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Una Para Todos _C5_
Una para todos _C5_

Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Todos x Anna
Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 5 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Se sentía mareado, muy, muy cansado.
El aroma de la joven era exquisito, agradable e intoxicante. Su pobre mente era un montón de vagas ideas que iban y venían, confundiéndolo cada vez más.
““La prometida de Yoh, el demonio: Anna Kyouyama, la mujer entre sus brazos, la más bella de todas; mujer ajena, mujer prohibida. . . a la que quiero y deseo con desesperación. . . yo la amo. . .""
Más las últimas tres palabras eran lo único que Ren tenía claro en ese momento. Así que simplemente dejó que su corazón latiera descontrolado, disfrutando del momento.
No sabría decir si había pasado una eternidad o tan solo unos cuantos instantes, solo estaba consciente del dulce sabor de los labios de la rubia itako.
Por un momento creyó haber caído en un largo y tranquilo sueño, prisionero de los labios de la sacerdotisa, más abrió los ojos, cómo aquel que de repente despierta agitado ante una pesadilla; sus pupilas se destiñeron.
Y la sorpresa lo invadió al instante. ¿En verdad esto estaba pasando?. Anna frente suyo, yacía desnuda, haciendo gala de la tremenda belleza con la que fue bendecida.
Ren no podía más que admirar a aquella que era su musa. Mujer de figura delgada, delicada y hasta frágil. Su estrecha cintura lo hacía desear el rodearla con sus fuertes brazos para que nunca se le escapara. Sus largos cabellos dorados, ondeándose ligeramente por la brisa que entraba por la venta; su piel blanca cómo de porcelana fina, se veía suave y la luz de la luna que se asomaba a la habitación, la hacia brillar, haciéndola parecer irreal.
Y su rostro, Kami, su hermoso rostro adornado por aquel par de gemas negras que brillaban extrañamente esta noche.
¿Acaso era la lujuria que reflejaban aquellos ojos negros?. Y sus labios. . . Tao simplemente no pudo resistir más y la tomó con fuerza, besándola con pasión.
De pronto todo pensamiento lógico se desvaneció, dejando a su paso la lujuria, el deseo, la excitación. . . el amor.
* Anna, Anna, Anna. . . *
A Ren se le iba la voz, llamando a su amada mientras sus manos, temblorosas, recorrían el cuerpo de la mujer, satisfaciendo su sentido del tacto.
Fría y caliente a la vez; sentir la piel de la chica lo hacía estremecer. Sus labios secos, abandonaron la dulce boca de Anna para deslizarse por su cuello, mordiendo con pasión.
* Ahhh, Ren, eres un travieso !. . . *
Le dijo ella, pues sentía los suaves apretones que el shaman daba sobre sus redondos pechos.
La itako enredó las manos en el cabello del joven chino, suspirando agradada por las caricias y besos sobre su cuerpo.
Más la voz simplemente se le apagó a la sacerdotisa cuando sintió un intruso deslizándose al interior de su intimidad.
Ren Tao introdujo su dedo índice, sintiendo la calidez y la humedad del sexo femenino al meter y sacar su dedo.
* Ahh, no pares !. . . *
Le pidió la mujer de ojos negros; arqueando la espalda y oprimiendo ella misma sus senos.
La rubia cerró los ojos, entregándose al placer que Ren le daba mientras el shaman de ojos místicos miraba embelesado cómo la mujer se retorcía de gozo sobre su cuerpo.
Y le dio más fuerte, penetrándola desesperado, lleno de excitación.
* Oohh, aahhh !!. . . *
La rubia itako liberó un largo gemido cuando ya no pudo retener el placer en su cuerpo y tembló convulsionándose ligeramente gracias al dedo del joven que seguía alojado dentro suyo.
Respiraba agitada y se le veía cansada, el chino no se esperaba lo que vino después. Anna se liberó de sus brazos y se inclinó hasta tener frente suyo el miembro erecto del muchacho. Lo miró por un par de segundos, complacida con el tamaño y el grosor.
Una lujuriosa sonrisa adornó su bello rostro y enseguida, tomó el miembro viril para introducirlo en su boca. Ren tuvo que aferrarse a las sábanas, haciendo milagros para no desgarrarlas; esa mujer era perversa.
Deslizó su cálida y hábil lengua por la longitud de su miembro para luego dedicarse a lamer y hasta succionar las esferas que descansaban en la base de su pene.
* A-Anna, espera ahhh. . . *
El muchacho apretó con fuerza los dientes, la rubia itako parecía no tener suficiente y su lengua jugueteaba con la punta de su masculinidad para finalmente succionar, cómo tratando de extraer algo y lo logró, pues el joven Tao no pudo contenerse y entre gemidos y roncos jadeos, lo recorrió un orgasmo, derramando el semen contenido hasta ahora.
* Delicioso !!. *
Dijo la sacerdotisa, bebiendo un poco de aquel liquido blanquizco, luego simplemente dejo que un poco de este salpicase su cara, haciéndola ver todavía más deseable para el chico de ascendencia china.
* Ja,ja,ja. . . deberías ver la cara que tienes ahora, Tao. *
* Es que nunca creí que fueras tan. . . *
* ¿Zorra?. *
* No, eso no. . . ardiente, apasionada. *
Las risas volvieron por parte de la chica de rubios cabellos, abrazando a su amante y llenándolo de besos.
Él solo la acariciaba con ternura y amor. En ese momento todo él era para ella y creía que Kyouyama sentía lo mismo.
Lo que vino después tomó por sorpresa al shaman. La sacerdotisa se recostó boca abajo y alzando un poco las caderas, invitó al hombre a posarse encima suyo.
* Por favor, Ren, ya no puedo esperar más, necesito sentirte dentro de mi. *
Le dijo, su voz sensual e incitadora; sus ojos negros mirándole suplicantes. Anna lo estaba invitando a pecar.
* Anna, yo. . . *
Ren pasó saliva, se sentía atrapado, felizmente atrapado.
Quizás sin detenerse a pensar que estaba a punto de traspasar las barreras permitidas y que se convertiría en un maldito traidor. Ren sujetó su pene y se entretuvo deslizando la punta en la entrada de la vagina de la mujer, que gemía dulcemente a causa de aquel contacto superficial.
Complacida al sentir el duro pene del muchacho, adentrándose poco a poco en ella, obligando cuidadosamente a su cuerpo a amoldarse a su espina que se clavaba en su flor, tan solo para hacerla gozar.
* Ohh, Ren, continua, continua. . . *
Le pedía ella entre gemidos que llenaron la habitación.
En aquellos momentos, el chino parecía un títere que se movía a voluntad de la hermosa joven, pues no dudó en complacerla en todo instante.
Le llenó la espalda con dulces besos y sus manos la recorrieron con tranquila pasión hasta posarse sobre sus redondos senos, oprimiéndolos a placer.
* Anna, Anna !!. . . *
La llamaba el muchacho, penetrándola cada vez con más intensidad, más profundo. Solo quería sentirla, disfrutar de la húmeda calidez de su intimidad; la suave y dulce caricia que su sexo le regalaba al propio al abrazarlo con su piel interna, apretándolo deliciosamente.
Los gemidos subieron de volumen y los susurros de amor no hicieron falta por parte del joven Tao, quien ya fuera de sí, penetró con fuerza a su rubia compañera.
* Mmm, Re-Ren. . . ah, aahhh !. . . *
Un grito escapó de los labios de Anna, quien tembló entera al llegar al tan deseado éxtasis.
Suaves y constantes espasmos la recorrieron, llenándola de placer; su respiración era acompañada por los jadeos del shaman, quien no tardó en desbordar el gozo del orgasmo.
El chico cerró los ojos con fuerza y apretando los dientes, disfrutó la relajante sensación de eyacular dentro de la vagina de la sacerdotisa, quien lo miraba llena de satisfacción.
El muchacho tardó un rato en abandonar el cuerpo de Kyouyama, no tenía prisa y el simple hecho de mantener su pene, cuya dureza estaba perdiendo, dentro de ella, le hacía sentir a esa mujer como suya, solo suya.
Y se recostaron sin dejar de mirarse a los ojos. La rubia dedicándole una sonrisa maliciosa.
““¿Qué significará?.""
Se cuestionaba el shaman. Más no tuvo tiempo para divagar en ello; sus ojos se cerraron, vencidos por el sueño y el cansancio. No supo más por esa noche.
~*~
~*~
~*~
* ¡¿Q-qué haces aquí?!. *
Ella simplemente no se molestó en responder al joven de piel tostada y pasado peinado tipo afro.
Solo se despojó poco a poco de sus ropas, ante la incrédula mirada del comediante, quien al admirarla completamente desnuda, sonrió con ternura, casi con devoción, cómo si estuviese en un hermoso sueño.
Y cuando sintió la tibia piel blanca de la rubia, Chocolove simplemente no pudo resistirse y se dejó llevar por la bella dama que había entrado a su habitación, tan solo para hacerlo feliz esta noche.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Bueno voy a saltarme lo que pasó entre Chocolove y Anna, porque simplemente no me cabe en la cabeza que ellos dos. . . bueno ¬¬' .
Pero tenía que mencionarlo, él es otro más en la pensión ^^' .
__Nada es lo que parece.__
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 15 de Marzo de 2007.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
|| Capítulo 6 ||
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Una para todos _C7_

Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Todos x Anna
Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 7 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
* No!. *
Le dijo así nada más, tan fría y seca, cortante cómo solo ella puede llegar a serlo.
* ¿Por qué?. *
* ¿Por qué?, ¿por qué?. ¿Cómo te atreves si quiera a preguntarlo?. Tu me botaste, Asakura, me hiciste a un lado y rompiste el compromiso sin siquiera consultar conmigo primero. *
Lo que empezó cómo un tranquilo reclamo, se convirtió en gritos.
Todas y cada una de las palabras de Anna le dolieron al castaño. Sí, sí, sí. . . él era consciente de que todo aquello era cierto, que él tenía toda la culpa, pero aun así. . .
* Por favor, Anna, déjame intentarlo; demostrarte lo mucho que te quiero *
La itako lo miró furiosa.
““Demostrarme que me quiere, ¿él?, ahora?. . . que estúpido !!.""
Pensó la rubia, mientras caminaba hacia la puerta, dispuesta a salir de ahí.
Más los fuertes brazos del shaman la rodearon sorpresivamente por la cintura, formando una suave prisión. Y sintió su cálido aliento contra su cuello, susurrándole palabras de amor.
Se estremeció sin querer; algo en ella la hacía desear a ese hombre. Recuerdos de tantas cosas que pasaron juntos. Y no pudo evitar recordar lo mucho que lo amó.
Con suavidad, Yoh la hizo girarse para mirarla a los ojos.
Sus hermosos ojos negros reflejando tantas cosas: temor, inseguridad, tristeza y hasta dolor. . . Yoh no pudo más; acariciando las blancas mejillas de la itako, acercó su rostro y la besó. . .
Anna jadeó al sentir los labios del shaman, se estaría engañando a sí misma si dijese que esto no le gustaba, así que simplemente cerró los ojos y se dejó llevar. . . preguntándose por qué siempre se sentía indefensa ante el hombre que alguna vez fue su prometido.
Lentamente, Asakura desnudó a la rubia, prenda por prenda hasta complacer a sus propios ojos con la perfecta imagen que ante él se mostraba. El cuerpo de Anna era simplemente divino, así lo veía él.
La contempló por interminables minutos, haciendo sonrojar a la itako, seguro de que ningún hombre la había mirado de esa forma tan dulce y embelesada.
Ella giró el rostro, evitando los atentos ojos del castaño.
Esto le resultaba tan extraño y lo fue aun más al sentir los brazos del moreno, rodeándola con increíble suavidad, cómo temiendo que fuese a romperla.
Y sintió sus tibias manos acariciándola, primero con lentitud y delicadeza, más tarde con ansiosa pasión.
* Te necesito, Anna. *
Lo escuchó decir al tiempo en que la sostuvo entre sus brazos y la llevó hasta le futon, recostándola con suma delicadeza.
Yoh no se cansaba de mirar los negros ojos de la sacerdotisa; una caricia a una de sus suaves mejillas y las manos del shaman que se aventuraron por el frágil cuerpo de Kyouyama, delineando las curvas; la pasión y el deseo dominaban al castaño.
* ¡Qué bella eres, Anna!. *
Quería recorrer el blanco de esa piel que tanto lo atraía, con sus labios hasta desgastarlos, con sus manos hasta entumecerse.
Yoh la besó dejando que su lengua penetrara en la boca de la itako, explorando, jugueteando.
* Aahhh, espera, Y-Yoh, por fa. . . *
Pero Asakura profundizó el beso. ¿Esperar?, no podría, ya no podría el estar sin su querida Annita, ya no, ya no más. . .
Así, el shaman deslizó sus apasionados labios por el cuello de la joven, tatuando incontables besos, succionando y marcando la piel.
* Te amo, te amo. *
No paraba de decirle el muchacho; susurros que llegaron al corazón de la sacerdotisa, invitándola a dejarse llevar mientras las manos del chico acariciaban sus suaves pechos, amasándolos y oprimiendo circularmente los sonrosados pezones que ya duros delataban la excitación en el cuerpo de la bella mujer.
* ¿Puedo?. *
Anna no entendió a que se refería el chico con esa pregunta, hasta que miró, primero sorprendida y luego extasiada, cómo su ex-prometido se aventuraba a besar sus pechos, tranquilo al principio, atrevido y ansioso conforme pasaron los minutos, pues terminó lamiendo uno de sus senos, para luego succionar y beber de su pezón, maravillado con la perfección de estos.
* Oh, Yoh!!. . . *
Anna arqueó la espalda.
Eso era tan hermoso, a pesar de todo, el shaman la trataba con tanta suavidad.
Y hubiese podido mantenerse así durante toda la noche, pero Asakura necesitaba a la mujer entre sus brazos, no podía parar hasta demostrarle lo mucho que la necesitaba. . . lo mucho que la amaba.
Yoh trazó un delicado camino de suaves besos por el cuerpo de la joven, abandonando la redondez de los senos, perdiéndose en la curva de su cintura, bajando por el vientre y terminando entre las piernas de la itako.
El castaño hundió su lengua en la cálida intimidad de la joven, degustando su sabor a mujer y complacido con los entrecortados gemidos que la chica le regalaba.
Anna cerró los ojos, retorciéndose de gozo ante la sensación que el moreno provocaba en ella.
* Yoh, ya deten. . . detente !. . . *
Más el shaman, lejos de hacer caso a las suplicas de la sacerdotisa, siguió devorando la intimidad de la mujer, lamiendo y separando los pliegues o simplemente aprisionando el pequeño clítoris entre sus labios, succionando con fuerza.
* Aahhh, Y-Yoohhh. . . *
La itako abrió los ojos, un choque eléctrico nació de su sexo, expandiéndose a todo su cuerpo, haciéndola temblar de placer.
Fue maravilloso y también un verdadero milagro si los demás huéspedes de la pensión no los habían escuchado ya.
El shaman buscó los labios de Anna, regalándole un poco del sabor de ella misma.
* Yoh, ya no. . . *
* Te amo, te amo. . . te amo. *
El castaño la calló nuevamente con esas palabras, mientras simplemente se posaba entre las piernas de la itako y se movía ligeramente, haciendo leve fricción entre sus sexos.
Anna suspiraba agradada; ¿para qué negarlo?, le gustaba lo que estaba sintiendo.
Así, el Shaman King presionó ligeramente, hundiendo la punta de su duro pene en la vagina de la sacerdotisa.
Jadearon al sentirse mutuamente.
““Kami, esto es maravilloso.""
Pensaba el moreno mientras movía sus caderas con suave paciencia hasta hundirse por completo en el sexo de su amada.
* Oh, Yoh, Yoh!. . . *
Anna se abrazó a su nuevo amante, enterrando las uñas en el ancha espalda de Asakura.
Esto era maravilloso, simplemente hermoso, y tan distinto a lo que sintió en brazos del shaman de fuego. Vaya que eran diferentes. Hao era posesivo, fuerte, apasionado y hasta brusco y salvaje, mientras que Yoh la llenaba de suaves caricias, besos cargados de ternura y un sin fin de palabras de amor mientras mecía sus caderas con increíble delicadeza.
En brazos de Hao, Anna se sentía como un objeto de deseo tremendo que ni siquiera el shaman más poderoso de la tierra podía resistir, pero con Yoh se sentía una mujer especial, importante para este hombre. . . se sentía amada.
Le gustaba estar así con el menor de los gemelos; fue algo que deseó por tanto tiempo. . .
““Si tan solo lo hubiésemos hecho mucho antes, quizás. . .""
Los pensamientos de la rubia, la hicieron recordar que ya nada era igual. Hacer el amor con él, solo le estaba demostrando que ya nada podía volver a ser cómo antes.
Ella se hubiese detenido, más el vaivén de las caderas de su amante se volvió más rápido, profundo y fuerte, haciéndola gemir de gozo.
La oscuridad de la habitación, la fresca brisa de la noche que se filtraba por la ventana y abrazaba sus cuerpos desnudos, el hermoso sonido de los gemidos de cada uno llenando la alcoba. . . Kami, era maravilloso.
Y Anna terminó rendida a las deliciosas y placenteras embestidas del moreno.
Enterrando su pene, disfrutando de la estreches de su amada.
Y después de haber perdido la cuenta de los minutos y los suspiros por este hombre, la vagina de Anna se contrajo con fuerza, regalándole el orgasmo más hermoso de su vida.
Se aferró al shaman, jadeante y exhausta, escuchando cómo este le decía que la amaba una y otra vez, aun moviéndose dentro de ella hasta que el placer del éxtasis lo venció y terminó por salir de la itako tan solo para derramar un líquido caliente sobre las ya mojadas sábanas.
Tiernos besos, suaves caricias y palabras de amor inundaron la habitación, pero eran solo por parte de Yoh. Kyouyama le daba la espalda, reprochándose por haber llegado tan lejos con su ex-prometido.
““Debimos hacer esto mucho antes.""
Pensaba, antes de levantarse y apresurarse a cubrir su blanca piel.
* No te vayas, Annita, por favor. . . *
Le rogó el moreno, abrazándola por la cintura.
La hizo girarse y la besó nuevamente, esperando fuese suficiente para convencerla, más la rubia dejó escapar un sutil sollozo.
Yoh la miró sorprendido, ella lloraba, su Annita estaba llorando por su culpa.
* Lo siento, Yoh, yo no puedo, ya no puedo más. . . *
Anna no pudo decir más y terminó por salir de la habitación.
El Shaman King alcanzó a escuchar los sollozos. Le dolía ver los negros ojos de la mujer derramando el agua salada. Confundido y lleno de tristeza, se dejó caer sobre el piso, preguntándose por qué el pecho le dolía tanto.
Y si lo que había hecho estuvo bien o si una vez más había cometido un error para el cual arrepentirse toda su vida.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Lo siento, Yoh T-T, pero tu terminaste con ella, así que. . . dudo hacer que se reconcilien.
Menos mal que hay más chicos en la pensión ^//^.
__Nada es lo que parece.__
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 15 de Marzo de 2007.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
|| Capítulo 8 ||
No debería estar aquí _C1_

Anime: X-1999
Rating: M
Pareja: Fuma & Arashi
Sinopsis: Tenía la solida decisión de terminar con su vida, y es que ya nada importaba; sin esa persona su existencia no tenía sentido... no debería estar aquí.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 1 ::.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.
Hay situaciones en la vida que llamamos capricho o culpa del destino. Pero una mujer como ella ya no creía en el destino, no después de que sufrió por esa expresión y que todas las personas que amó, murieron tratando de escapar de su destino.
““No debería estar aquí.""
Pensaba.
Arashi estaba confundida pero más que eso realmente molesta consigo misma.
Cuatro años desde la batalla de 1999, y aunque había evitado esta ciudad, terminó pisándola. Lo único que quería era olvidar Tokio, le traía muchos recuerdos la mayoría tristes.
Primero fue al muelle y luego a la torre de Tokio. Nostalgia y tristeza abrazaron su corazón, si lo que quería era superar su miedo, su rencor a esta ciudad, pues había fallado.
* Kore. *
Una voz la hizo dejar a un lado sus pensamientos.
* Uhm, arigatou. *
La sacerdotisa tomó la taza de té que le ofrecía su anfitrión.
““No debería estar aquí.""
Se repitió mentalmente mientras bebía un poco.
Frente suyo el muchacho mantenía su mirada clavada en ella, que miraba a un costado precisamente evitando encontrarse con los ojos de él.
Lo odiaba, ¿qué no era obvio?. Y sin embargo había aceptado su invitación. Ir a una cafetería o un restaurante hubiese sido mejor, pero en cambio estaban en la casa del chico, el templo Togakushi.
* Y. . . ¿cómo has estado?. *
Arashi no supo ni de donde sacó el coraje para preguntarle aquello e iniciar la conversación.
Su acompañante alzó los hombros, desde aquella batalla sus días eran una constante confusión y arrepentimiento por todo lo que hizo.
Y pensaba, pensaba mucho en las atrocidades que a sus manos habían manchado de sangre.
* Y también. . . he pensado mucho en ti. *
Al escucharlo decir semejantes palabras, Arashi soltó la taza cuyo contenido se derramó sobre la pequeña mesa.
* Ah, gomen ne. *
Susurró para de inmediato limpiar la mesa; su mano hizo contacto con la de su anfitrión cuando este pretendía, al igual que ella, limpiar el pequeño desastre.
La sacerdotisa quiso retirar su mano, asustada, más él la sujetó entre las suyas, diciéndole que desde hace mucho tiempo deseaba verla y que fue una grata coincidencia que se encontrasen en la torre de Tokio.
* Quería disculparme contigo. *
Las palabras sinceras del muchacho no hicieron más que abrir las heridas que la chica creía sanadas.
* Eso no me devolverá a Sorata. * _Le dijo ella, apretando fuertemente los puños mientras miraba a un costado, sus ojos violáceos llenos de dolor y resentimiento._ * Lo siento, pero creo que es mejor que me vaya. *
* No, por favor. *
Él la quiso sujetar de la mano, intentando una vez más disculparse, más Arashi había perdido toda paciencia y alejó al muchacho con un manotazo, impidiendo que siquiera la tocase.
* Ya déjame en paz. * _Le gritó, histérica._ * Sorata está muerto por tu culpa y yo, yo. . . *
Kishu terminó llorando, llena de tristeza.
Él se acercó a ella, rodeándola con sus fuertes brazos tratando de consolarla, aunque seguramente él era el menos indicado para hacerlo.
* Suéltame. *
Le gritó ella, moviéndose violentamente, no soportaba sentirlo cerca y sin embargo, la tristeza y el dolor fueron más fuertes porque terminó llorando desconsoladamente bajo su abrazo.
* Lo siento en verdad, sé que no hay nada que pueda hacer o decir para aliviar tu dolor. *
Arashi solo lo escuchaba mientras su voz se quebraba por el nudo en la garganta que ya comenzaba a dolerle.
““No debería estar aquí.""
Pensó nuevamente, ya sin fuerzas para evitar aquel abrazo que intentaba ayudarla a seguir adelante.
Entonces, por primera vez se miraron directamente a los ojos.
* ¿Por qué haces esto?. *
¿Cómo podía él explicarle?.
Le hizo daño a las personas que más quería: Kamui y Kotori. . . estaban muertos y no podía disculparse con ellos e irónicamente no había nadie más cercano a ellos que él.
Pero con Arashi. . .
* No puedo disculparme con Sorata, pero sí contigo. *
La sacerdotisa entrecerró los ojos, dejando que todo el dolor fluyera. Desde que su amado murió, ésta era la primera vez que lloraba.
* Lo siento, yo. . . no te puedo perdonar. *
El muchacho frunció el ceño. Para él esto era más difícil de lo que parecía. Buscaba desesperado el perdón, la absolución de sus pecados. De su mejor amigo, de su hermana incluso. . . jamás tendría la oportunidad de pedirles perdón.
““Creí que con ella sería más sencillo, pero me doy cuenta de que es todo lo contrario."" _Pensaba, resignado a cargar con sus culpas por el resto de su vida._ ““Le quité al hombre que ella amaba.""
¿Cómo pudo pensar que Arashi le daría su perdón?.
Lleno de tristeza, se aferró a la frágil figura de la chica, acomodando la cabeza entre el cuello y el hombro de la mujer. Que agradable sensación la de tenerla entre sus brazos. El estar así con ella le resultaba algo nuevo y maravilloso. . . sintió el deseo de no soltarla jamás.
Y fue ese deseo lo que lo llevó a buscar los labios de la sacerdotisa, probándolos con tranquila dulzura.
Arashi se quedó helada al sentir semejante atrevimiento, se movió intranquila tratando de alejarse del muchacho, pero sus labios eran suaves y su cuerpo tan cálido y ella necesitaba a alguien que le ayudase a soportar la ausencia de Sorata.
Entonces terminó correspondiendo aquel beso prohibido, aferrándose a la agradable sensación que este hombre le regalaba, mientras un pensamiento se negaba a borrase de su mente. . .
““No debería estar aquí, no con él. . . con Fuma.""
Así es, Arashi se dejó llevar y estaba besándose con el asesino del hombre al que amaba, aquel que hizo efectivo el destino de Sorata. . . Fuma Monou.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
¿Qué tal la pareja?.
Sí, lo sé. . . es horrible !. ¿Cómo pude escribir una historia entre Arashi y el asesino de Sorata?, y más siendo yo una fan indiscutible de sorashi.
No recuerdo en verdad de donde demonios me inspiré para hacer este fic, pero aquí esta. No me odien T_T.
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 11 de Julio de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
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|| Capítulo 2 ||
Una para todos _C15_

Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Todos x Anna
Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.
Advertencia: Lemon (NSFW)
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por: Maeda Ai
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
.:: Capítulo 15 ::.
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* Todo es tu maldita culpa !!. *
Fue la voz del shaman de fuego, que sonaba con fuerza en todo EN.
Sujetando al ainu por las ropas, Hao parecía tener intenciones de carbonizarlo ahí mismo. Pero solo lo miraba con coraje, con furia.
Anna se había ido, sumida en la vergüenza, escapando de todo y de todos. Esa no era ella y todo era culpa del joven peliazul. Él la había despreciado, Horo Horo dijo cosas que no debía, la tachó de ramera y todo por celos; en realidad, esa era la verdadera razón de la partida de la rubia mujer.
* ¿Y a mi qué me importa?. *
Usui giró el rostro, fingiendo indiferencia.
El mayor de los Asakura apretó los dientes, iba a matarlo, seguro que sí.
* Espera, hermano, si le haces daño, ella. . . *
El moreno pareció reaccionar con las palabras de su gemelo.
Eso era algo que Hao sabía mejor que nadie. . . si rostizaba al ainu, entraría inmediatamente en la lista negra de Anna Kyouyama.
* ¡Maldito cobarde!.*
Fueron las palabras del shaman de fuego, poco antes de impactar su puño justo en la cara del peliazul, tirándolo al suelo.
* Imbécil. *
Dijo Horo entre dientes quien se limpió el hilillo de sangre que escurría de su labio inferior.
El ambiente se tensó todavía más y el silencio reinó por insoportables minutos. Todos los shamanes estaban reunidos, cómo tratando de resolver un problema.
Pero qué podían hacer ellos, nada !. Cuando debían hablar no lo hicieron y lastimaron a la itako, la humillaron, quizás sin quererlo, pero lo hicieron, nadie confió en ella.
* Tal vez, debas ir tras ella, Horo Horo. *
Y fue la voz del heredero Tao la que atravesó el silencio. Sus misteriosos ojos ámbar escondidos bajo unos cuantos mechones de cabello.
Ren apretaba con fuerza su horaiken, tratando de aceptar el hecho de que fue débil y creyó en una dulce mentira. Aun a pesar de haber sido irreal, el chino atesoraría el recuero de esa noche mágica.
* ¿Estás loco?, no lo haré !. *
El ainu dio media vuelta, huyendo de las presiones de sus amigos, más Ren se puso de pie, dispuesto a atacar con su mejor técnica.
* Te digo que vayas por ella. *
* Espera, Ren. . . *
El chino gritó exasperado, más el inglés se apresuró a detenerlo, forcejeando con Tao, quien le pedía que lo soltara porque iba a matar a ese imbécil peliazul, que lo soltara por Kami. Sin embargo la seria mirada de Lyserg lo hizo desistir.
* Sé cómo te sientes. * _El peliverde soltó a su amigo y se encaminó al pasillo frente al jardín, mirando la brillante luna. _ * Era ella, lo era en verdad. . . ese espíritu copió hasta el último detalle. Yo. . . no tengo nada de que arrepentirme. *
Pero sus compañeros no parecían estar muy de acuerdo con las palabras del inglés.
Ren seguía gruñendo, echando chispas por los ojos mientras que Chocolove seguía en una esquina, llamando inconsolable a "su güerita".
* Alguien cállelo, por favor. *
Y ahora fue Horo el que terminó explotando; estaba harto de que se la recordaran, harto en verdad.
Tan solo estaban ahí, parados, lamentando la partida de Kyouyama, extrañándola y diciendo lo maravillosa que es.
* Es que lo es !!. *_Y por primera vez fue la voz de Yoh la que se escuchó._ * Anna es. . . Anna. Maldición, Horo Horo, todos quisiéramos estar en tu lugar y tu no haces más que huir de ella. *
¿Huir?, Usui arrugó el ceño. Él no huía, tenía dignidad y orgullo. ¿Era tan difícil de entender?.
* ¿Por qué no me dejan en paz?, ella solo jugó conmigo, ¿qué no lo ven?. *
El peliazul terminó gritando con toda su fuerza, sacando todo el dolor que traía consigo.
Le dolía, quería ir por Anna, en verdad que sí, pero. . .
““No puedo perdonarla, así cómo ella no me perdonará a mi.""
* Eres un imbécil. * _Sin siquiera mirar al peliazul, Ren lo hacía entrar en razón al tiempo en que se encaminaba a la salida._ * Lo que tuviste con ella fue real. . . no sabes cuanto quisiera estar en tu lugar y ser yo, no solo el que le hubiese hecho el amor, sino también el hombre al que ella ama. *
Tao estaba seguro de que los demás shamanes sentían lo mismo, incluso Hao e Yoh quienes sí estuvieron con la sacerdotisa.
Cuando la voz del chino no se escuchó más, este y los demás shamanes abandonaron la estancia, dejando al ainu solo con sus pensamientos.
Él tenía una oportunidad que todos sus amigos querían, incluso seguramente la merecían más que él.
* Maldición !!. *
Susurró entre dientes el shaman de hielo.
Desesperado, el peliazul buscó su tabla de mediación y dejó la pensión sin siquiera decirle a los demás; no hacía falta y no había tiempo, tenía que alcanzarla. . . aunque no sabía donde hallarla. Izumo fue el único lugar que se le vino a la mente.
No importaba que aun fuese de madrugada, Horo tenía que compensar a la rubia de ojos negros por todas las estupideces que hizo y dijo.
* Solo espero. . . que no sea tarde. *
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
En verdad siento que este capítulo es mero relleno, pero igual creo que era necesario narrar un momento en el que los shamanes discutieran sobre su sentir por la itako.
Por fin puedo decir esto. . . el siguiente es el último capítulo y, cómo no, es LEMON ^¬^.
__Nada es lo que parece.__
~*~
Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 15 de Marzo de 2007.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 16 ||
Una para todos _C9_

Anime: Shaman King
Rating: M
Pareja: Todos x Anna
Sinopsis: Quizás los engañó y no era la mujer honorable que decía ser, sino una chica en busca de placer. Tantos hombres y una sola mujer en el mismo lugar da mucho de que hablar.
Advertencia: Lemon (NSFW)
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Por: Maeda Ai
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.:: Capítulo 9 ::.
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Se estaban devorando a besos, sí. . . esa era la expresión, pues se besaban de forma desesperadamente apasionada, cómo si tuviesen miedo a detenerse a pensar en lo que estaban haciendo.
Pero no pensaban, oh no, Horo Horo solo era consciente de que entre sus brazos tenía a la mujer más hermosa que sus ojos hayan podido ver. Fría, delicada, diabólica, pero sexy e irresistiblemente bella. . . única.
No se iba a detener, por supuesto que no, solo quería estar con ella, saciarse con esa figura tan adorable y perderse entre la suavidad de su piel y sus curvas.
En ese momento el shaman de hielo se dio cuenta de que todas estas emociones no eran mero resultado del calor del momento, sino que habían permanecido enterrados desde que supo que ella estaba comprometida.
““Cómo hubiese querido que si fueses la hermana de Yoh.""
Pensaba el muchacho, recordando la primera impresión que tuvo al ver a la itako.
Y aunque Anna solo suspiraba agradada con las caricias que el peliazul ejercía sobre su cuerpo, ella si estaba pensado en detenerse. ¿No habían sido ya suficientes amantes para una semana?.
Pero Horo Horo la tomó entre sus brazos, llevándola hasta el futon, donde la recostó con suavidad.
* En verdad que eres bella !. *
Le dijo él mientras se dedicaba simplemente a contemplar el lindo rostro de la rubia mujer.
Esos negros ojos suyos tenían un extraño y fuerte magnetismo sobre él; el rojo en sus mejillas parecía exagerado sobre su blanca e inmaculada piel. Su pecho subía y bajaba con agitación y su boquita entreabierta lo invitaba a probarla.
El shaman, no pudo resistirse y dejó que sus labios se uniesen a los de ella con cortos y pausados besos.
Entrelazaron sus manos, entre los besos, el shaman de hielo le susurraba lo mucho que la deseaba. Así enredó sus manos en los dorados cabellos de la chica mientras, aun con ropa, se acomodaba entre las piernas de la sacerdotisa.
* Ahh, Horokeu !!. *
Anna arqueó la espalda. Él no debió hacer eso pues la fricción que ejercía entre sus sexos aun con la molesta ropa, era tal que la itako tuvo que morderse el labio inferior para soportar el delicioso placer que de pronto la recorría.
Ese pervertido no hacía otra cosa sino masturbarse y masturbarla a ella con esos movimientos.
* Me estás volviendo loca. *
Le susurró ella al oído, cuando vencida por el placer, se aferró al hombre que sería su amante esta noche.
Y el shaman de hielo no supo que fue lo que lo desesperó más, los dulces gemidos que Anna soltaba cerca de su oído, su cálida piel o los besos que parecían no tener fin.
Horo se separó ligeramente y sus manos ansiosas se deshicieron de la yukata de su compañera, ante él, la imagen de la perfecta y delicada desnudez de la chica lo había dejado maravillado.
Kami, ¿en verdad sería suya?, porque le parecía imposible que una mujer con la belleza de una diosa estuviese a punto de entregarse a él.
Así, sin apartar la mirada de la figura femenina, el peliazul se desnudó con prisa exagerada. Callado y atento a la mujer bajo su cuerpo, dejó a sus manos recorrer cada curva de Kyouyama, palpando sus redondos y firmes senos.
* Ho-Horo Horo. *
Las mejillas de la itako se tiñeron de rojo al ser objeto de la penetrante mirada del shaman, quien oprimía con más fuerza y confianza sus atributos de mujer.
““¿Es él realmente?.""
Se preguntó la joven de ojos negros, mirando con atención a su amante.
Qué distinto era él en este momento. Es cuidadoso cómo Yoh, pero sus ojos bañados en lujuria le recordaban a Hao. Anna simplemente no podía evitar comparar al peliazul con sus amantes pasados.
Veía a ese hombre y se preguntaba si no estaba equivocada o ciega de placer, pues el shaman de hielo le parecía la combinación perfecta entre Hao e Yoh.
* Eso ahora no importa. *
Susurró la itako, entregándose a Horokeu en un beso.
Era Usui quien la acariciaba de forma sublime, era él quien tatuaba con besos su blanca piel y la quemaba dulcemente con sus labios.
Y era Horo Horo quien se posaba entre las piernas de la itako, deslizando su ya duro pene a través de los pliegues vaginales, estimulando a su compañera, al tiempo en que su boca había aprisionado el seno izquierdo de la joven, lamiéndolo tranquilo, succionando con frenesí.
* Horo, ya. . . *
El muchacho sonrió triunfador al escuchar la suplicante voz de la sacerdotisa.
Desesperado, se sentó sobre el futon, acomodando a Anna sobre sus caderas mientras se aferraba su pequeña cintura.
* Qué?, ¿no me digas que es todo lo que tienes para mi?. *
El shaman le habló travieso; su mirada brillando de impaciencia.
* ¿Te estás burlando de mi?. *
Indignada, la rubia se sacudió molesta, tratando de zafarse del abrazo del peliazul, más este la sostuvo con fuerza, impidiéndole siquiera moverse.
Dejándola inmóvil mientras él seguí con su delicioso jueguito, incitando a la joven con la punta de su pene, el cual frotaba, separando los pliegues vaginales.
* Hazlo!!. *
La voz jadeante de la itako se escapó en un susurro, acompañada por su fuerte respiración y sus ojos opacos de lujuria y deseo.
Bastó mirarla para que Usui presionara suavemente, penetrando por fin a la mujer. Ambos gimieron profundamente al sentirse de aquella manera. Pronto comenzaron a mecer sus caderas en un vaivén tranquilo que los llenó de gozo.
Horo entendía que esta no era la primera vez de la itako con un hombre.
““No es que me moleste, seguro que ella e Yoh, estando comprometidos, hicieron el amor alguna vez. . . es solo que. . . me hubiese gustado mucho ser el primero.""
Pensaba el shaman, completamente embelesado con la bella imagen de Anna, desnuda entre sus brazos, subiendo y bajando las caderas al ritmo que él mismo le imponía.
Y ver cómo sus redondos pechos se bamboleaban con cada embestida que le propinaba, lo llevo a inclinarse y llenar de besos sus bellos y firmes senos. El sudor que bañaba su delicado cuerpo, la hacía brillar bajo la luz de la curiosa luna que entraba por el balcón. Su cuerpo perlado. . . toda ella parecía irreal.
Entonces Horo Horo se aferró a ella, penetrándola cada vez con más fuerza. Se negaba a soltarla, no quería y sentía que ella y su adorable cuerpo eran una droga maravillosa que no podrí dejar jamás ahora que la había probado.
* Me encantas !. *
Le susurró él al oído para luego deslizar sus labios por el cuello de la joven, mordiendo con tremenda pasión.
* ¿En serio?. *
Anna sonrió agradada.
¿A qué mujer no le gusta que le digan que es hermosa?. Más la rubia compartía las emociones del shaman de hielo, descubriendo que le gustaba mucho sentirse atrapada bajo el musculoso cuerpo del muchacho.
Y la fuerza con que golpeaba sus caderas contra las propias la estaba llenando de un exquisito gozo, cómo nunca antes lo había sentido.
Kyouyama arqueó la espalda, liberando un sutil gemido; el duro pene de Horo Horo se deslizaba deliciosamente dentro suyo y era grande en verdad, haciéndola sentir completamente llena.
* Oh, Horokeu !. . . *
El nombre del peliazul se escapó de la dulce boca de la itako, sorprendida pero agradada al sentir cómo su amante apretaba la carne bajo su espalda mientras ella misma rasguñaba el ancha espalda del ainu.
Hubiesen seguido con aquellos pequeños juegos, prolongando su placer, más el roce entre sus sexos se tornó fuerte e insoportable.
Así, mientras movían desesperadamente sus caderas, se entregaron al éxtasis, compartiendo el orgasmo que los recorrió al mismo tiempo.
Horokeu no pudo contener las tremendas ganas de derramar su semen en la intimidad de su compañera. Jadeos y suspiros inundaban la habitación mientras risas lejanas se escuchaban en la planta baja de la pensión.
Largos y tranquilos esos compartía la pareja, sin intenciones de separarse. De hecho, Horo Horo seguía dentro de la joven, moviéndose suavemente, provocando un pequeño placer en ambos.
Entonces, aun abrazados, se miraron a los ojos y sonrieron con ironía, con alegría y satisfacción. Quizá les parecía gracioso el haber estado juntos, irónico, quizás.
* ¿Alguna vez pensaste que tu y yo?. . . *
* No, ni en pesadillas. *
* Baka !!. *
Ambos rieron nuevamente. ¿Esto era lo que un hombre y una mujer debían compartir después de hacer el amor?, ¿pláticas y risas?.
Anna no había tenido nada parecido con sus pasados compañeros de cama, pero ahora se sentía muy bien, tranquila, satisfecha y con deseos de seguir amándose con el shaman de hielo.
““El deseo y la lujuria se esfumaron apenas obtuve el orgasmo con ellos. . . ¿por qué no siento lo mismo ahora?.""
Se preguntaba la sacerdotisa, confundida al descubrir que necesitaba a ese hombre.
* No quiero irme. *
* Yo no quiero que te vayas. *
Anna buscó los labios del shaman, entregándose a él en un beso.
Ahora que lo pensaba, esta era la primera vez que un hombre se metía en su cama. Nunca fue en su habitación con los demás.
* ¿Lo hacemos otra vez?. *
* Onegai !!. *
Kyouyama rio complacida.
¿Qué tenía este hombre de especial que la hacía sentir tan feliz?.
* ¡ Idiota !. *
Y siguieron amándose sin importarles nada más.
Podía haber muchas personas en la pensión, más fue la luna el único testigo de la pequeña travesura de dos jóvenes que se fundían en uno, desbordando emociones y sentimientos.
Sin finalizar.
*~*~*~*~*~*~*~*~*~*
Por supuesto tenía que llenar este capítulo de insinuaciones de que hay algo más.
Ya saben, adoro HHxA y está entre mis planes que sea la pareja principal.
__Nada es lo que parece.__
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 15 de Marzo de 2007.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 10 ||
No debería estar aquí _C2_

Anime: X-1999
Rating: M
Pareja: Fuma & Arashi
Sinopsis: Tenía la solida decisión de terminar con su vida, y es que ya nada importaba; sin esa persona su existencia no tenía sentido... no debería estar aquí.
Advertencia: Lemon (NSFW)
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Por: Maeda Ai
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.:: Capítulo 2 ::.
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Las ropas habían quedado olvidadas en la sala, y ellos. . . los jóvenes ahora en la habitación del muchacho, disfrutaban del agradable contacto piel con piel.
Estaban traspasando la barrera de lo prohibido, más hacía un buen rato que habían dejado de pensar en lo qué estaba bien y en lo que no.
* Ah, Fu-Fuma. . . *
Arashi gimió entre sorprendida y agradada al sentir como su compañero deslizaba un par de dedos por la parte externa de su vagina, separando tranquilamente los pliegues. Encontrando el hinchado clítoris; lo acarició delicadamente, haciéndola gemir cada vez más fuerte.
* Eres linda, realmente adorable !. *
Munou le susurró al oído mientras palpaba uno de los pechos de la sacerdotisa y continuaba frotándole el clítoris.
Fue tanto el placer que aquellos delicados contactos provocaban, que la sacerdotisa terminó aferrándose a Fuma, gimiendo complacida con el orgasmo que la había invadido.
““No debería estar aquí.”” _Pensaba la joven._ ““Mucho menos haciendo esto. . . con él.””
En ningún momento se borró de la mente de Arashi que el hombre que la abrazaba era el asesino de Sorata, que las manos que ahora la acariciaban alguna vez estuvieron manchadas de la sangre de su amado.
Y sin embargo ella no podía detenerse ni dar marcha atrás.
Y movida por el placer, simplemente se aferró a Fuma, besándolo con desesperada pasión.
Mentiría si dijese que por el momento se estaba olvidando de Sorata, pero lo cierto es que quería estar con este hombre, enredarse en su cuerpo y caer exhausta entre sus besos y caricias.
* ¿Realmente puedo, Arashi?. *
Le preguntó el dragón de tierra, confundido y perfectamente consciente de quien era él y que la mujer entre sus brazos lo odiaba.
Más la única respuesta que recibió fue la total entrega de la mujer en un beso tranquilo y dulce.
Entonces, Fuma no lo dudó más. Sujetando a Kishu por la cintura, la sentó sobre sus caderas.
* Mmm, Fuma. . . *
Un suspiro que escapó de los labios de la sacerdotisa al sentir la hombría del muchacho, cuya punta se frotaba contra su sexo, acariciando sus pliegues íntimos.
* Me gustas. . . mucho !. *
La voz de Fuma sonó ronca, mientras recordaba la vez aquella en que intentó matarla, controlado por su agresiva personalidad. . . estaba celoso de Sorata. Aun ahora lo estaba.
Pero hoy todo era diferente, era él quien la tenía entre sus brazos, era él quien la besaba con desesperada necesidad, quien la acariciaba con delicadeza como a lo más preciado e importante que se posee, y era él quien suavemente la penetró, haciéndola suya.
* ¡ Ahh, por Kami !. *
Arashi arqueó la espalda, llena de placer, llena de él. Hacía tanto que no estaba así con un hombre.
Y movida por ese placer que creía haber olvidado, al que juró haber renunciado, meció las caderas con fuerza, clavándose ella misma la dura hombría del ahora tranquilo dragón.
Era grande, duro y caliente, y la sacerdotisa se estaba volviendo loca de placer, tanto. . . que tan solo por esos momentos se había olvidado de su rencor hacia el muchacho.
Se dedicó a llenar de besos su atractivo rostro al tiempo en que suspiraba y jadeaba cada vez más agitada, recibiendo agradada cada estocada que su amante gustoso le daba.
* Arashi, Arashi !!. . . *
Fuma no se cansó de susurrar, entrecortado por el esfuerzo, el nombre de la adorable chica que se aferraba a su cuerpo. Sentía que si no lo hacía, ella se evaporaría como pasaba en sus pesadillas.
““O peor aun, que ella se dé cuenta de lo que está haciendo y se aleje de mi.””
Con este pensamiento, Fuma la abrazó con fuerza, negándose a soltarla, a renunciar a ella.
Así, comenzó a empujar fuertemente sus caderas, enterrando la totalidad de su pene en la suave intimidad de su amante, mientras desesperado aprisionaba en su boca el pezón izquierdo de la chica, succionando con lujuria y necesidad.
Sus rostros rojos por el esfuerzo, el erotismo del momento y sus cuerpos que, cansados, no pudieron prolongar más el divino placer y postergar el orgasmo.
Arashi gritó el nombre de su amante al tiempo en que se abrazaba a él y lo llenaba de besos; su vagina contrayéndose por el fuerte placer, apretaba constante el miembro del dragón quien, tras un gemido ronco, dejó que su esperma llenase alojase en el interior de la joven de largos cabellos.
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Había sido tan intenso y hasta hermoso de cierta manera.
Y con sus cuerpos aun unidos, se abrazaban con fuerza, negándose a dejar que sus miradas se encontrasen.
El arrepentimiento llegó al instante para Arashi; lágrimas resbalando por sus mejillas teñidas de carmín.
¿Cómo pudo hacer esto?, ¿cómo pudo traicionar así a Sorata, a sí misma?.
““No debería estar aquí. . . no debí entregarme a Fuma.””
Pensaba, torturándose cuanto podía, arrepentida de sus actos.
Él era un asesino, le había quitado a Sorata. Debía odiarlo, odiarlo con todas sus fuerzas y sin embrago. . . buscó sus labios, ansiosa por probar la amarga dulzura que encontró en ellos.
Con suavidad, Fuma secó las lágrimas de la chica mientras le regalaba una pequeña sonrisa.
* Creo que te amo !. * _Le dijo él sin dejar de mirar sus hermosos ojos._ * Por favor, déjame intentarlo. . . *
Una suplica que volvió a desencadenar la pasión.
Los amantes volvieron a mecer las caderas en un frenesí de placer que se negaban a reprimir.
Más aun con el erotismo y el deseo que Arashi sintió por Fuma y entregarse a él una vez más y por completo, un pensamiento seguía atormentándola. . .
““No debería estar aquí.””
Sin finalizar.
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Siento que este capítulo es muy pequeño y casi sin lemon. Claro, la pareja me entristece, pero me intriga.
Como sea, el siguiente capítulo es el desenlace.
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Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai y es material de "Paradise".
Totalizado el 11 de Julio de 2006.
La dama del Hentai: Maeda Ai.
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|| Capítulo 3 ||