An Con Mucha Tristeza Te Puedo Decir Que Me Alegro Por Ti.

Aún con mucha tristeza te puedo decir que me alegro por ti.

Parte Uno: Entre escombros

Un día mi mundo se vino abajo, el imponente muro que había construido con ilusiones y expectativas se desmoronó.

Al principio fueron unos granitos y luego, en un segundo se convirtió en una montaña de tristeza y dolor. Mi corazón a penas salió ileso pero la frustración me atormentaba y decidí esconderme.

Sentada en una esquina oscura tras los escombros ahí finalmente lloré.

Te escuché andar, caminabas sin un destino y al mirar aquel desastre te dedicaste a indagar y caminar por el lugar hasta que un día llegaste a mí.

Continuará...

Todas las señales confusas desaparecieron el día en que uno de los dos tomo el valor de enfrentarse a sus sentimientos.

A veces estoy harta de ser yo.

A paso lento, entre las flores y la vía láctea, el suave tintineo del viento nos lleva a otro lugar.

Entraste tan lento en la habitación que no noté tu presencia, durante mucho tiempo y con mucha paciencia sembraste pequeñas semillas que llenaron mi corazón.

Observaste detenidamente hasta que aquellas pequeñas semillas se convirtieron en brillantes rosas que no podían ser ignoradas.

Mis ojos quedaron absortos en tan intensos colores y mi nariz se volvió adicta al dulce olor de tu amor.

Despertaste entonces mi corazón.