiró excitada, sin siquiera intentar abrir los ojos, tan solo disfrutando de la forma en que a su novio le gustaba despertarla, dejándose hacer. . . porque era maravilloso lo que Mako le hacía, porque era muy feliz a su lado. Porque, por primera vez en su vida, todo era perfecto.
* Mako, por favor !. . . *
Korra quiso girarse, ver a su apuesto compañero, perderse en sus ojos rojos, pero él no se lo permitió.
* No, hoy no linda ! ¡ Esta vez mando yo !. *
Le dijo, pero lo cierto es que siempre era así, ese joven disfrutaba torturándola con su boca, sus manos, con su cuerpo.
Le gustaba tener el control, era dominante en la cama como en el combate, aunque posesivo y pendiente de ella, cuidándola.
Korra hubiese seguido comparando el comportamiento del pelinegro dentro y fuera de la cama, pero al sentir la punta del pene sobre la entrada de su vagina, su mente se puso en blanco y solo pudo gemir.
El muchacho se sostenía la verga y la deslizaba sobre la vulva de su compañera, delineando la abertura vaginal que parecía humedecerse más y más por la anticipación, ansiosa por cobijar a la parte que la complementaba.
* Ya, Mako !. . . ya !!. *
El pelinegro sonrió al escuchar a su chica tan desesperada y necesitada.
Complacido, el joven sonrió por un instante, para luego enterrar su duro pene de una sola embestida en la cálida vagina de su novia.
¡ Dios, estaba tan mojada !. Parecía que la morena se estaba derritiendo de gozo. La vagina de Korra estaba muy lubricada y el pene de Mako muy duro. Eran tantos el placer y la necesidad. . . y tan poca la paciencia, que pronto los enamorados se hallaban inmersos en un ir y venir de caderas con un ritmo de penetración enloquecedor.
Ambos de lado sobre la cama, él detrás de ella, separándole las piernas con una mano, mientras con la otra le estrujaba los pechos, primero uno y luego el otro, todo... mientras sus bocas se devoraban entre sí.
Mako sostenía la pierna izquierda de ella en el aire, para tener un mejor acceso y penetrar sin problemas a la morena. Lento y tortuoso de repente, disfrutando de la caricia entre sus sexos. Fuerte y brusco conforme el placer les recorría no solo el sexo, sino todo el cuerpo.
Llegó un momento en que Mako sacaba su pene, excepto la punta, del interior de su novia, para luego hundirse nuevamente en ella de una sola estocada. Y repitiendo esas desesperadas y bruscas penetraciones, fue como hizo que el Avatar se corriera; su interior derritiéndose en deliciosos espasmos de placer que apretaban sin piedad la virilidad del maestro fuego, que ya no pudo más y se vino en el fondo del sexo de su novia, del mismísimo Avatar. . .
Korra gimió complacida con la sensación del semen de Mako quemándola dulcemente por dentro, aliviando su calor, sus ansias y su necesidad por ese hombre.
Se quedaron en silencio, sus cuerpos aun entrelazados, él aun clavado en ella, aunque su miembro ya no tan duro.
* Te quiero !. *
* ¡ Te amo !. *
Korra lo miró sorprendida. Mako no le había dicho esas palabras desde que ella recuperó sus poderes, en el polo sur.
Se abrazó a él, sonriendo sin decir nada más, disfrutando del momento y del calor de los brazos del muchacho.
Una vez, Korra se sintió como el peor Avatar de la historia, pero aquí justo ahora, al lado de Mako, era distinto. No era el peor Avatar, era el más feliz, el más humano, porque necesitaba de alguien con locura, porque ese alguien era su protector. . . porque ese alguien era su dueño.
Hacía mucho que Korra había dejado de pertenecerle al mundo y velar por el equilibrio de este. . .
Ella solo vivía por y para Mako.
Totalizado.
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Me encanta esta pareja, lástima que los separaron T-T.
Al menos nos quedan los fics. Aun así, siento que este en especial estuvo muy forzado. Quizás porque, aunque me gusta la pareja, hay otras que me provocan más. . . calor ^0^ .
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 21 de Enero de 2013.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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Del padre y del hijo _C7_

Anime: Bleach
Rating: M
Pareja: Ichigo x Rukia x Kaien
Sinopsis: Desde la muerte de su esposo, la mujer comenzó a odiar el parecido entre padre e hijo, pues la hacía creer que de cierta forma, él seguía allí con ella.
Advertencia: Lemon (NFSW)
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Por: Maeda Ai
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.:: Capítulo 7 ::.
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La pelinegra salió del cuarto de baño, envuelta en una pequeña toalla.
* ¡ Estás exquisita !. *
Rukia alzó el rostro al escuchar la voz del pelinaranja. Torció las cejas con furia, estaba harta de que ese hombre jugase con ella. Aunque era humillante y hasta vergonzoso, ella debía admitir que siempre terminaba disfrutando.
* Largo !!. *
Ichigo sonrió complacido. Ah, como le gustaba esa arisca actitud de la joven mujer.
Kurosaki caminó tranquilamente hacia la chica hasta acorralarla entre su ancho cuerpo y el frio muro.
* ¡ En verdad eses hermosa !. * _Tras sus palabras, Ichigo rodeó la pequeña cintura de la ojivioleta mientras le sujetaba la mano y entrelazaba sus dedos._ * Y en verdad me encantas !!. . . *
Rukia desvió la mirada, sonrojándose ante las palabras de aquel hombre. Todo lo que él decía la excitaba, además. . . la hacía sentir tan especial.
Él la besó, lento, pausado, sin prisas. No cabe duda que Kurosaki Ichigo sabía muy bien como seducir a una mujer. Por más que la chica se resistía a él, siempre terminaba formando parte activa de sus juegos.
Sin darse cuenta, Rukia se había vuelto sumisa y había perdido su voluntad.
Ichigo la despojó de la toalla, mirando atentamente el pequeño cuerpo desnudo de la pelinegra; esas curvas sutiles, pero exquisitas, sus pechos eran pequeños pero firmes y redondos, coronados por un par de aureolas rosas, duras en ese momento, ansiosas por sentir las manos de Kurosaki sobre su piel, que ardía en deseo.
Cuando Ichigo comenzó a desplegar caricias en la silueta femenina, la chica no opuso resistencia y en cambio, correspondió al muchacho con sus pequeñas manos acariciándole el rostro y enredándose en los cabellos naranjas.
Más esto no fue suficiente para la joven de ojos violetas, quien desabotonó la camisa de su compañero, deshaciéndose de ésta casi con desesperación.
* Hey, hey !!. . . tranquila, enana. *
Ichigo clavó la mirada en lo ojos de Kuchiki, sujetándole esas traviesas manos suyas que intentaron colarse dentro de sus pantalones.
* ¿Es esto lo que quieres?. *
Rukia no necesitaba responder con palabras, sus destellantes ojos desbordando lujuria fueron suficiente respuesta para el pelinaranja, quien lentamente se deshizo de sus pantalones, mientras la mujer permanecía atenta a los movimientos del muchacho, respirando agitada. Su corazón latía con fuerza, más pareció detenerse por un instante cuando, ante sus ojos, apareció el miembro viril del pelinaranja, ancho y duro, casi majestuoso.
* ¡ Oh, Kami !. *
Rukia suspiró deseosa, causando una risita burlona en su compañero.
Ichigo se inclinó para besarla con locura, más la mujer parecía distraída, atenta solo al erecto pene que desafiaba la gravedad.
* ¿Lo deseas, Rukia?. . . ¡ pídemelo !. *
* ¿Qué cosa?. *
Kurosaki sujetó las manos de la pelinegra, guiándolas hasta su pene, ella dio un respingo de sorpresa, pero igual sentía como su vagina se mojaba ante esa acción. Ichigo retiró sus manos, expectante a la reacción de la joven.
Rukia respiraba agitada. . . estaba caliente y era duro como piedra, tan grande y ancho. Ahh, lo deseaba. . .
* ¡ Hazlo !. *
Y los susurros de Kurosaki, justo en su oído, con su aliento acariciándole el cuello no ayudaban mucho.
La mujer no pudo más y comenzó a deslizar sus pequeñas y suaves manos sobre aquel pedazo de carne.
* Ohh, enana !!. . . *
Ichigo buscó los labios de su compañera, devorándolos con desesperada pasión; esa chica estaba haciendo magia con sus suaves manos y él estaba sucumbiendo ante ella. . . lo estaba doblegando. Así que insistió. . .
* Pídemelo, Rukia. ¡¡ Hazlo !!. . . *
Ella tallaba cada vez más rápido el miembro del pelinaranja, totalmente concentrada en la herramienta sexual. Para Ichigo fue en verdad muy difícil detener las caricias de la mujer, pero realmente quería escucharla rogar, así que la hizo girarse, dejándola de espaldas a él.
Las manos de Kurosaki pronto se dedicaron a explorar el sexo de la pelinegra, hundiéndole un par de dedos que se deslizaron con facilidad gracias a lo bien lubricada que ella estaba a causa de su excitación.
* Yamete, Ichigo !!. . . *
* ¡ Calla !. Sé que esto te gusta, que lo deseas. *
Kuchiki cerró los ojos y comenzó gemir, incapaz de soportar las caricias de los expertos dedos de ese hombre.
* Más !!. . . * _Susurró._ * ¡ Más, dame más !. Ichigo, necesito más !!. . . *
Una sonrisa casi malévola adornó el rostro del pelinaranja al escuchar las palabras de la joven de ojos violetas. Eso es lo que él tanto quería, someterla, obligarla a necesitarlo. . .
""Así como yo la necesito a ella.""
Con este pensamiento, Ichigo sujetó a la mujer y la hizo girar hasta tenerla frente a frente, luego la tomó por los muslos, elevándola unos centímetros sobre el piso, acomodándola sobre sus caderas.
* Ahh, Ichigo !. . . *
Rukia suspiró al sentir el roce entre su sexo y el pene de Kurosaki.
Ella creía que este era el momento, que Ichigo la penetraría, pero en cambió sintió como él agitaba lentamente las caderas, creando fricción entre ambos sexos.
* No, esto no es lo que quiero, Ichigo. . . *
Él la calló con sus labios, introduciendo su lengua en su cálida boca, sosteniendo así un beso salvaje y cargado de lujuria. Rukia estaba tan excitada que pronto se halló frotándose contra la pelvis de ese apuesto hombre, devorando y siendo devorada en un beso que a ella le parecía hermoso.
* Ichigo. . . ¡ oh, Ichigo !. *
Y se le iba la voz, murmurando el nombre de aquel que la estaba volviendo loca de deseo y placer.
Pronto, la pelinegra estaba sumergida en el ir y venir de sus caderas, llena de gozo al sentir como el exterior de su vulva y su clítoris se tallaban una y otra vez contra el duro miembro de Ichigo, quien soltaba roncos gemidos justo en el oído de la mujer.
Rukia no pudo más y arqueó la espalda al sentir como su sexo no pudo retener tanto placer y comenzaba a contraerse con fuerza, tratando de aprisionar algo que nunca entró en ella. . . la verga de Ichigo.
Aun sosteniendo entre sus brazos a la bella mujer, Kurosaki se dejó caer de rodillas sobre el piso. Respiraba agitado y muy cansado. . . estaba al borde de un orgasmo tan solo con frotarse contra los labios vaginales de la chica de ojos violetas, quien, agitada, lo miraba casi suplicante.
* Ichigo, yo. . . lo, lo necesito. . . penétrame !!, ¡ hazme el amor !. *
Kurosaki sonrió al escuchar las palabras de la mujer. Cómo había deseado escucharla decir aquellas palabras, y ahora. . .
""No, aun no. ¡ Debo hacerla sufrir un poco más !.""
Pensaba el pelinaranja, posando sus labios sobre la dulce boca de su compañera.
* Lo siento, enana, pero será en otra ocasión. *
Apenas dijo esto, Ichigo se puso de pie y sin más, salió de la habitación, con el pene apuntando hacia arriba, doliéndole de lo duro que estaba. Pero su propia frustración se había visto recompensada con ver el lindo rostro de la mujer, sorprendida y humillada, incrédula por haber sido rechazada de esa manera.
Kurosaki pensaba que cuando por fin hiciera suya a la joven de ojos violetas, lo disfrutaría como nunca antes, porque ella es especial.
Pero Rukia no tenía los mismos ánimos que el pelinaranja.
Él la había rechazado, lo hizo de una forma. . . tan horrible. Él era un patán y ella se sentía tan humillada. Además aun temblaba de excitación; deseaba a ese hombre y ese simple hecho la hacía sentir. . . como una cualquiera y traidora de lo peor, infiel al recuerdo de su esposo, de su amor.
Lágrimas se deslizaron por las mejillas de Rukia.
Fue entonces que ella comprendió dos cosas: una era que ya había tocado fondo y lo más importante. . . que ningún hombre podría amarla, solo Kaien. . . ¡ y él ya no estaba !.
Sin finalizar.
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Ichigo fue un maldito en verdad. Dejarla así 0w0 .
A este paso, Rukia va a rogar por él. Pero ya falta poco para que estén juntos.
_I LOVE ICHIRUKI_
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 10 de Enero de 2019.
Versión SK: Totalizado el 23 de Febrero de 2009.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 8 ||