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Fanfiction is real

Gaby / 16 / México / Baby / Fujoshi / KpoperFanfics de B.A.P EXO u otros grupos kpop ^^ Fanfiction is real ~

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Alone

Alone

Resumen:

Daehyun comienza a sentir los estragos del cansancio y estrés en su cuerpo a causa de todo el trabajo de grupo, y últimamente no ha tenido tiempo para jugar un poco consigo mismo y complacerse. Finalmente, tiene una tarde para él y decide a sacar todo el cansancio que trae encima.

¿Qué sucede cuando se dé que no estaba tan sólo en casa como él pensaba?

  B.A.P

HimDae

Advertencia: Lemmon

  Avienta su mochila negra al sofá apenas da un paso en la sala, no tarda nada en tirarse junto a ésta y lanza un quejido largo, Daehyun está estresado y cansado, durante toda la semana estuvieron ocupados y los últimos dos días algunos de ellos tuvieron horarios distintos, ya fueran solos o en pareja, en su caso él había sido el primero en terminar con su agenda individual por lo que ya se encontraba en casa dispuesto a descansar.

  Su cuerpo le pesaba, más que a el esfuerzo físico era por el estrés de estar siempre ocupado, por lo menos ahora tenía unas horas libres para él mismo y relajarse tanto como quisiera.

  Daehyun lleva una mano a su cabeza y enreda sus dedos en las hebras castañas, incluso su cabeza le da vueltas, masajea sus sienes y cierra sus ojos buscando algo más de comodidad en ese sofá de dos plazas.

  Son las 3:40 p.m, muy temprano, tenía el resto del día libre, ¿Qué podía hacer para desparecer ese cansancio y estrés que sentía sin tener que esforzarse mucho?

  –  Quizás si tomo un baño me pueda despejar. – Piensa abriendo lentamente los ojos, como si sus párpados le pesaran.

  No se levanta de inmediato, aunque esté decidido a llevar a cabo esa idea, su cuerpo le pide antes permanecer unos momentos más allí sin moverse mucho, solo unos minutos antes de volver a levantarse.

  Su mano continua su masaje en sus sienes, luego toma un rumbo hasta su cuello donde presiona esos puntos que le hacen soltar quejidos al sentir esos músculos contraídos ser presionados, sin embargo, pocos segundos después relaja su expresión al sentir que estos mismos músculos se relajan, y continua presionando aquellos lugares desde el inicio de su cuello hasta su clavícula, casi comenzando un juego placentero entre sus manos y su piel bronceada, porque esta comenzando a disfrutar del toque de ésta en su sensible cuerpo.

  Un suspiro se deja escapar de sus carnosos labios, sin poder contenerse y resignado a ese pequeño placer que el mismo se está comenzado a otorgar con simples toques; su mano desciende hasta un poco más debajo de sus pectorales, y se acaricia por encima de su camisa verde acuático, sintiendo el delicioso roce de la tela contra su piel y pezones, y esto último lo enciende un poco más.

  Comienza a prestar atención a esos botones ocultos bajo la fibra de la tela, los toca por encima de la prenda colorida, rozando, presionando y de vez en cuando estimulándolos más de lo debido, y lo que había comenzado como un masaje termina siendo caricias a su cuerpo, pues busca algo más de placer, placer que le hace olvidar lo cansado que se siente.

  Otro suspiro sale de su boca, como la suave brisa del deseo que poco a poco se va instalando en su lujuriosa mente y las ansias que su cuerpo va adquiriendo con cada roce que sin intención alguna hacen sus manos contra sus pezones.

  Daehyun abre los ojos, toma algo de aire y deja escapar su aliento que no es lo único caliente en él.

  Quiere continuar, lo desea, pero también quiere hacer de esa experiencia más placentera. Se encuentra solo y los demás miembros no llegaran mínimo hasta una hora y media después.

  -  ¿Qué tanto puedo jugar conmigo?

  Una sonrisa se plasma en su atractivo rostro, a duras penas pero decidido se levanta de la comodidad del sofá y va directo hacia la habitación que comparte con los demás miembros, toma algo de ropa, la más fresca y rápida que encuentra y camina rápido hacia el baño, llenando la bañera con agua tibia y sin preocuparse por cerrar con seguro la puerta, después de todo está solo.

  Se deshace de la molesta ropa sudada que trae puesta, su camisa sube volviendo a crear una leve fricción en sus botones, deja la piel tostada de su pecho al descubierto. Luego procede a retirar sus pantalones y con ellos su ropa interior, puede apreciar como su miembro está comenzando a endurecer un poco.

  Sumerge su largas piernas en el agua, permitiendo emitir un gemido de placer –distinto al otro tipo de placer que antes había experimentado– al sentir el agua tibia tocarlo, sin pensarlo mucho termina apoyando su espalda en la porcelana blanca de la bañera y se dedica una vez más, a concentrarse solo en sí mismo.

  Sus manos comienzan un camino desde sus piernas hasta su pecho, donde esta vez ya sin ningún obstáculo comienza a acariciar esos erectos pezones suyos, provocando más de una descarga eléctrica atravesar su espina dorsal, y esto lo hace entrecerrar su ojos y suspirar una vez más.

  Estruja con cuidado aquellos botones, le provoca placer, sensaciones prohibidas pero que inevitablemente lo hacen encontrar ese juego demasiado incitante. Disfruta del agua también relajarlo, pues poco a poco sus músculos se van alejando de la tensión y lo acompañar en su sesión de desahogo.

  Entonces baja una vez más sus manos, danzando por sus pectorales y costados, delineando su delicada figura y pasa hasta sus extremidades inferiores, comenzando a tocar con descaro sus delgadas piernas y muslos, Daehyun comienza a sentirse cada vez más necesitado.

  Sus dedos manosean con impudencia el interior de sus muslos, casi tocando aquel lugar que estaba seguro le provocaría grandes sensaciones, escucha el movimiento del agua a causa de sus caricias, sonríe más abiertamente, esta comenzando a disfrutar mucho de esto.

  -  Un poco más arriba.

  Y llega allí, ahoga un jadeo al sentir sus dedos apenas rozar su miembro más que excitado y que clama por algo de atención, envuelve lentamente la base y la aprieta un poco, cierra los ojos y se concentra en que ritmo debe marcar para disfrutar aun más.

  Su mano sube y baja, una y otra vez, bombea esa endurecida excitación en un vaivén de tortura placentera, el joven de Busan siente sus mejillas arder casi tanto como el resto de su cuerpo, no era la primera vez que se masturbaba, pero si la primera en la que sentía tantos deseos.

  De pronto viene a su cabeza un rostro, uno que lo vuelve loco, y comienza a imaginar a aquella persona que le provoca sueños húmedos y a la que le tiene unas ganas increíbles de tocar, entonces su mente comienza  a unirse al juego creando múltiples imágenes de ellos dos y aumentando el placer más de lo que esperaba en su estimulación.

  La mente y el cuerpo de Daehyun se unen para crear un bello escenario tanto físico como mental que lo hacen sentir más, y también lo hacen desear más.

    Su cabello corto pegándose a su frente, los expresivos y sensuales ojos mirándolo con lujuria contenida, al igual que él.

  El goce que siente se puede comparar con el calor abrasador del fuego pasión, la mano que permanecía aun tocando sus muslos una vez más comienza a viajar por todo su cuerpo, deteniéndose a jugar con su pezón derecho y luego continuar bajando, incluso descendiendo más que su otra mano.

  Un cuerpo de Dios que lo excita, sus manos recorriéndolo sin compasión, explorando cada parte de su ser y buscando los puntos que lo vuelven loco.

  Gime, esta vez sin aguantar más, deja escapar todo lo que su boca quiere ocultar, los alaridos de placer que su mano derecha provoca y los tímidos toques de su mano izquierda en su entrada, apenas palpando su orificio, lo hacen casi gritar y sollozar, nunca antes se sintió tan necesitado.

  Lo toca, lo besa húmedamente y jugando con sus lenguas, dejando escapar saliva ante tal batalla feroz, ambos se tocan, ambos gimen, ambos están calientes.

  Todo por esa persona.

  Vuelve a su mente, y entonces se imagina que es él quien con boca estimula su miembro, que lo envuelve y juega con él, desde su punta hasta la base y lo hace perderse en el mar de sus gemidos incontrolables, también alucina que es él quien está adentrando un dedo en él y juega dentro sin piedad.

  Gime, muy fuerte, el otro le sonríe con sensualidad, sabe que esta volviéndolo loco y eso le agrada, sentirse el dueño de la situación y hacerle perder la cordura, encenderlo y hacerle decir palabras obscenas.

  Tiene que sumergirse un poco más, para poder sentir más del deleite que esta experimentado allá abajo, su mano continua bajando y subiendo, esta vez a una velocidad más rápida mientras su dedo se adentra más en él.

  Incluso el aire es caliente, su cuerpo se entrega por completo a esa persona y se deja manosear, enredad sus dedos en las hebras y lo empuja hacia él para comerse mutuamente los labios en un beso que podía ser considerado casi sucio.

  Pronto un dígito más le hace compañía al primero, esta vez sí que gime largamente, porque el placer con el dolor se mezclan creando una mezcla adictiva y pecaminosa, Daehyun sabe que está perdiendo la cordura y que su final se acerca.

  Mueve las caderas, pide por más usando un lenguaje no propio de alguien educado, pero es inevitable, esa persona lo convierte en otro con todos sus encantos y la fragancia a sexualidad que desprende cada vez que lo tiene cerca.

  Continua explorando su interior, no deja en ningún momento de pensar en él y continúa sumergido en la fantasía donde todo el placer que está experimentando es provocado por un miembro de su mismo grupo.

  Casi podía saludar al orgasmo que se avecinaba, su mano aumenta el ritmo y sus dígitos abusan sin piedad de su interior buscando cierto punto que lo lleva al cielo y que será el gran final de su espectáculo en solitario.

  Le susurra cosas sucias al oído, mezcladas con ese tono sensual y elegante que sólo él posee, de pronto ocurre algo que le hace temblar y contraerse salvajemente.

  La punta de su índice toca, sin esperarlo del todo, su próstata, Daehyun suelta un alarido que por suerte no será escuchado por ningún vecino, sin embargo su mano no para, al parecer quiere llegar cuanto antes a la cumbre de la montaña.

  Conociendo ahora la ubicación de su punto especial arremete cuanto puede contra el y se dedica a básicamente solo a abusar de su cuerpo mientras se estimula y no deja escapar de su cabeza el rostro de aquel que lo excita tanto.

  Casi gritan, ambos mueven sus caderas, enredad sus piernas en su ingle y se sostiene de su espalda, está seguro de que podría dejar la marca de sus uñas en la espalda ancha del mayor.

  Finalmente ambos lo sienten, cantan el nombre del otro y se desvanecen en las garras del orgasmo.

  Llega tan sólo minutos después y gime tan fuerte como puede al mismo tiempo que de sus labios emerge su nombre, descargando su semilla en el agua ahora fría deja a su cuerpo contraerse contra sus dedos antes de colapsar y comenzar a tomar bocanadas intensas de aire para sus pulmones.

  Daehyun se relaja, se intriga al notar que su cuerpo aun está algo cansado, pero no tanto como antes, más bien se siente a pesar de todo aun algo caliente. ¿Qué debería hacer ahora para sacarse esa calentura que aun permanecía en su pecho?

  Y mientras abre los ojos y gira su cabeza hacia la derecha para buscar una toalla admira como en el marco de la puerta esa persona en la que antes había pensado al correrse lo mira entre excitado y divertido.

  Daehyun mira los ojos negros de Himchan, sabe que en ellos hay más que solo lujuria.

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11 years ago
Fanfiction Is Real Cumple 1 Ao Hoy!

¡Fanfiction is real cumple 1 año hoy!

Oh, ¿Pueden creerlo?

¡Un año! :DDD

Muchas gracias a todos los que me siguen, lamento mucho la demora en mis fics, realmente es un mal aspecto que estoy tratando de corregir.

Espero que en el futuro pueda escribir aun mejor y lograr llamar su atención con mis fics, también espero que este tumbler cumpla más años ^^

Saranghe ~


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10 years ago
Rumors Vs. Reality [x]
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Rumors vs. Reality [x]

11 years ago

No importaba que tanto se esforzaran por ocultarlo, en el fondo sería inevitable esconder de ellos mismos los sentimientos prohibidos.

  Soryong estaba cansado de ser el responsable y rechazarlo siempre, de negarse a sus deseos y guardar la apariencia, sentía que en cualquier momento iba a explotar.

  Daeryong sólo se preguntaba cuándo llegaría el día en que el mundo les daría una oportunidad y los dejaría ser felices y porqué a ellos no les bastaba con saber que se amaban.

    Tasty

2Jung/DaeryongxSoryong/Twincest

Fanfic yaoi de Tasty

OneShot


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11 years ago
Being Fathers Is Getting Our Daughters Up At 5:30 Am Making Breakfast Getting Them Dressed For School

Being fathers is getting our daughters up at 5:30 am making breakfast getting them dressed for school and putting them on the bus by 6:30 .This is a typical day in our household . It’s not easy but we enjoy every moment and eveny minute of #fatherhood . #proudfathers #blackfathers #prouddads #gaydads

11 years ago

Alone pt 2

Salvajemente los labios de Daehyun son devorados con la inquietud del palpitar de su pecho, aunque aquello quedaba de sobra en un momento como ese; en el cual su cerebro no piensa, si no que su cuerpo siente y con ello termina la cordura. Himchan succiona su labio inferior, de paso restriega su cuerpo cubierto por telas contra su piel expuesta, tibia y sensible. Daehyun suspira con anhelo, su cuerpo aun permanece caliente y el mayor, con sus indiscretos roces, no hace más que aumentar ese calor en un nivel casi tortuoso. Sus manos son dirigidas sobre su cabeza por un tacto dominante, hasta que éstas tocan la madera de la cabecera, Himchan sujeta sus muñecas mientras continua probando la suavidad de sus sensuales labios. Ambos saben que sería lo que ocurriría y Daehyun no podía estar más ansioso por cumplir una de sus mayores fantasías; no obstante, se mantenía en un constante estado de nerviosismo e incluso sintiéndose algo torpe ante los toques, besos y caricias. Daba igual si era su hyung o no, si lo había arrastrado a la habitación deliberadamente en medio de tropiezos y besos desenfrenados, si habían hecho un camino de agua en el pasillo y embargaban sus almas a la pasión. Tan sólo podía concentrarse en lo real que era todo eso, y lo excitante que resultaba. Quizás el mayor conocía sus deseos de antemano, porque la manera en que lo toca no parece tan común, más bien parece provocarlo con rápidos roces a sus zonas más sensibles, cosa que lo vuelve loco pues odia cuando juegan con él. Lo siente ahora lamiendo y dejando marcas a lo largo de su cuello, los dientes contra su piel broceada mordiendo suavemente para reafirmar su obra. El no puede hacer nada más que jadear excitado. El mayor alza el rostro para admirarlo, con maldad en sus ojos y sonrisa. – ¿Quién diría que Daehyunnie podía ser tan sucio? – Su aliento chica contra su cuello, el castaño tiembla bajo él. – Haciendo este tipo de cosas teniendo a tu hyung, debería castigarte de alguna forma. – Hazlo. – Dice entrecortadamente, su cuerpo está lleno de deseo por ser poseído y arremetido por el segundo mayor del grupo, no importaba la circunstancia en que se diera dicho acto, tan solo quería sentirlo de una vez. – Eso haré, haré que grites mi nombre una y otra vez hasta no puedas decir nada más que eso. – Se levanta sin soltar sus mulecas aún, efectivamente la impudicia bailaba en sus obscuros ojos, justo al mismo ritmo que la malicia. Himchan no conserva tacto en sus palabras, puede intuir de manera muy sencilla que Daehyun era del tipo de sexo duro y sin cavilaciones, justo igual a él. La mano libre comienza un lento recorrido desde su mejilla, acariciando con la yema sus pómulos, siguiendo hasta encontrarse con marca rojiza en su cuello que anteriormente había elaborado. Ahora sus dígitos pasan en medio de sus pectorales, Daehyun siente que estos queman contra él. Finalmente, tras un viaje a lo largo de su piel, llega a su erguido miembro; sonriendo con perversidad toma la punta una y otra vez con el índice, jugando con el líquido que amenaza con salir. Daehyun se revuelve en su lugar, queriendo soltarse para hacer algo, cualquier cosa, que aliviara esa necesidad que le atormenta. – Ah… Hyung, haz algo – Suplica entre jadeos, sus ojos se entre cierran al no poder sobrellevar las vívidas sensaciones provocadas por un hombre que se entretiene al verlo en su estado necesitado. – ¿Por qué debería? Por una razón esto es un castigo, si quieres algo primero gánatelo. Con ello finalmente lo suelta, Dae escucha el fino sonido de un cinturón siendo desabrochado, así como un zipper que, en lo que el infiere, se eta abriendo. Se atreve a mirar al mayor con pasividad misma de un sirviente a su amo, puede adivinar lo que su mayor le dice no con palabras, si no con simples acciones y una mirada poco convencional. Su primer pensamiento al ver a Himchan a los ojos es en un buen servicio, el cual está seguro que si no cumple no recibiría nada a cambio o un castigo peor. Cambia de posición para dar ahora cara a la entrepierna del pelinegro, un notable bulto sobresale de sus ajustados bóxers obscuros, su aliento ardiente escapa contra ésta área provocando un sutil jadeo ahogado al mayor. El vocalista no espera por instrucciones u órdenes, primero deja que su lengua húmeda pase por encima de la tela negra, en lo que supone es la base hasta la punta, en donde allí deja que éste lama como un gatito el miembro cubierto. Luego sus labios succionan entre besos el bulto de arriba abajo, muy concentrado en su tarea. Himchan contiene el gemido que amenaza por salir, cuando Daehyun retira la tela con sus dientes, dejando expuesto su enorme virilidad, a diferencia de sus lentas provocaciones hace segundos ahora toma la base y directamente consume toda la extensión con devoción, casi con hambre, como si probara el mejor de los manjares el cual degusta con mucha emoción. Los ojos del menor no fallan en encontrarse con los del pelinegro, lo mira con fingida inocencia justo cuando envuelve en sus labios la punta de su virilidad; Channie sabe que éste chico tan sólo quiere provocarlo, cosa que por cierto está logrando a la perfección. La manera en que sus grandes orbes lo miran sin parpadear, al tiempo en que su miembro desaparece en su cavidad bucal lo lleva al placer caluroso del talento desconocido del vocalista. Sus esponjosos labios recorren toda su hombría, o casi toda, moviendo su cabeza y sin faltar las vibraciones de sus jadeos contra su dura excitación, elaborando graves gemidos que mueren en su hombría. – Demonios ¿Cómo eres tan bueno en esto? – Infiere en lo que ahora representa una duda de gran peso, no podía considerar la idea de que el vocalista hubiera hecho esto alguna vez antes. – No me conoces tan bien como pensabas hyung. – Deja su trabajo sólo para responder con picardía, lamiendo su labio inferior sugerentemente antes de volver de inmediato a atender al mayor. El pelinegro no tiene reparos en tomarlo de sus cabellos y obligarlo a ir más a fondo, prácticamente atragantándolo y privándolo de respirar, a un ritmo veloz que disfruta demasiado, soltando su lado salvaje contra ese joven lujurioso, sin duda ambos estaban muy urgidos por ello. Daehyun siente que se ahoga y su mandíbula duele, pues aquella extensión era demasiado grande como para dar tal atención que el mayor demandaba, pero éste parece no darle importancia ni cuando el menor trata de alejarse y reponerse para evitar la incomodidad de su quijada. – ¿Qué curre? ¿No puedes con esto? – No inquiere, se burla de los intentos del castaño fallidos, obliga al menor a tomar mayor extensión de sí, disfrutando del calor de su boca, la humedad de su lengua lamiéndolo sin parar y sus labios como plumas rodeándolo. Obviamente el castaño no responde, está demasiado ocupado con su boca siendo penetrada por su hyung, el cual jadea cada vez más alto y en lo que es el sentido del de Busan: más sexy. Para alivio de Daehyun el pelinegro encontró su fin un tiempo después, depositando su néctar en su boca; siente como éste bajaba caliente por su garganta en medio del grave gemido del otro, permaneciendo un peculiar sabor extraño el cual prefiere no describir. Otro consuelo surge al ser su boca liberada, y cuando es cerrada siente el agudo dolor mitigarse sólo siendo distraído por una mano que lo aleja bruscamente de su espacio, es empujado con fuerza cayendo sobre su espalda en las desordenadas sábanas. – Me has demostrado que eres menos inocente de lo que creía, ¿Qué pensarían los demás miembros si supieran que te masturbas pensando en mí? – Las duras palabras salían con burla de sus fríos labios, mira el cuerpo expuesto del menor, sonrojado y necesitado, suplicando por ser tocado. Daehyun siente vergüenza por un fugaz momento, las palabras de Himchan hacen eco en su cabeza, aun es joven y no puede evitar sentirse algo apenado por escuchar tales cosas, más aun cuando sabe perfectamente que son ciertas. Himchan al notar el efecto que ha causado en el menor no puede si no elaborar una irónica sonrisa, Daehyun está demostrando una actitud demasiado sumisa y no puede vitar tomar ventaja de ello. – Dime ¿Has soñando con que te toque de esta forma? – Envuelve la base de su miembro con más fuerza de la necesaria, el menor gime de dolor y placer, ambos efímeramente dominando su cuerpo. – ¡Hyung! – ¿Quieres que te de placer? – Contrario a sus palabras, deja su mano allí, quieta, apretando y causando una deliciosa tortura al miembro del menor, el cual no ha sido atendido por un buen rato y que por lo tanto se encuentra más sensitivo de lo normal. – Si, hyung, ah… – ¿Y si también te tocara aquí? – Su otra mano viaje, traviesa, a su entrada, acariciando aquella zona provocando oleadas al menor. – Hyung, eso… – Quiere decirle que de una vez mueva su mano, de arriba abajo y que le permita llegar al orgasmo, y que también deje de jugar con él y lo penetre de una vez, pero todas su palabras quedan muertas entre sus jadeos incapaces de comunicar su angustia. – Apuesto a que quieres que haga algo, pero eso no sería injusto, aun no he visto lo suficiente como para acceder a levantar tu castigo. – Dice mientras su dígito palpa la entrada, nunca adentrándose, solo haciendo la finta de empujar la punta sin llegar a introducirse, ríe al ver el estado en que se encuentra el menor, necesitado e incapaz de articular con coherencia. – Por favor… – Si no hace algo se volvería loco, quiere algo dentro de sí, preferiblemente al mismo Himchan, su mente no le dice más que satisfacer sus deseos más oscuros, como el de una fantasía que le atormenta y provoca placer al mismo tiempo. Himchan lo suelta, y el castaño gruñe al ser olvidado, ¿Cuánto más iba a permanecer así? Sinceramente estaba punto de tirarse encima del pelingro y cumplir con todo aquello que su perversa mente maquila, y lo hubiera hecho de no ser porque escuchó aquella morbosa voz una vez más, excitante, grave y demandante. – En cuatro. Ni lento ni perezoso atiente tambaleante, los dedos experimentan lo único suave en toda la aventura, unas sábanas azules bajo él. Sus temblorosos brazos lo sostienen dejando una vista deleitable al mayor, quien observa con obscenidad su trasero y el anillo expuesto. Daehyun siente la lujuriosa mirada observarle, y es tan intensa que casi se encuentra con la vergüenza una vez más; como deseaba ser tomado en ese mismo instante. – Dime Daehyunnie, ¿Cómo te tocas cuando piensas en mí? – Pregunta lascivamente, Dae, a pesar de no ser capaz ver su rostro, puede imaginar perfectamente su expresión inundada por morbosidad. El vocalista no atiende a contestar, en cambio decide responder con acciones, lleva una de sus manos directo a su boca y ensaliva tres de sus dedos, lubricándolos lo suficiente a falta de lubricante. Entonces se pregunta en qué momento exactamente se volvió tan sumisivo y fuera de sí, tal vez era producto del inminente deseo y calor que su cerebro deja detrás su personalidad y se antepone al instinto sexual, aquel que precede a todo hombre en la tierra. Son sus acciones llenas de obediencia las que no le recuerdan a sí mismo, si no a un sirviente que acata cada orden su amo le demande; a lo mejor y la situación logro aquellos roles en ellos dos. Los ubica en su entrada, pasando por encima de ella provocándose a sí mismo como antes lo había hecho el mayor, toca el anillo previamente estimulado, y se derrite ante el más mínimo contacto. Sin muchos más rodeos por su parte, introduce el primer dedo, junto a el escapa un gemido impuro de satisfacción, dios, se imagina que Himchan podía ser mucho más grande que eso. – Himchan… – Dice perdido en la imagen del mayor, dándose propio placer. – Eso, di mi nombre, hazlo. Un segundo dígito acompaña al primero, su entrada se ensancha cuando él los mueve dentro de sí, tocando sus paredes internas como tantas veces hizo soñando con ese cuerpo que deseaba. – ¡Ah! Hyung, si… – Si que eres un sucio, ¿Cuánto tiempo llevas haciendo esto? – Ah… – Suspira, el hecho de que Himchan lo esté mirando tan detenidamente lo calienta aun más, juega dentro de sí tratando de satisfacer sin éxito sus anhelos, hay una constante falta que sólo puede ser llenada por el pelinegro. – Des-desde hace mucho ¡Ah! Lo suficiente para imaginarte dentro de mi ¡Ahhh! Cuando son tres dedos los cuales ocupan su entrada la mano firme del pelinegro toma la propia bruscamente, deteniendo sus acciones sumiéndolo de nuevo en la inquietud. Su cabeza no comprende como una necesidad tan lasciva puede llevarlo a ese extremo, gimiendo y suplicando por placer. – Entonces supongo que deseas que fuera yo quien hiciera esto. – Y arremete empujando su mano contra sí, logrando una fuerte estocada que lo hace llorar abiertamente de placer. Era curioso que incluso siendo sus propios dedos Himchan lograba hacerlo disfrutar aun nivel más lúcido, arrancando gemidos audibles de una voz vergonzosa, no, esa no podía ser su voz, nunca fue tan morbosa como la que sus oídos captaban desatentadamente, siendo incapaz de pensar en la decencia y en qué tipo de imagen debía estar presentando. Daehyun solo quería disfrutar de su hyung haciendo cuanto quisiera con su cuerpo. – ¡Himchan! – Aprieta las sábanas, no puede con tanto que esta por derrumbarse. – Sé que en vez de tus dedos quieres que sea yo quien te penetre ¿Cierto? – Dice sin conocer la pena. – Dilo, fuerte ¿Eso es lo que quieres? – Logra hacer llegar a los finos dedos tocar un punto exquisito, escuchando con orgullo el grito de placer del menor. – ¡Sí! ¡Quiero que seas tú! Por favor, penétrame de una vez, te lo suplico. – Llora de placer y desesperación, morirá si no se cumplen sus expectativas en ese momento. Himchan hace que retire su mano para tomarlo del antebrazo, y en lo que él queda sentado en la cama pone a Daehyun encima de él, con sus piernas rodeando su caderas y muy cerca de sí, lo observa al borde de la locura. – Entonces hazlo. Y por supuesto que lo hace, sin nada de lentitud, sino con desesperación toma el erecto miembro del mayor y lo alinea con su entrada, sus caderas son sujetas por las pálidas manos del mayor. Apenas siente la punta entrar en él ahoga un grito descontrolado mordiendo su labio inferior hasta hacerlo casi sangrar, y Himchan al notar esto lo obliga a de golpe sentarse sobre toda su hombría, y antes de que éste joven sobre él grite, alertando de paso a todo a quien viva cerca de allí, lo calla estampando sus labios, sintiendo como tiembla entre sus brazos y trata de no llorar. Daehyun lo siente dentro, muy dentro de sí, y dolía tanto como lo disfrutaba, sabía que de allí en adelante le sería casi imposible hablar, sino mas bien solo gemir y decir su nombre. – Eres un chico muy pervertido, sin poder decir nada por tener a tu hyung dentro de ti. – Levanto por las caderas el delgado cuerpo para arremeter fuerte, Daehyun no logra más que gemir audible lleno excitación. Pronto se pierden en el placer indebido del sexo duro, sin delicadeza y lleno de pasión mezclada con lujuria, la manera en que Himchan arremete adentro del menor es demasiada como para que el joven le siga el ritmo, de modo que solo se deja llevar por los movimientos del mayor tal como si se tratara de una muñeca. Sus pieles chocan, crean fricción y se empapan de sudor, perdidos un mar de éxtasis y victimas del candente arrebato de lujuria, ambos dominados por el deseo de gozar de un compañero complaciente, uno disfrutando de la obediencia del otro y éste incapaz de concentrarse más que un fallido intento de acallar su voz. – ¡Ah! Hyung ¡Se siente muy bien! – ¿Te gusta? ¿Te gusta que te folle una y otra vez? – ¡Sí! No pares, ¡Mas! Todas sus fantasías de pronto eran reales, Himchan tomándolo sin piedad era mucho más de lo que alguna vez sintió al masturbarse o soñar con él. Sin duda el calor de sus dedos, su hombría dentro de si y sus labios marcando su cuerpo eran más de lo que podía soportar en una vida. Pedía por más, pedía ser llenado para cumplir con sus anhelos sucios, indebidos y carentes de castidad, pero eso era para lo único que ahora vivía, solo para sentirlo una y otra vez ardiendo dentro de sí, escuchándolo gruñir contra su piel, mordiendo su cuello, mientras que el pelinegro disfrutaba de la calidez que sentía estando en el interior del castaño, viéndolo perderse entre sus brazos sin cordura, sin resistencia ni reserva, no quería que nadie más que le tuviera esa exquisita vista. Daehyun pronto llegó al orgasmo en medio de gemidos y palabras obscenas, manchando su abdomen de su propia escancia viscosa, cayendo exhausto en los brazos del pelinegro e incapaz de moverse, el sudor se mezclaba con sus fluidos provocando una sucia sensación en su cuerpo. – Parece que no tienes mucha resistencia. – Comenta el Kim al ver como el menor trata de restablecerse, seguramente sin aire y casi asfixiado por el aroma a sexo en el aire. – Eso o yo debo ser demasiado bueno. Dae pasa saliva y relame sus labios secos, quizás su garganta duela después de tanto gritar, sintiéndose algo más estable. Está cansando y quisiera dormir, pero no, Himchan no lo dejaría aún. – No pienses que esto acaba aquí, por si no lo recuerdas yo aun no me he corrido. – Dice sin ser del todo comprendido. – Hyung, yo… – Trata de decir el castaño. – Nada, tú querías esto así que ahora lo aguantas. – Con ello volvió a cambiar de posiciones, esta vez el arriba del vocalista y éste acostado sin energías, sudando aun y jadeando. – Hyung, no puedo… – No me interesa – Aprovechando la previa actividad no le fue nada difícil entrar una vez más en el cuerpo fatigado de otro, esta vez se ocuparía de sus propias necesidades. – ¡Ah! Espe– Había que aclarar que Himchan no parecía conocer lo que era gentileza, la forma tan brusca en la que se adentra en él se lo confirma. – Hyung ¡No! Ahhh. – Ahora resistirás hasta que yo me corra, se un buen dongsaeng y coopera conmigo. – La manera tan natural en que sus palabras salían de sus labios le aseguraban a Daehyun que no había mucho que pudiera hacer para resistirse, así que rendido a las peticiones del mayor tan solo relajó su cuerpo aún más de lo que estaba a causa del cansancio, poniéndose a completo merced del visual. La diva sonrió al notar que el de Busan se rendía ante él, adorando la forma tan sumisa en que se comportaba el menor, no duda en tomar su cuerpo una y otra vez; ahora concentrado en cumplir con sus necesidades como hombre, en complacerse por lo bien que se sentía embestir contra su delgada figura, escuchándolo decir su nombre entrecortadamente. Daehyun se había vuelto totalmente esclavizado ante él. – ¡Hyung! ¡Himchan hyung! – Daehyun, le perteneces a hyung ¿Lo sabes? – Podía predecir que su final no tardaba en llegar, las paredes al rededor de su miembro se contraían provocándole miles de placeres. – ¡Sí! ¡Te pertenezco hyung! Dae tomo las últimas fuerzas para estirar sus brazos y envolverlos en el cuello del más alto, y acercándolo sin mucho abatimiento hundió sus labios en su boca, disfrutando del saber a hombre que ellos tenían y esperando el clímax del pelinegro. Himchan se corrió dentro de Daehyun, quien sintiendo como era llenado por un líquido caliente arqueo su espalda sin dejar aquellos labios. Finalmente lo soltó, exhausto, dejando caer sus brazos y dispuesto a dormir hasta el día siguiente, pues no había manera en que pudiera mantenerse despierto ni un minuto más. Supuso que Himchan había tomado lugar junto a él, el peso a su izquierda lo sugirió, ladeo su cabeza encontrando el rostro atractivo del mayor quien lo beso en la frente, tomando de repente aquella actitud maternal que lo caracterizaba. – Descansa, supongo que fui algo brusco contigo. – Habló suavemente el pelinegro, retirando unos cabellos pegados a la frente del castaño. – Un poco solamente – Sonrió perezoso, adivino que el brazo de Himchan rodeo su cuerpo. Durmió plácidamente, con el calor del cuerpo del mayor abrazándolo.


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