maeda-ai - Paradiso
Paradiso

Don't stop this love... | MAi | fanfics' writer | girl | FICS: | Bleach | Clamp | Shaman King | Otros | OTROS: | Ask |

343 posts

I Love These Episodes 0v0

I love these episodes 0v0

Ichigo And Tiny!Rukia
Ichigo And Tiny!Rukia
Ichigo And Tiny!Rukia
Ichigo And Tiny!Rukia
Ichigo And Tiny!Rukia
Ichigo And Tiny!Rukia
Ichigo And Tiny!Rukia
Ichigo And Tiny!Rukia

Ichigo and tiny!Rukia ♡

  • jessicalemus
    jessicalemus liked this · 1 year ago
  • trisha-anime
    trisha-anime reblogged this · 1 year ago
  • moonlightalas
    moonlightalas reblogged this · 2 years ago
  • angelithayes
    angelithayes liked this · 2 years ago
  • luissafca
    luissafca liked this · 2 years ago
  • rayscandalous
    rayscandalous liked this · 3 years ago
  • oceanstide
    oceanstide reblogged this · 3 years ago
  • oceanstide
    oceanstide liked this · 3 years ago
  • manofshame
    manofshame liked this · 4 years ago
  • pikakyumin
    pikakyumin liked this · 4 years ago
  • haileyotakubeebe
    haileyotakubeebe liked this · 4 years ago
  • xue--xue
    xue--xue liked this · 4 years ago
  • fandomgirl394
    fandomgirl394 reblogged this · 4 years ago
  • fandomgirl394
    fandomgirl394 liked this · 4 years ago
  • shinigami-ninja-exorcist
    shinigami-ninja-exorcist reblogged this · 4 years ago
  • thesecretone420-blog
    thesecretone420-blog liked this · 5 years ago
  • maeda-ai
    maeda-ai reblogged this · 5 years ago
  • wendywang
    wendywang liked this · 5 years ago
  • badshooter
    badshooter liked this · 5 years ago
  • tavshel123
    tavshel123 liked this · 5 years ago
  • museyunhos
    museyunhos liked this · 5 years ago
  • cupcakemixture123
    cupcakemixture123 liked this · 5 years ago
  • reiqaxoxo
    reiqaxoxo liked this · 5 years ago
  • retrocatastrophy
    retrocatastrophy liked this · 5 years ago
  • dragonfairy1231
    dragonfairy1231 liked this · 5 years ago
  • galahad21
    galahad21 liked this · 5 years ago
  • nikman96
    nikman96 liked this · 5 years ago
  • izzwithnorizz
    izzwithnorizz liked this · 5 years ago
  • yumihozuki
    yumihozuki liked this · 5 years ago
  • trisha-anime
    trisha-anime liked this · 5 years ago
  • crazycorndog64
    crazycorndog64 liked this · 5 years ago
  • sporkforks
    sporkforks liked this · 5 years ago
  • magriffe
    magriffe liked this · 5 years ago
  • everfawn
    everfawn liked this · 5 years ago
  • e99rolls
    e99rolls liked this · 5 years ago
  • xxdark-kittyxx
    xxdark-kittyxx liked this · 5 years ago
  • communistpussycat
    communistpussycat liked this · 5 years ago
  • indulgencesofmine
    indulgencesofmine liked this · 5 years ago
  • groovygalaxytiger
    groovygalaxytiger liked this · 5 years ago
  • wishuponalionmoon
    wishuponalionmoon liked this · 5 years ago
  • steadilyupending-blog
    steadilyupending-blog liked this · 5 years ago
  • pfifell
    pfifell liked this · 5 years ago
  • zemphira
    zemphira liked this · 5 years ago
  • starlightdriver
    starlightdriver liked this · 5 years ago

More Posts from Maeda-ai

5 years ago
Pasa La Raya
Pasa La Raya

Pasa la raya 🚶💛

5 years ago
3K Followers Request:
3K Followers Request:
3K Followers Request:
3K Followers Request:
3K Followers Request:

3K Followers Request:

Ichiruki Wedding for @lady-nounoum ☆

5 years ago
Yes Ichigo, Her Place Is With You.

Yes Ichigo, her place is with you.

5 years ago

Amor de habitación

image

Anime: Candy, Candy

Rating: M

Pareja: Terry & Candy

Sinopsis: Oneshot. Es que no debió permitir que pasara, pero quería disfrutar de este amor que solo podía expresarse entre cuatro paredes, un amor de habitación. Quizá más adelante la vida les permitiría vivir su amor con libertad.

Advertencia: Lemon (NSFW)

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Por: Maeda Ai

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

.

. . . Y la voz se le fue. No podía evitarlo, verlo ahí, en su habitación a estas horas de la noche, no era algo que esperase.

Su primera reacción hubiese sido gritar, más eso les hubiese traído grandes problemas a ambos.

"A mi más que a él."

Pensaba la rubia, quien trataba de cubrirse con las gruesas cobijas.

¿Cubrirse?, por favor !; si la bata de dormir la cubría totalmente, sin dejar siquiera un poco de su blanca piel al descubierto.

" Demasiado conservador. "

El muchacho de castaños cabellos no entendió porque aquel pensamiento cruzó su por su mente, pero así fue.

Bueno, la chica aunque aniñada y con el comportamiento de un verdadero marimacho, no dejaba de resultarle interesante….

* ¡ Y bonita !. *

* ¿Qué dijiste?. *

La joven de las coletas casi le gritó; si lo que él pretendía era hablar en voz baja o simplemente pensar, pues había fracasado, Candy escuchó claramente el adjetivo que había utilizado para referirse a ella, logrando con esto que sus mejillas se tiñesen de rojo.

"Hermosa."

Fue un pensamiento que Terry no pudo evitar.

La bata de dormir la cubría en su totalidad, aun así, el castaño no era capaz de explicarse por que se sentía sofocado.

Olvidándose de los modales, la rubia abandonó la cama y las cobijas que a su cuerpo cubrían, dirigiéndose valientemente a encararse con el intruso en su habitación; estaba dispuesta a echarlo fuera, no importaba que la recamara estuviese en el tercer piso.

"Se lastimará."

Le decía su conciencia, pero ella la ignoraba; estaba furiosa, la forma tan fija y descarada con que Terry la miraba la hacia rabiar.

Y justo estaba por echarlo a patadas cuando su mirada se encontró con la de aquel chico tan rebelde... y el enojo… se le fue. Candice White suspiró hondamente, incapaz ya de pelear o discutir.

* Aun no me has dicho que haces aquí. *

Aquellas palabras lo sorprendieron; la observó atento tan solo por un segundo, pero mirarla lo afectaba de alguna forma, lo perturbaba, se sentía nervioso, y no pudiendo con esto, Terry elevó la mirada hasta el techo.

* Me equivoque de habitación. *

Tan simple y sincera la respuesta del muchacho que guardaba sus manos dentro de los bolsillos de los pantalones. Era difícil creerlo y debían aceptarlo, peor... esta era más o menos la tercera vez que mantenían una conversación… y les gustaba.

* ¿Te equivocaste de habitación?; tu alcoba esta al otro lado del colegio y… ¿tu quieres que te crea?. *

* ¡ Vamos !, no sería la primera vez, Albert me trajo una vez aquí, ¿o no?. *

Los labios de la rubia se curvearon formando una sonrisa; ese era un grato recuerdo, en especial por Albert, pero… la única posibilidad de que Terry se equivocase de habitación, era que, una vez más, estuviese ebrio.

* Y… ¿cuanto bebiste, ah?. *

El joven sonrió con malicia, y él que trataba de ocultar su aliento alcohólico, lo que menos quería era tener que soportar uno de los tantos sermones de la niña de las coletas. En realidad solo deseaba tumbarse sobre una cama y dormir, al menos así fue antes de ver a la chica frente a él, ahora tenía infinitos deseos de estar preso entre los brazos de Candy, y tenerla aprisionada entre los suyos.

"Ha de ser influencia del alcohol, nada más."

Pensaba el muchacho, más bastó la cercanía de la rubia para considerar que quizás era más que aquello.

Candice le daba leves empujones para echarlo de su habitación, lo que menos deseaba era tener problemas por culpa de este hombre, eso sin mencionar que su presencia la perturbaba, la ponía nerviosa y no quería ni pensar por qué. Y fue precisamente en uno de esos empujones, cuando Terry no pudo contenerse más…

Sujetó suavemente las manos de Candy, inmovilizándola por completo. Ahí estaba ella, frente a él con bata de dormir... no pudo más, algo en él no resistió la tentación… la besó.

Jalándola con suavidad, la recibió y atrapó entre sus brazos, presionando sus labios contra los de ella, que, sorprendida y sin esperarse nunca lo que ahora pasaba, tardó en reaccionar. Estaba nerviosa, confundida, pero lo que más la asustaba era el hecho de que aquel contacto le daba una sensación agradable que le gustaba, le gustaba mucho.

Intentó separarse, pero el muchacho la sujetó con fuerza, impidiéndole siquiera moverse a pesar de que sus labios por fin se habían liberado.

* Eres un idiota. *

Le gritó ella, estampándole la mano derecha en la mejilla; había furia en sus chispeantes ojos verde esmeralda, pero ni con eso borró la traviesa sonrisa que Terry tenía en el rostro.

* Pero si me correspondiste. *

El joven de largos cabellos se tocó la mejilla ahora roja y adolorida, fingiendo inocencia.    Pero era cierto, por un momento, tan solo por un instante, ella correspondió la caricia. Furiosa con él y consigo misma, trató de abofetear por segunda vez al chico, más no le fue posible; con un rápido movimiento, Terry la sostuvo por las muñecas y con una violencia casi tranquila y sutil, la acorarlo entre la pared y su cuerpo.

* Vamos, Candy, es solo un beso. *

Le susurró al oído, haciéndola estremecer, más ningún escalofrío se compararía a los que le hizo sentir con las caricias de las que era objeto, y ni que decir de los ardientes labios recorriendo su cuello, besándola como si no pudiese controlarse y permanecer en un solo lugar por más de diez segundos.

* E-espera, detente… ¡ YA !. *

La rubia le suplicaba, pero el castaño parecía no escucharla y lejos de complacerla, separó sus largas y delgadas piernas al hacer presión con su rodilla.

Candy se decepcionó de si misma al percatarse de que había dejado de resistirse y en cambio abrazaba al heredero Granchester.

Respiraba agitada mientras saladas lagrimas se deslizaban dolorosamente por sus mejillas, se sentía humillada, más poco a poco todo sentimiento de culpa fue desapareciendo gracias a las atrevidas caricias del muchacho de cabellos castaños.

* Oh !, Terry… *

De pronto, un suave susurro escapó de los labios de la rubia, y al escucharla, el jovencito no pudo controlarse más. Cargó en sus brazos la frágil figura de Candy, llevándola hasta la única cama en la habitación, recostándola cuidadosamente sobre las frías y finas cobijas.

Él la observó atentamente, permitiendo que sus miradas se cruzaran por breves instantes, luego, sin mediar palabra alguna, volvió a besarla, le sorprendió que sus labios fuesen recibidos sin oposición alguna, le correspondía, ella le correspondía.

Terius tardó más en pensarlo que en deshacerse de la ropa que ahora resultaba estorbosa, mostrando su perfecto y joven cuerpo varonil ante una Candy a la que la palabra “avergonzada” le quedaba corta.

* T-Te... ¡ Terry !… *

La chica desvió la mirada; era demasiado para ella; su educación, la moral, el pudor, todo aquello la atormentaba, más las manos del muchacho acariciaron su rostro.

* Te deseo. *

* Terry, yo… es que yo… *

No terminó la frase, el joven la tomó en un nuevo beso, ahora más apasionado que los anteriores. Candice se dejó sumergir en la dulzura de los labios de su compañero; sonrojada, cerró sus ojos esmeralda, ya totalmente entregada, temblando ante las ansiosas manos del Granchester, que recorrían con lujuria su silueta, primero por encima de la fina tela de la bata, luego sobre su suave y pálida piel.

Ni siquiera supo como es que Terry se deshizo de todas sus prendas, para cuando se dio cuenta, estaba desnuda, piel con piel entre los brazos de este ardiente hombre que no paraba de besarla. Más llegó un momento en el que Candy, avergonzada y con el rostro ardiendo en rojo, trató de cubrir su desnudez.

* No te escondas de mi. *     _Le habló él._     * No tiene caso. *

Terry acariciaba la espalda de la mujer, mientras sostenían un contacto visual que los hizo estremecer. Candy halló la pasión y el deseo en aquellos ojos oscuros, y él, él descubrió la calidez y la inocencia en sus tiernos ojos verdes.

* Tarzan pecosa es muy bella… ¿quién lo diría?. *

* ¿Te estás burlando de mi?. *

Terry rió divertido al notar el enojo que sus palabras provocaron en la chica, le gustaba hacerla rabiar.

"Se ve hermosa al enojarse."

Pero no, sus comentarios eran ciertos. Siempre pensó que la rubia era una linda chica, aunque dijese lo contrario, más nunca creyó que Candy fuese tan tremendamente hermosa. No, no era solo su cuerpo lo que él estaba admirando, había más… mucho más.

Unió sus labios a los de ella nuevamente, como si no pudiese dejar de probarlos por mucho tiempo; la inocencia de esta chica lo volvía loco y eso lo hacia desearla aun más. Así, poco a poco recorrió la suave piel de su cuerpo; primero sus lagas y bien formadas piernas, luego la estrecha cintura de la rubia.

"No cabe duda de que el uniforme del colegio hace un buen trabajo al ocultar su figura de mujer."

Pensaba Terry al percatarse de que aquella niña rebelde, ya no era una niña. . . sino una bien formada mujer.

Finalmente, oprimió sus deseables pechos, ahh!, esos tentadores y bellos senos cuyos botones sonrosados lo invitaban a beber de ellos. Al sentirlo, Candy abrió desmesuradamente los ojos y sabrá dios como hizo para ahogar un gemido de sorpresa, y los que vinieron de placer, al sentir como este muchacho envolvía uno de sus pezones con sus labios.

Fue peor sentir la lengua del castaño, jugar jadeante con su pezón izquierdo, mientras una de sus manos se posaba sobre el otro pecho de la mujer, explorando la pequeña esfera.

* Ahh T-Terry, no ahh... *

Avergonzada, si, pero muy excitada, la rubia trataba de no gemir, más le era realmente difícil; la lengua y los labios del muchacho hacían maravillas sobre su cuerpo.

* Ya no, detente, aahhhh… *

No entendía como es que rogaba para que esto terminase, en realidad no lo deseaba, no!. Y Terry, lejos de escuchar las suplicas de la avergonzada señorita, disfrutaba de aquel cuerpo a su entero gusto.

Dispuesto a tenerla por completo, hundió sus dedos en la intimidad de la rubia, sorprendiéndola aun más con sus suaves, aunque ansiosas caricias sobre el botón de placer de la chica Los gemidos eran constantes y cada vez le costaba más trabajo reprimirlos.

Ya no le importaba nada, la excitación fue más grande que el pudor y la vergüenza; se encontraba aferraba a Terry, susurrándole al oído palabras que lo incitaban a continuar, retorciéndose de placer bajo su cuerpo, moviendo las caderas en busca de un mayor contacto con los atrevidos dedos del pelilargo.

* Oh, Terry, Terryyy !!… *

De pronto se abrazó fuertemente escondiendo el rostro en el hombro de Terry; choques eléctricos nacieron en su sexo y recorrían su vientre, haciéndola jadear. Había experimentado algo verdaderamente intenso, haciendo verdaderos milagros para no gritar del gusto.  No sabía, ni entendía, muy bien lo que estaba sintiendo, pero le gustaba, le gustaba mucho, y que Terry fuese quien la hiciera sentirse así… la hacia feliz.

Respiraba agitada, su aliento chocando con el atractivo rostro del castaño.

* Terry, yo… *

Él la besó, las palabras poca falta hacían ahora. Con suavidad deshizo los moños rojos que sostenían el cabello de Candy, dejando que este descansara sobre sus hombros y espalda.     Se veía todavía más hermosa.

Solo la miró un instante, aun acariciándole las piernas con una mano, mientras con la otra, guiaba su hombría a la vagina de la chica.

* Terry, espera… *

Le pidió al sentir como la punta de aquel pene buscaba adentrarse en ella; estaba aterrada. De esto nada sabía y por ende le temía a tantas cosas; al dolor, a aquello que no entendía y de lo que nunca habló con nadie.

Más Terry acarició con suavidad sus mejillas, mostrándole una linda sonrisa, relajándola, dándole confianza. Entonces, en medio de un nuevo beso, el chico presionó poco a poco, haciendo que su miembro entrara a la cálida y húmeda vagina de su nueva compañera de cama, que lo recibía con ligeras palpitaciones.

A pesar de todo, Candy se hallaba excitada y solo atinaba a gemir tímidamente entre los tantos besos que el muchacho mantenía con ella, le gustaba lo que el heredero de los Granchester le estaba haciendo sentir. Más de pronto un ligero dolor la hizo dudar.

* Terry, espera, me lastimas… *

Pero él la ignoró, excitado, entusiasmado, introdujo con más fuerza su miembro sin saber que rompería una parte intima de la mujer. Y Candy lloró ante un dolor que no esperaba, aferrada al cuerpo desnudo de su amante, sollozando inconsolable. Fue un verdadero milagro que no gritase por la sorpresa y el dolor.

Terry la llenó de besos, disculpándose por su falta de delicadeza. No era la primera vez para él; mujerzuelas o sirvientas, con ellas aprendió la técnica, el sexo, fue por hacer enfadar a su padre y por mero placer, más nunca estuvo con una joven virgen, pura.

* Fui un idiota, debí suponer que tu lo eras... *

Le susurró entre besos, limpiando las lagrimas que se deslizaban por sus sonrojadas mejillas.

* ¿Me perdonas?. *

Preguntó, en una mezcla de verdadera culpa y jugueteo, como quien trata de disculparse con un pequeño niño.

Candy no respondió; dolida, cerró los ojos, girando el rostro a un costado.    Respiraba agitada mientras el castaño seguía besándola, ahora con más tranquilidad, acariciando esa suave y fina piel de niña, no, de mujer.

Terry jadeaba cerca del oído de la chica, meciendo suave y tranquilamente sus caderas, relajándola, complaciéndola.

* Me dolió mucho… *  _Reprochó ella._  * ...ten más cuidado. *

La rubia terminó abrazándolo, dejando al muchacho más que desconcertado con sus palabras. Él la estrechó con cuidado, se sentía ligeramente extraño, su corazón latía con fuerza; aspirando su dulce y embriagador aroma. La deseaba tanto.

Con un poco más de cuidado, reinició con la lluvia de besos y caricias.    Como el experto que era, Terius hacia magia con sus manos, que ardiente, pero delicadamente, recorrían la piel de la que sería su amante en esta noche.    Y sus labios… dios!!, sus labios que saboreaban los contornos de sus pequeños senos.

El ir y venir de sus caderas se volvió constante, aunque tranquilo; el dolor de la joven quedó olvidado en algún momento y era ahora el placer el que recorría su cuerpo inexperto. Candy gemía calladamente, no quería que alguien la escuchase disfrutar de la forma en que el joven Granchester le hacia el amor.

* Ah, ah, Terry, no te de-detengas... *

Respiraba agitada, retorciéndose de gozo bajo el cuerpo varonil de su compañero, quien enterraba su espina de forma casi desesperada, las ansias lo desquiciaban. A Terry le costaba creer que una niña inexperta como Candy lo hiciese disfrutar de este modo tan agotador. Y es que con ella se ha esforzado más que con ninguna otra.

"Quizá... porque Candy en verdad me importa."

Pensó, poco antes de aferrarse a la curva de su cintura, elevando la figura de la rubia para acomodarse, ahora sentado sobre la cama de la joven y ella encima de él, cruzando las largas piernas alrededor de la espalda del castaño.

Terry sonrió complacido, mientras veía como su acompañante prácticamente brincaba sobre su entrepierna, que entraba tan rápido como salía, una y otra vez, en un exquisito roce que le daba placer a ambos cuerpos.

Así, la rubia sentía por primera vez las exquisitas sensaciones que la excitación provoca en el cuerpo humano; desesperada, clavaba sus finas uñas en la espalda de su amante, que sonriente se deleitaba. Más de pronto, él se detuvo; la sentía vibrar, la sentía derretirse entre sus brazos.

* Ah, no, mi niña… lo estas disfrutando demasiado, ¿no lo crees?. *

Una sonrisa traviesa adornó el atractivo rostro del castaño. Era muy perverso al negarle el deleite de un orgasmo a su rubia compañera. Sonrojada, su delgada figura bañada en sudor y su suave cabello esparcido sobre la almohada… que bella, que sexy.

Y él creyendo que podía dominarla, le hacia la travesura de detenerse… que iluso!.

* Terry, no te detengas, no ahora. *

Excitada, Candy le suplicaba; necesitaba satisfacer a su cuerpo y esto era tan frustrante.

Escucharla despertó algo en él, que no podía negarse y mucho menos cuando los chispeantes ojitos esmeralda lo miraban intensamente.

Reinició con el acto sexual, sin poder apartar la mirada de la expresión tierna de su compañera.

La penetraba constante, aunque suavemente, al tiempo que la rubia gemía agradada casi en la cima del placer, retorciéndose desesperada bajo el cuerpo varonil de su amante… y arqueó la espalda mientras cerraba los ojos, mordiéndose las uñas.

Luego, su vagina comenzó a contraerse y una serie de espasmos invadió su cuerpo, obligándola a aferrarse al castaño. Un orgasmo la recorría, que deliciosa sensación, más aun, porque Terry no paraba de embestirla con su hombría.

Candy se hallaba cansada, respirando agitada bajo el cuerpo de aquel que la había convertido en su amante. Lo miraba fascinada, nunca lo había visto así, con su apuesto rostro delatando el placer que su cuerpo albergaba.

Cuando la excitación se volvió insoportable, el muchacho la penetró una, dos, tres veces más, para luego deslizar su miembro fuera de la intimidad femenina y derramar un liquido cremoso y blanquizco; su semen que manchaba las sabanas. Candy lo miraba agitada, su vagina aun se contraía buscando retener la espina del muchacho, aquel miembro que la había abandonado desde hacia unos momentos.

Sus hermosos ojos esmeralda se ensombrecieron, comenzando a llenarse de lagrimas. Empujó ligeramente al castaño, alejándolo de ella y mostrándole la desnudez de su espalda… comenzó a llorar.

* ¿Qué hice, dios mío?, ahh, e-esto es grave y, y... *

* No lo hiciste, lo hicimos, Candy. *

Terry se acercó, abrazándola desde atrás, ambos sentados sobre la cama; el heredero Granchester acariciaba con ternura los brazos de la rubia al tiempo que depositaba pequeños besos sobre el cuello y la espalda de la chica.

* Es que, es que... no debí permitir que pasara... fui débil, tonta y es que yo, yo te quiero tanto y, y... *

Terry sonrió con las entrecortadas palabras de su compañera. Por eso le gustaba tanto, Candy era tan distinta a las demás, ella era tan fuerte y valiente a pesar de su condición de mujer; tan bella y tierna…

"Y me quiere..."

Pensó el castaño Sí, no tenía caso negárselo a si mismo, esa mujer se adueñó de su rebelde y dolido corazón, la quiere y por eso… por eso terminaron haciendo el amor.

Con toda delicadeza, Terius hizo que la chica quedase de frente a él, llenándola de besos y susurrándole tiernas palabras. Se recostaron de nuevo sobre la pequeña cama, abrazados, él acariciando los dorados cabellos de la mujer y esta descansando sobre el pecho de su compañero.

Era tarde y él debía regresar a su dormitorio, al otro lado del colegio, pero… ahora, solo por ahora, quería disfrutar un poco más de la compañía de la hija adoptiva de los Andri. Disfrutar de este amor que solo podía expresarse entre cuatro paredes, un amor de habitación.

Seguramente mañana volverían a ser ese par de muchachos que fingen odiarse y reñir por cuanta cosa sea posible, pero tan solo por un minuto más, el castaño quería ser quien abrazaba a la rubia, ser los dos enamorados que realmente eran… desnudos y abrazados, esperando el amanecer.

Y quizá, más adelante, la vida les permitiría vivir su romance… libremente.

Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

El título se me ocurrió después de escuchar una canción con ese nombre.

Una relación que se da cuando ellos están en el colegio en Londres... la verdad, cuando Terry entró por accidente a la habitación de Candy (y viceversa), se me ocurrió una situación como ésta.

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai. Y es material de “Fallen Angel”.

Totalizado el 23 de Enero de 2005.

La dama del Hentai: Maeda Ai

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


Tags :
5 years ago

Celos

image

Anime: Bleach Rating: M Pareja: Ichigo & Rukia Sinopsis: One-shot. Ichigo jamás pensó que pudiese estar enfermo de celos; se estaba volviendo muy celoso y no era capaz de controlar esa emoción que a Rukia le encantaba provocar en él. Advertencia: Lemon (NSFW) *~*~*~*~*~*~*~*~*~* Por: Maeda Ai. *~*~*~*~*~*~*~*~*~* .

Apenas entró a su habitación, el chico se desquitó con cuanta cosa estuvo a su alcance.  Las cosas de su escritorio terminaron esparcidas sobre el piso y su puño se impactó varias veces contra la puerta corrediza del closet, quedando aquella destrozada.

De pronto se detuvo, admirando su desastre, respirando agitado por el esfuerzo y la furia.

* ¡Estúpida enana!. *

 Ichigo cerró los ojos, tratando de calmarse, pero era tan difícil. Las imágenes de Renji sujetando las pequeñas manos de la chica, confesando sus sentimientos, no lo dejaban en paz.  El pelinaranja sacudió la cabeza sin poder deshacerse de esos recuerdos.

Cansado, se dejó hacer sobre la cama; sus ojos clavados en el interesante blanco del techo.  Cerró los ojos y pocos minutos después escuchaba como la puerta de su habitación se abría, dejándose escuchar la voz de la culpable de su enojo.

* ¡¿Qué pasó aquí?!. *

Ichigo dobló sus cejas aun más de lo que ya estaban, más no le respondió a la shinigami.

Rukia entró y cerró la puerta tras de sí; sus ojos recorrieron todo el desorden.  Un tornado había pasado por allí, si, un tornado llamado Ichigo.  El chico estaba enojado, eso era obvio, y no solo por el desastre a su alrededor, era más bien el silencio del muchacho lo que la convencía de aquello; ese chico no le había dedicado un solo insulto y eso era lo más extraño.

La joven dedicó una fugaz mirada a “SU” armario; dobló las cejas, enfadada.  Tendrían que reemplazar esa puerta y dada la hora, el asunto tendría que esperar hasta mañana.

* ¿Qué piensas hacer al respecto, idiota?. *   _Le gritó ella.  Necesitaba algo de intimidad, ¿cómo se suponía que iba a cambiarse de ropa si la puerta estaba destrozada?._   * Di algo, imbécil, no te quedes callado !!. *

Para ese momento y ante las palabras de la Kuchiki, el pelinaranja explotó en ira.  Dos o tres segundos bastaron para que el chico abandonara la cama y sujetara a Rukia por los hombros, arrinconándola contra la pared.

* La única que tiene que dar explicaciones aquí, eres tu… *

* ¿De qué demonios hablas?. *

* De ti y de Renji… los vi juntos… *

La chica parpadeó un par de veces.  ¿Qué tenía de malo que ella y el pelirojo estuviesen juntos?. Eso era muy  normal, no en balde se conocían desde niños.

Pero al parecer, ese era el detalle que le molestaba a Ichigo.

““Conociéndose de tanto tiempo, no me extrañaría que Rukia correspondiese a los sentimientos de ese idiota.””

Pensó Kurosaki, suavizando su agarre.

* Tendrás que invitarme a la boda !.*

Ichigo dio media vuelta y cerró los ojos, apretando los puños. No estaba dispuesto a exponer su patético semblante.  Más abrió los ojos al escuchar a su compañera.

* Estás paranoico!. *

Él giró el rostro y sus mejillas se tiñeron de rojo en cuestión de instantes.  Ante él y sobre su cama, la pequeña shinigami parecía muy entretenida despojándose de sus ropas.

* Q-qué crees que estás haciendo?. *

* Voy a dormir. *

* No en mi cama !!. *

* Pues gracias a tus celos, mi espacio en esta habitación no me protegerá de tus pervertidos ojos, así que, si quieres… puedes dormir en el suelo!!. *

El muchacho apretó los dientes, fastidiado con las palabras de esa enana del demonio, sin embrago no se iba a dejar ganar.  Resignado, se sentó sobre la cama, dándole la espalda a la chica.

Ichigo no esperaba que los brazos de Rukia lo rodeasen de pronto, o que ella se recargase sobre su espalda.  Kurosaki tembló y en ese instante su corazón pareció detenerse.

* Ru-Rukia!, qué…?! *

* Fue horrible !. *

La voz de la chica sonó triste, el sentimiento de culpa no la dejaba tranquila, por lo que algunas lágrimas resbalaron por sus mejillas.

* Renji sufría y… fue mi culpa. *

* Tonta !. *

Ichigo se giró para estrechar en sus brazos a la joven, acariciándole el cabello con tranquilidad.

* Yo… no quería lastimarlo, yo… *

* Entonces… ¿prefieres terminar con esto que tenemos?. *

* No !. *

Rukia alzó el rostro, apresurándose a buscar los labios del pelinaranja, en un beso suave, pero triste.  Era obvio que Ichigo no podía ocultar sus celos y terminó diciendo algo que asustó a la Kuchiki.

Ellos dos tenían algo; su relación había ido cambiando y no repararon en pensar cuándo o cómo fue.  De ahí los celos del sustituto y su sentimiento de posesividad hacia Rukia.

Y ahora, más inseguro que nunca de si la chica era toda suya, la estrechó con fuerza; sus grandes manos viajaron por la delicada figura.  Quería saber, quería probar. . . Rukia no se negaría, ¿verdad?, después de todo, ella era la culpable de estos enfermizos celos.

Las manos del Kurosaki se colaron bajo la camiseta de la chica, palpando los pequeños senos.

* I-Ichigo !!. . . no !. . . *

* Te deseo… y te necesito… *

La Kuchiki quiso protestar, pero terminó gimiendo al sentir como el pelinaranja apretaba uno de sus pechos, y como esos dedos prestaban especial atención al sonrosado pezón.

* ¡¡ N-no, detente !!… *

Ichigo besó a su compañera, frenando dulcemente las protestas que ella se empeñaba en externar.  Con suavidad, él forzó la lengua dentro de la boca de Rukia, quien gimió al sentirlo más allá de sus labios.

La mujer entrecerró los ojos, esto era tan estimulante y lo fue aún más cuando Ichigo la sentó sobre sus caderas, justo sobre su pene aun dormido.

El muchacho comenzó a mover tranquilamente las caderas, frotándose contra la intimidad de la shinigami, aunque esta seguía protegida por los pantaloncillos cortos del pijama.

* Matte!… no… no debemos… *

La chica se movía intranquila entre los brazos del pelinaranja.  Si seguían así, si no paraban esto, entonces una vez más traspasarían el límite, a ese punto en el que romper las reglas debe pagarse con la muerte.

Rukia bien sabía que este sentimiento no podía ser, que era prohibido sentir algo así, sin embargo no pudo luchar más, se había resistido tanto, pero quería a ese hombre por sobre todo lo demás. . . con todas sus fuerzas, así que terminó rindiéndose ante este sentimiento que ya tenía nombre y dueño.

Si, Kuchiki Rukia estaba enamorada nada menos que de Ichigo Kurosaki.

* Oh, Ichigo!, e-espera!!. . . *

La chica giró el rostro para luego soltar un sonoro gemido; las manos del pelinaranja habían llegado hasta la intimidad de la shinigami, quien se preguntaba en qué momento fue despojada de sus ropas.  No solo eso, él igual yacía desnudo sobre ella, colmándola de besos y caricias.

Ella quiso detener esta locura, pero su voz pareció atorársele en la garganta.  Las fuerzas la abandonaron y la Kuchiki terminó aferrándose al cuerpo de este humano, olvidándose de todo aquello fuera de esa cama.

Agradada, sintió como un par de dedos entraban y salían de su sexo, ahora mojado por las atrevidas caricias del shinigami sustituto.

Era hermoso, era. . . delicioso, y Rukia solo pudo responder a esa sensación con besos desesperados, alzando las caderas cada vez que los dedos del Kurosaki salían de ella.  Instantes después, Ichigo renunció a brindarle placer de aquella manera, ante la clara decepción de la chica, pero en cambio, se aventuró a deslizar sus labios por la silueta femenina, sintiéndola tan pequeña y frágil.

El chico fijó su mirar en los pequeños senos de la mujer, admirándola a detalle.  Rukia no pudo contra la vergüenza y la decepción que esto le provocaba y terminó por cruzar los brazos sobre su pecho, impidiéndole al muchacho seguir mirándola de aquella forma tan intensa.

Ella desvió la mirada, incapaz de enfrentarse a su compañero en ese momento.

* Tonta… *   _Le susurró él.  Había ternura y calidez en una simple palabra.  Ichigo tomó las manos de la joven entre las suyas, besándolas para luego sonreírle._   * ¡¡En verdad eres hermosa!!. *

Tras estas palabras, el chico posó sus manos en los pechos de la shinigami, palpando con suavidad, con sumo cuidado.  Tenía la extraña sensación de que si no controlaba su deseo y su pasión, Rukia terminaría por romperse entre sus brazos.

* ¡ Ichigo !. *

La pelinegra tembló ante el delicado toque del muchacho, estremeciéndose bajo su musculoso cuerpo.

La chica no podía más que arquear su frágil figura ante aquellas caricias producidas por dos toscas manos que iban y venían, delineando los contornos de su cuerpo, dibujando, memorizando. . .

* Oh, Rukia!… *

Pero las manos del pelinaranja hicieron más que simplemente recorrer la silueta de su compañera, también fueron acomodando a la joven y a sí mismo, hasta encontrar la posición que a él le pareció perfecta.

Hincado sobre la cama, el joven se posó entre las piernas de la shinigami, quien yacía totalmente recostada.

Con el pene ya erecto al punto de dolerle, Kurosaki estuvo a punto de penetrar a la Kuchiki, más al ver la reacción de la chica ante el roce de sus sexos, decidió que podían jugar un poco más.  Entonces Ichigo onduló las caderas con tal suavidad, que Rukia terminó desesperada, empujando sus pequeñas caderas al encuentro del miembro del pelinaranja, disfrutando del roce entre su vagina y la virilidad del muchacho.

Rukia estaba desatada, no le importaba ya nada, solo quería sentir al shinigami, así como el placer de frotarse contra él.

* Ru-Rukia!!… *

Ichigo gruñó, presa del maldito placer.  Él muy bien sabía que de seguir así, llegaría al clímax sin siquiera haber penetrado a la pequeña mujer.

““No, no puedo desperdiciar este momento.””

Pensaba el muchacho, sosteniendo a la chica, deteniendo su locura tan solo por un instante.

* I-Ichigo, ¿qué haces?!. *

* Lo siento, enana, no puedo más. *

Apenas dijo esto, el pelinaranja embistió con tremenda fuerza a la Kuchiki, enterrando la mitad de su miembro en ella.

Rukia gritó, más de sorpresa que de dolor. Dolía, claro que sí, pero lo que más sentía era incomodidad; no era nada fácil para su pequeño sexo recibir el duro y ancho pene del Kurosaki.

““Estoy segura que su tamaño no es normal.””

Pensaba la mujer, para luego comenzar a gemir sutilmente, pues el chico ya mecía las caderas con fuerza y rapidez, más entusiasmado ahora que estaba dentro de la shinigami, poseyéndola con fuerza y brusquedad.

Rukia arqueaba la espalda y alzaba las caderas cada vez que el muchacho parecía alejarse de ella, tan solo para volver a penetrarla con fuerza.  Y ella, entre gemidos y jadeos, le gritaba lo delicioso que le resultaba esto, lo mucho que lo disfrutaba, pero también. . .

* Ja-jamás haría esto con alguien más… ni siquiera con Renji… ¡con ningún otro!… *

Ichigo no pudo evitar sonreír ante aquella confesión. Su corazón latió más fuerte a causa de esas palabras y su deseo por la shinigami se intensificó de forma casi insoportable.

El pelinaranja empujó sus caderas contra la vulva de la pelinegra, zambulléndose en ella de forma casi desquiciada, disfrutando de la cálida humedad y por su puesto de la estrechez.  Ella era tan estrecha, que le provocaba un gozo en verdad increíble.

Respirando agitado, se entregó totalmente al ir y venir de sus caderas.

Al borde del clímax, Rukia se retorció bajo el cuerpo del shinigami sustituto.  Un cosquilleo nació en su sexo, desplazándose hasta su vientre.  Lo sentía venir, esa oleada de placer que le encantaba sentir, Rukia se agitó y poco después soltó un profundo grito.

* ¡¡ Ohh, Ichigooo !!… *

Entonando el nombre de su compañero, sintió el orgasmo recorriéndola con tanta fuerza y su vagina palpitando constantemente, estimulando el pene del muchacho, orillándolo a su propio éxtasis.

* Ma-maldición, enana !!… aahhh !… *

Ichigo apretó ojos y dientes, vencido por el éxtasis, pero disfrutando de este.

Aun liberando esperma en la intimidad de la joven, él podía sentir como las pequeñas contracciones de ella, a pesar de ser ahora más sutiles y suaves, seguían mimándolo.

El Kurosaki buscó los labios de la chica, compartiendo un beso, así como la tranquilidad después de la locura que igual compartieron.

* ¿Te lastimé, enana?. *

Ella sonrió, negándole con la cabeza.

Ichigo se acomodó sobre los pequeños senos de la Kuchiki, tratando de normalizar su respiración.  Le gustaba estar así con ella, sentía. . . tanta paz.

* Te quiero !. *

Lo escuchó decirle.  Rukia sonrió sutil, sus violáceos ojos brillaron con intensidad.

* Baka. *

Rukia se pasó largo rato acariciando los cabellos naranjas de su compañero, manteniendo así un ambiente por demás agradable y tranquilo. . .

* Jamás pensé… que estuvieras enfermo de celos. *   _Pero ella era experta en terminar con la tranquilidad y los buenos momentos._   * No me mires así, es la verdad… eres muy, MUY celoso. *

Ichigo arqueó una ceja y arrugó aun más el ceño.

Rukia rió recordando todas las escenas que el pelinaranja le había hecho y que esta de Renji no era la primera.

* Una vez con Ishida, con Keigo perdí la cuenta, Mizuiro, hasta de Byakuya nii-sama te pones celoso, y… *

La chica calló, pues el muchacho la abrazó con fuerza, besándola de igual manera.  La que no entendía era ella. . . que él solo tenía ojos para ella.

* Eres mía!, y no soporto que otro hombre te mire siquiera, mucho menos que diga que te ama… *

Ella parpadeó ante la confesión del muchacho, quien escondía el rostro en el hombro de la joven.

La shinigami ya no dijo más.  Ichigo era imposible cuando se ponía en ese plan.  Y sin embargo su corazón latía con increíble emoción.  Esos estúpidos celos solo delataban lo que el pelinaranja le había dicho con palabras. . .

* Yo también te quiero, idiota !!. *

Tras estas palabras, Rukia buscó los labios de su amante, encontrándolos furiosos, desbordando el fuego de la pasión.

Al parecer, entre más hacían el amor, Ichigo se volvía más y más celoso.

““Tal vez deba provocarle celos más seguido.””

Ella sonrió. . .

Como sea, no pudo seguir meditando ese hecho, pues el muchacho yacía nuevamente sobre ella, listo para poseerla por segunda vez en la noche. . .

Al parecer esta vez Ichigo si que estaba celoso, mucho. . . MUY celoso y no era capaz de controlar esa emoción que a Rukia le encantaba encender y provocar en él.

Finalizado.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*

Mi primer fic de Bleach.

Se suponía que debía ser un minific, pero esta pareja me encanta y creo que estaba algo inspirada.

Gomen si Ichigo no usó más palabrotas, como se supone debe ser, es que, por extraño que parezca, yo no las uso mucho que digamos y me siento incomoda.

Como sea, yo creo que si hubiese algo entre estos dos, Kurosaki celaría mucho a Rukia.

_I LOVE ICHIRUKI_

~*~

Este fanfiction fue escrito por MAEDA Ai.  Y es material de Fallen Angel.

Totalizado el 20 de Septiembre de 2008.

La dama del Hentai: Maeda Ai.

*~*~*~*~*~*~*~*~*~*


Tags :