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Perfect World

Perfect World

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Anime: Escaflowne

Rating: M

Pareja: Van & Hitomi

Sinopsis: Oneshot. Basado en el capitulo 19. El cuerpo no pide razones ni permiso, solo responde a los estímulos de otro cuerpo. Van y Hitomi lo descubren juntos y simplemente se dejan llevar. 

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

Una chica corre apresurada por los jardines del castillo de Asturia. No puede, no quiere volver a leer el futuro de las personas; siempre ve cosas desagradables y eso le esta matando poco a poco.

De pronto, se detiene... también esta cansada de correr, de huir de sus inmensos problemas; decide sentarse y seguir inmersa en sus pensamientos... ¿Qué más le queda hacer?. Un apuesto joven se acerca a ella, le preocupa su expresión; verla triste o preocupada es muy común, pero aun así le extrañó su expresión de derrota. Sin más, la invita a conversar con el para que ahogue sus penas y después, se retiran al escondite del Guymeleft más extraordinario de toda Gaea.

* ¿Y eso pasó?. * * Sí, ya sé que no se oye muy bien. Pero no sabia que hacer... que tonta soy. * La jovencita había descargado todos sus problemas a su amigo, este último le lanza lo que al parecer es una fruta... Vaya, los consejos salen sobrando. La invita a beber de su néctar. Hitomi prueba un poco del jugo de aquella fruta, hasta ahora desconocida por ella, y... guack!!, sabia amargo. * Guack !, que amargo... ¿Qué es esto?. * * Es una bizuka, te dará energía. * “Al menos calmará mi sed”.

Pensó, aunque eso no le quita lo amargo, lastima...a no haber más, pues no hay remedio. Resignada al sabor, Kanzaki se animó a beberse el contenido sin más quejas. Mientras, el joven Slanzar meditaba si debía decirle cuan importante era para él, había que aprovechar la oportunidad ya que estas eran escasas, en especial porque Merle siempre estaba con el, cosa que dificultaba todo; hasta que el muchacho se armó de valor y comenzó a declarar su sentir... * Tengo algo muy importante que discutir contigo...* * ¿Qué?. * * Es algo que quería decirte, desde hace algunos días...* “Que querrá decirme Van?”.

Hitomi pensaba, curiosa por enterarse de algo que de seguro era sumamente importante. * Hitomi, quiero decirte algo; quiero decirte que te necesito... que sinceramente te necesito. * * Por qué Van?, ¿Tú?... ¿Por qué?. * * Además yo... te necesito mucho... yo te necesito a ti... es que yo, yo... * * No puede ser. * Increíble!, Van Fanel necesitaba a una mujer, no lo creía... ¿Para qué?, esta era una confesión amorosa muy extraña e inesperada; se sentía confundida, ¿Qué debía hacer?. Fanel es guapo y mucho, pero Allen... Allen, para que pensar en él...el problema era con Van. El joven se dio vuelta para mirarla y... * Necesito tu poder... Sabes que Zaibach esta cerca y al parecer te tienen miedo, no sabemos que quieran hacer con el legado de Atlantis pero, Escaflowne tiene que ser mucho más poderoso y no sé hasta donde lo pueda controlar, así que por favor... ayúdame. * Maldita sea !!, eso era lo que tenia que decir?. Mejor se hubiera quedado callado. Hitomi no sólo se decepcionó con las últimas palabras que pronunció el Riujin, sino que se enfado con él... y ella que se había ilusionado con sus palabras. * ¿No tienes algo más importante que decir?... era eso, solo eso?. * La chica de la luna fantasma se había incorporado para reclamar por la reciente decepción; su actitud confundió al muchacho, ¿Qué era lo que deseaba oír?. * Eres demasiado insensible. * * Disculpa si te molestó lo que dije, pero... * * Pero nada... tu verdaderamente no sabes como me siento. * La impotencia recorría su persona y solo pudo aguantarse el coraje; bajo la cabeza y cualquiera hubiera dicho que comenzaría a llorar, pero... * Hitomi por favor no llores, yo...* * Idiota, no iba a llorar, no hay razón. * Slanzar se sintió aliviado, aunque también indignado; la palabra “idiota” simplemente no le agradaba para su persona y menos viniendo de la chica frente a el. Tampoco podía quejarse, se porto como un cobarde al no decirle lo que realmente deseaba decirle... bueno, exactamente lo que debía decir. * Tienes razón, no sé como te sientes... pero intento saberlo. * * Ya déjalo así, Van, ya no importa. * Hitomi iba a retirarse para no pelear más, no quería agregar un problema más a su lista negra y mucho menos si el problema era con Slanzar. * Hitomi...* La chica volteó al escuchar su nombre y vio algo distinto en aquel joven, algo de determinación. Fanel se acercó con lentitud y sin apartar sus ojos de ella; incluso a él le costaba trabajo creer lo que estaba haciendo. Al estar lo suficientemente cerca de la jovencita, alcanzó sus manos con las propias e intentó decirle algo... * Hitomi, es que yo... tu... tu me gus, tu me gustas mucho. * * ¡¿Qué dices?!!. * Kanzaki se sorprendió bastante, no es que no quisiera oír esas palabras o que le molestaran, era solo que jamás creyó escucharlas venir de una persona tan inexpresiva como Van. Su impresión la hizo reaccionar y soltar por reflejo las manos que aprisionaban las suyas, y esto, por su puesto que entristeció al rey. Tanta tristeza, tanta tristeza era desesperante; los ojos de Kanzaki también se ensombrecieron al detectar tanta infelicidad en su compañero y saber que en parte era su culpa la hacia sentir como la peor persona sobre la tierra que pisaba. * No por favor, disculpa es que yo no sé como reaccionar a lo que me dices. * Esas fueron las palabras de arrepentimiento que Hitomi expresaba, intentando mejorar el animo de su amigo, pero sin conseguirlo. Un breve beso en la mejilla y una caricia sobre la misma tampoco fueron suficientes; Slanzar se entristecía con fuerza y facilidad. * Vamos Van, reacciona ya, ¿Qué debo hacer para disculparme?. * * Quedarte a mi lado... para siempre. * Kanzaki se sorprendió aun más con aquella propuesta. ¿Cómo le pedía eso?. Su reacción fue desviar la mirada y disculparse por no poder hacer semejante cosa. * Es por Allen, ¿verdad?. * Preguntó tristemente el Riujin, obteniendo un gesto negativo por parte de la muchacha y una sonrisa muy forzada para despejar las dudas... sin resultado alguno. El joven puso una cara de incredulidad y esta desesperó a Hitomi; debía hacerle ver que en verdad no era por el caballero Chezard que lo estaba rechazando, pero como lo lograría?. * ¿Cómo hago para que me creas?. * * Ya te dije... quédate con migo para siempre. * * No puedo hacer eso y lo sabes... pero si... * La chica de ojos verdes se acercaba al jovencito. Ya junto a él, tomó el rostro del mismo entre sus manos y lo acercó al propio, culminando con un beso extremadamente tranquilo y relajante, además de ser inesperado por Slanzar. * Van, tu también me gustas. * * Pues no parece que sea así. * * Oh !, vamos, tampoco creo que yo te guste. * * Pero así es. Tanto, me gustas tanto, que yo...* * ¿Qué tu que?. * * Que te haría mía en este mismo instante. * * No te atreverías, ¿o sí?. * Esto último lo dijo con un tono de voz bastante bajo y en forma suplicante, deseando que solo fuera una broma; también dio unos cuantos pasos hacia atrás tratando de alejarse para no provocar más al Riujin, temerosa de que cumpliera con sus palabras. * ¿Quisieras averiguarlo?. * Le preguntó insultante; Fanel había dejado las bromas de lado y comenzaba a hablar tan en serio como nunca antes. La chiquilla desvió la mirada sin decir palabra, estaba dudando y eso divirtió al joven ya que si dudaba en decir “no”, podía tomar eso como un posible “si”, y esto lo divertía bastante. Comenzó a acercarse a ella y pese a que esperaba que intentara apartarse de él, no fue así, solo seguía ahí parada mirando a un lado, tratando de no aumentar la dificultad de la situación. Frente a ella, Van Fanel la miro fijamente por breves instantes para poco después inclinarse un poco y comenzar a recorrer el cuello de la joven con sus labios, detectando el escalofrío que esto le provocó a la chica y siguiendo su recorrido sin detenerse. Sus brazos rodearon la frágil figura femenina, y sus manos se deslizaron bajo el saco del uniforme que la chica portaba. Una vez de bajo de la prenda, las manos del Riujin siguieron su camino sobre la tela de la blanca camisa , dibujando las curvas del cuerpo de la mujer sobre la misma tela, deteniéndose sobre los dos atributos femeninos más deseados por un hombre. La mirada de Hitomi se clavó en los ojos del rey de Fanelia, con un claro rubor en sus mejillas. Jamás pensó que el muchacho llegaría tan lejos, pero lo hizo, y ella no fue capaz de resistirse a eso...estaba avergonzada. Las manos del muchacho estaban ocupadas tratando de desabrochar los botones de la camisa; hacia un gran esfuerzo por no terminar rompiendo la prenda pues los nervios y la excitación no lo dejaban concentrarse. Por fin!!, con todos los botones fuera del ojal, abrió la camisa y pudo ver la ropa interior de la chica; mientras Kanzaki seguía mirándolo a los ojos, parecía que aun tenía dudas en seguir, o dejar las cosas sin empeorar. Mirarla así le hacia recordar algo a Van Fanel; la ocasión en que ella estuvo a punto de morir, sino es que ya lo estaba. En ese incidente, el pudo ver su figura, aunque no le prestó atención puesto que la mujer que quería se estaba muriendo. Dejó ese escalofriante recuerdo de lado y la miro para despejar su mente, ella aun seguía con la mirada perdida en sus ojos, seguramente también estaba sumida en sus propios pensamientos. Nuevamente dirigió sus labios al cuello de la mujer frente a el para besarlo pausadamente, dirigiéndose a su oído y susurrándole..... * ¿Puedo continuar?. * Vaya pregunta, ¿Por qué la haría?; aun quedaba algo de amabilidad en ese hombre, o quizás era consideración para con ella... no lo sabia, como saberlo?, si todo era tan rápido. Hitomi lo meditó un poco, en verdad se puso a pensar si debía o no, que razones tenia para hacerlo?... no quería hacerlo solo por que si. Pero más que lo meditaba no encontraba una verdadera razón para continuar; más sin embargo... se rindió. No opuso objeción alguna a la propuesta del Riujin, al contrario, le sonrió como respuesta afirmativa, respuesta que fue tomada con gusto por el joven rey. Pero, que la había orillado a aceptar pasar las horas con él?. La soledad que vivía en ese planeta, la guerra que ya cubría a toda Gaea, o que a cada momento estaba tan cerca de la muerte y las aterradoras visiones que tenía, en especial en las que Slanzar podía perder la vida... Eso debía ser, recordar esas escalofriantes escenas que se formaban en su mente le daban miedo, temía perder al único ser humano que se preocupaba por ella en ese inmenso mundo, aun desconocido por ella. * Si no lo deseas, yo... * La voz del muchacho la sacó de su transe; lo miro, le besó con pasión, ternura, y también... miedo. Se entregó a él, se entregó a Van en un beso, en un beso ya le había entregado todo: su corazón, sueños, esperanzas... el cuerpo mismo. No fue necesario decir nada más, todo estaba dicho, lo único que faltaba... era comenzar a descubrirse mutuamente, Y así fue, Slanzar se despojó de la camisa roja que cubría su pecho y también le quito a Hitomi la camisa ya desabrochada; sus manos siguieron su camino por el cuerpo de la mujer, deteniéndose en el cierre de la falda, bajando con lentitud hasta el final para dejar caer la prenda sobre un montón de paja. El siguiente en caer fue el pantalón del Riujin y finalmente el resto de la ropa que ambos llevaban, cayó sin remedio alguno, y luego... se miraron, como si ya no supieran que hacer ahora. ¿Cómo saberlo?, si jamás lo habían intentado hacer con ninguna otra persona y habían llegado hasta ese punto por mero instinto y deseo. Y esas sensaciones fueron las que los siguieron guiando. Se fundieron en un abrazo e hicieron que sus labios se encontraran para comenzar poco a poco con su primer encuentro pasional. Los besos que en un principio fueron tranquilos se volvieron más fuertes, quizás agresivos... desesperación quizás?. Los muchachos fueron arrodillándose para estar un poco más cerca del piso que sería su lecho por algunas horas; Van separo sus labios de los de Hitomi para recorrer el cuerpo de la chica con ellos. Una vez más, recorrió su cuello, los hombros y al llegar a los senos... se detuvo, solo se quedo mirándolos como si fueran lo más hermoso que existiera en el mundo. Colocó sus manos con delicadeza sobre los pechos de la chica, los tocaba y estrujaba con extrema lentitud; era la primera vez que veía a una mujer desnuda... simplemente estaba asombrado con tal belleza humana. Sin embargo, el joven permanecía a la expectativa. Esto avergonzaba a Hitomi quien al sentirse observada de esa manera se sonrojó por la vergüenza de la situación. Por fin !!, el rey de Fanelia se dispuso a probar el cuerpo de la chica; besó frenéticamente los senos de la mujer tratando de saciar su sed de ella, sed que experimentó por primera vez cuando la conoció, y hasta ahora podía beber de su cuerpo. Trató de absorber el sudor que recorría el cuerpo de la chica y que se interponía entre su labios y los dos hermosos pechos que la dama poseía. Pronto, la situación y la excitación hicieron que Van deseara mucho más de la mujer que tenia a su lado. Rápidamente, el muchacho se dirigió a la vagina de su chica y la probó con desesperación, ese acto tan repentino, placentero y tentador le arranco un gemido de gozo a Kanzaki; la muchacha estaba no solo sorprendida de ver al punto  en que le había permitido a Fanel poseerla, sino también temerosa de lo que podía venir después, aunque la excitación la hacía seguir casi inconscientemente. * Oh, Van !!... por favor detente, yo... yo no puedo seguir. * * No puedo parar aquí, mucho menos cuando tu cuerpo me esta pidiendo que continúe. * Slanzar le dijo esto mientras introducía dos dedos en el interior de la chica, comprobando y haciéndole notar a Hitomi cuan mojada estaba. El cuerpo no pide razones ni permiso, solo responde a los estímulos de otro cuerpo. Después de esto, Van volvió a lo que estaba haciendo, exploró con sus labios y lengua la vagina de la chica de la luna fantasma, la cual, se rindió totalmente a las sensaciones que le producían Van Fanel y su cuerpo. Entrecerró los ojos y aflojo el cuerpo dándose por vencida ante su rey. ¿Qué había pasado con Allen?, maldita sea ya ni se acordaba de él... que se casara con quien le diera la gana, con Milerna, con Eries... le daba igual. Van logró arrancarla de la realidad y transportarla a un mundo de fantasías y placer, que si bien, no era real del todo... tampoco era falso. El joven Van sintió como el cuerpo de su compañera se relaja; decidió que el momento de entrar en ella por completo había llegado. Se reincorporo quedando frente a frente con el rostro de Hitomi, quien pudo notar el brillo en los ojos a veces insensibles de Slanzar... ese brillo la invitaba a culminar con su encuentro sexual. El faneliano acercó sus labios al oído derecho de Kanzaki, y le susurró: * Te haré sentir toda una mujer... tan llena de mi. * Aquel hombre la abrazaba mientras le confesaba esto, rodeándola por la cintura con su brazo izquierdo y sosteniendo su cabeza con el brazo derecho; recostándola sobre la paja del lugar y acercando su pene ya erecto, a más no poder, a la entrada de amor de la mujer. Deseoso por introducirse completamente en ella, Van hacia un gran esfuerzo por mantener el control de sus sensaciones y no ser brusco, lastimando a Hitomi como consecuencia... solo quería amarla, no hacerle daño. Con la mitad de su miembro dentro, por consiguiente desvirgándola, la visionaria sintió un pequeño dolor, lo suficientemente fuerte como para hundir su rostro en el hombro de su rey, y derramar un par de lagrimas con las que trataba de hacer salir ese dolor. El muchacho descendió su ritmo de “ataque” y le dio un beso en la frente a la jovencita, lo cual le hizo ver a la misma que esto no era meramente carnal; Slanzar no solo se apoderaba de su cuerpo... la estaba amando, le estaba haciendo el amor con el alma en ello, y eso la hacia sentirse más suya que nada en los dos mundos. Slanzar aumentó, tanto el número como la fuerza, de las embestidas al interior del cuerpo de la chica. Sus cuerpos vibraban y el sudor inundaba ambos seres; y los únicos que presenciaron ese encuentro tanto romántico como pasional y carnal, eran unas cuantas palomas y el Escaflowne de Van. La última embestida del muchacho lo llevo al fondo del túnel de amor de la chica, ahí, Van y su pene estaban prisioneros, pero felices... irónico, ¿no?. Fanel volvió a interceptar los senos de la mujer; duros por la excitación tan alta, los pechos se volvieron más sensibles a los “bocados” que Slanzar les daba, y con esto, su saliva se confundía con el sudor del cuerpo de Kanzaki. Hitomi sintió algo en su interior, una sensación más fuerte que las que había sentido hasta ahora. ¿Qué era?, no sabría explicarlo bien. Cuando sintió de lleno y con fuerza esa sensación, ese poder... se dio cuenta de que era su primer orgasmo. Pero, ¿Qué era lo que realmente sentía?: Frío, calor... no sabía, no distinguía, quizás era una mezcla de ambos al igual que una combinación de dolor y placer extremos... el éxtasis mismo, ese punto en que nada es todo, y todo es nada. Trató de reprimir cualquier expresión de divino gozo, pero no lo logro; un fuerte grito de gloria y pasión escapo de sus labios, el cual fue ahogado por los labios mismos de su rey. Un poco más calmada, notó como los sexos de ambos, el de ella y el de su acompañante, palpitaban de placer y gozar. Algo cansada, Hitomi sintió como Van intentaba que su explosión de placer se repitiera las veces que fuera posible. Al indicarle su propio cuerpo que así sería, la chica pudo sentir como hasta la planta de sus pies percibía el placer... todo su cuerpo en si. Una vez más, la hermosa agonía de pasión volvía al cuerpo de la visionaria, quien con sus piernas, rodeo la espalda de su ángel, descubriendo que en esa posición sentía más placer aun. Van se sentía satisfecho ya con el solo hecho de ver y sentir a su mujer retorciéndose de amor y placer bajo su cuerpo y entre sus brazos.. claro que esto no era nada comparado con un placer similar al que sintió su acompañante. Un orgasmo hacia acto de presencia en Van, quien dejo escapar los gemidos de gozo y estos a su vez hacían notar que le costaba trabajo contener tanta excitación, tanto placer... tantas ansias. No pudiendo más con las sensaciones y sentimientos que se desbordaban, Slanzar descargó un torrente de semen en Hitomi. * ¿Qué es lo que estás sintiendo?. * * Caliente, muy caliente... y un exquisito placer. * La copiosa eyaculación del pene de Van inundaba el interior de la chica de la luna fantasma, terminando con sus horas de amor sin barreras. El rey dejo caer su cuerpo sobre el de su amada, respirando apresurado por la falta de aire y la pérdida de algunas fuerzas. Una vez con sus cuerpos separados, Fanel desplegó sus alas para cubrir ambos cuerpos desnudos; no había prisa por vestirse.

~*~

~*~ 

 ~*~ Hitomi abrió sus ojos esmeralda; se encontraba desnuda sobre el cuerpo, igualmente desnudo, de su Van. ¿Cuántas horas habían pasado desde la culminación de su relación sexual?, no lo sabía, pero se sentía cómoda, satisfecha y también... hermosa; Van era el primer hombre que la hacia sentirse tan hermosa. Dejando de lado esos pensamientos, comenzó a vestirse... no iba a quedarse desnuda lo que restaba del día.

Cuando abrochaba los botones de su saco escolar, se dio cuenta de que Van ya estaba vestido. El joven se acercó a ella y la abrazo con más confianza y libertad que antes; rodeo por detrás su estrecha cintura y coloco su mano izquierda sobre el seno derecho de su mujer, la cual pícaramente le preguntó:

* ¿Quién te dijo que podías hacer eso?. * * Supongo que después de lo de hace rato, tengo derecho...solo espero que nadie más se atreva a hacerlo. * Hitomi reaccionó incrédula ante las palabras que escuchaba y... * Oh, por favor, ¿Quién haría algo así?. * * Que tal Allen... te gusta, ¿no?. * Kanzaki se indigno con la “broma” de Van; le plantó la mejor bofetada que jamás le hubieran dado al Riujin y se alejo de ahí. Las intenciones de Van no eran humillarla o hacerla sentir incomoda, mucho menos lastimarla.... pero no sabía como expresarse ahora que ella le pertenecía. Sin más que poder hacer, se dispuso a seguir afilando la espada de Escaflowne, con la marca de la bofetada de la chica en su mejilla... si que le dolía, más que nada porque había sido su culpa. Distraído por todo, notó que comenzaba a nublarse. ““Lo mejor será buscarla””, -pensó- ““Podría mojarse y enfermarse””. Decidido, el rey de Fanelia salió en la búsqueda de su amante, con la sola idea de encontrarla a salvo y seca. Él, no contaba con que la encontraría acompañada... de Allen.

Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~* 

El fiction esta basado en el capitulo 19 “Operación: Línea dorada de amor”. Y el título de este, en un tema musical del anime, ((Cuando Dryden esta con su sirena)): Perfect World.

Escaflowne: el anime que posee la mejor música. ¿Cómo no hacer un fiction de él?. Como sea, muchos querían leer un Lemon sobre este anime, y aquí está 0v0 . ~*~ 

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de “Fallen Angel”. Totalizado el 22 de Agosto de 2001. La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

  • drg23
    drg23 liked this · 4 years ago

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5 years ago

Rebasando dimensiones

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Anime: Tsubasa Reservoir Chronicle

Rating: M

Pareja: Kurogane & Tomoyo

Sinopsis: One-shot. Él quería quedarse en su mundo, más no podía. Pero amaba a esa mujer y por ello. . . sabía que el sentimiento estaba más allá de las dimensiones mismas.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Tomoyo no pudo evitar que una sutil sonrisa le adornase el rostro.

Kurogane por fin había regresado a este reino.   Y estaba tan cambiado, a pesar de su expresión exasperada, el hombre sentado frente a ella no era el mismo de antes.

 Su sonrisa se tornó triste, mientras veía la divertida escena de una discusión entre Kurogane y Fai.    Y ni que decir de la pequeña Mokona que siempre lo hacía enfurecer.

A pesar del daño que le hizo, él era feliz.   La verdad es que la princesa estaba celosa; conocía a ese guerrero mucho más que sus compañeros de viaje y nunca pudo hacerlo sonreír cómo ellos.   Kurogane siempre se había mantenido inexpresivo, y ahora...

* Oye Kuro-guauko, partimos mañana, no es cierto?. *

* ¿Para qué preguntas si ya lo sabes?. *

 Tomoyo alzó la mirada con sorpresa.   Creía que el ninja se quedaría en este reino, pero él pretendía seguir el viaje junto con sus nuevos amigos.

 * Entonces. . . *  _La voz de la jovencita de largos cabellos parecía quebrarse._  * ¿te vas?. *

* Por supuesto, aun no encontramos todas las plumas de la chiquilla, además. . . no podrían sobrevivir sin mi. *

* Entiendo. *

 Tomoyo volvió a bajar la mirada, resignada y sin ser capaz de decir nada más por el resto de la cena.

  Cuando todos se retiraron a sus habitaciones, la princesa caminaba por los pasillos del palacio; buscaba a Kurogane, pero se acobardó a mitad del camino.

Grande fue su sorpresa al encontrar al muchacho frente a la puerta de su recamara.

 * No te vayas. *

 Kurogane se giró sorprendido al escuchar esas palabras.

Resignado, estaba a punto de retirarse y volver a su habitación y dormir, cuando escuchó esa voz a sus espaldas.   Era la princesa, quien no pudo contenerse más y le pedía que se quedase.

 * Es mi deber. *

 Le dijo él con expresión seria, retomando su camino, más la joven de largos cabellos le sujetó la capa con sus pequeñas manos, suplicante.

 * Onegai. *

 El guerrero se quedó helado al escuchar la voz apagada de su princesa, se giró a verla, pero hubiese preferido no hacerlo. . .

Lagrimas saladas resbalaban por las suaves mejillas de la niña mientras sus lindos ojos reflejaban la tristeza y el dolor en su corazón.

 * No puedo y lo sabes. *

* Gomen nasai. . . lamento haberte enviado con Yuuko, y aunque se que me odias por eso, por favor no te vayas. . . *

 La voz de Tomoyo sonó desesperada.

Lo sabía, lo entendía muy bien, Kurogane la aborrecía por exiliarlo del reino y condenarlo a vagar de mundo en mundo hasta volver al suyo.   Se arrepentía tanto y ahora que él estaba aquí con ella, no quería dejarlo ir.

Enviarlo con la bruja de las dimensiones fue una decisión muy difícil pues ella lo quería y fue quien le infringió esta carga, este castigo.

 El ninja apretó fuertemente los puños.

 * Yo no te odio. *

 El hombre quería quedarse en su mundo, pero no podía.   ¿Cómo hacerla entender?.

 * Ai shiteru. *

  Tomoyo se llevó las manos a la boca, cómo si hubiese dicho algo indebido.   Kurogane le clavó la mirada, sorprendido e incluso incrédulo.   La princesa no pudo más por lo que, apenada, sollozó y se apresuró a su habitación, siendo seguida por el ninja.

 * Lo siento, no sé que me pasa ni lo que digo, por favor olvídalo. *

 Pero a pesar de sus palabras, las lagrimas parecieron tomar fuerza, delatándola.

Entonces, con delicadeza, Kurogane la hizo girarse, esos preciosos ojos negros le regalaban lagrimas que el no merecía; sus suaves mejillas se encendían en rojo, arrepentida y avergonzada por lo que sus palabras habían provocado. . . y su dulce boquita temblaba ligeramente, invitándolo a calmarla.

 El guerrero no pudo soportarlo más y asaltó aquellos labios, devorándolos con los propios, brusco y fuerte y sin embargo, dulce y embriagador.

Con su cuerpo, el ninja cubrió la pequeña figura de la princesa, perdiéndose en su fragilidad y su pureza.

 * E-espera, ¿qué haces?, no podemos. . . *

 Pero el muchacho no pretendía soltarla esta vez.

Lo había apartado de su lado, lo condenó a vagar por incontables dimensiones y no le permitió protegerla, cómo era su deber.

Mañana partiría y estaba consciente de que quizás no volvería a este reino y no la vería de nuevo.

¿Cómo le pedía detenerse?.   No podía, no quería. . . la necesitaba y necesitaba en verdad una razón para volver a su lado.

 Así que los intentos de la princesa por frenar la pasión de su guerrero fueron vanos, pues este la besó con tal pasión, que al poco tiempo yacían en el futon, él sobre ella, recorriendo su frágil silueta por encima de las finas ropas.

La mente de Tomoyo era un caos de pensamientos en los que Kurogane era el protagonista.   No podía apartar la mirada de su atractivo rostro, su seriedad y su frialdad no combinaban con sus manos que la quemaban exquisitamente.

 Solo la refrescante brisa que entró por el balcón le hizo saberse desnuda ante aquel guerrero, su guardián.

El rojo volvió a sus mejillas mientras su corazón se aceleraba.   ¿En verdad lo harían?, la tomaría para dejarla después?.

 * Y-y no sé. . . *

 La voz de la princesa se apagó y Kurogane le tomó la mano, besándole la palma, luego el brazo hasta llegar a sus hombros, recorriéndole el cuello, la barbilla. . . sus labios.

La atrajo más hacia su cuerpo, aferrándose a su pequeña cintura.   Entonces, con manos temblorosas, Tomoyo lo despojó poco a poco de sus ropas.

Ante ella, el perfecto cuerpo de un hombre esculpido por las innumerables batallas.   Cada duro músculo le parecía perfecto, bajó un poco la mirada, sonrojándose ardientemente.

Su pene, grande y grueso, había cobrado vida gracias a los besos y tiernas caricias de la princesa.

 Tomoyo se avergonzó y volvió a subir la mirada para luego llenarle de besos el rostro, desesperada, ansiosa.

Robó y dejó que le robaran el aliento, frotando su tibio cuerpo contra el del ninja.   Suspiros y jadeos se escucharon en la habitación.

 Era tan mágico, tan hermoso que la princesa se encontró rogándole al cielo por que este momento fuese eterno.   Más sus pensamientos se desvanecieron de golpe al sentir cómo las caricias llegaban a sus pechos pequeños y poco después a su intima flor.

 * Ohh, Kurogane, nnooo !!. *

 La joven arqueó su espalda al sentir cómo los dedos de su amante jugaban y se escondían una y otra vez en el interior de su vagina, explorando, palpando y apremiando.

Tomoyo se llevó las manos a la boca, tratando de acallar los gemidos que se le escapaban, pero era inútil.   Pequeñas lagrimas resbalaron de sus ojos, Kami, quería más, mucho más.   Todo el placer que este hombre le pudiese dar. . . lo quería todo, lo quería a él.

 De un momento a otro, la princesa se hallaba meciendo las caderas, ondulando, buscando un poco más de aquella atrevida caricia que la llenaba de gozo.

Se aferró al ninja, susurrando su nombre mientras aquella pequeña caricia la recompensaba con un orgasmo.   Kurogane mantuvo sus dedos en la vagina de la chica, queriendo complacer a su princesa, quien lo recompensó con besos suaves en todo el rostro, en su boca.

Tomoyo estaba cansada y esto apenas iba a comenzar.

 Kurogane la sentó sobre sus caderas, frotando suavemente su hombría con la línea vaginal de la chica.

Los ojos de Tomoyo se opacaron, mitad lujuria, mitad tristeza y amor.

 * En verdad puedo?. *

* Hazlo !!. *

 La princesa suspiró su respuesta para luego tomar el rostro del ninja entre sus pequeñas manos y besarlo con pasión, abrazándolo con todas sus fuerzas; gimió llena de gozo al sentir cómo la penetraba poco a poco.

Y se mordió el labio inferior cuando algo dentro suyo se hubo desgarrado y cálidas lagrimas resbalaron por sus mejillas, pero escuchar el ronco gemido de Kurogane era pago suficiente para su dolor.

 * Gomen nasai. *

* S-si esto compensa de alguna forma la humillación y el sufrimiento que te cause al condenarte a ese viaje, entonces yo. . .*

* No, no lo digas. *

 Los ojos del guerrero se dilataron con horror.   Él nunca, jamás le haría daño por simple venganza.   ¿Cómo podría?.

 * Yo te amo. *

 Nuevas lagrimas nacieron de sus negros ojos.

La alegría que le producían esas palabras. . . una hermosa sonrisa deslumbró al muchacho, quien inició un lento y suave mecer de caderas, negándose a seguir lastimando a su princesa, su diosa.

Ya no lo haría de todas formas, el dolor se había ido para dar paso al delicioso placer que abrazó el frágil y pequeño cuerpo de Tomoyo.

 * Exquisita. *

 Le susurró él al oído, aumentando la fuerza de sus embestidas.

Su princesa lo había sumergido en un mundo perfecto en el que solo existían ellos dos.   Y quería oírla gritar su nombre.

La sujetó con fuerza por las caderas mientras refregaba su miembro contra la vagina de su amada, al tiempo que sus labios se saciaban del mero gozo de beber de sus senos, sentirlos, acariciarlos, enterrar el rostro en ellos sin querer apartarse jamás.

 * Te amo, Kurogane, tanto que. . . *

La princesa le confesó de nuevo sus sentimientos cuando el placer fue tanto que la obligó a arquear la espalda, entregándose al éxtasis.

Fuertes y constantes pulsaciones aferraban el pene dentro suyo mientras las lagrimas resbalaban por sus mejillas. Necesitaba expresar el infinito gozo que abrazaba a su cuerpo. . . el fuego que la quemaba por dentro era hermoso.

 Se sintió desfallecer por el orgasmo que la había dejado agotada.

Más apenas pudo escuchar la ronca voz de Kurogane que le decía que la amaba, una y otra vez sin dejar de penetrarla con fuerza para llenarla con su esencia. . . caliente, abundante. . . delicioso.

Tomoyo no supo de nada más por unos instantes, estaba agotada, extasiada y satisfecha.

 Esperaba que al abrir los ojos él ya no estuviera a su lado, que se marcharía una vez completada su venganza, cómo le pasó tantas veces en pesadillas; ese era su mayor temor, que él le hiciera el amor y luego la desechara.

 “”No es más que el castigo que merezco.“”

 Pensó. Pero grande fue la sorpresa y su alivio al verlo a su lado, no solo abrazándola, sino también acariciando sus largos cabellos.

 * Estás aquí. *

* Solo hasta el amanecer. *

 Tomoyo curveó sus cejas con tristeza.   Así que después de esta maravillosa noche, él se iría y se había quedado para echárselo en cara.

Se mordió el labio pues las lagrimas se empujaban unas a otras, empezando a escapar de la prisión de sus ojos.

 * ¿Me esperarás?. *

 Ella abrió desmesuradamente los ojos, liberando las lagrimas.

Las palabras del guerrero la habían tomado por sorpresa.   Una linda sonrisa se formó en su rostro mientras el ninja le secaba las lagrimas y afirmaba en silencio.

Volvería a su lado así tuviera que amenazar a la bola de azúcar para que no lo dejase a la deriva en algún otro mundo.

 Tomoyo se refugió en el fuerte pecho del guerrero para rato después ser vencida por el sueño.

 “”Esperaría una eternidad.””

 Fue lo último que cruzó la mente de la princesa.

Kurogane la contempló mientras dormía, si no fuese por ella no habría conocido a sus amigos, ni estuviese viviendo aquella aventura que lo llenaba de vida.

No la odiaba, nunca podría, él al amaba y sabía que el sentimiento estaba rebasando las dimensiones mismas, literalmente.

 Sonrió, por primera vez en su vida, desde que sus padres murieron, tenía un lugar a donde regresar, al lado de la mujer que lo había obligado a jurarle lealtad y a quien él, en silencio, le juró amor eterno.

  Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

ADORO esta pareja. Sinceramente Tomoyo nunca fue un personaje que me interesara... hasta ahora, pero hay que darle las gracias a Kurogane ^0^.

Cómo sea, no sé si él regrese a su mundo, así que tuve que hallar una forma de unirlos.

Por supuesto, que este no será el único fic que haga de este par.

  ~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai.  Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 29 de Marzo de 2007.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

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5 years ago

holaaaa! te escribo para decirte que amo tus fanfics!!!!! son increíbles!!!! y super legendarios en el fandom en esp. estoy en una comunidad de Shaman King por discord en el que escribimos muchos fanfics y tenemos mucho smut y nos preguntábamos si quizás te interesa unirte! no se si estas muy metida en fandom pero bueno, si quieres te puedo pasar un invite! lo hago sonar super raro peor bueno, ojalá te animes!

Hola. Muchas gracias por leer mis fics. Claro que quiero unirme, me encantará. Shaman King es uno de los animes que más me gusta y del que, hasta ahora, más fics he escrito 0w0

5 years ago
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Pixiv ID: 75255538 Member: 卵の黄身